Resulta bastante paradójico que en este país de cultura arraigada de lengua fuerte y del doblaje profesional se recuerde con nostalgia al gran James Earl Jones por los papeles que realmente nos calaron a través de la reinterpretación del portentoso Constantino Romero, que nos dejó hace más de una década. Hasta 1982 nadie pudo alardear de poseer un vídeo VHS, Betamax o del deslumbrante laserdisc de La Guerra de las Galaxias en versión original -con su correspondiente reproductor- por lo que era bastante habitual conocer de memoria los diálogos en castellano antes de poder escuchar a Darth Vader por primera vez en inglés. Para su otro gran papel legendario de voz, el de Mufasa en El Rey León habría que esperar al año 1995, pero para entonces era más fácil adquirir las cintas VSO como parte de cursos de inglés.
La extensa labor en Broadway que le valió dos Tonys y su primer matrimonio, pues acabó desposándose con la Desdémona de su célebre Otello, tampoco podía llegar fácilmente al conocimiento de este lado del Atlántico, pese a la calidad actoral y la presencia que su registro vocal producía en el público.
Afortunadamente, su versatilidad interpretativa hizo que nos llegaran sus papeles de imponente secundario en su amplio repertorio de películas y series de televisión. En estos días en los que los compositores Justin Paul y Benj Pasek han completado de forma simultánea el EGOT, el cosmos se ha compensado con la desaparición de este casi EGOT, pues el más que merecido Óscar sólo le llegó de forma tardía y honorífica.
Recuerda… debes ocupar tu lugar en el ciclo de la vida…
Imaginamos las matemáticas como unos conceptos universales, eternos e inmutables que se descubren más que inventarse. Y sin embargo, la notación y las herramientas con las que se manejan son considerablemente recientes y la evolución histórica del trabajo de los matemáticos, si bien se ha apoyado en grandes figuras revolucionarias, ha sido producto de su época.
Los antiguos griegos desarrollaron todas sus grandes aportaciones a la geometría a través de la representación gráfica y la operación sobre segmentos y ángulos. En cambio, no disponían de una notación numérica eficiente, no utilizaron el cero y no disponían del álgebra para representar los conceptos. De ahí que los números irracionales fundamentales como pi o la raíz de 2 implicaban dificultades adicionales en las operaciones básicas con sus medios operativos, que no se limitaban a la abstracción teórica sino a todo el cálculo de soluciones para la agricultura, construcción, economía o diseño.
En la viñeta se presentan tres formas de tratar pi, con el método geométrico de Mascheroni, con el método iterativo de la variante de Euler de la serie armónica, en la que se cambia el signo de algunos elementos de la serie, y con la regla mnemotécnica de crear una frase que recuerde los decimales del número pi.
Como ya adelanta nuestra profesora de química habitual, William Hyde Wollaston fue un químico británico de una familia acomodada aunque muy numerosa. La herencia de uno de sus 16 hermanos le permitió dedicarse a las ciencias sin necesidad de ganarse la vida y costearse el tratamiento de los valiosos minerales del platino, donde se escondía, entre otros, un escaso metal brillante de gran dureza, el rodio. El color rosa de algunas de sus sales disueltas en agua le sugirió a Wollaston el nombre rhodium, del vocablo griego del color y la flor rosa, rhodon. Nuestra forma, que obviamente viene del latín rosa, rosae, fue posiblemente introducida en la península itálica desde el griego antiguo a través del osco, lo que establecería una conexión con numerosas lenguas antiguas, desde el egipcio antiguo wrt -y el copto uort o árabe warda- al proto-iranio *wardah, lo que implica un misterioso intercambio entre lenguas de familias muy dispares.
Por su escasez y valor, el rodio es el metal más caro, pero una fina película de este elemento es suficiente para proporcionar una gran dureza, brillo y propiedades hipoalergénicas a las piezas de joyería. El rodio es lo suficientemente inerte o noble como para no interesarse en las reacciones químicas de la biología.
Las descripciones más antiguas de las sirenas en la Grecia clásica las hacían más parecidas a las arpías o harpías como aves rapaces con cabeza de mujer que a los híbridos de humano y pez que en la Edad Media se pusieron de moda. Y mientras que las sirenas eran depredadoras que atraían a los marineros a los bajíos para causarles naufragios y devorarlos, las arpías trabajaban como agentes ejecutores de la justicia divina, y más habitualmente, de la venganza de los dioses contra los humanos y su hubris o arrogancia sacrílega.
En los relatos clásicos, el modus operandi sigue un patrón sencillo: 1. -una persona o colectivo tiene o considera que tiene una habilidad o característica especial. 2.- Los individuos se jactan de esa ventaja en un acto de orgullo que incluye una blasfemia contra los dioses. 3.- Sin juicio ni defensa posible, los dioses les aplican un castigo ejemplar que los deja temblando para toda la eternidad. 4.- Un autor cuenta su historia para que sirva de tema en cualquier tipo de género artístico o incluso en una viñeta de Aliphant.
Después de tratar de ilustrar el místico aleph del no menos mítico Jorge Luis Borges, permítame el amable lector que reduzcamos dramáticamente el nivel hasta preguntarnos: ¿cómo afectaría la Tomatina a las oficinas de ANT?
Existen diversas teorías de cómo comenzó el famoso ataque de tomates con escasa salida gastronómica en el pueblo de Buñol, pero todas parecen de menor interés de lo que pudieran jamás despertar estas líneas. El último miércoles de cada agosto, los ojos del mundo se centran en este lanzamiento de hortalizas con el único afán de ponerse perdidos.
El máximo exponente de la literatura argentina del siglo XX, hubo de nacer en Buenos Aires en los últimos instantes del XIX. Desde su infancia, Jorge Luis Borges, el poeta del infinito y del ahora célebre multiverso se anduvo preparando mental y psicológicamente para una ceguera irrefrenable que lentamente le privaría del sentido más apreciado por este ávido condensador del conocimiento humano. Ante la certeza de su pérdida sensorial, memorizó desde niño una cantidad enciclopédica de información, lo que le permitió construir una base de datos prodigiosa para abonar su creatividad. Crear es reordenar nuestra memoria para formar nuevas asociaciones, nuevos conceptos que terminarán por consolidarse en algo artístico si así lo consigue el criterio del organizador. Lo contrario es simplemente copiar o reinventar.
Superado el medio siglo, su mundo se envolvió por completo de tinieblas pero su fama de erudito universal y enciclopedia viviente ya le había valido el cargo de Director de la Biblioteca Nacional de Argentina, lo que Borges no dejó de reconocer como una ironía del destino: una enorme cantidad de libros a su alcance cuando ya no podía disfrutarlos personalmente.
Su obra está afectada por la brevedad de quien debe concentrar el Universo en pocas líneas; poesía y relato corto, pues sentía que la novela era una forma que sólo aportaba relleno.
No obstante, le bastan a Borges las escasas páginas de un relato corto para inspirar ideas tan potentes como el Aleph, la biblioteca infinita de Babel o la misma esencia del infinito en el mundo cuántico.
Entre las referencias cinéfilas de Aliphant, hubo al menos tres que rozaron la órbita de Hitchcock, por una parte, la del centenario de Saul Bass, creador de los títulos de crédito de muchas de sus películas. El obituario de Doris Day se conmemoró con «El hombre que sabía demasiado», una de esas películas de las que el mismo Hitchcock hizo su propio remake en color y con los medios de Hollywood. Y «Rebecca» sirvió de tributo al gran José Luis Pérez de Arteaga cuya sintonía radiofónica la había tomado de la banda sonora de Franz Waxman.
No obstante, habría material para homenajear a Hitchcock en una serie, si los lectores tuvieran interés, así que es posible ceñirse en esta presentación a la película seleccionada; «North by Northwest» o como se tradujo en España, «Con la Muerte en los Talones», ahí es nada la inventiva.
En este gran título de Sir Alfred, reúne a su dream team, los actores Cary Grant, James Mason, Martin Landau y Eva Marie Saint, que acaba de convertirse en centenaria, los títulos de Saul Bass, la música de Bernard Hermann y el guion de Ernest Lehman. Contó además con Robert F. Boyle como director artístico y diseñador de escenarios y los exteriores son espectaculares, y más aún para una película de Hitchcock que solía rodar más a gusto en la comodidad del estudio, desde la sede de la ONU al monte Rushmore pasando por la típica guarida del villano al estilo Frank Lloyd Wright. Boyle incluso hizo estrellar un viejo aeroplano contra un camión cisterna en un alarde de medios del que seguro que disfrutó el ingeniero frustrado que llevaba dentro.
Todo apuntaba a un gran éxito de Hitchcock tanto de público, como de crítica, pero acabó yéndose de vacío en los Óscar. Era el año 1959 y Ben-Hur de William Wyler y Chartlon Heston arrasó con once premios.
No fue hasta el descubrimiento de 1844 en la Universidad de Kazán por el químico Karl Ernst Klaus, que por germánico que suene había nacido en el Imperio ruso y procedía de una familia del Báltico, que el tímido Rutenio vio la luz del descubrimiento. Había coexistido con otros elementos del grupo del platino en minerales tanto tiempo que había pasado desapercibido a alquimistas y químicos, pero en su afán de atacar rocas con agua regia al final dieron con él. Los rusos andaban con la idea de dedicar un elemento a la Madre Patria, y tras varios intentos fallidos de sus compatriotas, Klaus pudo abrir así la veda de reivindicaciones nacionales, con el nombre latino de Rusia, Ruthenio.
El Rutenio es un metal espectacular como catalizador, es decir para facilitar ciertas reacciones químicas que en condiciones normales no se producirían y sin por ello afectar al resultado, y su uso en compuestos en los procesos de hidrogenación le valió el premio Nobel de Química al japonés Ryoji Noyori en 2001.
La propiedades de este escaso metal plateado y sus compuestos abren un mundo de posibilidades en el presente y en el futuro cercano. Su resistencia a la corrosión favorece su uso en los contactos de los circuitos integrados, su principal aplicación hasta el momento junto a su función como catalizador. El ruteniato de estroncio es un superconductor que manifiesta hiperfluidez como el Helio-3, es decir, se sale de los recipientes que lo contienen como un pulpo estresado. El isótopo radiactivo Ru-106 es un instrumento eficaz para destruir melanomas en la úvea, es decir, permiten atacar directamente a los tumores formados en el ojo. Y sin por ello terminar la lista, su potente absorción de luz incita su uso en estaciones solares.
Con todos estos ingredientes, la viñeta del rutenio transporta nuestra clase de química a la Rusia romántica del siglo XIX, que la escritora Leigh Bardugo ha mezclado con el steam-punk para crear el Grisha-verso en sus novelas de Shadow and Bones, una sociedad en conflicto entre magos manipuladores de elementos, los grisha, y de individuos no mágicos que recurren a las armas de fuego y artefactos adelantados a su época.
Quien sin duda ha sido uno de los grandes actores europeos del siglo XX ha abandonado definitivamente su papel de enfant terrible a los 88 años y, casualmente, con 88 películas terminadas.
Alain Delon fue una estrella a nivel mundial a pesar de que nunca quiso hacer carrera en Hollywood como algunos de sus compatriotas, pero su carisma en pantalla y su obvia fotogenia le permitían comunicarse con todos los espectadores del planeta, desde Japón donde ha insipirado personajes de manga hasta la cotizada cazadora de cuero llamada aléndelon en Rumanía.
Aliphant ejerce de shinigami en una evocación de uno de sus papeles más importantes, el de Tancredi de Il Gattopardo de 1963, la fastuosa superproducción de Luchino Visconti que adaptó la obra de Tomasi di Lampedusa sobre la Sicilia en tiempos de la revolución de Garibaldi. El veterano Burt Lancaster y la siempre exuberante Claudia Cardinale completaban un reparto ya irrepetible.
La fórmula de Del Revés o Inside Out todavía da buen resultado a pesar de su absurdo nombre que en castellano poca relación guarda con la temática y, en inglés, mejor encajaría con una película de la serie de Alien. Más acertado estuvo el ingenioso título para el mundo latino, donde conocen a la franquicia como Intensa Mente y obviamente a su última entrega como Intensa Mente 2 (ahí no se desparramó más creatividad).
La gran creación de Pete Docter de 2015 (homenajeada en su respectiva viñeta Aliphant DCLXXII (http://www.aliphant.es/pages/672_jpg.htm)) dejó al público la sensación de habían creado un mundo al que merecía la pena regresar, lo que no siempre ocurre con otras obras maestras ni con las salas de espera de los dentistas.
La premisa original pretendía combinar las reacciones de 25 emociones distintas lo que hubiera sido bastante más difícil de asimilar por el público y, en cierta forma, esa idea se recupera en esta segunda parte donde se justifica que las emociones entran y salen a voluntad de esa sala de mandos que es la conciencia y de esa misión encomiable que es la formación de la personalidad.
Mientras, averiguaremos cómo las emociones se rigen a su vez por sus propias emociones en una sucesión infinita de conciencias…
Después de la clausura de los Juegos de la XXXIII Olimpiada, la prensa deportiva realizará sus análisis pertinentes de calidad y resultados. Por su parte, los periodistas especializados en la política no tardarán en evaluar si la inversión de cada país ha proporcionado los réditos que cabía esperar y si la representación estatal estuvo o no a la altura de las circunstancias. Los expertos en espectáculos cubrirán por su parte las largas ceremonias como si de programas de televisión se trataran pues, desde los juegos de Berlín 1936, en eso se convirtieron los juegos para la audiencia de todo el planeta.
Con todos los flancos importantes cubiertos, Aliphant suele tratar con las mascotas que han cumplido ya su función. Desde el perro salchica Waldi de los juegos de Munich ’72, Phryge es el primer gorro que ha cobrado vida que se convierte en mascota. No es el primer objeto animado en la familia olímpica, porque hay diseños que ni sus propios creadores son capaces de explicar qué son con cierta comodidad. Tampoco es el primer sombrero sentiente de la Historia, sin ir más allá de Jim Henson o J.K.Rowling.
El gorro frigio, como su mismo nombre indica, obtiene su nombre de la región Frigia, en Asia menor, y fue utilizado desde la Antigüedad sin significados políticos. En la Revolución francesa, y a pesar de Robespierre, se eligió el gorro frigio de color rojo como el tocado de Marianne, la representación femenina de los valores de libertad, igualdad y fraternidad. El gorro se oponía a las coronas, pelucas y mitras y pasó a coronar los escudos de ciudades y países con el espíritu de los revolucionarios franceses, pero también las cabezas de los pitufos libres, según la creación del gran dibujante belga Peyo. En la obra de Peyo, es bastante difícil encontrar un pitufo con la cabeza descubierta; apenas una viñeta donde Papá Pitufo sufre una proverbial explosión en el thriller de infectados apocalítico «Los Pitufos Negros», pero eso, es otra historia.
En 1937 la comunidad científica pudo al fin respirar tranquila. Durante setenta años el modelo de la tabla periódica de Mendeleyev se había convertido en una herramienta muy eficaz, no sólo para clasificar los elementos conocidos, sino para predecir las propiedades y finalmente descubrir los que todavía no se habían encontrado. Y sin embargo, el elemento 43 se resistía a aparecer y las falsas alarmas se prodigaron ante el desconcierto de la comunidad científica. O el modelo no funcionaba, o simplemente era el propio átomo de 43 protones el que parecía no dar buen resultado.
En 1937, en la Universidad de Palermo, Carlo Perrier y Emilio Segrè trabajaron con unas planchas de molibdeno 99 que eran residuos del ciclotrón de la Universidad de Berkeley, California. La basura de uno es el tesoro de otro, se dice, y en ese material sobreexcitado por su uso en el acelerador de partículas se producía un desintegración de un neutrón en un protón y un electrón, lo que convertía en molibdeno en el nuevo elemento que los italianos llamaron tecnecio, por haber sido creado de forma artificial.
Los isótopos más estables de Tecnecio tienen un periodo de semidesintegración de 4,2 millones de años, lo que implica que todo este elemento que procedía del polvo estelar que formó nuestro Sistema Solar ya se había convertido en molibdeno hacía eones, o en lo que le parecería a Jordi Hurtado un abrir y cerrar de ojos. No quiere decir que no exista el tecnecio de forma natural, ya que es un producto bastante poco frecuente de la fisión nuclear del uranio por lo que, aunque en una escala miserable, se sigue generando en estos momentos en ciertos minerales. También se halla en otros lugares del Cosmos, según el espectro de las estrellas gigantes rojas, pero allá, no está tan a nuestro alcance.
Aunque su implicación en el desarrollo de la vida es prácticamente nula y su interacción actual bastante desaconsejable por su naturaleza inestable, la aplicación como marcador radiactivo del isótopo 99mTc ha demostrado su utilidad en medicina. Obviando el ligero inconveniente de la radiactividad, también es un efectivo protector del acero contra la corrosión, pero no se puede tener todo. Tal vez, sólo tal vez, lo más interesante de este elemento sea la lección de humildad que supone cuando creemos conocer las leyes del Universo y no está en nuestras manos imponerlas.
Tras la viñeta de homenaje al desaparecido maestro Francisco Ibáñez (https://blog.aliphant.es/2023/10/16/homenaje-a-francisco-ibanez/) y en al aniversario de su desaparición, la imagen conmemorativa adjunta une el tributo a esta referencia del mundo del cómic a la tradición consumista de vincular las efemérides a los regalos, principalmente en los matrimonios.
El primer aniversario o bodas de papel, traslada esta semilla a la famosa casa sin paredes. La idea del corte transversal que transforma las habitaciones en viñetas fue convertida en un arte por Ibánez, tanto en la original de 13 Rue del Percebe como en su ampliación en 7, Rebolling Street, versión más moderna causada por el conflicto de la Editorial Bruguera con sus antiguos dibujantes por los derechos de autor.
Existen antecedentes del concepto, no demasiados, como la ilustración «Una casa en Nochebuena» de Joaquim Xaudaró del 27 de diciembre de 1902 en la revista de ABC «Blanco y Negro». Will Eisner, en School for Girls, también diseccionaba el edificio en cuestión para mostrar a la vez lo que ocurría en su interior en una viñeta aislada. Tuvo que ser el Gran Vázquez la inspiración definitiva cuando creó «Un día en la Villa Pulgarcita» en 1959, una ilustración de una casa cercenada con los personajes de la revista Pulgarcito en situaciones cómicas en cada habitación, en una perspectiva casi idéntica a la de Ibáñez y la famosa buhardilla coronando el edificio. A pesar de ello, a partir de 1961 y hasta 1984, Ibáñez le aportó algo al concepto que Vázquez era completamente incapaz de proporcionar: constancia y continuidad. Con el paso de los años, «13 Rue del Percebe» se convirtió en una de las más famosas creaciones del maestro y una de las más ingeniosas reinterpretaciones de la esencia de la tira cómica.
Creer en las casualidades pudiera considerarse de simples, pero buscar las coincidencias sin duda es la base de toda creación.
La primera lectura y, probablemente, la más interesante de la icónica obra del pintor norteamericano Grant Wood (1891-1942) American Gothic es un ejercicio de humor gráfico. El artista visitaba el pueblo de Eldon, en su estado natal Iowa, y descubrió una modesta casa de madera con la ventana del segundo piso en forma de arco ojival, con las pretensiones de una catedral gótica. El disparate arquitectónico le hizo tanta gracia a Grant Wood, que tras pedir permiso a los dueños usó esta casa como fondo para un retrato de su hermana y su dentista. Ningún parentesco unía realmente a una de las más famosas parejas de retratos de la Historia del Arte. Al dentista lo pintó con una horca tridente, posiblemente sin intención de crear otro chiste, y la forma de esta humilde herramienta aparece representada en la ropa del falso granjero. Por requerimiento fraternal, pintó a su hermana más delgada y con una de las blusas más feas de las rebajas de América. El mismo patrón de la prenda se repite en las cortinas de la ventana gótica, en clara demostración de su vinculación con una vivienda delante de la cual, realmente, no posó.
El retrato del artista regionalista se convirtió en un icono de la pintura dentro de una colección tan variada y espectacular como la del Instituto de Arte de Chicago y la cultura pop lo asumió como un referente americano.
Por absurdo que nos pueda sonar decir de un elemento que se parece a otro y con eso darle nombre para diferenciarlo, el sueco Scheele en 1778 no dio más de sí. Molibdos es el nombre del plomo en griego antiguo un metal al que se parece al molibdeno salvo en que sus átomos difieren en 40 protones lo que hace del elemento más desconocido la mitad de ligero.
El molibdeno usado en las alineaciones de acero potencia tanto su resistencia que durante un tiempo se difundió el falso mito según el cual los herreros japoneses del siglo XIV ya lo utilizaban en la construcción de katanas. Es más, se contaba que el maestro Masamune, autor de algunos de los tesoros imperiales de la tradición japonesa derramó por error en la forja un remedio de molibdeno que usaba para tratar el asma, dando lugar a su codiciado secreto para la creación de las espadas. Al final, no hay pruebas de nada de esto, ni siquiera del uso del molibdeno como remedio de la medicina tradicional oriental.
Lo que sí es conocido es la importancia del cofactor de molibdeno en el desarrollo de la actividad de las cianobacterias, lo que permitió cambiar la atmósfera de nuestro planeta y dar lugar a las plantas y a los animales. Por primera vez en la historia de nuestro planeta los seres vivos transformaron el mundo en el que vivían, aunque esta vez a su favor y al de las futuras especies.
Más cercana en su significado original la traducción cláśica «El Sueño de una noche de San Juan», «A Midsummer’s Night Dream» es una de las comedias de enredo de Shakespeare ambientadas en una fecha relevante del año, las festividades paganas del solsticio de verano del Hemisferio boreal que el cristianismo asoció a la festividad de San Juan Bautista.
Como una ingeniosa mezcla de tramas que cruza personajes de tres niveles, el feérico, el de la nobleza ateniense y una compañía de actores aficionados que introducen el recurso multidimensional del teatro dentro del teatro.
Asociada desde el siglo XIX a la música incidental de Félix Mendelssohn y a las óperas de Purcell y Britten, no tardó en adaptarse al cine con distinta fortuna, desde la versión de 1935 con unos jovencísimos Olivia de Havilland como Hermia y Mickey Rooney como Puck a la más accidentada y casi olvidada versión de 1999 de Michael Hoffman con un elenco de Hollywood que unía estrellas de la talla de Calista Flockhart, Michelle Pfeiffer, Christian Bale o Kevin Kline. Cabe también mencionar su relevancia en la trama de El Club de los Poetas Muertos o de la serie Gárgolas, donde el universo shakespeariano cobraba una segunda vida bastante animada.
Quiso el hijo de William Herschell, descubridor de Urano y sus dos primeros satélites que las lunas recibieran los nombres de Oberón y Titania por los reyes de las hadas de esta obra. Más adelante se les unió el satélite del liante Puck cuyos cráteres adquieren el nombre de espíritus traviesos del folclore europeo. Con 28 satélites ya detectados, la lista de personajes ya no dio de si para tanto objeto de nomenclatura y la norma se expandió a otras obras de Shakespeare y de otros autores de su época, como Alexander Pope, pero eso ya es desde luego, otra historia.
De Chequia, como heredera del Reino de Bohemia, un vasallo del Sacro Imperio Romano Germánico poblado por una etnia eslava, procedían los llamados bohemios, que en algunas sociedades pasaron a ser sinónimo de los artistas románticos creadores de contenidos en el siglo XIX. El gran momento de esplendor cultural, que no político, bohemio corrió a cargo del gran mecenas Rodolfo II, retratado como un frutero viviente por Arcimboldo e impulsor del observatorio de Tycho Brahe que proporcionó las pautas geométricas de nuestro Sistema Solar a Johannes Kepler.
Históricamente, la bandera bohemia estaba formada por dos franjas horizontales iguales blanca y roja y, por coincidir con la polaca en los foros internacionales, añadieron el triángulo isósceles azul como distintivo y por otra parte referencia a los colores paneslávicos.
Las intervenciones en las olimpiadas de los deportistas checos, que comenzaron bajo la repetida bandera bohemia hasta 1920, siguieron bajo la de Checoslovaquia durante 72 años y que hasta nuestros días han cosechado 273 medallas, 101 ya de forma individual como República checa, demuestra un escaso aprecio al lema de Coubertin según el cual lo importante es participar. Y no por dejar estas notas casi telegráficas, el checo, lengua eslava occidental, mutuamente inteligible con su hermana, el eslovaco, dio lugar a una de las palabras universales, robot, vinculada semánticamente con el concepto de trabajo y procedente de la novela de ciencia ficción de Karel Čapek R.U.R., publicada el año en el que nació Isaac Asimov, aunque esa es otra historia.
Comencemos excepcionalmente por el final, que suele proceder del contenido de la viñeta; en castellano, la palabra asombrar, que actualmente se utiliza principalmente con el fascinante sentido de causar admiración, tiene su origen en las sombras que asustaban a quien pillaban desprevenido, y no es habitual encontrar sinónimos en otras lenguas, donde por supuesto se causa admiración o más bien, cierta confusión, pero no con tanto ímpetu como en nuestro idioma. El factor sorpresa permanece en nuestro asombro.
La asombrosa animadora alemana Lotte Reiniger, nacida hace 125 años, creó en 1926 una película de 65 minutos a 24 imágenes por segundo titulada Las aventuras del Príncipe Achmed que puede considerar el primer largometraje animado de la Historia que todavía conservamos. Su técnica, no obstante, no es la de la animación dibujada, como la de Blancanieves de Walt Disney de 1937, conocida como el primer largometraje dibujado. Lotte Reiniger cinematografiaba los movimientos de sus marionetas de papel sobre una superficie iluminada a la que podía añadir efectos de profundidad con una cámara multiplano precursora de la de Ub Iwerks, en una forma de teatro de sombras.
A pesar de las obvias limitaciones técnicas de la época, las siluetas de Lotte mostraban una confección elegante y con unos mecanismos sorprendentes que permitían movimientos suaves y acciones variadas. Trabajó en más de 40 obras y su influencia ha alcanzado a las películas de Harry Potter, donde el relato animado de Las Reliquias de la Muerte es todo un homenaje a la técnica de esta aún poco reconocida pionera de la animación.
Desde el principio de su carrera, incluso en la época muda, Walt Disney siempre tuvo en cuenta que la música, o en su defecto, el ritmo, era un elemento esencial del lenguaje cinematográfico y desde la incorporación de la banda sonora al celuloide siempre contó con un elenco de músicos en su plantilla. En su última etapa creativa, los llamaba The Boys, el dúo de hermanos compositores Robert y Richard Sherman que no sólo ingeniaban algunas de las mejores canciones de la historia del cine, sino que formaban parte del equipo de guionistas que daban forma a sus películas tanto de animación como de imagen real.
Sus peripecias se narran de forma muy detallada en Saving Mr. Banks, el así-se-hizo de Mary Poppins, pero no entraban en la difícil relación, a veces estrictamente profesional que estos creadores mantuvieron durante décadas. Robert, tres años mayor que Richard, era el más serio y reflexivo y su vida cambió para siempre cuando participó en la Segunda Guerra Mundial y descubrió por sí mismo los horrores del campo de Dachau. Volvió de la contienda marcado por una dolorosa cojera y una experiencia vital que le aisló del siempre jovial y explosivo Richard.
Los hermanos trabajaban juntos, sus mejores composiciones surgían de este enfrentamiento continuo, pero mantuvieron sus vidas y las de sus familias separadas, para el pesar de Richard, que tenía otro carácter.
En la viñeta de homenaje ambientada en Chitty Chitty Bang Bang, el musical no de Disney que tiene todos los ingrediente para pasar por uno más de esa época, Aliphant en su pluriempleo de shinigami, reúne una vez más a los hermanos tras el reciente deceso de Richard a los 95 años.
Atendiendo a una de las más curiosas peticiones de un querido lector, sólo quedaba ubicar la fecha para vestir a Aliphant y Aypbee de chulapos de la Villa y Corte, aunque fuera en un escenario de maqueta del arranque de la Gran Vía, allá por el 1911, fecha de construcción del edificio conocido hoy en día como «Metrópolis».
Blanco y recargado como la porcelana biscuit, se le etiqueta un estilo ecléctico beaux-arts o castizamente de «casco de bombero», por su cúpula de pizarra con decoración dorada de 24 quilates, diseñado por dos arquitectos franceses que aportaron ese toque de elegancia neobarroca a un solar discreto, que administrativamente todavía es calle Alcalá, 39 y aún no parte de la centenaria Gran Vía.
Sus seis plantas y 45 metros de altura fueron coronados por una estatua alegórica de la compañía de seguros propietaria La Unión y el Fénix, que realmente representaba a Ganímedes y Zeus transformado en águila. Al vender el local en los 70, se llevaron su emblema a la sede del Paseo de la Castellana y los nuevos dueños, la también aseguradora Metrópolis la sustituyeron por una diosa alada Niké en bronce, como alegoría de su victoria sobre la compañía rival.
El 7 de Mayo de 1824, Ludwig van Beethoven estrenó su famosa Novena Sinfonía. Había perdido completamente el oído y otro director ayudante guiaba realmente la orquesta y excepcionalmente hasta entonces para una sinfonía, que eran composiciones puramente instrumentales, un coro y las voces solistas. Una de aquellas cantantes tocó en el hombro de la chaqueta verde a Ludwig para que dejara de agitar los brazos y se diera la vuelta; el público aplaudía con entusiasmo en el Kärntnertortheater, el desaparecido Teatro de la Puerta Carintia en Viena; la adaptación del poema de Schiller «An die Freude», «Oda a la Alegría» había sido todo un éxito.
Su esfuerzo le supuso a Beethoven volver a trabajar con cantantes, ya que odiaba la ópera con todas sus fuerzas. Su única contribución, Fidelio (originalmente «Leonora o el Triunfo del Amor Conyugal»), sufrió tantos cambios que a veces se cita como Leonore 1, 2 o 3 según la versión, aunque se trata de la misma historia ubicada en Sevilla y cuya protagonista Leonora se disfraza como el guardián Fidelio de la prisión donde su esposo está condenado a muerte. Beethoven no le veía ningún sentido a los dramas musicales y eso que nunca llegó a asistir a una sesión de «Cats».
Volviendo a la novena y última de sus sinfonías, su tema melódico parece inspirado por su maestro Mozart, del Ofertorio en re menor KV222 y aunque usó el poema de Schiller para la letra del final con voces, tuvo que añadir numerosos cambios para que encajara con aquella música secretamente homenajeada. Se sospecha que Schiller quería llamar a su poema «Oda a la Libertad», «An die Freiheit», pero eso sonaba tan subversivo, que hubo de conformarse con la alegría, Freude.
Y sin embargo, ¿no es una fuerza mucho más poderosa la alegría que la libertad? En 1941, el presidente Franklin Delano Roosevelt pronunció el discurso de Las Cuatro Libertades. Norman Rockwell, el pintor amado de América las inmortalizó en cuatro cuadros magistrales: Libertad de Expresión, Libertad de Credo, Derecho a una vida digna y Derecho a vivir sin miedo. En 1948, la ONU promulgó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, auspiciada por la expresidenta viuda Eleanor Roosevelt, recogiendo el espíritu de esas cuatro libertades entre otras muchas que, no por reconocidas, son tantas veces menospreciadas. No obstante, por encima de todas las libertades, en mayor o menor grado de subjetividad, existe la fuerza irrefrenable e incondicional de la alegría – y llamémosla ya por su verdadero nombre que es felicidad.
Los humanos -incluso el hosco Beethoven- rara vez nos deseamos libertad, es un concepto muy relativo, pero siempre nos agrada un deseo sincero de felicidad.
En la trilogía original de La Guerra de las Galaxias, los monitores de las aeronaves donde se presentaba la información vectorial de la navegación y los objetivos han sido objeto de estudio de los fans durante décadas, en cuanto pudieron acceder al material audiovisual de forma continuada e incluso obsesiva-compulsiva.
En aquella época aún no se había creado el aurebesh, el alfabeto propio de Starwars que debía sustituir a los caracteres latinos -que no a los números arábigos- que no se habían inventado hace mucho, mucho tiempo en una galaxia lejana, pero desde el principio contaron con fuentes y símbolos que permitían recrear ese pasado futurista.
No obstante, tanto los ordenadores de misión como los de armamento de los x-wing mostraban su información en pantallas vectoriales en las cabinas y no parecían presentarla en dispositivos Head-Up display (HUD) en los cascos o en las viseras de los personajes.
De igual forma que Harry Potter tenía un repuesto en la profecía con Neville Longbottom, un animador norteamericano también llamado Walter y apenas dos años mayor que Disney creó su propio estudio de dibujos animados con la técnica de manguera de goma (rubber hose). Incluso se dio el caso que, una vez que Universal le quitó a Disney el personaje de Oswald, el conejo afortunado, que había creado junto a Ub Iwerks, se lo cedió a Walter Lantz con un nuevo contrato más ventajoso para la productora. Disney reaccionó creando a Mickey Mouse, pero esa es otra historia.
Walter Lantz no ideó a su personaje más emblemático hasta 1940. Al parecer, un pájaro carpintero molestó a Walter y su segunda esposa Grace durante la luna de miel con sus martilleos en la cabaña en la que se hospedaban e incluso abrió unas goteras en el tejado que aguaron la fiesta a la nueva pareja. Lantz quería matar al pájaro, pero Grace le sugirió utilizar el concepto para un nuevo personaje animado. Con la ayuda de Ben Hardaway, el artista todoterreno que había diseñado al Pato Lucas para Warner Bros, configuraron una primera versión más salvaje de Woody Woodpecker, conocido como El Pájaro Loco o Loquillo en el mundo hispanoparlante.
La primera voz se la dio el mítico Mel Blanc, el actor de doblaje estadounidense más importante de todos los tiempos, pero al firmar por Warner en exclusiva, Lantz tuvo que lanzar un casting al que no permitió presentarse a su esposa Grace, ya que no quería que los niños descubrieran que la voz del pájaro la proporcionaba una mujer. Finalmente, Grace se saldría con la suya al enviar una grabación con su prueba que resultó elegida. Grace consiguió el trabajo, pero no aparecía en los títulos de crédito.
Lantz era apreciado como un buen director de animación capaz de atraer talento de otros estudios como el citado Hardaway o al mítico Tex Avery, pero sus niveles de calidad nunca rivalizaron con los de los estudios Disney o Warner y su capacidad de producción nada tenía que ver con la de Hanna-Barbera, así que en 1972, Universal acabó engullendo a Walter Lantz Productions e incorporando a Woody como mascota de sus parques temáticos. Hay que aclarar que, hasta la reciente adquisición de Dreamworks, la división de animación de Universal no contaba con nada más relevante que los personajes de Lantz y se dedicaba a las interminables secuelas para vídeo de En Busca del Valle Encantado.
Aunque lo intentó con una película de Aladino, Lantz no produjo largometrajes y tampoco ganó ningún óscar por sus cortos, pero se llevó el honorífico por toda su carrera en 1979. Lantz solía visitar con Grace los hospitales de veteranos, dibujando para ellos mientras su esposa hablaba con la estridente voz de Woody y la risa ingeniada por Mel Blanc.
Si un género de entretenimiento puede ser etiquetado por falta de humildad, es sin duda el circense; jamás la calidad de sus números puede ser anunciada sin hipérboles: «el mayor espectáculo del mundo», «lo nunca visto», etc. Afortunadamente, el elemento de esta entrega, el circonio, merece toda su fama de resistencia a la corrosión y en parte es debido a que su nombre no tiene nada que ver con el circo, sino con el término persa zargun que significa «similar al oro».
En 1789, el químico prusiano y antiguo boticario Martin Klaproth lo descubrió en un jergón de Ceilán y lo llamó Zirkonerde, «tierra similar al oro» por su brillo casi diamantino, por lo que en nuestro idioma el circonio y sus compuestos pueden escribirse con c o con z.
La cristalización artificial y controlada del óxido de circonio permitió crear gemas de buen tamaño y con prestaciones que recuerdan al diamante, las llamadas circonitas, piedras angulares de la bisutería, pero a diferencia del más duro de los minerales, carecen de su brillo refulgente. Aún así, la resistencia a la oxidación favoreció su uso en materiales cerámicos de la industria aeroespacial.
Aunque su intervención en los procesos químicos vitales es nula o al menos desconocida, el carbonato de circonio se utilizaba en lociones para contrarrestar las fricciones accidentales con hiedra venenosa, aunque hoy en día se ha reemplazado por medicamentos que provocan menos reacción en la piel.
Uno de los dragones literarios más estrambóticos y que todavía no habían participado en los especiales de San Jorge de Aliphant es la criatura llamada Jabberwocky en un poema de la secuela de 1871 de «Alicia en el País de las Maravillas» del matemático Lewis Carroll, «Alicia a Través del Espejo» o en su título original completo «Through the Looking-Glass, and what Alice found there».
Carroll sustituye los naipes de la primera novela por piezas de ajedrez y la obra describe una partida de ajedrez hasta su jaque mate, con el peón Alicia convirtiéndose en reina al alcanzar la octava casilla. Sin afectar a la narración, Carroll intercala relatos breves y entre ellos en el titulado Jabberwocky se habla con palabras acuñadas en inglés inventado de una bestia de aspecto dragontino que lleva un chaleco. Al traducir esta sección a otros idiomas, algunos traductores prefirieron mantener los vocablos originales mientras que otros prefirieron seguirle al juego al autor y crear algo similar en sus idiomas. Así, Jaime de Ojeda en la edición de 1973 de Alianza Editorial formó con los conceptos de «hijo de la confusión» de Jabberwocky el nombre Galimatazo, que es el que utilizó la traducción de la película de imagen real de 2016, secuela de la de Tim Burton.
La versión animada de Walt Disney que combina personajes y relatos de los dos libros de Carroll estuvo a punto de incluir al Jabberwocky en el desquiciado viaje al País de las Maravillas, pero el diseño algo aterrador para la joven audiencia y su absoluta irrelevancia para la trama de 1951 hizo que se descartara y prácticamente olvidara hasta la revisión de 2016, que recupera el aspecto del guiverno ilustrado por John Tenniel siguiendo las instrucciones del escritor.
En 1948, Isaac Asimov ya había decidido que era mucho más lucrativo y desde luego, gratificante, trabajar como escritor que como profesor en la Universidad de Columbia, pero cuando estuvo a punto de presentar su disertación para la tesis doctoral le preocupó que de tanto escribir ficción se hubiera oxidado como autor de documentos académicos o lo que vulgarmente llamamos «papers». Para ejercitar sus «músculos», creó un artículo titulado «The Endochronic Properties of Resublimated Thiotimoline», «Las propiedades endocrónicas de la tiotimolina resublimada». La tiotimolina es una sustancia orgánica con una capacidad de disolución en agua tan alta, que empieza a disolverse incluso antes de entrar en contacto con la misma. Obviamente, la sustancia no se disolverá si en el último momento el químico decide no introducirla en el agua, por lo que es capaz de anticiparse al devenir de los acontecimientos. La explicación molecular es que uno de sus átomos de carbono mantiene dos enlaces de sus cuatro en nuestro mismo plano espacio-temporal mientras que los otros dos han de buscar cómo cerrar su configuración electrónica estable en el pasado y en el futuro. Las aplicaciones de este compuesto orgánico son fascinantes e innumerables, pero obviamente todo, incluyendo una larga lista de resultados de test y valores medidos, era un producto de la imaginación de Asimov.
Al editor John Wood Campbel Jr. le gustó tanto la idea del falso artículo de Asimov que quería publicarlo en su revista de ciencia ficción, pero a Asimov le preocupaba su credibilidad ante el tribunal de su tesis si esta parodia aparecía asociada a su nombre, por lo que le pidió que utilizara un pseudónimo. Como los pseudónimos no venden, Campbell no prestó atención a las preocupaciones del doctorando y el artículo, al que más adelante siguieron otros dos: «Las aplicaciones micropsiquiátricas de la Tiotimolina» y «La Tiotimolina y la Era Espacial», se difundió rápidamente en el ámbito académico.
Asimov se presentó al tribunal de su tesis con una presión adicional que había intentado aliviar de forma muy ingeniosa, pero con un resultado tristemente adverso. No obstante, la defensa siguió su curso normal y sólo al final, en la última pregunta de la ronda del tribunal, uno de los miembros le interrogó sobre las propiedades de las tiotimolina, lo que generó una carcajada general en todo el auditorio.
Cuando se vive lo suficiente, no es complicado convertirse en una parodia de lo que uno fue; y tal vez lo mejor sea tomárselo con humor e incluso sacarle partido. Marlon Brando pasó de ser el mejor actor de su generación al mejor pagado, muchos años después. Aún hace daño en la cartera de la Warner los 19 millones de 1975 que cobró por su casi cameo como Jor-El en la mítica «Superman» de Richard Donner y se dice que el bebé Kal-El llevaba escrito en los pañales el guion que su primer progenitor no se había aprendido.
La figura de Brando pasó a ser inconmensurable hasta el punto de ser más fácil saltarlo que rodearlo, pero se había apoderado de él una desgana que impedía que disfrutara de sus actuaciones como antaño y aquel actor que vivía en sus personajes, según dictaba el Método del Actors Studio.
«Un Tranvía llamado Deseo», la adaptación al cine de 1951 de Elia Kazan, la retorcida trama del pérfido sureño Tennesse Williams sirve de escenario para rendir un pequeño homenaje por su centenario al actor americano, pero los lectores más veteranos tal vez recuerden su caricatura como el abejorro Don Behbee, CEO de la empresa BEE competidora de ANT hará unas 900 viñetas. (http://www.aliphant.es/pages/230_jpg.htm).
En el lenguaje cotidiano es habitual la apropiación de conceptos tecnológicos ya inexistentes para usos totalmente asimilados. Así, se habla de colgar el teléfono en lugar de terminar una llamada cuando ya no hay un auricular que colocar sobre una palanca que interrumpa la conexión. Rebobinamos para dar marcha atrás a lo expresado sin que haya un registro magnético secuencial que nos obligue a retroceder físicamente. Se utiliza la metáfora de sentir pasar la realidad a cámara lenta cuando, en realidad, la subjetividad en la sensación temporal responde a patrones de reacción bajo el efecto de la adrenalina millones de años anteriores a la invención del cinematógrafo primitivo.Y lo que es peor, reseteamos prácticamente cualquier cosa a la que queramos dar borrón y cuenta nueva, lo que por cierto es otra expresión que evoca procedimientos aún más antiguos.
La viñeta de hoy recupera el hilo de una historia interrumpida hace un año, la del simulador de las Siete Maravillas del Mundo antiguo en la fase del Gran Faro de Alejandría, pero a efectos de la narración en sí, cualquier tiempo pasado es anterior.
Recientemente los generadores de noticias – cabe dudar de que se tratara de periodistas humanos- alertaban de la animadversión que la obra Dune del irreverente Frank Herbert ocasionaba en el casi místico J.R.R. Tolkien. El origen de tal afirmación es un comentario a medias en el que Tolkien prefiere no entrar en detalle para no perjudicar a un compañero escritor en activo, pero parece bastante obvio que sus conceptos del orden y la civilización son tan dispares como cabía esperar entre generaciones consecutivas.
El tercero en discordia es Hayao Miyazaki, de quien, tras ganar su segundo óscar en competición, lo más relevante que destacaron estos medios de difusión de titulares es su repulsa por la obra de Tolkien. Las visiones del mundo de Miyazaki y Tolkien están mucho más alineadas que con la de Herbert y convergen en aspectos importantes como la defensa de la naturaleza y de los valores tradicionales en la vida de las personas. Aunque puede ser fruto de interpretaciones poco fundadas del maestro japonés, siempre ha mostrado su repulsa por el maniqueísmo occidental y la necesidad de señalar sin ambages el bando positivo y el negativo de una contienda para ilustrar al ignorante espectador. Miyazaki prefiere contar historias donde no es tan sencillo establecer bandos, como en El Viaje de Chihiro o Ponyo o incluso donde hay tantos partidos que se rompe la dicotomía en una vorágine de intereses, como en Nausicäa o Princesa Mononoke.
Al fallecer Herbert en 1986 es probable que no tuviera acceso a la primera parte de la obra del japonés para cerrar este bucle, pero quedó claro que odiaba la adaptación de Dune de 1984 de David Lynch. La densidad literaria de Dune no se aligera ni con los propulsores del Barón Harkonnen, así que si bien Denis Villeneuve ha progresado espectacularmente en la recreación del Universo ideado por Herbert, la versión del Lynch no es totalmente carente de valor, aunque el propio Lynch reniegue de ella, lo que, por otra parte, da un buen punto final a esta cadena de odio y disgusto.
Se puede adelantar que la República de Chad todavía no ha ganado una medalla olímpica y que su bandera tricolor panafricana apenas se distingue de la de Rumanía. La rudeza del desierto del Sáhara en la mayor parte de su geografía y la inestabilidad política y regional desde su independencia le ha convertido en uno de los países más subdesarrollados del continente africano y sin embargo, con casi 20 millones de habitantes, cuenta con la riqueza de más de un centenar de lenguas que en parte forman la subfamilia chádica.
El nombre del país procede del gran lago endorreico, que supuestamente en lengua kanuri se llama Sádǝ y que significaría «gran extensión de agua», y nos provocaría la absurda situación de que estemos hablando del Lago Lago. Ningún diccionario de Kanuri consultado parece corroborar esta historia, aunque es el tipo de anécdota que entusiasma a los no lingüistas.
Chad por otra parte es un nombre de origen anglosajón que con variantes como Chadwick o Ceada viene usándose desde al menos el siglo VII, cuando San Chad de Mercia ejerció de obispo y abad por tierras de la Pérfida Albión. En el slang estadounidense pasó a ser sinónimo de macho alfa, triunfador espalda plateada o exitoso líder grupal, con su equivalente femenino de Stacy.
Y uniendo todos los cabos, Chadwick Boseman encarnó al poderoso superhéroe Black Panther y Rey de Wakanda, que en las películas de Marvel a diferencia de las historias de los cómics anteriores, ubican no sin cierta paradoja en la costa del lago Chad.
Dos pueblecitos suecos son el origen de una cantidad tan descomunal de elementos que provocaron que se quedaran sin ideas para nombrarlos. El más reciente es Älmhult, donde se fundó IKEA y obviamente no es el objeto de la serie atómica. El segundo, a 250 kilómetros del primero, es Ytterby, en la isla de Resarö, y cuyo nombre en sueco significa «pueblo exterior». Pero fue el interior de una antigua mina de cuarzo del lugar donde se produjo el descubrimiento de los elementos Itrio, terbio, erbio e Iterbio evocando a este topónimo sin muchas pretensiones. De los minerales de este lugar también se descubrieron el escandio y los lantánidos holmio, tulio y gadolinio,
El itrio es una de las llamadas tierras raras, junto a sus compañeros de la mina, e incluso conservan propiedades químicas similares porque tienen cambios en la configuración de sus capas electrónicas que afectan poco en la cesión y captura de electrones. Se encontró con más facilidad en las piedras lunares y no tiene intervención conocida en las reacciones químicas esenciales para los seres vivos. Su uso en los leds rojos y en aleaciones para superconductores ha despertado cierto interés en este elemento en la industria de tiempos recientes, donde se prueba prácticamente de todo para ver si los resultados de las pruebas mejoran.
Desde que el gran químico sueco Arrhenius se hizo con un trozo de yttterbita en 1787, nadie cuestionó ya que ese pueblo era una mina… literalmente.
Después del legendario creador Osamu Tezuka y renovado con un reciente Óscar el reconocimiento internacional del maestro Hayao Miyazaki, la industria del manga y el animé actual acaba de perder a uno de sus más influyentes dibujantes como fue el gran Akira Toriyama.
Toriyama es principalmente famoso por su obra épica Bola del Dragón, un verdadero culebrón de varias generaciones en un planeta Tierra que une seres prehistóricos y religiones orientales con las tecnologías más avanzadas de alienígenas, y sin que, por ello, los personajes se sorprendan lo más mínimo. En ese mismo Universo o Dragon World coexisten las demás series de Toriyama como Dr Slump o Neko Majin lo que permitía crossovers y cameos constantes.
Toriyama tuvo que vencer el rechazo de los editores que le acusaban de no dibujar según los estilos comerciales del momento. A ello se unía el enorme optimismo que destilan sus personajes y que tanto influyó a su padawan Eichiro Oda en One Piece. El humor, desde el más absurdo o paradójico a una escatalogía prácticamente infantil siempre compensó las enormes tensiones épicas a las que sometía a sus esforzados héroes.
En este año del dragón, se reservaba al mítico Shen Long o Shenron para una ocasión más feliz, pero no está de más convocarlo una vez más y desear al maestro un merecido descanso.
En la gala más temprana de la historia reciente de los Óscars, Oppenheimer se llevó 7 premios, aunque Poor Things consiguió arrancarle 4. Miyazaki-sama se llevó el largometraje de animación con El Chico y la Garza. Y Barbie se tuvo que conformar con la mejor canción. Una lástima para Los que se quedan, probablemente el Club de los Poetas Muertos de los 70. Felices Óscares 2024.
En lo que pudiera considerarse como una serie de arco amplio, la celebración del Año Nuevo chino conduce en esta segunda entrega al año del Dragón. En los calendarios orientales, a veces este animal mítico es sustituido por la naga, híbrido entre humano y serpiente, por cocodrilos o serpientes marinas e incluso hubo un intento en la Revolución cultural china de cambiarlo por un más terrenal panda gigante.
La interacción de Aliphant con dragones de todo tipo de formatos de ficción se ha producido de forma habitual en los especiales de San Jorge, por lo que, en lugar de invitar de nuevo a todos estos personajes, en su mayoría gigantescos, a la sala de juntas, se ha optado por un enfoque que entronca con ese breve conato de eliminación de estos símbolos de la identidad legendaria e imperial.
Posiblemente con el nombre más feo que un descubridor pondría jamás a un elemento, el estroncio es un metal alcalinotérreo tan parecido al calcio que puede sustituirlo en los huesos sin grandes diferencias. Los químicos Aidar Crawford y William Cruickshank descubrieron en 1790 el nuevo elemento en una mina de Strontian, Escocia, pueblecito que en gaélico se llama Sròn an t-Sithein, la nariz -o saliente- de la colina de las hadas.
Al arder, luce con un brillante rojo carmesí, lo que lo convierte en un apreciado material de pirotecnia y para la construcción de sables-láser de Sith en alguna lejana galaxia, tiempo ha. También absorbe los rayos X, por lo que durante mucho tiempo recubrió el vidrio de los tubos catódicos, protegiendo así de la radiación a los teleespectadores, aunque poco podía hacer contra la teletienda, los culebrones y las cartas de ajuste.
La humildad de los descubridores nos privó de nombres más sonoros para el elemento como Escocio o Caledonio, pero llevando el símbolo como un señor (Sr) su legado en la tabla periódica es sin duda inmortal.
En 1928, a la pintora polaca residente en París Tamara de Lempicka le encargaron un cuadro para la portada de la revista de modas alemana Die Dame. La editora le explicó ya por aquel entonces que la imagen debía celebrar la independencia de las mujeres y Tamara pensó en un autorretrato que expresara opulencia y belleza altiva al volante de su propio automóvil.
A pesar de que por entonces ya conducía un pequeño Renault amarillo que le habían robado durante una fiesta en Montparnasse, prefirió marcar cierto nivel recreándose con sus mejores galas en un Bugatti de color teal o cerceta. El único inconveniente es que ninguno de los modelos existentes de esa marca en la época tenían el volante a la izquierda. Pero su antes-muerta-que-sencilla se marcó un tanto en este famoso «Autrorretrato en un Bugatti verde».
Lempicka es uno de los mayores exponentes del estilo Art Déco, un movimiento que absorbía las cualidades estéticas de todas las vanguardias circundantes, y en palabras de sus detractores, las privaba de todo significado. La débil excusa es que todas las artes son en principio decorativas, que su función es agradar y que los espectadores disfruten en su presencia. Siendo más honestos, el arte debe también transmitir un espectro más amplio de sensaciones y comunicarse con su público actual y futuro y encontrar una forma de trascendencia. Lo que, por otra parte, no justifica que un plátano pegado a la pared sea arte o que cualquiera de los escombros de Tapiès deba encontrarse en un museo.
Lempicka demostró ser una artista solvente, capaz de mantener a su familia en grandes vicisitudes con sus creaciones y sobre todo, de dar rienda suelta a su imaginación en un mundo adverso y terriblemente cambiante.
Un buen amigo y asiduo lector de Aliphant, que ambas cosas son compatibles, me recordaba que una buena viñeta no requiere ninguna explicación. Hay dos formas de salir de esta negación, o bien se asume que no hay una sola viñeta que se salve, puesto que todas ellas vienen acompañadas por una introducción como ésta, o bien este texto no pretende justificar su humor.
El 2023, los legisladores de California redactaron una ley para mantener la formación en escritura cursiva en la educación elemental de su estado. Por una parte, querían que su población pudie vra seguir leyendo textos esenciales de su Historia como la Constitución Americana. Por la otra, los niños podrían leer los manuscritos de sus antepasados, incapaces ya de comunicarse por textos de Whatsapp o mensajes de voz.
Nota para hispanoparlantes que estudian inglés: en esa lengua las palabras pueden empezar por la letra ese seguida de una consonante sin que haya que anteponer una e para ayudarle. Por pura desesperación, Spain debería llamarse Espain, pero resulta que a ellos se les da bien las silbantes iniciales. El caso es que prácticamente ninguna palabra que tenga que ver con «scale» en sus distintos significados lleva una e inicial, pero da la casualidad que al americano Charles Seeberger le dio por registrar la marca de su patente de escalera mecánica como «Escalator», formando un latinajo e-+scala+-tor que significaría «lo que hace subir desde algún sitio» y obviamente no tiene nada que ver con la palabra española escalador, que en inglés sería «climber», «mountaineer», «alpinist», etc. Incluso puede que se ofendiera Sir Edmund Hillary, si a sus méritos trepamuros se refiere alguien con la insinuación de haber usado escaleras mecánicas.
Con el tiempo, escalator pasaría a dominio público, las escaleras mećanicas dominaron los centros comerciales y la metáfora del verbo «escalate» que inicialmente significaba «hacer subir cómodamente por estas mágicas escaleras», se corrompió como sinónimo de hacer subir o crecer, intensificar, aumentar, engrandecer de forma rápida e ininterrumpida… La violencia, la hostilidad, los precios, el armamento,… todo lo malo se escalaba y con el tiempo, «to escalate a problem» comenzó a significar poner un asunto en manos de un superior, que lógicamente se encontraría algún piso más arriba del pobre empleado.
Por otra parte, además de la acepción de peldaño, escala significa proporción, y en ámbitos informáticos «to scale» se utiliza para aumentar las dimensiones de un objeto, aplicando el llamado factor de escala. También en inglés se absorbió el concepto latino de ascender una altura por medio de escalas, por lo que to scale sin e es otro sinónimo de to climb y se dice To scale Everest, pero nunca *to escalate Everest, al menos, hasta que los sherpas no decidan simplificar del todo la atracción turística.
El anglicismo en castellano ha causado mella, pero aunque podríamos justificar que estamos pensando etimológicamente – y habrá alguien más que lo haga, no les quepa duda- en el escalado de proporción y no en el de escaleras mećanicas, esa acepción todavía no es de uso habitual entre los señores académicos, más duchos probablemente en el procesador de textos, que en el editor de imágenes o volúmenes tridimensionales.
De entre todas las viñetas que merecían constituir su propia serie, la Aliphant MIL de 2023 fue una de las más solicitadas.
La premisa es la fiesta secreta para viajeros en el tiempo que el físico Stephen Hawking quería anunciar un día después de celebrarla, de manera que podía demostrar de forma empírica la existencia del desplazamiento de individuos desde el futuro.
Y sin embargo, ¿qué ocurriría si realmente el evento hubiera tenido éxito pero los participantes del experimento hubieran impedido que Hawking divulgara el enorme hallazgo?
Antes de contar Pocahontas con pitufos estirados o de hundir el Titanic para probar la flotabilidad de sus puertas, James Cameron revolucionó el género de la ciencia ficción con sus paradojas temporales en la original Terminator de 1984. La secuela Terminator 2: El Día del Juicio Final de 1991, con todo el presupuesto que Cameron era capaz de administrar, llevó el terror de las máquinas a un siguiente nivel, con efectos especiales nunca vistos hasta entonces y una gran epopeya de redención del villano.
Descubierto en 1861 por dos científicos alemanes conocidos por otras aportaciones más populares, el rubidio, al carecer de un mineral de donde se pueda extraer con cierta facilidad, nunca ha tenido gran interés para la industria hasta nuestra era.
Robert Bunsen, padre de la espectroscopía e inventor del mechero estrella de los químicos y Gustav Kirchhoff, que con su ley de las corrientes enseñó a los futuros electrónicos cómo hacer trampas con la física, tuvieron su momento de probar su nuevo espectroscopio de emisión de llama con todo lo que se moviera o no. Por aquel entonces, tomaron 150 kilos de lepidolita y consiguieron 360 gramos de rubidio, siguiendo un proceso que un año atrás les había permitido descubrir el cesio. En el espectroscopio, el nuevo elemento se mostraba con líneas de brillante rojo carmesí, así que, antes de que viniera cualquier Sith, le dieron el nombre de Rubidium, que como en el corindón rubí, hace referencia a su color, aunque sólo en su caso a nivel espectral.
El rubidio es un metal gris brillante violentamente reactivo, que en cuanto se expone al aire arde y se derrite por su propio calor de combustión, de manera que es necesario almacenarlo en ampollas de vidrio. No parece intervenir en las funciones vitales de los organismos, así que puede utilizarse como marcador, en especial con su isótopo Rb-82. Su uso para crear láseres de confinamiento magnético para condensados Bose-Einstein así como células de aprovechamiento de la energía termoeléctrica a partir del principio magnetohidrodinámico ha hecho despertar un intenso interés científico en él que hubiera ruborizado a sus detractores del pasado.
Sir Isaac Newton celebraba su cumpleaños el día de Navidad desde 1642 por el empecinamiento protestante de no corregir el calendario juliano pese al error matemático que le arrastraba a un desfase de varios días. El desfase había sido subsanado por la bula papal «Inter gravissimas» de Gregorio XIII en octubre de 1582, por lo que, para el catolicismo y el sistema imperante en nuestros días, Newton nació el 4 de enero de 1643, y eso le hubiera permitido quitarse algo de antigüedad.
La famosa anécdota de la caída de la manzana que le inspiró el concepto de gravitación universal, fue acuñada sin más por la tradición popular. Precursores como Galileo o Kepler ya habían allanado el camino de la interpretación de las fuerzas, pero desde la interpretación clásica de Newton, la física ha abordado modelos contradictorios que explican fenómenos tan relevantes como la mecánica relativista o la dinámica cuántica y un modelo unificado de la gravitación sigue sin conseguirse.
El 3 de Enero de 1924 nació en Bélgica André Franquin, uno de los más grandes artistas del cómic franco-belga y creador de los célebres Gaston Lagaffe (Tomás el Gafe, en español) y la supercriatura conocida como Marsupilami.
En su faceta de dibujante y guionista también construyó durante 22 años algunas de las mejores aventuras de Spirou, el héroe disfrazado de botones de hotel que había creado Robert Velter en 1938 y que fue pasando de unos autores a otros en la también centenaria editorial Dupuis. Franquin no sólo dibujó grandes historias de Spirou y Fantasio sino que los integró en el mismo universo de sus propias creaciones.
El parque temático de Spirou cercano a Aviñón dispone de tres estupendos simuladores estereoscópicos basados en los personajes dibujados por Franquin, por lo que en esta ocasión, no resulta tan lejano a la realidad que Aliphant anduviera creando un simulador para Franquin, incluso una versión precaria de un entrenador de conducción de su célebre Fiat 509 da inicio a la atracción de Gaston Lagaffe.
Aunque no se trata del primer cortometraje de Mickey Mouse ni tampoco el que le deja en mejor lugar con la ética animal actual, Steamboat Willie de 1928 de Walt Disney representa el prodigio en el que se convertiría el cine sonoro, incluso de forma más convincente que El Cantor de Jazz (Warner Bros, 1927).
Tras una larga contienda legal por parte de Disney y noventa y cinco años después, el cortometraje ha pasado el 1 de enero de 2024 al dominio público en los Estados Unidos, lo que implica cierta libertad de reproducción del material contenido en el corto, pero en ningún caso de la marca registrada de Mickey Mouse ni de su evolución posterior.
Esta genial creación del cine de animación fue ya homenajeada en la viñeta LXVII de 2003, pero siempre es divertido revisar el material original y construir algo nuevo.
La capacidad de regeneración del sistema de cómputo de nuestro calendario moderno es algo que en época pretéritas no se daba por hecho. La sustitución de un año por el siguiente requería un sacrificio de renovación y un espíritu de supervivencia que garantizara que los días no se cumplieran en balde.
La vida es un continuo milagro e infravalorarla, sólo ha llevado a la miseria de la condición humana.
La tierra de los Ubangui, un país tropical del tamaño de Francia en el centro de África, fue conocido tras la independencia de aquel país como República Centroafricana, aunque desde finales de 1977 a 1979, el coronel Jean-Bédel Bokassa se autoproclamó Emperador de África Central, según parece, para ganar para su país el respeto del mundo, algo que obviamente no logró por sus excéntricas y criminales prácticas.
Los centroafricanos nunca han conseguido una medalla olímpica aunque han enviado atletas a los Juegos de Verano de forma continua desde Los Ángeles’ 84.
Tienen la particularidad de utilizar como oficial la lengua criolla sango, una mezcla tonal de lenguas Ngbandi que sirven de idioma de intercambio para todo el país y contiene numerosos préstamos del francés colonial.
La bandera centroafricana cuenta con cuatro bandas horizontales: azul y blanca por su pasado francés y verde y amarilla por su pertenencia a África. La faja vertical roja aporta el color común a ambas banderas mientras que la estrella de oro simboliza la independencia y unidad del país. Yeke sêngê!
Ignorando el poder universal del tiempo, al que temen las mismas pirámides de Egipto, las vicisitudes superadas y las nunca enfrentadas y el inexorable gusto del público, los estudios Warner Bros y Walt Disney Pictures han alcanzado el centenario. No pocas veces han transformado sus productos más icónicos, tanto en las divisiones de animación como en cualquiera de las áreas del entretenimiento a la que se han dedicado.
Optando por vías más modestas, los últimos veinte años de Aliphant se cierran con el récord anual de 74 viñetas de este 2023, con contenidos que han recordado los distintos aspectos que forjan la esencia de la tira. Cuesta hacerse una idea de lo que podría haberse creado en este tiempo, en otras condiciones y con otros medios. En cualquier caso, es conveniente reconocer que la fórmula ha llegado a su límite y que es el momento de despedirse. Nunca antes un autor ha sido tan feliz de abandonar esta fase para adentrarse en nuevos proyectos creativos, con tal vez mejor suerte.
Tengan los amables lectores la seguridad, que esta obra ha llegado hasta donde humanamente ha sido posible.
Es una despedida, pero nunca un adiós.
P.S. Sigan siempre las primeras letras, en caso de duda.
Hace 180 años Charles Dickens publicó su novela ilustrada «A Christmas Carol», «Canción de Navidad», una obra de redención y esperanza que caló profundamente en la tradición navideña anglosajona.
160 años después, el primer especial de Navidad de Aliphant recopilado en la galería (http://www.aliphant.es/Gallery/galleryXMas.htm) hizo referencia a la obra de Dickens en un contexto más moderno, como es la fiesta de la empresa.
La viñeta de esta ocasión recuerda cómo la narrativa del siglo XIX supo anteponerse como precursora del lenguaje audiovisual del cine.
La Providencia quiso que tres de las más grandes músicas del siglo XX nacieran el mismo año, la diva todoterreno Maria Callas, la soprano angelical Victoria de los Ángeles y la enorme pianista y embajadora del repertorio español Alicia de Larrocha. Cualquiera de ellas hubiera merecido un homenaje individual, y largo y tendido se hubiera extendido esta introducción para cualquiera de ellas, pero sobre el que planea siempre planean otras circunstancias y se acerca el fin de su año de centenario.
Para quien pueda desconocer a alguna de estas intérpretes: Callas es la gran cantante de ópera con un repertorio tan amplio como el registro de su voz, que revolucionó el escenario al reivindicar su condición de actriz; ya no bastaba con cantar, la ópera era teatro y era necesario transmitir al espectador. También interpretó con los medios su condición de gran diva, azuzando las rivalidades con la soprano de coloratura Renata Tebaldi, pero todo formaba parte de un tinglado propio del mayor espectáculo del mundo, que en realidad nunca fue el circo.
La barcelonesa Victoria de los Ángeles fue una humilde e incesante trabajadora, aunque precisamente una de sus mayores virtudes consistió en su cristalino timbre, algo que difícilmente se puede conseguir por el esfuerzo, sino como un don con el que pocos han sido agraciados.
La pianista Alicia de Larrocha rompió el estereotipo de los virtuosos de largos dedos que abarcaban varias octavas con cada mano. Su técnica imbatible dejó boquiabiertos a los que pensaban que por su estatura no estaría a la altura de cualquier pianista de su época. Su mayor aportación fue la de dar a conocer por todo el mundo el repertorio de los grandes compositores españoles Albéniz, Granados, Turina y Falla.
La ciencia nos enseña que el frío en sí no existe, sólo es la ausencia de calor. De igual forma, y en una extrapolación humana, la añorada paz es más bien la desaparición de toda forma de violencia, lo que en mayor nivel de organización y estrategia, conocemos como guerra.
El mismo Platón ya rondaba con el clásico oxímoron «Si vis pacem, para bellum», si quieres la paz, prepara la guerra, aunque obviamente no lo expresó en latín ni conocía las armas alemanas para darles su nombre de marca.
En estas fechas de ausencia de calor y no poca abundancia de violencia, el mundo debería aprender a enfriar sus ánimos y olvidar qué fácil es actuar movidos por el odio.
El pasado 15 de septiembre se despedía el artista más internacionalmente conocido de Colombia, Fernando Botero, pintor y escultor del volumen, como quería que le recordaran, aunque sin el probable permiso de Rubens o Lucien Freud, era el retratista de la obesidad.
Su iconicidad era indiscutible, pero más allá del «boterismo», sus detractores le recriminan la falta de evolución, la inexpresividad de sus creaciones y la falta de un trasfondo que respalde su estilo.
No obstante, si en unas fechas se puede reivindicar la oronda obra de Botero, es sin duda en Navidad.
Cuando ya se había asumido la dificultad de adaptar los manga y animé a películas de imagen real, la serie de Netflix de One Piece ha reavivado la esperanza de un ejercicio tal vez innecesario pero importante a la hora de difundir entre el gran público las grandes creaciones del potente mercado del entretenimiento japonés.
One Piece es un manga de piratas que fue creado por Eiichiro Oda en 1997 y que sigue dibujando 107 volúmenes y 26 años después, lo que supone todo un récord en la producción del cómic japonés. Su gran cantidad de personajes se ordena en amplios arcos argumentales y su evolución a lo largo del tiempo supone un desarrollo entrelazado de sus ficticias vidas digno de los más enrevesados culebrones o de la misma Star Wars.
El resurgimiento en Occidente del denostado género de la piratería no tuvo una nueva oportunidad hasta la arriesgada mezcla con lo sobrenatural de la primera película de Piratas del Caribe de Jerry Bruckheimer en 2003, dejando atrás fracasos estrepitosos como La Isla de las Cabezas Cortadas de 1995 o la infravalorada revisión espacial de El Planeta del Tesoro en 2002. Es esta misma mezcla de aventuras y poderes mágicos la línea de One Piece y aunque no necesitó pedir permiso a nadie para ser un éxito como manga y animé, tal vez si deba un poco a su acogida en imagen real a la películas del capitán Jack Sparrow.
Cuando Sir William Ramsay, el gran cazador de gases nobles, localizó en 1898 las trazas en el aire licuado del elemento trigésimo sexto, le llamó kriptón por la raíz griega que significa «oculto» y la terminación en -ón de todos estos elementos del grupo VIII excepto el helio, y que incluye entre esta columna al último elemento sintetizado, el oganesón.
El kriptón o criptón empieza a ser un átomo tan grande que es capaz de saltarse su inerte condición y formar fluoruros con cierta ayuda. No obstante, no es tóxico salvo por la asfixia que provocaría al desplazar gases vitales y la cantidad que se genera en procesos de fisión permanece en pequeñas trazas en la atmósfera al pesar más que al aire. Como otros gases nobles, tiene interés como sedante, en los tubos de luz y para construir láseres.
Cuarenta años después, a los creadores de Superman, Siegel y Shuster, les hizo gracia el nombre del elemento y decidieron llamar así tanto al destruido planeta de origen del extraterrestre como a su perro Krypto y a la dañina kriptonita, el meteorito que tanto perjudica a los kriptonianos y ha generado tantos contenidos para las historietas del Hombre de Acero.
En un país del Mediterráneo, un gobernante con un alto concepto de sí mismo comete actos impensables para mantenerse en el poder. Es la trama de Wish, la película del centenario del estudio Disney que lejos de fan service o de una colección de cameos incesante -para eso está el excelente corto «One Upon a Studio»- aprovecha la efeméride para crear una historia de origen que ubique en el mismo universo algunos conceptos de los 61 largometrajes anteriores.
El equipo al cargo es el de Frozen. con Chris Buck al mando, lo que implica cierto tipo de humor más directo y giros argumentales impactantes ,pero también una forma de musical menos tradicional y más al estilo de Lin Manuel Miranda, sin ser éste el autor de las canciones.
A nivel técnico, Wish es un homenaje a los efectos especiales y los estilos de animación que hicieron del estudio un pionero de la técnica, desde la animación de flipbook que dibuja la misma protagonista Asha en un curioso ejemplo de animación dentro de la animación al renderizado con aspecto de acuarela 2D sobre un fastuoso Cinemascope que no se utilizaba desde La Bella Durmiente. Todo un espectáculo para cines donde merecerá la pena quedarse hasta el final de los títulos de crédito, que muestran en orden cronológico los personajes de CASI todos sus largometrajes animados, con alguna nada deshonrosa excepción y una secuencia final esclarecedora, en ese extraño afán de seguir narrando cuando ya están barriendo las palomitas.
Habrá que comenzar indicando que nada de lo que se va a exponer pudiera ser considerado una broma, aunque, no obstante, así pudiera parecerlo. El concepto de broma como recurso cómico a expensas de la ingenuidad o desconocimiento de otra persona es posterior al Siglo de Oro donde se utilizaba para una molestia muy pesada, por analogía al delgado molusco bivalvo broma, que engordaba devorando la madera sumergida de los barcos a los que atacaba y en los que acababa generando vías de agua. El nombre de este lamelibranquio procede del griego antiguo βρῶμα, vrooma, y a su vez de la expresión «devorar» o «comida». Y es que en la Antigua Grecia nadie se tomaba en serio la comida rápida.
Pero incluso alguno manjares pueden ser hediondos, como ciertos quesos o vísceras y para ellos se usaba la palabra βρῶμος, vroomos, en el sentido de maloliente. Algún recuerdo pestilente les llegó a los académicos cuando apreciaron el tóxico olor del líquido elemento trigésimo quinto, aislado en 1825 por Carl Jacob Löwig y que, en consecuencia, se quedó en la tabla periódica como bromo.
El bromo es un halógeno líquido rojizo a temperatura ambiente, pero difícilmente se halla en estado puro dada su reactividad. Es altamente tóxico lo que no impide que, en trazas mínimas, se encuentre en los seres vivos donde desempeña una función poco conocida, tal vez ayudando a construir las membranas celulares. El envenenamiento por bromo se denomina bromismo, y el envenenador, lejos de ser considerado un simple bromista ha de pagar por sus actos, pues por etimología es redundante hablar de una broma pesada. Todas lo son, o nadie hubiera reparado en ellas o reparado los estropicios navieros de la temida Teredo navalis.
Lo que empezó como una idea del gran cómico canadiense Dan Aykroyd basándose en la tradición de su propia familia en el ocultismo se convirtió en todo un éxito de público y en un referente cultural de los ochenta con la ayuda de su director y productor Ivan Reitman y sus compañeros Harold Ramis, Bill Murray y Ernie Hudson. Al elenco se sumaba la siempre imponente Sigourney Weaver y otro gran cómico canadiense, Rick Moranis.
Uno de sus iconos más populares hasta nuestros días fue el logo del fantasma Mooglie en la señal de prohibición, que por motivos estéticos, fue invertida de su posición normal en las carreteras.
En 1817, el sueco Berzelius descubrió un nuevo elemento, y para completar la parejita del Teluro, nombrado así por toda la Tierra, decidió llamarlo Selenio, en honor a su satélite compañero de viaje y al que la Humanidad no se acercaría hasta siglo y medio después.
El metaloide selenio tiene propiedades similares a los de sus compañeros de grupo, el azufre y el teluro y ha cobrado especial interés en tiempos recientes con la concesión del Nobel de Química de 2023 a los investigadores Bawendi, Brus y Ekimov de unos nanocristales semiconductores llamados puntos cuánticos basados en compuestos binarios como el seleniuro de cadmio y cuyas aplicaciones desbordan las fronteras de los materiales actuales.
La fascinación por la Luna ha enriquecido la narrativa popular de todas las culturas del planeta y no podía faltar en esta edición de la serie atómica que coincide con el día de Halloween.
Decía humildemente el maestro Hokusai sobre el aprendizaje de la técnica de un artista que a los 80 años habrá conseguido algún progreso. La última película de Hayao Miyazaki a sus 82 años es sin duda otra obra maestra, con su habitual dominio de la animación y unos efectos especiales perfectamente integrados y la música de Hisaishi, pero con una variante en la temática novedosa.
El Chico y la Garza aborda la concepción de Miyazaki del más allá, de un multiverso al que se acceder de formas naturales o sobrenaturales, pero también de la responsabilidad de los demiurgos, de los creadores de mundos como él mismo e incluso de su posible sucesión en un estudio Ghibli que será absorbido por la Nippon TV, aunque obviamente esto último es una interpretación de sus abundantes metáforas.
Una de las pistas más claras de Miyazaki es la entrada a un túnel con el mensaje «Fecemi la Divina Potestate», «el poder divino me creó», el mismo recibimiento con el que Dante se encuentra al adentrarse en el inframundo en La Divina Commedia.
Ibáñez era el último bastión de una generación portentosa de dibujantes de tebeos españoles y, aunque sufrían un ritmo de trabajo extenuante de manos de unas editoriales que primaban la cantidad sobre la calidad, supieron ganarse la vida en un sistema que claramente apostaba por la producción autóctona.
El maestro Ibáñez era con diferencia el más productivo, con una capacidad que rivalizaría con la de Corín Tellado o la del buen doctor Asimov. Sólo en Mortadelos, alcanzó los 220 títulos y claramente no incluyen la mayoría de los personajes que se ilustran en esta viñeta, donde la mayoría de los compañeros de Aliphant se han unido a los del gran Ibáñez ocupando los locales de 7 Rebolling Street, la versión ampliada de 13 Rue del Percebe publicada tras la caída de Bruguera y su apropiación por sus sucesores de los derechos intelectuales de sus dibujantes.
Quedan como deberes para los lectores identificar los personajes representados (al menos lo de Ibáñez). Soluciones en el próximo número…
Vinculando a la Basílica-Catedral de Nuestra Señora de El Pilar de Zaragoza con la tradición mudéjar, los azulejos de gres que cubren sus cúpulas siguen un icónico patrón de rombos anillados en colores azul, blanco, verde y amarillo. La catedral de San Esteban en Viena cubre su tejado central a dos aguas con un mosaico de tejas en zigzag de colores similares, pero en general, es un diseño poco frecuente en el arte occidental y menos aún en una catedral neoclásica.
Una etimología popular es un simpático fenómeno de paronimia donde el lingüista que todos llevamos dentro trata de relacionar dos palabras similares con un mismo origen, aunque el parecido sea por mera convergencia evolutiva. Así, un mineral cristalino amarillo-dorado llamado oropimente – de pigmentación áurea- se conocía también como azarnefe en español, lo que procedía del persa «zarnikh» a través del árabe. A los antiguos griegos les parecía «zarnikh» muy similar a su adjetivo «arsenikos», masculino, viril, por lo que decidieron que ese metaloide debía llamarse así en su idioma y a los que recibían el nombre de Arsenio, se les auguraba una masculinidad áurea.
El arsénico fue desde muy temprano utilizado como un discreto veneno cuyos síntomas eran más difíciles de percibir, por lo que no tardó en convertirse en el veneno de reyes y rey de los venenos, ya que el riesgo de represalia por magnicidio requería cierto sigilo. Sus aplicaciones como colorante alimenticio y del hogar incluían dar un tono verdoso a los caramelos y al papel de pared de las casas del siglo XIX. Cuando su toxicidad se hizo notoria en episodios como el envenenamiento por caramelos de Bradford de 1858, que causó la muerte de 21 personas al cambiarse por error el yeso que sustituía al costoso azúcar por trióxido de arsénico, comenzó a utilizarse como pesticida y como sustancia dopante para caballos de carreras. La ingeniería química siempre consigue abrir un camino para todo.
El arsénico, pese a sus efectos nefastos para los mamíferos, se utilizó como medicamento para la sífilis y sigue teniendo su interés en tratamientos para destruir células cancerosas; Paracelso tenía razón en que la diferencia entre un medicamento y un veneno es cuestión de dosis.
Si hace setecientas viñetas el maestro Hokusai daba pie con su Gran Ola de Kanagawa a la introducción del grabado japonés ukiyo-e en la tira de Aliphant, el elegido para el homenaje de la ilustración 1100ª ha recaído en el maestro Hiroshige, uno de los últimos representantes de esta corriente de paisajismo oriental con recursos técnicos occidentales.
Hiroshige andaba en 1855 en plena confección de sus «Famosas Vistas de las 60 y Más Provincias», una de sus últimas colecciones pues el cólera le arrebataría los pinceles en 1858. En ese preciso año, su interpretación de los imponentes remolinos marinos del estrecho de Naruto creó un icono de la representación de la naturaleza en su estado más salvaje que sigue impresionando en nuestros días.
Estos remolinos, causados por las mareas y la diferencia de nivel del mar a ambos lados de este estrecho inspiraron el plato de surimi Narutomaki, en el que se dibuja una espiral que finalmente dio nombre al personaje de manga Naruto Uzumaki, pero también son una forma en japonés de referirse a l
a arroba del teclado. En cuanto a su sentido de rotación, por su tamaño está más condicionado por la forma de la costa cercana que por el efecto Coriolis, pero al menos en el que reprodujo Hiroshige, parece que ya no respetaba el sentido de la rotación que le corresponde al hemisferio norte, para disgusto de Bart Simpson.
La carrera de los químicos del siglo XIX por identificar los elementos que predecía la tabla periódica de los elementos de Mendeleyev, no ocultaba la rivalidad de las naciones que competían en planos más mundanos. Al Galio del francés Paul-Émile Lecoq respondió el alemán Clemens Winkler con el germanio, un metaloide del grupo del Carbono y del Silicio, y que, como éste, es capaz de formar cadenas aunque de menor longitud.
El germanio pasó desapercibido en tiempos remotos a pesar de su abundancia en la corteza terrestre, debido a su carácter disperso.
Su estructura cristalográfica de diamante le convierte en un material muy preciado para la fibra óptica, las cámaras infrarrojas y la fabricación de semiconductores y de los ya muy olvidados DVDs reescribibles.
Es necesario comenzar indicando que el territorio británico de ultramar de Cayman Islands no es un país independiente, pero, por una prerrogativa del Comité Olímpico Internacional, dispone de su propio equipo olímpico y los caimaneses participan en los juegos desde 1976, aunque sin haber ganado una sola medalla hasta la fecha.
Las tres islas que forman el territorio se sitúan al sur de la isla de Cuba que suele compararse con un caimán y fueron visitadas por Cristóbal Colón, quien les dio el nombre de Islas Tortugas por la abundancia de estos quelonioideos en sus costas. Como legado, una tortuga corona el escudo de este territorio de ultramar. Bien es sabido que las tortugas marinas son unos bichos muy sabrosos, hasta el punto de que cuando los piratas ingleses, y entre ellos, el mismo Sir Francis Drake, ocuparon las islas, ya no quedaban apenas y su topónimo pasó a ser Islas Caimanas, por la palabra arawak-taína que usaban los habitantes del Caribe para designar a los cocodrilos americanos y que, o bien no eran tan sabrosos, o bien no eran tan fáciles de capturar.
Aunque existen diversas maneras de diferenciar a los caimanes y aligatores – palabra inglesa derivada de «el lagarto», con artículo y todo, de sus parientes del Viejo Mundo, los cocodrilos, la única pauta realmente determinante es la forma de su mandíbula inferior, que en el caso de los parientes americanos permite ocultar los dientes inferiores cuando el animal presenta la boca cerrada. A efectos prácticos, no es tan relevante el nombre científico si se halla uno en condiciones de comprobar cómo asienta la dentición del animal.
Las tres Islas Caimán se llaman Gran Caimán, Pequeña Caimán y Caimán Brac… la más interesante es la última, porque su nombre Brac se atribuye a una palabra del gaélico escocés para el promontorio que contiene. Sin embargo, existe un término «brac» en gaélico escocés que significa «soporte», pero no justifica decentemente la etimología. Sin ánimo de dudar del gaélico escocés de un pirata de hace varios siglos, tal vez esa procedencia habría que ponerla en la cuarentena de las leyendas de Ultramar.
Entre finales del siglo XIX y principios del XX, los científicos se comportaban como estrellas del rock… perseguían imponer su nombre o el de sus países en sus descubrimientos y tenían un afán de protagonismo que los laboratorios y las grandes corporaciones se ocuparon de apaciguar años más tarde. La ciencia y más aún, las técnicas aplicadas, dejaron de depender de los individuos como Tesla o Edison y se diluyeron en el anonimato de los equipos de laboratorios o grandes corporaciones tecnológicas. Como ejemplo, en los últimos 50 años, apenas cuatro científicos han recibido el premio Nobel de Física de forma individual y lo habitual es concederlo a tríadas por temas comunes.
El galio, bautizado por su descubridor Paul-Émile Lecoq en 1875 en honor a su país de origen y a su propio apellido que significa «gallo» y suena sospechosamente parecido, fue previsto por el modelo de tabla periódica de Dimitri Mendeleyev con las propiedades típicas del grupo 13 del boro y del aluminio y su masa correspondiente. Aunque no suele presentarse en estado puro, se muestra como un sólido a temperatura ambiente que llega a fundirse en la mano, dado su bajo punto de fusión.
Su uso actual como semiconductor para la fabricación de componentes electrónicos de altas prestaciones y su carácter no tóxico le ha convertido en un elemento estratégico en la industria actual y su exportación forma parte de las guerras comerciales de las grandes potencias económicas que incluso han tenido que recurrir al reciclaje en momentos de carestía o bloqueos.
El Galio de Lecoq no debe confundirse con el Francio de Marguerite Perey o el Lutecio de Georges Urbain, aunque obviamente los tres son elementos dedicados por sus descubridores a Francia o a su capital París, la antigua Lutecia.
La viñeta 1096 tenía que hacer referencia a las cruzadas en aquel año del señor en el que no sólo comenzó la primera cruzada, la de los príncipes cristianos que conquistaron Tierra Santa, sino en el que también tuvo lugar aquella iniciativa desastrosa que provocó Pedro el Ermitaño, la llamada Cruzada de los Pobres o como se diría en informática, la Cruzada Cero-ésima.
No obstante,de La Última Cruzada es de la que podemos encontrar las referencias más nostálgicas, de la mano de los maestros Lucas y Spielberg.
Mencionar que Mari Carmen Martínez-Villaseñor era ventrílocua para luego denostar su técnica es tan mezquino como menospreciar su aportación como cómica y marionetista en una época en que esas disciplinas triunfaban en televisión en los horarios de máxima audiencia.
Si bien el ventrílocuo español por excelencia por su éxito en la televisión estadounidense fue un emigrante salmantino de nombre artístico Señor Wences, la calidad de manufactura de sus muñecos no era comparable a las que tanto para José Luis Moreno como para la propia Mari Carmen creó el padre de éste, Natalio Rodríguez.
Mari Carmen, conocida como el conjunto de «Mari Carmen y sus Muñecos» insufló el alma a cuatro personajes: la niña Daisy, Rodolfo el León, Nícol el pato y por supuesto la anciana irreverente Doña Rogelia. Era también la época de Jim Henson y Frank Oz, en la que estos grandes titiriteros eran capaces de crear no sólo la voz sino la esencia de sus dispares personajes, desde la rana Gustavo al Maestro Yoda.
Con Doña Rogelia, Mari Carmen presentó uno de los más grandes chistes de la época dorada de la televisión pública: en la luna de miel, el esposo de Doña Rogelia siempre parco en palabras presenta a su recién casada el mar:
El elemento con el nombre más fascinante es, sin lugar a dudas, el zinc. Según Wiktionary, el diccionario universal en 4200 lenguas que es un proyecto hermano de la Wikipedia y que constituye el arma más poderosa de un etimologista, políglota exacerbado o jugador compulsivo de Scrabble, su origen para encontrarse en una expresión germánica para algo puntiagudo o con dientes. En castellano coexiste con la grafía menos científica de cinc, pero en su prestigio hay que añadir que es una de aquellas palabras en la que la i o la e quedan mucho mejor tras la zeta. (Seguramente, otra de ellas es zeta).
Aunque se usó desde la Antigüedad en aleaciones como el latón o auricalco y en su mineral de calamina, que es básicamente óxido de zinc, los alquimistas tardaron en identificarlo como un metal nuevo y diferente al resto y tuvo que ser Paracelso quien lo etiquetó como un extraño estaño.Tal vez la referencia cinéfila más sorprendente de este elemento se produzca con el drama de Tennessee Williams La Gata sobre el Tejado de Zinc, dado que tanto en castellano como en portugués tradujeron el título «Cat on a Hot Tin Roof» obviando que tin es estaño y no zinc, probablemente por el parecido de ambas palabras, aunque sin mucha justificación para aquellos traductores de sesgo no científico.
El Zinc es uno de los elementos benefactores para los seres humanos y es esencial para la actividad cerebral. La superplasticidad de este metal favoreció su aplicación en circuitos electrónicos, pero una lenta tendencia a estirarse en forma de excrecencias llamadas bigotes de zinc ha sido causante de inesperados cortocircutos. Tradicionalmente, se resolvía añadiendo plomo a los conductores, por lo que la regulación ROHS que elimina este metal pesado ha reabierto un problema de bigotes.
Anna Mae Bullock, más conocida como Tina Turner la Reina del Rock and Roll, fue para varias generaciones un icono de la energía dentro del escenario, con un vibrato potente y una presencia siempre imponente.
En el cine, esa fuerza se inmortalizó en uno de los personajes femeninos más importantes del cine de acción de los 80, la Auntie Entity o tía Ama en español en Mad Max Más Allá de la Cúpula del Trueno, la poderosa fundadora de un próspero reducto de civilización en plena desolación post-apocalíptica.
La otra gran intervención de Turner en el cine de acción fue nada menos que para crear la canción titular de Goldeneye, probablemente lo más memorable de esta entrega de James Bond y uno de los mejores temas de la serie de películas de 007.
Aunque siempre son bien recibidas las sugerencias de los lectores, no siempre pueden ser atendidas con la diligencia adecuada… y mayor es el pesar cuando la recomendación es de la magnitud que nos ocupa.
El musical Hamilton, canta la vida y proezas del primer Secretario del Tesoro de los Estados Unidos de América, algo así como el Ministro de Hacienda del gobierno de George Washington, aunque también fue General de División en su Guerra de Independencia del Reino Unido.
No es de extrañar que Lin Manuel Miranda creara un musical sobre un ministro de Hacienda cuando John Adams ya había compuesto una ópera en 1987 (Nixon en China) con el casi centenario Secretario de Estado Henry Kissinger en el papel de bajo. La diferencia es que este musical se basa en ritmos de hip hop, rap y leitmotifs de otras músicas, como la marcha nupcial de Wagner para Lohengrin de 1850, que acompaña inexplicablemente al protagonista en su boda de 1780 con Eliza Schuyler.
Lejos de dejarse amedrentar por los palpables anacronismos, este galardonado y exitoso biopic rapeado hace alarde de ellos para acercar la figura del pendenciero Padre Fundador de los Estados Unidos de los billetes de diez dólares a un público del siglo XXI que lo confundía con un antiguo Presidente.
Aún resonando los ecos del centenario de Irvin Keshner, veterano director de El Imperio Contraataca y maestro de George Lucas, el 4 de Mayo o May the Fourth recuerda que, mejor que cualquier efeméride, es una fecha que evoque a una frase famosa de la película. Pero, obviamente, se dieron cuenta antes en Alemania, donde el inglés sólo se complica cuando no es exactamente igual que el alemán.
En cualquier caso, el día de Starwars caló y ha dado tanto de sí como para requerir de su propia página recopilatoria en la aliphweb.
El cobre siempre estuvo allí, como un regalo de los dioses, como un don de las estrellas. Un metal maleable y buen conductor, fácil de fundir y trabajar y con un brillo rosado que si bien no podía compararse al del oro o la plata, sólo andaba detrás de estos. Y de igual manera, después del oro del Sol y la plata de la luna, el cobre debía dedicarse al tercer astro más luminoso que es el planeta Venus. La tabla periódica demostró que los tres metales pertenecían al grupo 11 y que su distribución electrónica les proporcionaba esas propiedades químicas tan apreciadas.
Volviendo a la Antigüedad mediterránea, todos los pueblos comerciantes habían oído hablar de una isla donde el cobre abundaba y sus habitantes prosperaban bajo la protección de Afrodita, la forma griega de la diosa Venus. Esa isla se llamó Cyprus, Chipre y el metal de Chipre se conocía como «aes cyprium», de donde degeneró cuprum y nuestro cobre. El origen de la palabra Cyprus habría que remontarlo al griego minoico Kupurijo y existe una referencia a la escritura lineal B cretense del siglo XV a.C. Su significado en cambio, es desconocido, y podría volver a hacer referencia al preciado metal que allí era fácil de conseguir.
Por cierto que la etimología de la palabra cobrar nada tiene que ver con las monedas de cobre, y habría que buscar su origen en el doblete latino recobrar/recuperar y el verbo capio, coger. El cobre es uno de los elementos esenciales para la vida y es clave para los procesos de respiración aeróbica. Cuando los microbios que respiraban oxígeno se hicieron fuertes, se aficionaron para siempre al cobre, como cualquier cuprocleptómano de nuestros días.
Que era un señor en apariencia anciano, no cabía duda: su relación con Dame Joan Collins les delataba como supervivientes de la gran extinción del Ordovícico-Silúrico y sin embargo su energía radiaba como el sol caribeño del que se convirtió en embajador con sus célebres calipsos jamaicanos.
Cuando el siempre tan genial como enajenado Tim Burton añadió en su comedia macabra Beetlejuice un número delirante de posesión espectral, no pudo elegir una canción más vital y rítmicamente potente que el Day-O Banana Boat Song en la versión de Harry Belafonte. El entonces ya veterano cantante y actor siempre se mostró agradecido por esta nueva oportunidad de darse a conocer a las nuevas generaciones de espectadores.
Belafonte es el primero en fallecer de los cinco Quasi-EGOT; recibió el Óscar humanitario en memoria de Jean Hersholt en lugar de un premio en competición, pero las razones para recibirlo en defensa de los derechos civiles, recuerdan que el intérprete de Calypso abrió las sendas en el mundo de las artes a toda una comunidad.
El enemigo tradicional de todo elefante es, según el naturalista Plinio, el mismo antagonista del mítico San Jorge de Capadocia, el dragón. No es de extrañar, entonces, que cada especial de San Jorge reúna a Aliphant con algún dragón literario.
En el séptimo y último libro de la serie de Harry Potter, JK Rowling recreaba una escena de acción trepidante con un dragón que había permanecido durante tiempo indefinido como feroz guardián y esclavo en el Banco de Gringotts. El lema de Hogwarts, Draco dormiens nunquam titillandus, a un dragón dormido no le hagas cosquillas, cobraba un nuevo significado.
Precisamente, este momento se convirtió en una de las mejores atracciones de parque temático del mundo, «Escape from Gringotts» de Universal Studios Florida, desde 2014, el único parque temático de Harry Potter donde se ha construido.
Decía el viejo Newton que sólo había dos clases de ciencias, las matemáticas y coleccionar mariposas. Pero incluso las denostadas ciencias biológicas tienen un nivel de dificultad del que Sir Isaac no era probablemente consciente o simplemente no le preocupaba lo más mínimo.
La taxonomía o arte de clasificar los seres vivos comenzó tradicionalmente con el gran Aristóteles, pero el rigor científico se lo dio en 1735 el sueco Linneo en su Systemae Naturae. Ambos hablaban de animales y vegetales, separándolos de los minerales, que obviamente era un reino sin vida.
En 1866, el naturalista Haeckel añadió el tercer reino vivo de los protistas, para seres microcóspicos. En 1925, Chatton organizó los reinos en dos imperios; los procariotas y los eucariotas, según sus células carecieran o dispusieran de un núcleo. La biología de la EGB explicaba el sistema de cinco reinos de Whittaker de 1969 que añadían los hongos y las móneras pero en 1990 se dividió este reino en bacterias y arqueas. La última taxonomía de mayor consenso, la Cavalier-Smith de 2015, separó los protistas en protozoos y cromistas, dado lugar al sistema de 2 imperios y siete reinos actual.
El sesquicentenario del nacimiento del gran Serguéi Rajmáninov -no acepten transcripciones de lenguas carentes de las consonantes necesarias para transcribir el ruso- ha de servir para reivindicar no sólo el más grande pianista del siglo XX, sin obviamente el permiso de Glenn Gould, sino un prodigio de la composición malogrado por su tardía llegada a este mundo.
Digno sucesor del romanticismo ruso de Chaikovsky a quien admiraba profundamente, el arte melódico y orquestal de Rajmáninov fluía por sus venas como un impulso vital imparable. Y sin embargo, todo su universo se desplomó de forma inesperada afectando para siempre a lo que podría haber creado. Pero comencemos por el principio.
Como proyecto de fin de carrera y en apenas 17 días, un joven y brillante Rajmáninov compuso la ópera Aleko basada en el poema «Los Gitanos» de Pushkin, la más importante de las 18 adaptaciones operísticas que ha dado este relato. Tal vez «Los Gitanos» no parezca a simple vista tan popular en Occidente como otros relatos del escritor ruso, pero si se menciona que Prosper Merimée lo leyó y tradujo al francés y casualmente es el creador de Carmen, podrá deducirse la principal fuente de inspiración de la más célebre ópera francesa y la línea argumental de Aleko.
Todas las óperas de Rajmáninov juntas duran menos que cualquier ópera de Wagner, lo que no ha de ser una desventaja, pero este primer éxito de Rajmáninov en 1892 alentó la esperanza de un mundo que, sin embargo, estaba a punto de romperse en pedazos. Pero eso será otra historia.
Ante la supuesta petición de los lectores, el siempre dispuesto Isaac Asimov optó por incorporar preámbulos de su vida personal antes de cada artículo o relato corto y evitar así escribir una autobiografía, que de por sí, no le parecía suficientemente interesante. Con el tiempo, recopiló estos pequeños relatos y creó tres volúmenes autobiográficos. Según confesaba, él era su tema favorito.
Además de los especiales de Asimov cada 6 de abril, el calendario monográfico de Aliphant del centenario de su nacimiento dio cabida a múltiples aspectos de su vida y, sobre todo, de su obra, pero la primera entrega se produjo ya en un lejano Aliphant XXIV (http://www.aliphant.es/images/024_jpg.jpg) de hace veinte años, cuando las viñetas eran dibujadas en blanco y negro y con técnicas obviamente más sencillas, aunque con el mismo entusiasmo.
Treinta y un años después de su desaparición, sus pronósticos psicohistóricos siguen en pleno auge, la red de redes sigue creciendo y la preocupación sobre los robots positrónicos se ha materializado con el recelo hacia la inteligencia artificial.
¿Qué tienen en común el escritor y dibujante Sempé con el elemento 28 de la tabla periódica? Aparentemente poco, dado que los procesos orgánicos humanos en los que intervienen el níquel son escasos y más bien de índole tóxica.Y sin embargo, Sempé creó con Goscinny El Pequeño Nicolás y este hipocorístico en alemán se diría Nickel, de la misma forma que Hansel y Gretel rejuvenecen a Hans y Greta.
El Kupfernickel o Nicolasillo del Cobre sigue la pauta del cobalto; los mineros alemanes se encontraban con trazas de níquel en los minerales que complicaban la extracción del valioso cobre y la conclusión obvia es que era producto de la acción de seres mágicos malévolos, que respondían al nombre de pila de Nikolaus. El sueco Axel Cronstedt respetó esta tradición al aislar el elemento en 1751 y darle el nombre de Nickel.
El níquel es un metal plateado con un ligero brillo dorado y propiedades ferromagnéticas, pero su uso numismático no se produjo hasta el siglo XIX, por lo que no hay en principio asociación alguna con ese concepto de moneda de bajo valor que sustituye a la plata. Las monedas de cobre bañadas en níquel para reducir su oxidación fueron asignadas a valores de 5 centavos en Estados Unidos, lo que era el precio de la entrada de teatros, cines y espectáculos de variedades de principios del siglo XX. Tales formas de entretenimiento de escaso precio se llamaron nickelodeons, así como algunas pianolas a moneda y la productora de Paramount que tiene en nómina a Bob Esponja y su compañero Patricio. El resultado no podía salir de otra forma: niquelado.
Extracto de la «Enciclopedia Antiana para Despabilados» cortesía del Sr.OmAnt y de la Editorial ANT S.A. para la voz «Clima de la Isla de ANT».
Por las extraordinarias capacidades náuticas de la Isla flotante de ANT, la cuestión de su climatológica disfruta de cierta libertad sin parangón. Potestad atribuida a las Reinas-Deidad del Periodo Antiano arcaico, con el paso de los siglos, la navegación en busca de la meteorología deseada por la mayoría de la población se convirtió en una de las grandes conquistas de la democracia antiana. Así, los distintos distritos se reúnen para votar días de lluvia, nieve o rutas de navegación que aprovechen climas benignos o especialmente de interés para los colectivos antianos. Se dice que entre los reinados de Bethant XXXIV y Bethant LVIII, un colectivo conseguía que lloviera siempre que sus contrincantes salieran de la peluquería.[…]
De las Siete Maravillas del Mundo, la torre iluminada de la isla de Pharos, en la costa de la capital egipcia ptolemaica de Alejandría es seguramente la más útil como obra de ingeniería y referencia para la navegación marítima, de tal manera que en casi todas las lenguas civilizadas, su concepto tomó el nombre de faro o equivalente. En inglés es lighthouse, obviamente.
Construido entre el 284 y el 246 a.C., fueron necesarios tres seísmos para convertirlo en ruinas entre el siglo X y XIV de nuestra era, lo que le confiere el rango de la tercera Maravilla más duradera tras la Gran Pirámide de Khufu y el Mausoleo de Halicarnaso. Y es que los ptolemaicos no conocían la obsolescencia programada, De día, en su cúspide, un espejo reflejaba el sol para marcar la posición del opulento puerto de Alejandría a los navíos, mientras que, de noche, una hoguera era alimentada para guiarlos.
Tras el descubrimiento por satélite de los restos submarinos del antiguo faro en 1994, la voluntad de reconstruirlo ha crecido entre las autoridades locales, si bien cabe recordar, ¿qué parte de los tres terremotos no han entendido?
Es bastante probable que la tradición fallera no requiera de artificios vanguardistas como un simulador antiano para realizar sus cálculos de estructuras y de propagación del fuego en los monumentos que arden, pero no cabe duda que esta artesanía de lo inflamable está basada en un profundo conocimiento de los materiales.
Los fuegos de artificio que acompañan a la quema son otra muestra de que cualquier tecnología puede tener un doble uso, artístico y ornamental, como los propios chinos le otorgaron ya desde sus primeros usos o profundamente destructivo.
Y es que el fuego siempre ha suscitado a la mente profundos pensamientos de movilidad y transformación.
Es frecuente la asociación entre el magnicidio de Julio César y el sufrido por Lincoln, vaticinios desoídos de sus respectivas esposas, justificación esgrimida por sus asesinos de evitar la tiranía y el escenario de sus crímenes, el Teatro de Pompeyo y el Teatro Ford, ambos con nombres de otros líderes de sus países respectivamente.
Siendo ambos dignatarios propensos a pronunciar frases grandilocuentes, las últimas palabras «Tu quoque , fili mei», «tu también, hijo mío», son el modelo de la tragedia de la traición por excelencia.
Antes de llegar a los Idus de Marzo es necesario realizar una parada por el Día de Pi, según la notación anglosajona -y la única que permite crear esta combinación, el 3/14
La relación entre la longitud de una circunferencia y su diámetro rige las propiedades físicas del universo conocido, lo que no es nada trivial a pesar de nuestro limitado conocimiento del mismo.
Pero incluso en la época en la que apenas se conocían algunos decimales de Pi, la gente era capaz de diferenciar una conjunción de Venus y Júpiter de un OVNI…
En un año de vuelta a la fórmula original, con presentador, público, números musicales para las canciones y sin premios durante los anuncios, la contienda se mantuvo entre «Todo a la vez en todas partes» y «Sin Novedad en el frente» que se repartieron mejor película y 6 óscars para la primera y mejor película internacional y 3 más para la producción alemana.
La mejor película de animación fue la de Pinocho de stop motion de Guillermo del Toro, ya que el otro remake del mismo título, el de Disney, se llevó un razzie.
¡Y así termina la vigésima entrega del Especial Óscars de Aliphant!
Desdeñado y confundido desde tiempos antiguos, no se identificó al cobalto como elemento hasta 1735 por el sueco Georg Brandt, pero su óxido había sido utilizado por todas las grandes civilizaciones para conseguir un tinte azul resistente en cerámica y vidrio, desde la fayenza egipcia a la porcelana china.
El cobalto era considerado por los mineros como un material de desecho, a menudo encontrado en presencia de vapores tóxicos de arsénico y por ello era considerado producto de las travesuras de los Kobold o trasgos que acabaron dándole nombre.
Su presencia en el núcleo de la vitamina B12 hace del cobalto un material esencial para la vida animal, y su ausencia en la comida de origen vegetal requiere en las dietas vegetarianas complementos sintéticos.
Su uso actual en la tecnología de las baterías convierte a este elemento en uno de los materiales claves de la industria actual, en la que los gremlins ya han sustituido a los antiguos kobold.
No en pocas ocasiones la numeración de la viñeta incita a su propia temática. Así el lector más asiduo recordará la dedicada a Las Mil y Una Noches o incluso la demoníaca 666, homenajeando al Fausto de Gounod.
En este caso, la 1076 evoca el año en el que comenzó la querella de las Investiduras, una terrible competición entre el poder terrenal de Emperador de Sacro Imperio Romano Germánico y el eclesiástico del Papa de la Iglesia Católica, que aunque en principio se zanjó en el año 1122 con ciertos compromisos de no intromisión en las órbitas ajenas, resurgió con fuerza imparable ya con la Reforma protestante.
Las discusiones filosóficas del momento buscaron un equilibrio entre defender cada posición de hegemonía terrenal o espiritual pero sin cuestionar el orden establecido vigente, que era el que movía la sociedad medieval.
Tras prometer que la introducción de esta viñeta no puede resultar más larga que el propio dibujo, y se trata sin duda del más largo hasta la fecha, se debe aclarar que el Tapiz de Bayeux, testimonio prácticamente periodístico de la Batalla de Hastings de 1076, ni es un tapiz ni se elaboró en Bayeux, Normandía, donde todavía se conserva.
Se trata en realidad de una bufanda de lana de 50 cm por 70 metros en la que, probablemente las manos habilidosas de unas monjas inglesas anónimas cosieron los parches con las figuras que representan los acontecimientos que rodearon a la famosa Batalla de Hastings, la última vez en que el territorio inglés fue invadido con éxito.
Tal proeza artística, que ha perdurado más de un milenio, fue objeto de la codicia de Napoleón y de Hitler, que la entendieron como un testimonio de que a Inglaterra se la puede conquistar.
La adaptación aliphantiana no cuenta esta batalla, sino la primera secuencia de viñetas de Aliphant que formaron una historia, de la 214 a la 232, y es que el tapiz de Bayeux es uno de los primeros ejemplos de tira cómica del mundo, incluyendo una escena de humor físico.
Entre 1976 y 1989 y en sus 664 números los editores de la revista de historietas de Disney «Don Miki» reproducían y traducían las viñetas que obviamente no podían haber sido dibujadas por el mismo Walt Disney que firmaba las páginas.
En este formato de cuartilla, sin embargo, tampoco se recogían las historietas originales americanas de Carl Barks o Floyd Gottfredson, que requerían formatos mayores como las revistas Dumbo o Yo, Donald. La procedencia de estos dibujos era mucho más próxima, en su mayoría de la división de Disney Italia que publica la revista Topolino con material e incluso personajes propios. Entre sus más grandes artistas, el veneciano Romano Scarpa fue el responsable de algunas de las mayores aventuras de los personajes de Disney y no escondió su procedencia con frecuentes referencias a su ciudad natal, a su historia y por supuesto a sus fiestas más populares, las de Carnaval.
Una de las limitaciones típicas de las autobiografías es que no suelen incluir cómo terminan, al menos de la mano del mismo autor. The Fabelmans o más bien Las Aventuras del Joven Steven Spielberg explica la historia de origen de uno de los superhéroes de la dirección de cine, con permiso del legendario John Ford.
Para narrar sus primeros pasos se rodea de todo su elenco técnico habitual, desde el invencible John Williams que le ha creado su propio Leitmotiv a Spielberg para cuando aparezca en un escenario o acto público, a su fiel director de fotografía Janusz Kaminski.
Se trata de la obra más personal de Spielberg y le ha supuesto su primera candidatura a mejor guión original, pero como en tantas historias de cineastas sobre cineastas, es su declaración de amor al séptimo arte y la razón por la que las películas han llenado sus vidas y las de tanta gente.
El 15 de febrero se celebra el Día de la Bandera en Canadá desde la aprobación de su nuevo diseño en 1965 con la famosa hoja de arce. No es difícil meterse con Canadá,no llegan a 40 millones repartidos en 9 millones de kilómetros cuadrados y muchos de ellos son grandes humoristas, como Leslie Nielsen, Jim Carrey, Michael J. Fox, Rick Moranis, Dan Akroyd, Martin Short, Ryan Reynolds o Celine Dion.
El equipo olímpico canadiense ha participado en 51 juegos y ha conseguido 551 medallas, de las cuales 148 han sido de oro, lo que le deja en un índice bastante pobre de -0,51 coubertinos. No obstante, tres veces han sido anfitriones, con Montreal’ 76, Calgary’ 88 y Vancouver 2010.
Lingüísticamente, aunque Canadá es reconocida por su pugna continua entre el inglés y el francés québécois, todavía mantiene algunos miles de hablantes de lenguas aborígenes como el inuktitut del pueblo inuit o algonquinas como el cree. Precisamente en inuktitut, se creó la página web de Aliphant hace ya 15 años con la presentación siguiente:
Preparar un especial de San Valentín de Aliphant es como matar al vampiro jefe, hay que ir directo al corazón. Decididamente, queda mejor este chiste que el de la filariosis canina.
Hablando de vampiros jefe, Blancanieves de 1937 es el largometraje de animación primigenio, el que marcó la pauta de lo que era posible y se podría tratar largo y tendido de los descubrimientos e inventos que fueron necesarios para llevar a cabo esta proeza y estrenarla en los cines.
Mientras tanto, ya se cierne una adaptación a live action con actores acondroplásicos o sin ellos y con una diversidad que ya hubieran querido los habitantes de los principados alemanes medievales donde se desarrolla la trama.
Comencemos por la parte sencilla: un 13 de Febrero de 1867 en el balneario de Dianabad de Viena, Johann Strauss II estrenó la que sería su obra más conocida a su pesar, «An der schönen, blauen Donau», el vals de El Danubio Azul, el buque insignia musical de todo el clan austriaco «valsero» formado por Johann padre y sus hermanos Joseph y Edward. Richard Strauss no sólo no era pariente de esa familia, sino que además era un bávaro, pero Kubrick acabó reuniéndolos en la banda sonora provisional de 2001 Odisea en el Espacio, que como es sabido, acabó siendo la definitiva. Also sprach Zarathustra!
El caso es que el vals que mejor conocemos no es lo primero que compuso Johann Jr. Como pista, el estreno lo realizó el Wiener Männergesang-Verein, o lo que es lo mismo, la Asociación Coral Masculina Vienesa y era un tonada cantada a pleno pulmón por un grupo de coristas veteranos.
A pesar de la letra jovial del poeta Joseph Weil inspirada por un río color chocolate, no constituyó lo que se dice un éxito rotundo de primeras, y tras aceptar Johann II la sugerencia de convertir el vals en una obra puramente instrumental, se convirtió en un exitazo en la Exposición Universal de París de 1867 y vendió más de un millón de partituras en todo el mundo, lo que sería equivalente a una partitura de platino de nuestros días.
Otra canción popular, «A Anacreonte en el Cielo», utilizada por el club londinense de caballeros Anacreontic Society como himno propio e índice de los niveles de alcoholemia de sus miembros tras sus festivas sesiones se convertiría en 1931 en el himno «Barras y Estrellas» de los Estados Unidos, pero esa, es otra historia.
Retomando la tradición de las viñetas con citas de Leslie Nielsen, nacido en Saskatchewan un 11 de Febrero de 1926, esta vez no se trata de uno de los chistes de las películas de su fase cómica, sino de un aforismo atribuido al actor canadiense.
Mientras se evalúa si es conveniente crear una galería en la Aliphweb que condense tanto humor absurdo en una sola página, la amenaza de un remake de Agárralo como puedas de la mano de Liam Neeson se cierne sobre los incondicionales del Lawrence Olivier de las parodias, como le llamaron una vez. Nielsen respondió a eso si a Oliver le apodaban a su vez el Leslie Nielsen de Shakespeare, lo que demuestra lo ridículo de ciertas comparaciones.
La obra del cineasta aragonés Carlos Saura es estéticamente inabarcable; desde reconstrucciones de época como El Dorado, ¡Ay, Carmela! o Goya en Burdeos con grandes presupuestos a escenarios minimalistas como sus series musicales, donde demuestra que el folclore no es cuestión de disfraces, sino de expresión.
Supo moverse con soltura con el mundo de la música, la danza, el teatro y la ópera, con el documental y las producciones de encargo de grandes eventos, como las Olimpiadas o las Exposiciones y combinando comedia y drama ha sido reconocido internacionalmente como uno de los grandes cineastas de su tiempo.
Saura recomendaba disfrutar de cada instante de la vida, ante su certeza de ausencia de algo más allá, por lo que era necesario para esta viñeta mandarle cierto shinigami a tiempo parcial.
Si bien la viñeta 994 estaba dedicada a la serie de animación de Phineas y Ferb, los seguidores de la misma y aquellos que la hayan descubierto desde entonces sabrán que ninguna de sus historias está completa sin la línea argumental paralela del agente secreto Perry el Ornitorrinco y su archivillano el científico malvado Profesor Heinz Doofenshmirtz.
El profesor crea un sinfín de artilugios absurdos a los que pone nombres terminados en -inéitor para intentar dominar el Área de los Tres Estados. Del otro bando, un mamífero semiacuático monotrema parodia de James Bond está siempre dispuesto a arruinar sus planes, como si no se desbarataran por ellos mismos.
Al final de cada episodio la continuidad ha de preservarse aunque no sin que el Profesor grite su famosa frase «Maldito seas, Perry el Ornitorrinco».
Inicia con esta viñeta una serie de Heráldica Espacial, representando las insignias o badges de las misiones de la NASA, emblemas que se adherían a los uniformes de los astronautas que muchas veces eran ellos mismos los que las diseñaban. La continuidad de esta serie depende del interés que despierte en los sufridos lectores, una vez más.
Hace 20 años, el 1 de febrero de 2003, todos aquellos que conocimos de primera mano la tragedia del Challenger en 1986 vimos con estupor cómo la historia se repetía, destruyéndose en la reentrada la lanzadera Columbia y llevándose con ella la vida de sus siete astronautas, sus investigaciones sobre microgravedad y cómo nos hallábamos ante el principio del fin de la era de los shuttle, en su momento el objeto de ingeniería más complejo de la Humanidad.
La misión STS-107 se centraba en la microgravedad, representada en el parche con las letras mu y g escapando hacia una estrella. A la derecha de esos tres haces se ubica la constelación de Paloma, que representa a los tripulantes de la nave Columbia, parónimo del nombre latino de la constelación, Columba. Una de esas estrellas tiene seis puntas, en referencia a la estrella de David del primer astronauta israelí, cuyo nombre en el borde de la silueta de la lanzadera está acompañado de la bandera de Israel. Un amanecer sobre el planeta Tierra llena la parte derecha.
Como una triste premonición, las estrellas que les representaban, parecían marcar su destino, pasando a formar parte del firmamento.
Podría decirse que nadie descubrió el hierro; simplemente estaba allí, esperando a ser usado como uno de los metales más importantes de la Historia, desde una roca o incluso caído del cielo de un meteorito.
El hierro rápidamente se convirtió en un sinónimo de fuerza, como el acero cuando es calentado en presencia del carbono. Las armas de hierro derrotaban con facilidad a las de madera, latón y bronce, los arados de hierro surcaban la tierra con más facilidad y las piezas de acero resistían la corrosión del agua y el viento como sólo algunos metales preciosos podían.
La etimología de la palabra hierro es incierta; obviamente viene del latín ferrum, pero éste a su vez podría proceder del fenicio o del etrusco. Los egipcios usaban sin embargo la expresión bia-n-pet, el metal pesado del cielo, para el hierro meteórico, o quizás para el cobre. Otra raíz da el inglés Iron o el alemán Eisen, de una palabra indoeuropea que significa sangre, y es que desde muy antiguo se sabía que la hemoglobina tenía olor a metal. Y mientras se terminan de leer estas líneas, cuatro gramos de hierro fluyen por nuestras venas y arterias.
Cuando las obras trascienden a sus creadores, el mundo que estos conocen se enrarece con algo que ya no les pertenece, al menos no con la exclusividad de los propios pensamientos.
Por descontado que no es lo mismo que a John Montagu, IV Conde de Sandwich le ofrecieran un bocadillo que al Doctor Guillotin le invitaran a convertirse en un usuario de su método humanitario de ejecución.
Si bien el primero disfrutó de unos cuantos sandwiches en sus prolongadas partidas de cartas, el doctor Joseph-Ignace Guillotin no acabó sus días en una guillotina como dicta la tradición de los datos curiosos, aunque hubo un doctor de Lyon con su mismo apellido que si sufrió esa suerte.
Alcanzamos por fin en esta Serie Olímpica con Camerún un país con seis medallas olímpicas, tres de ellas de oro, y con mención especial para la selección de fútbol, que ganó a España en la final de las Olimpiadas de Sidney en 2000.
Con apenas 26 millones de habitantes, la considerada Pequeña África por su diversidad de hábitats y climas que representan a todo el continente, es también un hervidero de más de 250 lenguas autóctonas, aunque el francés e inglés se disputen la hegemonía en un territorio que también fue colonia alemana.
No obstante, es a Portugal a quien debe su nombre, ya que el Rio dos Camarões, Río de los Camarones por su abundancia en crustáceos, sirvió de topónimo a todo un territorio que no incluye en sus símbolos referencia alguna a estos decápodos. Tenía una bandera preparada con una cabeza de elefante en la época alemana, pero nunca se hizo oficial con la irrupción de la Primera Guerra Mundial. La actual, mantiene los colores panafricanos verde, rojo y amarillo con una estrella central para evocar la unidad.
En Camerún, la mezcla de inglés, francés y lenguas locales han dado lugar al híbrido camfranglais, popular entre los jóvenes cameruneses para espanto de sus educadores que no dudan en exclamar «Je wanda!!»
La unidad ficticia de fama son los 15 minutos-Warhol, dado que al artista se le atribuyó de forma errónea la famosa frase de que todo el mundo tenía derecho a sus 15 minutos de fama. Pero el primer sujeto conocido que reconoció querer hacerse famoso por medios ilícitos fue Eróstrato, al anunciar que la razón por la que había prendido fuego al Templo de Artemisa el 21 de Julio de 356 a.C fue para pasar a la Historia.
En consecuencia, se le intentó aplicar la damnatio memoriae, la destrucción de su memoria, pero sin éxito a causa del historiador Estrabón… salvo que sustituyera el nombre del incendiario con otro, ya que es más efectivo tapar que borrar.
Alejandro Magno nació la misma noche en la que el templo ardió, por lo que, conociendo la historia, en cuanto conquistó Asia Menor, encargó la reconstrucción del templo que fue de nuevo destruido por los godos seis siglos después. Actualmente Turquía estudia volver a erigir esta maravilla a poca distancia del emplazamiento original.
Hace 90 viñetas, la entrega anterior de la serie de Memant & Nunant, los antepasados de Aliphant y Qoph de hace 5 millones de años creaban el primer sistema de doble autenticación corporativo.
La viñeta actual ahonda en los albores de la comunicación de la no subida de sueldo.
Y sin embargo, en estos dos años, la paleontología ha difundido importantes nuevos conceptos, desde la justificación de la supervivencia de las plantas que producen frutas enormes para la escala humana por los consumidores de la extinta megafauna del Holoceno a las evidencias de picnofibras o pequeños pelos que recubrían el cuerpo de los pterosaurios y que les diferenciaba de los dinosaurios avianos que antes llamábamos aves.
Definitivamente, gran parte de las ciencias naturales que se estudiaban una generación atrás apenas sería defendible con el conocimiento científico actual, pero a veces es mejor seguir hablando de reptiles o gusanos.
De todas las ramas de las Matemáticas, la aritmética es la que se encarga de las propiedades de los números y ya sólo por eso su nivel de abstracción es uno de los grandes avances del ingenio humano de una forma que incluso se ignora si esta capa es intrínseca al pensamiento.
El descubrimiento de la tribu Pirahã de un afluente del Amazonas que jamás ha desarrollado ningún interés por los números parece contradecir este principio universal. Los pirahã son nómadas y, aunque su idioma es tan evolucionado como cualquier otro, carecen de subordinación, recurrencia gramatical, numerales, pasado, género o nombres de colores, lo que la convierte en una pesadilla para los seguidores de la gramática universal de Chomsky.
No obstante, los niños pirahã son perfectamente capaces de aprender a contar en otros idiomas, aunque la nula utilidad de tal conocimiento provoca que rápidamente caigan en el desinterés por la aritmética.
Todo lo contrario que el nuevo personaje de esta viñeta.
El 22 de enero de 2023 comienza un nuevo año para la comunidad china, protegido bajo el signo del zodiaco oriental del conejo.
Lejos de aventurar ningún horóscopo para los nacidos en este signo, la viñeta de hoy realiza un limitado recorrido por algunos de los 8 lagomorfos más famosos de la historia del cine, cuyas identidades quedan al criterio de los lectores que deseen reconocerlos.
Los lagomorfos, emparentados pero distintos a los roedores, engloban los géneros de proto-liebres, conejos y liebres que han colonizado prácticamente todos los hábitats, en muchos casos, como especies invasoras.
Las posibilidades de los sistemas de inteligencia artificial aplicados a la creación artística, hasta ahora una función banal para tan costosos mecanismos, han hecho temblar a todos los gremios que hacen del arte su medio de expresión.
Pintores, escritores, directores de cine o animadores han sentido cómo sus funciones podrían ser desempeñadas por un amasijo de algoritmos de la misma forma que un ordenador resuelve ecuaciones diferenciales con más rapidez que un matemático experimentado.
Y sin embargo, no es la producción masiva de arte con calidad técnica lo que debería preocuparles, sino la capacidad de transmisión de emociones y sentimientos que son adquiridos sin haber sido sentidos. No es sólo la definición de consciencia lo que está en el aire, sino la comunicación entre seres que sienten o que han sido entrenados para manifestar sensaciones.
Para usar la imaginación de forma creativa hay que almacenar una gran cantidad de información para poderla entrelazar y formar nuevas ideas. El conocimiento es la materia de la que se nutre el ingenio para construir conceptos ingeniosos. Que la máquina sustituya al ser humano lleva aterrorizando a la Humanidad desde el principio de los tiempos y sin embargo, no ha dejado un instante de averiguar cómo ahorrar esfuerzo para poder dedicarse a menesteres menos cansados. O como se solía decir; lo que hay que trabajar para no trabajar.
El Reino de Camboya, o Kampuchea, es una monarquía electiva constitucional en la que el soberano es elegido entre los miembros de dos familias reales que rigen el destino del pueblo mayoritariamente budista Khmer, que la RAE ofrece pronunciar Jemer, descendiente de un Imperio que dio al mundo obras colosales como el templo ciudad de Angkor Wat.
El sangriento período de autogenocidio de Pol Pot y los Jemeres Rojos (1976-1979) dejó al país sin abogados, sin ciudades, y en definitiva, sin una cuarta parte de su población, en uno de los episodios más inhumanos del siglo XX, y hubo unos cuantos para comparar.
Camboya, aunque nunca ha ganado una medalla olímpica, cuenta con un patrimonio cultural sorprendente, con una arquitectura que es vestigio de una gran época para la ingeniería que nunca volvió a repetirse.
Retomando la serie de Las Siete Maravillas del Mundo, la siguiente recreación es el del gran templo de Artemisa en Éfeso, posiblemente el edificio más reconstruido de este grupo y, a pesar de ello, totalmente en ruinas actualmente en la proximidad de Esmirna, Turquía.
Admirado por sus dimensiones y su enorme tesoro, el Templo dedicado a la diosa de la caza fue una referencia para la Antigüedad de tan escala, que el pirómano Eróstrato la incendió en el 356 a.C sólo para hacerse un hueco en la Historia como destructor de tan importante ejemplo de arquitectura. En esa misma fecha en Macedonia nació Alejandro Magno y el mito explica que la diosa Artemisa no pudo acudir a salvar su templo porque estaba pendiente de tan ilustre nacimiento.
Siguiendo con otra famosa propuesta de guión que no sólo hubiera reducido la duración de su película sino la de toda la trilogía, la posibilidad de usar las fuerzas aerotransportadas, léase águilas gigantes en la Tierra Media, para llevar el Anillo a su destrucción en el Monte del Destino, hubiera reducido una enorme caminata de la Comunidad del Senderismo hasta límites insospechados.
Las justificaciones son variadas, desde que un ataque de este tipo no hubiera pasado desapercibido para Sauron o que los poderes oscuros contaban con los nazgûl para protegerse, así que la propuesta aquí no es sino una más.
El año 1054 se ha consolidado como la fecha del Gran Cisma de Occidente y Oriente, pero si bien los eventos que dan forma a la Historia raramente pueden achacarse a acontecimientos y fechas concretas, son precisamente estos fenómenos singulares los que ayudan a materializarla en la narración de los hechos. Tras un milenio de coexistencia, los cristianos de tradición latina y los de cultura griega habían asumido que eran más interesantes las diferencias que les caracterizaban que el sentimiento de unidad bajo una misma fe. Existían factores teológicos de mayor o menor calado, lingüísticos y rituales que marcaban direcciones opuestas y, sobre todo, una fusión entre los poderes religiosos y terrenales que creaban conflictos de intereses entre la jerarquía de Roma y la de Constantinopla.
La mutua excomunión entre el cardenal Humberto de Silva Candida enviado a Constantinopla por el Papa León IX y el patriarca de Constantinopla Miguel I Cerulario señaló simbólicamente el cisma. Técnicamente, la excomunión, o privación de la capacidad de recibir el sacramento provocaba la muerte política de un mandatario, ya que si su poder procedía de origen divino, ningún súbdito tenía obligación de obedecer a un señor excomulgado. Por otra parte, ningún excomulgado podría excomulgar a otro, ya que, oficialmente, la segunda excomunión carecería de valor; en estos casos, como en la viñeta en cuestión, es fundamental saber quién ha actuado primero.
Tuvieron que pasar mil años para que, en 1965, el Papa Pablo VI y el patriarca Atenágoras I anularan ambas excomuniones de sus antecesores, pero la división se mantiene.
En el 25 aniversario del estreno de Titanic, James Cameron ha decidido zanjar de una vez la polémica sobre la escena de la puerta flotante en el mar. O al menos intentarlo, porque no es el primero ni el último en tratar de justificar que Rose dejara congelarse a Jack de un forma tan egoísta y censurable.
Obviamente, Cameron se reserva el derecho de hacer de sus personajes lo que crea conveniente, y en ese aspecto el propio Umberto Eco reconocía que la única seguridad en lo ocurrido a un personaje se hallaba en el campo de la ficción. No obstante, cuando un creador ofrece su mundo a los espectadores o lectores, es en gran medida responsable de la reacción de aquellos frente al argumento pergeñado.
Con todas las puertas que tenía el Titanic, también es mala suerte que sólo hubiera una al alcance de la pareja protagonista, pero esa es otra historia.
La tradición escandinava dicta que el 13 de enero, festividad de San Knut es la fecha límite para comerse los adornos navideños que, en tiempo antiguos consistían en bollos, pastas y dulces cocinados durante estas festividades. Una maldición caería para aquellos que desatendieran esta norma y tendrían que convivir con esta decoración para el resto del año.
Considerada como una de las joyas del Expresionismo alemán a pesar de durar un hora menos que Avatar 2, la obra de Fritz Lang Metrópolis, basada en la novela de su esposa la guionista Thea von Harbou, ha pasado a dominio público en Estado Unidos el 1 de enero de este año, al haber sido estrenada el 10 de enero de 1927.
Cincuenta años antes de que Anthony Daniels se enfundara el robótico disfraz de C3PO en el desierto de Túnez, su precursora Brigitte Helm sufría las molestias de su conversión en el robot humanoide Futura o Maschinenmensch a la vez que interpretaba a la esforzada protagonista María.
Los efectos especiales de esta película muda en blanco y negro, destacan por sus efectos ópticos como el proceso Schüfftan, que mediante espejos, permite combinar la imagen de maquetas pequeñas con los fondos de las escenas, consiguiendo la inmersión de los personajes en arquitecturas monumentales, tal y como alardea la ciudad futurista de Metrópolis, creada a una escala no humana.
Recrear el estilo de los grabados del poeta, pintor y místico británico William Blake (1754-1827) no entraña sólo dificultad por su estilo casi escultórico y precursor del hieratismo del movimiento prerrafaelita sino también por la multiplicidad de las referencias.
La obra de Blake fue publicada por el artista junto con su esposa como una serie limitada de grabados a los que daban color a mano, de manera que cada ilustración resultante era diferente de la anterior, tanto en tonalidad y sombreado como en los detalles destacados en la pintura sobre la línea base del grabado. Blake quería mostrar las imágenes apocalípticas de las que era testigo de primera fila y las acompañaba con sus propios textos de profecías.
En esta viñeta se combinan detalles de El Creador, Cristo en el Sepulcro guardado por Ángeles y una página del Libro de Job que hace referencia a dos bestias míticas, el marino Leviatán y su enemigo el monstruo terrestre Behemot, posiblemente un rinoceronte o un hipopótamo, aunque no se descarta que se tratara de un elefante.
En el aniversario del nacimiento de Stephen Hawking, 08/01/1942 cabe aventurar qué hubiera ocurrido si su famosa convocatoria de una fiesta para viajeros en el tiempo hubiera tenido un resultado diferente al que comunicó.
Como una prueba empírica de la incapacidad de viajar en el tiempo, Hawking invitó a todos los posibles viajeros a una fiesta que convocaría públicamente en los medios de comunicación al día siguiente, de manera que sus coordenadas espacio-temporales fuese conocidas desde el futuro. La fiesta se celebró el 28/06/2009 en unas dependencias de la Universidad de Cambridge y como anunció después, ningún viajero del tiempo se personó, ni tan siquiera para llevarle lejía.
Por supuesto que la imaginación permite otras explicaciones que la mera imposibilidad de viaje temporal. La primera de ellas, es esta viñeta 1049, que en la notación habitual romana, se convierte burlonamente en la MIL. El reciente óscar honorífico para Michael J Fox es un feliz motivo para que los viajeros del DeLorean inauguren esta serie.
La temporada de rebajas también se abre para la Simulación de ANT, aunque el jefe Qoph tenga un concepto extraño de cómo aplicarlas.
Históricamente, en los 20 años de viñetas de Aliphant que se cumplen este año hay que remontarse a la número 727 de enero de 2017 para encontrar otro chiste de rebajas, por lo que ni puede considerarse un tema tradicional, ni tampoco un recurso manido.
La festividad de Epifanía o Adoración de los Magos se asienta sobre una extensa tradición cultural que ha ido enriqueciendo con símbolos o metáforas lo que en principio era una forma de acentuar la legitimidad del Rey de Reyes en el Nuevo Testamento.
La palabra griega plural magi, se interpretó más adelante como magos y mucho más tarde de les asignó el número de 3, sus nombres, edades, razas y continentes de origen, así como su dignidad real, para darle un carácter más universal al concepto de unos sabios de Oriente que, siguiendo un fenómeno astrológico singular, llegaron al reino de Herodes con el pronóstico del nacimiento de un niño que cambiaría el mundo.
A pesar de haberse cortado la coleta más veces que algunos toreros, el rey mago de la animación Hayao Miyazaki cumple sus 82 años con la esperanza de estrenar este año la película que quiere dejar a su nieto como legado y que es una adaptación tan libre como todo lo que ha creado el maestro cofundador de Ghibli de la novela «Kimitachi wa doo ikura ka», que puede titularse en español como «¿Cómo vivís?».
Entre tanto, este genio lleno de contradicciones también ha inaugurado un parque temático, el Ghibli Park, para que sirva de referencia visual mejor que su propio museo y estudio de animación. La idea del parque le venía rondando desde que se creó una reproducción de la casa de las niñas protagonistas de Mi Vecino Totoro para la Exposición Universal de Aichi de 2005.
Continuando con ese ejercicio de materialización, ha recreado escenarios y ambientes de otras películas de Ghibli y dioramas donde los visitantes puedan hacerse selfies. No cuenta sin embargo con las atracciones propias de un parque de diversión al uso, por lo que está orientado a un tipo de público más bien contemplativo.
Hace 120 años, el 3 de enero de 1903, Topsy, una inmigrante hindú de 28 años que se hacía pasar por nacida en América, fue ejecutada por electrocución mientras era filmada para los quinetoscopios a monedas de la compañía de Edison. ´Topsy había asestado un golpe letal a su maltratador y la administración de justicia podía hacerse pública y permitir la recaudación además del precio de las entradas en el Luna Park de Coney Island.
Posiblemente se trate de la primera grabación de un ser vivo muriendo, y aunque se debió a la corriente alterna, no forma parte de la llamada Guerra de las Corrientes entre Edison y Tesla como se ha pretendido en la moderna revisión actual del célebre evento con ciertos toques steampunk.
Esta batalla comercial entre los defensores de la corriente continua (Edison) y los de la alterna (Tesla y Westinghouse) se había resuelto ya en la década anterior al imponer el propio mercado de la distribución de la energía el uso de la corriente alterna. Y sin embargo, la electrocución de animales para demostrar los peligros de la alterna había sido una de las excusas del grupo de Edison para eliminar la alta tensión. Aunque Topsy falleció en apenas 10 segundos, fue necesario reconducir toda la instalación eléctrica del parque para acumular los 6600 voltios necesarios para fulminar su enorme cuerpo.
En 1944, cuando Luna Park fue destruido por las llamas, el público lo relacionó con la venganza de Topsy.
La grabación de su ejecución en 1903, titulada «Electrocuting an Elephant», sobrevive en nuestros días, gracias al registro de su patente por la compañía de Edison y se ha convertido en un testigo del maltrato animal de aquella época.
Aunque este año se celebra el 50º aniversario de la desaparición de J.R.R. Tolkien, qué mejor forma de empezar que con la efeméride con viñeta aliphantiana o Aliphémeris de su nacimiento, un 3 de enero de 1892 en el austral Estado Libre de Orange, actual Sudáfrica.
Tras la serie de Los Anillos del Poder auspiciada por el mismo Jeff Bezos desde Amazon que revolucionaría el concepto de streaming y convolucionaría los entresijos de los aficionados más puristas y que amenaza con una segunda temporada que no deje sin alterar ningún vestigio de la Segunda Edad, hay quien olvida que la mayor parte de las adaptaciones de clásicos difieren de los originales en relación directa a su oposición a los valores culturales imperantes de sus respectivas épocas.
Y no es que los defensores acérrimos de Tolkien deban apreciar la serie de Bezos por el mero hecho de que el magnate haya adquirido los derechos de los apéndices, pero más trecho hay del del Quijote de Cervantes a El Hombre de la Mancha o de Los Pitufos de Peyo al Avatar de James Cameron. Las obras deberían valorarse por sí mismas, por sus propios méritos de relación entre forma y fondo, continente y contenido. Y dicho lo cual, la serie patina como los mûmakil en un lago helado, se inspire en el genio de Tolkien o en la guía telefónica de la Tierra Media.
El metal de transición Manganeso fue identificado en tiempos antiguos como una sustancia procedente de la región griega de Magnesia, y a diferencia de las sales llamadas magnesia alba, y que contenían compuestos de magnesio, la magnesia nigra contenía un elemento diferente, el manganeso y fue utilizada desde tiempos primitivos en las pinturas rupestres y rituales, incluso por otras especies de homínidos como los neandertales.
Pero centrándonos en la química humana, el manganeso es un elemento esencial para la construcción de tejidos como huesos y órganos, incluyendo el cerebro. Una exposición excesiva al manganeso podría generar un síndrome similar al mal de Alzheimer, sin embargo. Como expuso Paracelso, todo es cuestión de medida.
El manganeso no fue aislado hasta 1774 por el metalúrgico sueco Johan Gottlieb Gahn, quien valoró sus propiedades como experto en minería. El manganeso enriquece el acero dotándolo de una dureza superior y su aplicación en aleaciones es de gran importancia en la industria.
Por último, cabe una mención al permanganato potásico, considerado por la OMS una de las medicinas esenciales y de amplio uso para la desinfección y tratamiento de heridas.
Se podría decir que hay tantas formas de llevar las Sandalias del Pescador como papas ha habido y la forma en la que Cardenal Joseph Ratzinger asumió el pontificado número 265 no se limitó a un papado de transición entre el extenso reinado de San Juan Pablo II Magno y el nuevo rumbo de Francisco.
Considerado como uno de los grandes teólogos alemanes del siglo XX y más cómodo en la docencia que en la gestión de personal, su ascenso en cónclave desde la sombra de Juan Pablo II y su retorno al segundo plano por una inusitada renuncia papal debida a más presiones que las que su físico frágil podía asimilar que a una falta de lucidez para hallar vías diplomáticas, transformó su imagen de religioso erudito de la Curia romana en una figura paternal sabia y políglota y al servicio de la Cristiandad. Y es que los Príncipes actuales de la Iglesia se muestran como altos ejecutivos de una multinacional capaces tanto por formación como por mérito propio de tomar las riendas de la Santa Sede y aplicar su enfoque personal si el cónclave de cardenales les da fumata blanca.
La mirada oscura y un tanto tenebrosa del Papa Ratzinger en plena época de la fotogenia audiovisual fue compensada por un elevado ingenio, corrección en el trato y humildad que hicieron de este Papa alemán un perfil respetado y querido para tantos fieles que a lo largo de sus vidas sólo habían conocido la carismática forma de gobierno de Karol Wojtyla.
Se ha ido con el año 2022, a la avanzada edad de récord del Papado reciente de 95 años, dejando un presente que ya se encontraba en manos de su sucesor Francisco.
La gesta de Jean-François Champollion en la que este año se cumple el bicentenario, no es en absoluto trabajo de un día, mes o año en concreto, aunque la efeméride se basa en la carta oficial del 27 de Septiembre a M.Dacier, de la Académie des Inscriptions et des Belles-Lettres, donde desvela las pautas de la antigua escritura perdida.
Para ello, Champollion el Joven -para diferenciarlo de su hermano – consagró su corta vida de 41 años al estudio de todas las lenguas semíticas que tuvo a su alcance, y en especial, del copto, la lengua de la liturgia de los cristianos egipcios. Otros investigadores, como el británico Thomas Young, compitieron con él y alcanzaron conclusiones convergentes, contando incluso con acceso directo a la célebre Piedra Rosetta, que los franceses habían perdido cuando la provincia egipcia se convirtió en un protectorado inglés. Pero el ingenio de Champollion le permitió llegar a las hipótesis más arriesgadas como que el sistema jeroglífico era un híbrido de ideogramas y fonogramas, que existían diversas formas de escribir la misma palabra, que el orden de escritura era flexible y que existían transcripciones fonéticas de nombres propios extranjeros, como el silabario katakana sirve a este propósito en la lengua nipona.
Champollion logró la proeza de volver a leer una lengua que llevaba siglos sin poder ser interpretada y fue premiado con una expedición a Egipto que puso a prueba la salud de este frágil ratón de biblioteca.
¡Udjat, wedja, seneb! (¡Suerte, prosperidad y salud!)
Considerado como uno de los países con mayor estabilidad y valores democráticos de todo el continente africano, la República de Cabo Verde solicitó oficialmente a la ONU que a efectos oficiales dejaran de traducir su nombre a otros idiomas. Pero es que este archipiélago macaronésico recibió su denominación por la península de Cap-Vert de Senegal a más de 500 km de las islas, por lo que el famoso cabo verde tiene poco que ver con el país.
A pesar de sus buenas métricas de convivencia pacífica, tampoco podría considerarse el Reino de Wakanda. Su mayor auge dentro de la Corona portuguesa se debía a su posición privilegiada como escala naval para América y con la abolición del esclavismo, su economía se redujo drásticamente hasta la aparición del turismo.
Dentro de la serie olímpica, nunca un atleta caboverdiano ha ganado una medalla olímpica, aunque participan solamente desde los juegos de Atlanta de 1996.
Los caboverdianos, que ya son mayoría fuera de su propio país por la emigración hablan su propia lengua criolla, aunque a efectos administrativos usan el portugués. El kriolu contiene de un 90 a un 95% de vocabulario portugués y el resto procede de múltiples lenguas africanas.
La bandera, que irónicamente no contiene el color verde, representa el cielo y el mar y una carretera de paz y esfuerzo en el con diez estrellas doradas, por cada una de las islas del archipiélago volcánico.
Para la perturbada pero genial mente de un oriundo de Burbank, California, el municipio donde se ubicó el estudio Disney cuando las crecientes necesidades de espacio no iban a la par con la mejora de las posibilidades económicas, este suburbio fue el caldo de cultivo de su forma de encarar el terror de lo cotidiano. Y tal vez una buena parte de aquella fantasía gótica navideña de 1990 llamada Edward Scissorhands y traducida innecesariamente como Eduardo Manostijeras en España o discretamente como El Joven Manos de Tijera en Hispanoamérica reconcilió a Tim Burton con su propia esencia de artista de extrarradio.
La existencia del cromo parece extraída de cualquiera de los guiones del mangaka Masami Kurumada en los que cuando hay gemelos, uno de ellos siempre es malvado. Así mismo, cuando el cromo actúa con estado de oxidación +3, es inocuo para el ser humano e incluso considerado según ciertos estudios un nutriente esencial para la asimilación de lípidos y azúcares. En cambio, cuando es la valencia +6 la que se manifiesta, el cromo se convierte en un tóxico cancerígeno.
Se trata de un elemento descubierto por el ilustrado Louis Nicolas Vauquelin en 1794, cuando tomó un mineral cristalino llamado plomo rojo siberiano o crocoíta, que es una forma cristalizada en el sistema monoclínico de cromato de plomo de gran belleza por su brillante color rojo anaranjado del que surgió el nombre del elemento cromo, colorido. Por supuesto, su fama se extendió y todos los químicos adquirieron muestras de este mineral que era tóxico tanto por su contenido en plomo como por el del cromo que -como el lector adivinará – estaba actuando con estado de oxidación +6.
Menos letales son las estampas coleccionables llamadas en español cromos, como apócope de cromolitografía, que alude en su nombre a la mejora de la aplicación del color a la técnica de litografía. De los cromos de cartón de calidad variable a los parches autoadhesivos con holografías, olor, sabor o materiales de la era espacial han mejorado muchas propiedades, pero no así el ansia de completar un objetivo que fomentaba el intercambio y la cooperación más o menos altruista entre los coleccionistas.
También es curioso el doblete de la expresión «estar hecho un cromo», siempre con cierto tono peyorativo, pero que partió de la idea de alguien demasiado arreglado y esforzado en su vestir, al opuesto por ironía de quien se presentaba desaliñado y con un aspecto deplorable. Algo va mal cuando una expresión significa un concepto y el contrario, por lo que al final se impuso el segundo significado.
Con 17.897 tiras, la obra de Charles M. Schulz es sin duda una de las más exitosas de la historia del cómic, pero aunque se haya publicado en más de 2.000 periódicos, tuvo serias dificultades para abrirse camino.
Lejos de evitar la tentación de canibalizar su realidad, el creador de Snoopy y Carlitos construyó su autobiografía a través de un niño medio americano, sin dotes especiales, ni talentos que le conviertan en un héroe, más allá de su propio tesón y nobleza de espíritu. Pero también de su excéntrico perro beagle Snoopy, veterano de guerra y as de la aviación que responde a esa faceta de Schulz como sargento de artillería en la Segunda Guerra Mundial.
Sus editores cambiaron el título de la tira cómica de ‘Li’l Folks’, «gente menuda» que ya estaba siendo utilizado, a ‘Peanuts’, cacahuetes, por el más humilde de los frutos secos que, de hecho, es realmente una leguminosa. Schulz siempre odió este cambio que no consideraba digno de su humor. Por otra parte, la expresión «Peanuts» se usa en el mundo comercial para cuantías irrisorias, lo que difiere enormemente del éxito económico de la franquicia.
Se cumple así el centenario de uno de los grandes historietistas del siglo XX.
Cuando en 1801 el científico español Andrés Manuel del Río descubrió un nuevo mineral con trazas de un elemento que consideraba desconocido, le llamó eritronio, por el color brillante rojo de uno de sus óxidos o pancromio, de todos los colores porque cuando cambia el estado de oxidación del elemento, el color de sus sales proporciona una amplia gama de colores muy vistosos y diferentes, como rojo, verde, azul, amarillo y violeta. Con cierta prudencia o inseguridad, se le ocurrió consultar al sabio alemán Von Humboldt quien le puso en manos de su amigo el químico francés Hyppolyte Collet-Descotils, discípulo del descubridor del cromo y experto por lo tanto… en cromos. Tras convencer a Del Río que su eritronio no erá otra cosa que cromo, tuvieron que pasar 30 años hasta que los suecos encabezados por Berzelius redescubrieron el elemento y le pusieron de nombre Vanadium, por Vanadis, la diosa nórdica de la belleza, equivalente a Freya.
Aunque el vanadio es tóxico para muchas formas de vida y es acumulado en grandes cantidades por la seta venenosa del hongo Amanita muscaria, es también un componente de las proteínas de algunos tunicados, animales marinos con forma de tubo de plástico que lo concentran en su organismo. El uso del vanadio en la aleaciones de acero se extendió en algunos productos industriales como el célebre Ford T, el primer automóvil construido en cadena.
Vanadis es la diosa protectora del viernes, como Freya en las lenguas germánicas o Venus en las latinas, lo que no es una mala forma de comenzar un fin de semana.
Realmente «Into The Woods» surgió de la imaginación de Stephen Sondheim como un cuento oscuro, donde las verdaderas motivaciones de los personajes clásicos desembocan en una serie de acontecimientos trágicos y que requieren toda su capacidad de superación. A los panaderos y la bruja protagonistas se unen Caperucita Roja, Cenicienta, Jack, el de las Habichuelas Mágicas y Rapunzel, en una parodia que la propia Disney acabó llevando al cine en 2014.
Por si hubiera alguna duda, Sondheim compuso tanto la música como la letra del musical original de Broadway en 1986, cuatro años antes de que el dibujante de The New Yorker William Steig escribiera Shrek y mucho antes de que Jeffrey Katzenberg se regodeara en su venganza personal contra Disney en la adaptación de DreamWorks, película que por cierto ha envejecido peor que el musical de Sondheim.
Aunque técnicamente no es una obra de terror, sí existe en ella esa afirmación de la naturaleza cruel de los cuentos infantiles que son la base de otros relatos de la Noche de Brujas.
Desde que el mundo es mundo, y pocas cosas pudo ser antes de serlo, las situaciones de conflicto se han resuelto de todas las formas posibles; o bien se han desvanecido frente a otras crisis mayores, se han zanjado con empates técnicos maquillados como victorias en ambos bandos o se han resuelto de forma efectiva sin solución de continuidad, expresión ambigua y molesta, que, en el mejor de los casos, significa, sin interrupción.
La palabra solución abarca los significados que la convierten en sinónimo tanto de resultado como de disolución, aspectos en ocasiones enfrentados. Y a lo que en lenguas menos rigurosas como el inglés están acostumbrados -no hay como recordar todas las especies animales que acaban en -fish que nada tienen que ver con los peces, crayfish, jellyfish, starfish…- en castellano, chirría y termina acarreando expresiones como «solución de continuidad» sin la preposición «sin» al intuir el hablante un matiz de doble negación.
Parte de la responsabilidad parece proceder de la comunidad médica, que usaba la falta de solución de continuidad de los tejidos para hablar de las cicatrices, y otra parte los matemáticos, dada la forma de las gráficas de las funciones algebraicas, con soluciones no sólo continuas, sino incluso suaves y derivables. Pero también en la retransmisión de música los locutores abusan de esta expresión para la concatenación de piezas individuales entre las cuales un espectador avezado no debería animarse a aplaudir, merézcanlo o no, los intérpretes.
Vuelva así Aliphant con esta viñeta MXXXIV, sin solución de continuidad.
En la tradición de los especiales del Pilar de Aliphant se permite la excepción de utilizar fotografías procesadas como fondo de la escena, pero tampoco es obligatorio.
En este caso, esta foto del techo de la estación de trenes de Delicias que el autor tomó en verano ya evocaba los patrones de cuadros del tradicional cachirulo.
Durante más de ocho décadas una de las actrices más queridas por el público y por la crítica, que la colmaron con un sinfín de premios y halagos, tuvo que sufrir cómo la industria del espectáculo, en la que destacó en todos sus frentes de cine, televisión y teatro, la sustituía en papeles que incluso fueron creados para ella para dar espacio a los estereotipos de estrellas que prefería potenciar. Es conocido cómo, tras 12 años de éxitos de Se ha Escrito un Crimen, su cadena la contraprogramó fuera del horario familiar para que competir en unas franjas fuera de lugar.
Lansbury, que se había convertido en productora acabó a los 70 años dejándola pero retomando una carrera teatral en la que siempre había destacado. Pero también allí obtuvo sus desplantes. El personaje protagonista del musical Mame, creado para ella fue concedido para el cine a la televisiva Lucille Ball por su fama en la comedia, pero perdió toda la fuerza que le imprimía Lansbury. Yendo más atrás en el tiempo, sus papeles de cine eran frecuentemente de secundaria porque aun siendo una gran actriz, siempre encontraban una diva más importante a la que dar protagonismo. Cuando se le dio la oportunidad en trabajos de primera actriz como el The Manchurian Candidate o más adelante en La Bruja Novata, nunca defraudó.
Trabajadora incesante, tuvo que dejarle el teatro a ella, con el cierre de las salas por la pandemia para que dejara de actuar. El mentón más famoso de Hollywood después de Kirk Douglas ya forma parte de una canción más antigua que el tiempo.
Ser un símbolo viviente de, no sólo un país, sino de quince naciones soberanas durante setenta años es un trabajo a tiempo completo con una abnegada dedicación que pocas personas están dispuestas a asumir, incluso habiéndose formado desde la niñez.
Y es que, en principio, esta princesa inglesa no estaba destinada a reinar, sino a formar parte en un plano más discreto de la familia real de su tío Eduardo. La renuncia de este y la delicada salud de su padre Jorge VI la convirtieron en una joven jefa de Estado en plena recuperación de la Segunda Guerra Mundial, con un país destrozado y en un mundo cambiante y siempre al límite del colapso. Por fin, tras setenta años de servicio, puede descansar en paz.
En homenaje a su longeva Reina, la torre de los edificios del Parlamento británico donde reside la campana conocida como Big Ben, fue oficialmente denominada como Torre Elizabeth II, dando por fin un nombre adecuado a tan conocido emblema del paisaje londinense.
Los estudios de la Antigüedad se clasificaban según las siete artes liberales, por una parte, el cuerpo mayor o Quadrivium, formado por la Astronomía, Aritmética, Geométrica y Música y por otra el cuerpo menor o Trivium, compuesto por la Lógica, la Gramática y Retórica. Obviamente, ya había cierta animadversión entre los de Ciencias y los de Letras, pero esa es otra historia….
La Retórica era el arte de llegar a los demás, conmoverlos y convencerlos a través de las palabras, una habilidad muy útil tanto en política con la propaganda, como en el comercio con la publicidad. Los grandes oradores helénicos debían controlar estas fuerzas de persuasión y convertirlas en armas para sus propósitos. Pero como toda arte complicada sin cierto esfuerzo, fue menospreciada hasta confundirla como un sinónimo de discurso vacío o falto de contenido. Las preguntas retóricas, más allá de buscar el énfasis de lo planteado, nacen sin ánimo alguno de ser contestadas, lo que denigra su naturaleza interrogativa.
Un invento de la puntuación en castellano, admirado y envidiado en otras lenguas es el signo !? que cierra una frase de asombro o una pregunta retórica en castellano. La fusión de los signos en un único símbolo se llama interrobang en inglés, pero no ha prosperado. En cambio, la posibilidad de combinar duda y sorpresa o aseverar irónicamente es un alarde de cualquier lengua que se precie.
Jean-Jacques Sempé pertenecía a una estirpe de grandes ilustradores cómicos como Quino en Argentina, Loriot en Alemania o Mingote en España, cuya capacidad para abstraer y plasmar la psique humana en apenas unos trazos les convertían en maestros de la síntesis y seguramente temibles jugadores de Pictionary.
Sempé llegó a la fama ilustrando las peripecias de El Pequeño Nicolás, que creó junto al inagotable René Goscinny en un tándem que atrajo con gran éxito al público. Pero Sempé era tan hábil recreando escenas urbanas en acuarela, siempre con su toque sofisticado y elegante, como para llenar más de cien portadas de The New Yorker.
Había un tercer bloque de su creación que le unía a los otros gigantes; el del humor gráfico autodescriptivo de un profundo calado humano, como el del paisano en bicicleta que se paraba para saludar a un avión cuando éste le sobrevuela tal vez una metáfora de su propia sencillez, que convirtió en estilo.
De entre las disciplinas de la paleografía, los expertos en escritura cuneiforme se quejan, no sin motivo, de la enorme dificultad que entraña su desciframiento. La escritura se empleó durante 25 siglos para lenguas de Mesopotamia como el sumerio, acadio, elamita y neo-asirio por lo que el medio millón de tablillas recuperadas puede contener textos en lenguas que ni siquiera están emparentadas entre sí, como ocurre actualmente con las lenguas que usan el alfabeto latino o los ideogramas chinos.
Entre esas tablillas, se encuentran los mitos babilónicos, que suelen resumirse en el enfrentamiento de las fuerzas del mal con las del bien, lo que no pocas veces solía tratarse de un asunto de punto de vista, aunque no es desdeñable que exista una brújula moral desde tiempos inmemoriales.
El animal híbrido llamado Anzû, o AN-IM-DUGUD si se le pregunta a un sumerio, es una criatura de aspecto variable según la fuente pero con rasgos de águila inicialmente y de león, posteriormente, para vincular su rugido al de un ave del trueno, causante de tormentas y víctima en cruenta contienda de los grandes héroes como Marduk o Ninurta.
De entre las más grandes figuras del surrealismo y de origen gerundense, su excepcional dominio de la técnica y una fantasía desbordante le consiguieron un éxito considerable. Pero su apoteosis tuvo lugar durante su exilio en México y, falleciendo con 54 años, Remedios Varo no tuvo el prestigio en su propio país como Salvador Dalí, ni disfrutó de la longevidad de
Joan Miró; probablemente lo único en lo que éste superó al resto.
Como hija de un ingeniero de obras hidráulicas, Varo siempre valoró el uso de la perspectiva cónica con 2 o 3 puntos de fuga, y gracias al apoyo paterno, cursó una carrera artística y conoció a otros pintores de renombre en París. Con la Guerra Civil optó por un exilio que se complicó con la Segunda Guerra Mundial.Tras no pocas vicisitudes, eligió como destino México, donde pasó los últimos 21 años de su vida, aunque no se llegó a nacionalizar ni a desviarse de sus líneas creativas establecidas
Sus obras evocan planos oníricos y fantasía que se retrotraen a El Bosco y Goya, con un lenguaje plástico medieval que podría haber creado una escuela como la de los prerrafaelitas en Reino Unido.»Bordando el Manto Terrestre» contiene la esencia de los creadores de mundos como la propia Remedios Varo o su amiga Leonora Carrington y clramene entronca con los diseñadores de bases de Datos visuales para la simulación de hoy en día.
Tratar de la Maravilla del Mundo antiguo de Los Jardines Colgantes de Babilonia es meterse en un jardín. Es la única Maravilla de la que no se han identificado restos arqueológicos que aseguren su ubicación o cronología, aunque según los relatos, Alejandro Magno los encontró como si le hubieran dejado las llaves para regarlos a un vecino descuidado.
El concepto actual de jardín es bastante moderno y de etimología radicalmente diferente a lo que podía esperarse. Jardín/jardin/jardim/giardino o aún más claramente garden/Garten vienen de la raíz gard, guardar y se refería a un recinto, un lugar encerrado, sin referencia alguna a las plantas. El mismo origen y raíz tienen huerto del latín hortus y posiblemente es lo que contuvieran, de haber existido, los famosos Jardines, una zona de cultivo de destacable producción o variedad, que hiciera alarde de la capacidad de irrigación de la civilización del Tigris y del Éufrates, donde también los estudiosos ubicarían el famoso Jardín del Edén. En un mundo rural de pequeñas poblaciones, los jardines no tenían mucho sentido y no sería hasta la época romana en la que las villas rivalizarían por sus cultivos tanto agrícolas como decorativos. También se conocen jardines en el Antiguo Egipto, pero más como fuente de abundancia o paraísos que como la muestra de dominio sobre la Naturaleza que dictaría el paisajista Le Nötre.
El segundo punto es que lo de colgantes es una mala transcripción, y no al estilo de las Casas Colgadas de Cuenca, sino que la palabra griega significaba sobresaliente, más que colgante, y se cree que podría referirse a las terrazas de cultivo en línea con sus famosos zigurat. Una estructura de cultivo escalonada tendría ciertas ventajas en un valle fluvial para defender las cosechas o simplemente para aislarlas de las crecidas de los ríos, pero obviamente complicaría el sistema de irrigación y necesitaría de norias de agua y conductos apropiados. Al menos, era estéticamente relevante como para ser mencionado en la escueta descripción de los autores clásicos.
Por último, los estudios arqueológicos se inclinarían antes por la ciudad de Nínive que por la propia Babilonia. Si bien Babilonia parecía el enclave mítico de la Torre de Babel, en Nínive se halló un bajorrelieve con la descripción de esta Maravilla. Pero pudiera tratarse de una postal de recuerdo de su ciudad vecina, lo que fácilmente inhibe lo de Nínive.
Siendo el calcio el tema de este calendario, la inspiración no vendría del fósforo. Ahora bien, ¿se puede hacer un calendario de dientes? Probablemente se ha hecho ya cualquier cosa con dientes, desde engranajes y cabezas de ajo a regalos indeseables. Pero como se ha indicado después de casi dos décadas de calendario de Aliphant, cualquier sistema lineal ordenado puede convertirse en registro de los días del mes, y los dientes humanos lo son.
Al parecer, los dentistas utilizan un sistema de cuatro cuadrantes que proporcionan el primer dígito, lógicamente del 1 al 4, salvo que se trate de un xenomorfo o de una demogorgona que pueda pagarse un odontólogo. La numeración va en sentido del reloj desde el lado derecho del paciente, que es el izquierdo para el dentista. Por lo general, sólo los dentistas, Dwayne Johnson y el ratoncito Pérez cuentan dientes, al menos hasta ahora. El segundo dígito va del primer incisivo al octavo diente que, de existir en la boca de un adulto se corresponde con una muela de juicio. No todas las dentaduras servirían de calendario, pero en los mejores casos puede sobrar una pieza. Otros sólo servirán para un febrero de año no bisiesto.
Y para marcar sábados y domingos, qué mejor que una funda de oro para potenciar su valor. Los dientes son la sustancia más dura del cuerpo humano a excepción de la mollera de ciertos individuos, pero de ahí surge la siguiente pregunta. ¿Se debe crear un calendario de dientes? Tarde para eso. Posiblemente, algún colegio de odontólogos ya disfrute de Miss Junio o Mister Septiembre con sendas radiografías bucales de sus historiales. Al menos, tendrán una sonrisa garantizada cada mes.
La dentadura humana de un adulto consta de un máximo de 32 dientes que los dentistas numeran desde el centro del maxilar superior del lado derecho del paciente con los dígitos de 11 a 18. Después toman el lado izquierdo desde el 21 al 28. Les sigue el maxilar inferior izquierdo desde eje central del 31 al 38 y terminan con el maxilar inferior derecho del 41 al 48. Obviamente, para el mes de agosto sobrará un diente, pero mejor que no que falte. Los sábados y domingos usando el orden de los dentistas, pero no su numeración, están cubiertos de una funda de oro.
Entre sus variadas manifestaciones y compuestos, este metal grisáceo se escapó a los antiguos y no fue hasta que sir Humphry Davy se dedicó a electrocutar todo lo que se ponía a su alcance, allá por 1808, cuando se aisló por primera vez el calcio.
Y es que, compuestos de calcio con composiciones similares muestran aspectos y propiedades muy dispares. Desde el pesado y brillante mármol a la quebradiza caliza que se moldea como irregulares estalactitas y estalagmitas en las cuevas calcáreas no dejan de ser carbonato cálcico con impurezas,mientras que el yeso y el traslúcido alabastro son muestras de un soluble sulfato cálcico. El óxido de calcio es la llamada cal viva y cuando se le echa agua, lejos de apagarse, reacciona violentamente y se convierte en hidróxido de calcio o cal muerta.
La palabra calcio viene del latín calx, que se usaba para la piedra caliza y posiblemente viniera de un término griego para guijarro Más interesante es el origen del alabastro, omnipresente en el arte medieval aragonés por su abundancia, aunque se remonte al griego alabastron, por una ciudad egipcia donde también se prodigaba y que podría estar dedicada al culto de la diosa gata Bast. Y de ahí, lo de ver menos que un gato de escayola.
Aliphant MVII 60º Aniversario de las Películas de James Bond
Aunque técnicamente se celebra en 2022 el sexagésimo aniversario del estreno de Dr. No, la primera de las películas de Eon al servicio de los Broccoli, la franquicia es algo mayor con dos películas fuera de la productora y novelas e historias cortas para dar vida a un agente secreto interpretado por siete actores en el cine. Esta viñeta 1007 mezcla la famosa escena del láser de Goldfinger en la que se autoparodia las extensas y absurdas torturas de los villanos del cine, con la presencia del número 1 de SPECTRE, Ernst Stavro Blofled, su archienemigo más carismático, reuniendo en el número de la tira a 1 y a 007. En la escena original del libro se usaba una menos espectacular sierra circular, pero es que en 1964 poca gente había visto un láser industrial, por lo que el mismo Blofeld tuvo que explicar su funcionamiento para asegurarse de que se comprendía la gravedad de la tortura al pobre Bond.. El corte fue imitado desde abajo con un operario con un soplete y se pintó el haz del láser sobre los fotogramas para mostrar un rayo, por lo general invisible, salvo cuando incide sobre el humo o sustancias que generen cierta dispersión. Y así se parafrasea uno de la grandes diálogos de 007: – ¿Quiere que hable? – No, señor Bond, sólo quiero que muera.
Fallece la parte que quedaba del mangaka Fujiko Fujio, que realmente eran dos personas, aunque no en plan Moon Knight, sino dos buenos amigos que compartieron el nombre artístico. La pareja de dibujantes creadora de Doraemon, la gran franquicia japonesa de manga, 3 series de animé, más de 40 películas, un musical y un museo estaba formada por Hiroshi Fujimoto y Motoo Abiko y desarrollaron la historia del gato robot del futuro que viaja a nuestro tiempo para ayudar a un perezoso y no muy brillante niño llamado Nobita. Con el tiempo, nobita se convirtió en un insulto en japonés para todos aquellos que evocaran al personaje de una forma merecida o figurada. A pesar de haber perdido a su socio en 1996. Abiko continuó con Doraemon y su legado hasta nuestros días.
A pesar de que hoy hace treinta años que Isaac Asimov se desligó de nuestra línea temporal, su apuesta por un futuro civilizado en el que los grandes conflictos se resolviesen por medio de la lógica y la voluntad de entendimiento y su lapidaria frase de que «la violencia es el último recurso del incompetente», parecen vinculados a una serie de acontecimientos ajenos a nuestra realidad treinta años más avanzada. Por otra parte, el acontecimiento más destacable en el legado asimoviano ha sido la emisión por Apple TV de una serie inspirada en Fundación, lo que de por sí, implica más un asunto de licencias que de lealtad a un concepto. Con un alarde de medios técnicos, las bondades de esta serie de ciencia ficción se concentran en su mayor parte en aspectos y subtramas que no pertenecen a la obra original, por lo que se deduce que, si hubieran eludido el título y los nombres de los personajes y topónimos, el resultado no sólo no comprometería la calidad inherente del producto sino que evitaría tensiones en los lectores de Asimov. Detalles fundamentales como la Enciclopedia Galáctica, las leyes de la Robótica, el concepto de Psicohistoria o su visión de la conquista del Cosmos se diluyen hasta desaparecer en la trama, bien sea por el escaso interés que los guionistas deducen que causaría al espectador moderno, por su dificultad de adaptación o incluso por la adquisición de los derechos para tratarlos.
CALENDARIO ALIPHANT ABRIL 2022 y ALIPHANT MIV Serie Atómica XVI Azufre
Desde expresiones acusatorias como «Aquí huele a azufre» a emociones como sulfurarse, – que no sulfatarse, privilegio exclusivo de las pilas-, este amarillento elemento arraigó desde tiempos prehistóricos en nuestra vida cotidiana.Aunque se parezca sospechosamente a la palabra azúcar que incluye el artículo árabe con una consonante solar, el término castellano heredado de aquella lengua semítica es la obsoleta alcrebite, del original kribit. Azufre viene de una mala reinterpretación de la expresión «piedra sufre», del latín petra sulphuris, o simplemente, sulphur, de donde adquiere el elemento su simbólica S. El étimo no está claro, pero puede proceder del sánscrito «enemigo del cobre» por su reacción perjudicial para ese útil metal.El azufre puro es abundante en estado natural, en sus alótropos cíclicos en cadenas de ocho o seis átomos y vinculado al vulcanismo y por extensión a los infiernos, pero también produce ácidos fuertes como el mítico sulfúrico que durante décadas dio lugar a la más compleja fórmula química que el público general era capaz de mencionar gracias a un célebre chiste de colegio, aunque no siempre de la misma manera. De la misma forma que los países hispanohablantes se negaban a llamar tungsteno al wolframio que, por derecho de descubrimiento, habían nombrado así los hermanos Elhuyar, la formulación seguía el orden en castellano, de manera que el sulfato de plata era SO4Ag2 y no Ag2SO4 según el orden anglosajón. La presión de los países germánicos sobre el consorcio regulador, la IUPAC, impuso el orden que les satisfacía, que era el catión-anión, alterando el chiste del ácido en la punta de la lengua – sin ánimo de humor pastillero, que las drogas son algo muy serio- y dando muestras de cambio generacional y antigüedad a quien lo formulara como SO4H2. ________________________________________
CALENDARIO: Abril de 2022 Tema: Azufre
Viñeta: Aliphant MIV
Calendario:
Los átomos de azufre de los tres ciclo-octasulfuros y el ciclo-hexasulfuro representan los días del mes. Comenzando por el ciclo-hexasulfuro de la izquierda y por el átomo de azufre superior y sentido de las agujas del reloj, se marcan más oscuros los días correspondientes a sábados y domingos. Tras la primera molécula se pasa a la superior a su derecha, luego a la inferior y por último al ciclo-hexasulfuro.
Probablemente, esto de comparar películas sin nada en común y premiar a la que se considere mejor por una minoría supuestamente ilustrada, tenga que ver más con las campañas presidenciales norteamericanas que con la propia esencia del cine. Y sin embargo, cuando le preguntaron al rebelde de Calanda, Luis Buñuel, si veía ganadora del Óscar a Mejor Película de Habla no Inglesa «El Discreto Encanto de La Burguesía», aseguraba que para eso había pagado, escandalizando a propios y extraños. Como en una carrera presidencial, los candidatos deben superar desde su estreno campañas de popularidad que se van materializando en las entregas de premios previos a los Óscars, y por más que los sondeos decanten la tendencia en distintas direcciones, la relativamente escasa masa de votantes tiene capacidad de variar su elección con bastante flexibilidad. Hasta hace apenas una semana, los pronósticos apuntaban a El Poder del Perro, una adaptación fría y analítica de las nociones de un no tan salvaje Oeste que a su directora Jane Campion le interesaba difundir, y el mayor misterio de la misma era averiguar el significado del título de la novela anónima, medio versículo 20 del salmo 22, que hablaba de librar de las adversidades, y con cierta interpretación, de las garras de un mal menor, como un perro, a una indefensa mujer. A pesar de la ambientación de Western, su punto central gira en torno a las relaciones tóxicas y la reacción de las distintas personas frente a ellas. Con tal panorama, la historia de superación de CODA, acrónimo de child of deaf adults, hijo de padres sordos, pero también un guiño a la terminación de las piezas musicales, que interpreta la cantante y pescadora protagonista, genera un atisbo de esperanza y un mensaje de reconciliación con la sociedad. Tildar de mediocre a una película estrenada en Sundance y capaz de crear un vínculo con su historia y personajes al espectador es posiblemente subestimar la esencia misma del cine, que va más allá de formalismos y consiste en el arte de contar historias, con los medios que dispone. Y eso es probablemente uno de los puntos débiles de El Poder del Perro, su aséptica narración y falta de entusiasmo en lo que quiere transmitir.
En el año de los remakes (CODA, West Side Story, Dune) o de películas que no pudieron hacerse en su tiempo (El Poder del Perro, Summer of Soul), Dune se hizo con casi todas las técnicas, Lin Manuel Miranda no completó el EGOT y en el In Memoriam competían el actor Norman Lloyd con 106 años y la animadora Ruthie Thompson de 111 con la jovencilla Betty White (99).
Mejor Película: CODA Mejor Director: Jane Campion (El Poder del Perro) Mejor Guión Adaptado: Siân Heder (CODA) Mejor Guión Original: Kenneth Brannagh (Belfast) Mejor Actor: Will Smith (King Richard) Mejor Actriz: Jessica Chastain (Los Ojos de Tammy Faye)Mejor Actor Secundario: Troy Kotsur (CODA) Mejor Actriz Secundaria: Ariana de Bose (West Side Story) Mejor Largometraje animado: EncantoMejor Corto Animado: The Windshield WiperMejor Película Internacional: Drive My Car (Japón)Mejor Documental: Summer of Soul Mejor Corto de Ficción: The Long Goodbye Mejor Corto Documental: The Queen of Basketball Mejor Maquillaje: Los Ojos de Tammy FayeMejor Vestuario:Cruella Mejor Canción: No time to die DUNE: Mejor diseño de producción, fotografía, BSO (Hans Zimmer), montaje, sonido y efectos especiales. Hasta los próximos Oscars!
La colección de cuentos en árabe conocida como Las Mil y Una Noches aunque tiene su origen en relatos de civilizaciones más antiguas empezó a cobrar forma en torno al 850, se le agregó su trama de cohesión hacia el siglo XIV con el cuento de Sheherezade y, ya en manos de Antoine Galland, en 1704 fue traducida al francés y comenzó su divulgación en Occidente. Galland añadió al corpus que tradujo los relatos sirios de Aladino y Simbad, profusamente adaptado el primero por Disney y maltratado por Dreamworks el segundo. Es decir, Aladdin y Simbad fueron agregados al Milyunanochesverso y pasaron a ser canon tras haber pertenecido a colecciones random (Nota para los postmillenials).La historia se queda corta para los conceptos actuales de violencia doméstica: un sultán venga la infidelidad de una esposa de su harén ejecutando a cada nueva cónyuge tras la noche de bodas. Tras tres mil mujeres muertas, el visir ya no sabe de dónde sacar más y su hija Sherezade, la del nombre con deletreo variable, se presta voluntaria para acabar con la sangría. El truco de Sherazade es contar una historia cada noche para atraer la atención del sultán, pero dejándola inacabada para que el cliffhanger mantenga en vilo a su marido y, obviamente, renuncie a asesinarla y quedarse sin conocer el final. Tras mil relatos de todo tipo, tres hijos, dos hipotecas, varias temporadas de The Mandalorian y las toallas bordadas con todas las formas de sus nombres, el sultán se da cuenta de que es mejor seguir casado con Scheherezade o la que sea que acude cuando grita algo parecido y ser muy felices para lo que les quede.Dentro del contexto social e histórico, la astucia de esta cuentacuentos la convierte en uno de los personajes femeninos más importantes de la Literatura, pues al final, se muestra como una heroína a través de la vía de la inteligencia.
Con 99 episodios y una película que trató de dar un final digno a tal ilustre visitante, ALF era el antagonista ideal para Alien, cáustico, pero sólo intelectualmente, y con una preferencia gastronómica por los felinos que el octavo pasajero no llegó a desarrollar, a pesar de que también tuvo su oportunidad.
Max Wright, el patriarca de los Tanner y casero forzoso de ALF, nombre en mayúscula del extraterrestre naranja por ser el acrónimo de Alien Life Form, cuando en su planeta Melmac era conocido como Gordon Shumway, ascendió a las estrellas hace un par de días. Ni la carrera de Wright como actor ni la de ninguno de sus compañeros de serie puede considerarse estelar, pero hay un hueco en el corazoncito de todos los fans de esta gran serie.
La fatídica Reunión Roja de ANT seguía su curso a través de flash backs, que son la reacción típica del cerebro del guionista humano cuando sus medios narrativos no han sido capaces de explicar una serie de acontecimientos en su progresión normal.
Aliphant DCCCLXIV Ingeniero Uniforme
Con todo lo que estaba llegando, Aliphant recibió una noticia que podría afectar drásticamente a su forma de trabajar a partir de entonces.
Si hay una ópera ligada a la Semana Santa es sin duda Cavalleria Rusticana de Pietro Mascagni, no sólo por la ambientación temporal de los hechos en la Pascua sino por sus implicaciones en la acción de esta obra genial del verismo italiano.
El título en italiano, de ahí la uve, la falta de tilde y el adjetivo recargado de ensalzamiento de lo rural, hace referencia al tema de honor de los villanos -entiéndase pueblo llano residente en una villa, y no personajes malvados con intención de dominar el mundo.
Aliphant DCCCLII Cavalleria Rusticana
El tema de la nobleza de los no nobles fue recurrente en los autores del Siglo de Oro español, y muy del gusto del público de varios siglos después. La escena se sitúa en la Sicilia profunda, en una sociedad ancestral donde el honor se salda con sangre y la vida vale menos que una caja de cannoli envenenados en el palco de una ópera. A pesar del enorme éxito de esta ópera, su limitada duración ha obligado a emparejarla con otras obras breves de índole similar y su pareja tradicional es Pagliacci de Leoncavallo, en una sesión doble que los americanos llaman Cav/Pag.
Probablemente la escena que mejor define esta película es la del reencuentro de la niñera con los hijos de los Banks 25 años después de haberlos cuidado. Ha venido a cuidar a los niños de los Banks, y de paso, a sus hijos. La película está pensada para aquellas generaciones que durante 55 años han crecido viendo la gran obra de toda una vida de Walt Disney, la original Mary Poppins por cuyos derechos peleó durante dos décadas con P.L.Travers. La hija de Walt fue quien descubrió las historias de la niñera mágica y la que metió a su padre en una carrera de fondo que se explica sin escatimar detalles en Saving Mr. Banks.
La secuela incorpora en su banda sonora referencias a las populares canciones de la primera entrega, pero hace nuevas todas las intervenciones musicales de la nueva película. Existe un continuo cuidado por mantener la simetría con la trama original, sustituyendo unas piezas por otras, en un sinfín de paralelismos que dan en general la sensación de pertenecer al mismo mundo a pesar de las enormes diferencias temporales y técnicas. La secuencia animada que tanto detestaba la escritora Travers ha sido homenajeada por una secuencia que imita el estilo original de trazos rápidos y efectos envolventes, aunque incorporando la dificultad del movimiento sobre la superficie de una sopera de porcelana.
Mary Poppins Returns compite por cuatro premios Oscar de este año, vestuario, diseño de producción, banda sonora y canción y aunque está lejos de las cinco estatuillas que arrancó Walt Disney a la producción de My Fair Lady en un año 1965 francamente británico, no desmerecen Emily Blunt y Lin-Manuel Miranda frente a la otra pareja musical de estos premios, Bradley Cooper y Lady Gaga por el remake enésimo de Ha Nacido una Estrella.
De entre las películas de animación del pasado 2018, la competencia para los premios del sector se está concentrando en cuatro candidatas. Por el lado menos técnico, el cine de autor de Wes Anderson, creador de Fantastic Mr. Fox y Gran Hotel Budapest, es la apuesta de consolidación de un estilo demasiado personal.
Disney aportó con Ralph Rompe Internet una de las metáforas de la triple uve doble más interesantes. Su punto fuerte es el de las maniobras conjuntas de todas las Princesas Disney oficiales en unas de las mejores secuencias de animación del año. Disney-Pixar con Los Increíbles 2 también logró un gran resultado con lo que viene a ser la mejor película de James Bond del año sin James Bond – o incluso con él, siendo justos.
La cuarta opción, también de Disney a través de su filial Marvel, pero distribuida por el acuerdo de Sony, es la mejor película de Spiderman de todos los tiempos y un homenaje tanto a las entregas anteriores como al universo del cómic desplegado durante décadas por el grupo de Stan Lee, John Romita Sr. y Jr. y otros grandes de Marvel. El argumento está bien hilado, la estética es rompedora con tramas de puntos de imprenta ben day y tramas de rellenado clásicas y la cinematografía e iluminación, por virtuales que sean, son un bien en sí mismo.
Aliphant DCCCXXVIII Spider-ANT-Verse
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad y claramente la han asumido en este autohomenaje al famoso vecino trepamuros.
Comenzando por lo sencillo, Birmania nunca ha ganado una medalla olímpica en setenta años de participaciones.
Errol Flynn protagonizó en 1945 una película bélica de Raoul Walsh titulada “Objective, Burma!”, lo que en español y sin muchas vueltas se convirtió en Objetivo Birmania. Burma o Birmania era un territorio invadido por el Imperio británico en el siglo XIX e incorporado al virreinato de la India y fue objetivo de las tropas japonesas durante la Segunda Guerra Mundial. La película dio su nombre a un grupo de pop español con letras ingeniosas y ritmos pegadizos.
La historia del territorio ha sido un trasiego de guerras civiles, regímenes autoritarios de todos los signos y un muy reciente periodo democrático desde 2016. Con un tercio de minorías étnicas y mayoría budista y de cultura y lengua birmanas este país asiático con extensión y población similar a la de Francia, no ha dudado en cambiar incluso de nombre a Unión de Myanmar y de capital a Naypyidaw, una ciudad que comenzó a construirse en 2002 a 300km de Rangún por la supuesta recomendación de un astrólogo y los asesores militares del anterior gobierno, que creía que la capital tradicional estaba demasiado expuesta a la acción de los tifones y otros males
Aliphant DCCCXXVII Seire Olímpica XXIV: Birmania
El símbolo tradicional del país fue siempre el pavo real índico, Pavo cristatus, presente en todas sus banderas hasta que fue utilizado por el estado títere del Imperio del Japón y descartado desde entonces por colaboracionista.
La primera viñeta del año recuerda una de las efemérides del mundo de la animación: el 50º aniversario de la serie Scooby-Doo.
En 1969, el estudio Hanna-Barbera lanzó uno de sus productos más famosos y longevos: Scooby Doo. La propuesta del detective cobarde que es incapaz de resolver sus casos estaba basada en los personajes de Bob Hope, aunque la particularidad de que el protagonista fuese un gran danés semi-antropomórfico que apenas farfulla el lenguaje humano tampoco le ayuda. A Scooby. Hope era británico.
El diseño del perro debía reunir todos los defectos que se rechazarían en un buen ejemplar de pedigrí: mentón pequeño, patas y lomo arqueados y la actitud tampoco era la que cabía esperar en un perro de raza. El nombre procede de la jerigonza de Frank Sinatra en Strangers in the Night, en aquellos tramos de la canción en la que se le acababa u olvidaba el estribillo. Del dubi-dubi-du el salto tampoco es sorprendente, si bien su nombre “oficial” completo es Scoubert.
Aliphant DCCCXXVI 50º Aniversario de Scooby-Doo
Además de los episodios para televisión y cómics de Hanna-Barbera, a lo largo de este medio siglo se han producido varios largometrajes animados y de imagen real e incluso se han mezclado con otras franquicias. Sin duda el más peculiar es el crossover del episodio 16 de la 13ª temporada de Sobrenatural, donde la Scooby gang se unía a los hermanos Winchester en su lucha contra las fuerzas del mal. O algo así. En Buffy, la tropa de la cazadora, era frecuentemente autodenominada Scooby gang, lo que pasó de un chiste fácil a una predicción cuando la cazavampiros Sarah-Michelle Gellar interpretó a Daphne y terminó casándose con Fred en la vida real. La naturaleza se abre camino, como dicen en Parque Jurásico…
Aunque los géneros hermanos de la fantasía y la ciencia ficción han sido denostados por la crítica literaria y considerados exclusivamente creados por hombres y destinados para el público masculino, el presente calendario recorre las obras y hazañas de algunas de las mejores escritoras de ambas formas de narrativa.
Fallecida en enero de 2019, la escritora californiana Ursula K. Le Guin mantuvo su apellido de soltera Kroeber como una inicial intermedia de su nombre literario. Fue la creadora del mundo mágico de Terramar (Earthsea) donde tiene especial poder el verdadero nombre de las cosas y los seres vivos. Por otra parte, su principal aportación en el género de la ciencia ficción fue la novela The Left Hand of Darkness, utopía perteneciente al amplio ciclo Ekumen.
Le Guin atesoró el conocimiento de otras culturas a partir de sus traducciones del chino, español y francés y de los pueblos amerindios a través de los estudios de sus padres, antropólogos estudiosos de los últimos vestigios de la tribu Yahi de California.
Imagínese: París, 1830. Carlos X, el segundo hermano de Luis XVI que llegó a reinar en Francia quiso volver atrás en el tiempo y lograr una Francia grande otra vez, obviando la sangría de la Revolución francesa o las guerras napoleónicas que habían enfrentado a buena parte del mundo conocido en una contienda que afectó sobremanera a la población civil. La revuelta apenas duró tres días pero fue seguida a cierta distancia de seguridad por intelectuales como el escritor Victor Hugo o el pintor Eugène Delacroix. Como resultado de esta revuelta sin chalecos amarillos, Luis Felipe de Orleans sucedió a Carlos X hasta la siguiente revolución de 1848.
Delacroix, en línea con otros pintores románticos de su época supo despertar el alma patriótica de sus conciudadanos a través de sus cuadros cargados de simbolismo. El propio Hugo reconocía que, en su novela de Los Miserables, el cuadro de “La libertad guiando al pueblo” de Delacroix había inspirado la creación del joven Gavroche. Mirando el cuadro original, puede además distinguirse tres bandas de color, un cielo azul intenso, un centro de humo blanco y personajes más iluminados como La Marianne y otros hombres armados y la montaña de cadáveres y ruinas de un tono rojizo que termina formando una bandera tricolor como la que enarbola la propia figura central, insignia al viento que, curiosamente, se muestra invertida y en el mismo orden que en la escena.
En esta parodia, “L’obsolescence programmant le peuple” recuerda que la obsolescencia programada condiciona a la población a un consumo innecesario y genera montañas de escombros electrónicos.
Aliphant DCCCXXV L’Obsolescence Programmant le Peuple par Delacroix
Aunque los XXIII Juegos Olímpicos de Invierno tuvieron lugar en febrero de 2018 Corea del Sur y supuso un nuevo récord en medallas para Noruega, la nación vencedora, su repercusión mediática no es comparable a la de los juegos de verano. El Comité Olímpico Español, con apenas dos medallas de bronce consiguió mejorar sus resultados de la historia de sus participaciones, aunque es cierto que se reducían a la medalla de oro de Sapporo en 1972 y la de bronce en Albertville en 1992.
No obstante, lo importante es participar, y 92 NOCs mandaron a sus equipos de deportistas de invierno mientras que Rusia no pudo presentarse por la sanción por dopaje a la que fue condenada y sus clasificados libres de sospecha se inscribieron a las pruebas a nivel individual. Todo un cambio para los rusos tras celebrar los juegos de Sochi en 2014.
Sea por tradición o por falta de originalidad, la mascota olímpica elegida volvió a ser un tigre coreano, símbolo del folclore nacional y con un diseño muy cercano al felino naranja que anuncia unos cereales y que ya parecía inspirar a Hidori, el emblema de los juegos de Seúl en 1988.
Tras treinta viñetas, el caso del Parque Temático Virtual llega por fin a su conclusión, tras ocupar las viñetas impares desde 2017.
Crear un arco argumental a partir de viñetas aisladas autocontenidas no suele ayudar a su comprensión y en condiciones normales requeriría escenas intermedias de soporte para explicar las transiciones.
Y sin embargo la estructura está ya creada. He aquí la conclusión de esta historia.
La adaptación del famoso cuento de La Sirenita de Andersen a la escena en 1989 por parte de Alan Menken, tuvo precursores menos amables como la del compositor checo Antonín Dvořák, que recurre a la temible bruja eslava Baba Yaya que vive en una minicasa móvil con patas de ave. El término Rusalka hace referencia a las ninfas acuáticas que habitan cualquier paraje con agua suficiente como para mantener su conexión con la naturaleza.
Estas ondinas eslavas tenían un fuerte vínculo con la luna, como Joseba el de Carglass, como se evoca en el aria más famosa de toda esta ópera, que la gran soprano americana Renée Fleming hizo suya con las mejores interpretaciones de esta trágica criatura, en el checo original.
Se atribuye a Mark Twain, el especialista americano en frases graciosas del siglo XIX al que se le asignan más frases que sentencias de autoayuda a Paulo Coelho, que sólo pueden hablar de sí mismos en plural mayestático ciertos colectivos como los reyes, presidentes, editores y enfermos de gusanos intestinales, como los Goa’uld de Stargate. El nos, o plural mayestático. en inglés ‘Editorial We’, se confunde fácilmente con la primera persona del plural de humildad, la del portavoz de un equipo que es responsable de los éxitos, pero nunca de los fracasos, donde sólo cabe el singular.
Nos place presentar la primera parte de esta conclusión.
Con los inertes ojos negros de un tiburón blanco, los muñecos de vinilo de Funko han devorado las estanterías de los comercios dedicados al coleccionismo de artículos relacionados con la cultura pop.
A mediados de este año, las figuritas de esta empresa americana con acuerdos de explotación de imagen con la mayor parte de la industria audiovisual, superaban los 6.000 modelos diferentes, incluyendo variantes de ediciones limitadas de apenas unas decenas de unidades que superan el millar de euros, cuando el precio normal ronda los 15. Las versiones doradas de Willy Wonka o del recientemente desaparecido Stan Lee pueden superar los 10.000 euros por su rareza, entiéndase también por su pequeño número.
Otra fuente de ejemplares escasos es la producción para las convenciones de aficionados como las ComicCon, que son ofrecidos a los participantes a modo de cebo, una vez garantizada la dificultad de su adquisición.
Por extraña que parezca una referencia al cine, televisión, videojuegos o música, es bastante probable que ya exista un trozo de plástico para representarla en este mundo de muñecos cabezones.
Como la presentación de esta viñeta no guarda ninguna relación con la viñeta en sí, se puede obviar su necesidad, como la de cualquier otra presentación aunque en sí misma guarde relación. Yendo al final de lo que iba a contar, feliz día internacional del mono.
La tradición navideña de colocar nieve sobre objetos donde nunca se ha posado tiene su origen en un tiempo en el que el clima evolucionaba a merced de los elementos, artículo determinado, y no de unos elementos, artículo indeterminado.
Siendo responsables con nuestra latitud, las postales navideñas andarían envueltas en la niebla y la cuatricromía de las impresiones se solventaría con cartulinas en blanco. Incluso los gorilas no albinos se verían ocultos en la niebla, o mejor aún, no se verían de ninguna forma. Los albinos, tampoco.
Y por salir del tradicional entuerto navideño, que vuestros sueños se hagan realidad mientras no contravengan la convención de Ginebra, la Declaración de Derechos Humanos y el sentido común, a ser posible.
Según los datos recopilados a través de doce temporadas, Jessica Fletcher, de soltera MacGill, tiene dos hermanos, un cuñado y dos cuñadas, seis primos, ocho sobrinas, dos sobrinos y dos sobrino-nietos, todos a cual más inocente.
De hecho, si la culpabilidad o la antiinocencia fuera cuantificable, siendo el mínimo el total de la inocencia de la familia Fletcher-MacGill y el máximo ninguno, hasta que se demuestre lo contrario, ¿quién, en su sano juicio, se iba a molestar en crear una escala de inocencia?
La culpabilidad, esté fundada o no, es más bien un sentimiento, como el del gato que por fin se tragó al canario, y que tratándose de Piolín, la gente aplaudiría sin dudarlo.
Las hay atléticas y débiles; las hay fuertes, aunque casi siempre quieren omitir la obesidad, pero todas lo son. Feliz día de la Constitución.
La viñeta y calendario de Rent hace referencia a un musical ambientado en la Navidad, como su original de la ópera de Puccini, La Bohème. Jonathan Larson, el compositor y letrista, recreó los artistas y personajes bohemios de París del siglo XIX en Alphabet City, Manhattan, en la transición al siglo XXI y sustituyó la temible tuberculosis de Mimi en el no menos terrible HIV de nuestro tiempo.
El protagonismo pasa al director de cortos judío Mark Cohen, equivalente al pintor Marcello de La Bohème. Comparte piso con el cantante y compositor de rock Roger Davis, como el poeta Rodolfo original, y conoce a Mimí, una bailarina seropositiva que en un día de apagón se queda sin fuego para las velas.
Roger entona el vals de Musetta a la guitarra eléctrica, como guiño a Puccini, pero el centenar de canciones compuestas para el musical por Larson son fruto de un largo proceso que alternó durante nueve años con su trabajo como camarero mientras vivía en condiciones similares a las de sus personajes en el SoHo.
Un día antes del estreno de Rent en un teatro del Off Broadway, Larson falleció por un aneurisma en la aorta que fue erróneamente diagnosticado como estrés, cuando era resultado de un síndrome de Marfan que hubiera podido ser tratado y extender sus apenas 36 años de vida. Como homenaje póstumo, se le concedió el Pulitzer de Drama y tres premios Tony y Rent es considerado como uno de los mejores musicales de este tiempo.
Tras la desaparición del presidente George H.W. Bush con 94 años y 171 días, el título de presidente vivo más veterano con apenas 108 días menos pasa a su antecesor Jimmy Carter. Habiendo superado ya los récords anteriores de Hoover y John Adams (90) y Reagan y Ford (93), en algo menos de tres meses y medio se podría coronar como el más longevo de los presidentes estadounidenses.
Como Bush fue también vicepresidente durante los dos mandatos de Reagan, entró además en la competición por el vicepresidente más longevo, aunque no pudo superar a John Nance Garner alias Cactus Jack, el lugarteniente de F.D. Roosevelt que rozó los 99 años ni a los 96 años de Levi P. Morton, el correspondiente de Benjamin Harrison, el único presidente nieto de otro presidente. Menos infrecuente ha sido la relación paterno-filial, con el antecedente de John Adams y John Quincy Adams y de los propios Bushes.
La viñeta, por descontado, no guarda relación con ningún arbusto.
Aliphant DCCCXV Según los Partidarios de la Teoría de los Antiguos Astronautas
Las palmatorias representan las semanas de diciembre y las bolas navideñas los días correspondientes a cada semana. Si hubiera domingos en esa semana, son de color rojo.
Como tradición entrañable entre Acción de Gracias y Navidad, la celebración del Black Friday no es un puro ejercicio de consumismo y despilfarro con descuentos sobre precios recientemente revisados a la alza, sino una evocación del terror de Halloween cuando llegue la factura de la tarjeta de crédito y un ensayo de los tumultos de las compras de navidades.
Por otra parte, la costumbre de representar en cómics y dibujos animados a los personajes a oscuras con sólo sus ojos es sencillamente absurda, salvo que se crea como Leonardo Da Vinci que los ojos emiten rayos luminosos que inciden sobre los objetos.
Para el modelo español clásico de dibujante de tebeos, en el que uno se tenía que guisar y comer todo el proceso, siempre chocaba que hubiera artistas dedicados exclusivamente al guión.
El modelo franco-belga, por antonomasia el dúo Uderzo-Goscinny, permitía aprovechar mejor las habilidades de cada gremio, lo que en este ejemplo se demostró al fallecer René Goscinny. Los álbumes de Uderzo en solitario eran los más bonitos que jamás había dibujado pero el argumento no estaba a la altura.
El modelo americano de DC o Marvel es en cambio el de una factoría. Un equipo especializado atiende a cada parte del proceso y los personajes cambian de dibujantes y guionistas incluso dentro de una misma serie. En ese contexto, Stan Lee era el padre de una cantidad enorme de personajes y tramas, pero siempre había coautores que dieron forma a sus famosas creaciones. Con la adquisición de Disney de la casa Marvel, la popularidad del escritor se disparó a través de sus cameos e incluso se convirtió en un ser animado en el mundo de Big Hero Six.
El lema del nonagenario Stan Lee, Excelsior, recordaba el anhelo de superación, lo más excelso en el camino a la gloria o a la inmortalidad que casi parecía haber alcanzado. Aunque un gran poder conlleva una gran responsabilidad, como decía el Tío Ben de Peter Parker…
Los números malvados, aquellos cuya expresión en base binaria tiene un número par de unos, aparecen marcados en verde; los demás aparecen en negro. Si ese día es un domingo, su color se invierte.
Aliphant DCCXCIV Especial Pascua/Ready Player One
¿Puede Spielberg dirigir todavía una «película de Spielberg»? La respuesta está por supuesto en Ready Player One, y no es tan sencilla como pudiera parecer. Spielberg creó un subgénero juvenil de aventuras junto a George Lucas, Robert Zemeckis, John Hughes, Tim Burton o Jim Henson. Es por tanto un tipo de películas en los que el septuagenario se mueve a sus anchas, sin obviamente necesidad de consultar a nadie y el libro de …Ernest Cline, Ready Player One era la excusa perfecta.
Ready Player One evoca un futuro demasiado cercano en el que la sociedad se esconde de la vida real en OASIS, un complejo de juegos de realidad virtual creado por un gran gurú al estilo Jobs. El gurú ha dejado tres pistas para legar el control de su utopía y como en tantos casos, es una carrera entre el bien y el mal y no hay premio para el que llegue segundo. Las pistas requieren revivir la época dorada del fundador, a lo que se suma encantada una nueva generación de post-millenials.
Y sin embargo, Spielberg huye de la egolatría como un gremlin de la luz intensa. En una película donde los huevos de pascua homenaje a la cultura de los 80 van por docenas, las referencias a las propia películas de Amblin han sido severamente limitadas. Y aunque Disney permitió que Starwars fuera mencionada, la saga galáctica corría el riesgo de llevarse demasiado protagonismo y la alusión al Halcón Milenario es lo único que parece haber quedado. No obstante, el material reastante sigue siendo enorme.
No todo es buscar huevos de Pascua, por más que se haya estrenado en Semana Santa. Spielberg usa el lenguaje cinematográfico que le hizo grande, siembra las pistas de forma cuidadosa antes de que sus tramas desemboquen en sus debidas conclusiones con la complicidad del espectador y crea las escenas necesarias de humor y tensión, de ingenio y peligro para atar todos los cabos antes del gran cierre explosivo de triunfo sobre el Mal con mayúsculas, como rige el subgénero.
Como las ondas de un vaso de agua nos anunciaban la presencia de un tiranosaurio, Ready Player One evoca una forma de hacer cine que entusiasmó a toda una generación y tal vez con ella misma a las siguientes.
Continúa la trama en la adaptación oceánica de la famosa It’s a Small World, It’s a Small Continent, refiriéndose por supuesto al continente australiano.
En una sociedad y tiempo adecuados el mito de una persona extraordinaria se realimenta de forma exponencial. Therry Pratchett lo explicaba con el caso del mejor herrero de Lancre. El mejor herrero de Lancre lo es, porque puede hacer cosas de las que nadie más es capaz y es capaz de hacer cosas que nadie más puede hacer porque es el mejor herrero de Lancre.
Hawking nació como cientos de miles de personas en el tercer centenario exacto de la muerte del primer astrofísico Galileo Galilei y cuatro días y trescientos años después del nacimiento de Sir Isaac Newton, el mayor científico de la Historia. Aunque no por casualidad nació en la cuna del saber británico, en la misma Oxford, protegido como la alemana Leipzig de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial por los protocolos de mutua salvaguarda de la cultura, que desgraciadamente no abarcaron más territorio. Los niños y las mujeres embarazadas se refugiaban entonces en la ciudad universitaria.
Ha sabido dejar este mundo en otro día emblemático, un día de Pi para quien amaba profundamente las matemáticas, y en la fecha del cumpleaños de Einstein y en la otra ciudad emblemática del conocimiento anglosajón, Cambridge, donde ocupaba la misma cátedra Lucasian desde donde ejerció el mismo Isaac Newton.
Pero las efemérides sólo realzan la figura de un ejemplo de superación que supo hacer de los últimos días de un desahuciado más de medio siglo de actividad científica y divulgativa. Su terrible discapacidad le abría las puertas que sus propias manos no hubieran podido abrir. Era el sabio de la silla de ruedas y la voz robótica que hablaba de agujeros negros, que viajaba al espacio, actuaba en televisión o publicaba cuentos para niños con su hija Lucy.
Tampoco el Nobel le fue negado como a Gandhi o Juan XXIII. Como le pasó durante décadas al paciente Gibbs o al propio Einstein que fue premiado por explicar el efecto fotoeléctrico mientras su Relatividad sigue siendo hoy una teoría con las primeras predicciones demostradas por la tecnología de un siglo después, las singularidades de Hawking y Roger Penrose no pueden comprobarse, y muy probablemente tampoco las verá probadas en vida el propio Penrose ya octogenario. La radiación Hawking, la hipotética emisión cuántica de los agujeros negros en decadencia tampoco es fácilmente detectable.
Todo llega a su fin, decía el propio Hawking. Y no solía equivocarse.
Una de las grandes mentiras de la geografía escolar es el concepto básico de continente. La definición no puede ser más ambigua y su numeración varía entre 3 y 7 continentes según los intereses de los educadores. Tampoco las placas tectónicas dan demasiada luz en un concepto geopolítico e histórico. En las listas, sólo la Antártida se mantiene, salvo que sólo se haga mención a los continentes poblados de forma permanente.
En nuestro sistema centrado en el mundo conocido por Occidente, se hablaba de las tierras que rodeaban el Mediterráneo donde África era realmente la costa septentrional del desconocido continente. Los límites de Europa no eran más claros, en algún punto de los Urales se unía a Asia, el mayor continente, pero físicamente, la masa terrestre era Eurasia y África, que junto con América y Antártida daban los 3 mínimos. Los americanos por su parte, no tardaron en separar América del Norte y América del Sur como dos entidades diferenciadas a las que se añadió Australia, y de forma más generosa Oceanía, incluyendo todo el sur del Océano Pacífico hasta Hawai y la isla de Pascua.
Al modelo políticamente correcto de 7 continentes (Europa, Asia, África, América del Norte, América del Sur, Oceanía y Antártida) no es difícil añadir el subcontinente indio, y si se trata de un documental de National Geographic, la Atlántida, el continente de Mu o cualquier masa terrestre levitada por la teoría de los antiguos astronautas, aunque antes de llegar a ese extremo, es mejor contenerse. Si hay algo peor que tratar de identificar los cinco continentes, es nombrar los Siete Mares, pero esa es otra historia. O geografía, más bien.
La viñeta es un homenaje a Tres Anuncios en las Afueras de Ebbing Missouri, la película con el título para atragantar a los presentadores de los Óscars como El Secdleto de la Tlompeta lo fue para el jurado del Festival de Ratisbona. La original película protagonizada por una regia Frances McDormand, quien parece más bien Clint Eastwood con mono azul y bandana, pudo ser la ganadora del Óscar como lo fue del Globo de Oro, del BAFTA y casi todos los premios en los que competía con La Forma del Agua.
La popular aria The Last Rose of Summer de la ópera Martha de Friedrich Von Flotow interpretada por Renée Fleming ambienta una de las secuencias más transcendentales de la película como ya consiguió la gran soprano americana cantando en élfico para otras secuencias del Señor de los Anillos.
Aliphant DCCLXXVIII 3 Anuncios en las Afueras de Ebbing, Missouri
Esta vez no hubo fallo, el óscar fue para La Forma del Agua, que consiguió tres premios más para el director, BSO y producción artística y dos óscars más para Coco como mejor película animada y mejor canción. Un gran año para Latinoamérica con la película de habla no inglesa para Chile.
Aliphant DCCLXXXVI Especial Óscars 2018 La Forma del Agua
Resulta difícil despedir al Maestro Forges, ilustrador, guionista y teleco. Los diálogos encadenados de algunas viñetas de Aliphant rinden pleitesía a este insuperable forjador de vocablos absurdos y sinsentidos, de gruesos bocadillos y sencillez monocroma. Tenía la
humanidad de Mingote o Quino, esa preocupación por el bien y el mal que prevalecía sobre los discursos políticos o las tendencias. Su estilo no podía ser más personal, un trazo firme, lineal y sin florituras, prescindiendo de tramas o colores para llegar a la idea de la forma más limpia, y aun así colaboró en algunos álbumes con el también recientemente desaparecido Azpiri con un resultado que sólo podía ser fruto de ambas genialidades.
No se va un referente, porque su impronta persistirá para siempre, pero sí un compañero de viaje en este trayecto de la Historia.
Parafraseando a la segunda película del estudio Pixar, Lee Unkrich hace llorar a las larvas. El director de Coco, la última película del estudio ambientada en la fiesta mexicana de Todos los Santos, remueve las emociones como Peter Docter en la secuencia de arranque de Up y lleva la máxima disneyana de “por cada risa incluye une lágrima” a un balance menos favorable para la comedia. Aun así, la trama de Unkrich y su puesta en escena es lo suficientemente elaborada como para conmover a toda clase de público sin humillarse hasta la ñoñería de Don Bluth o a la tragedia infantil sin reparos de Isao Takahata en La Tumba de las Luciérnagas.
Coco es el homenaje de la americana Disney del siglo XXI al país vecino, en la línea de las producciones originales de Walt de Saludos Amigos o Los Tres Caballeros, donde la admiración cultural se convertía en un sentido hermanamiento con la riqueza escénica y musical de Latinoamérica.
La última entrega de este calendario de StarWars tiene por tema una de sus innovaciones. Por un exceso de confianza de la 20th Century Fox, el contrato con el joven Lucas para la primera película le cedía el merchandising a cambio de un sueldo de director más o menos discreto.
Como cabía esperar, el despliegue de productos derivados de la franquicia hizo de Lucas uno de los hombres más ricos de Hollywood y ya no tuvo que depender de los estudios salvo para la distribución de la películas. La adquisición de Disney de LucasFilm ha inundado el mercado de nuevos productos de StarWars, en gran parte de mayor calidad que los originales pero en una escala macroscópica que reduce el interés para el coleccionista.
Probablemente este calendario de Aliphant sobre el 40º aniversario de la saga tampoco llegue a ser nunca de interés para un coleccionista, pero si hay algo que justificara la creación de la space opera de Lucas fue lo mismo que impulsó a esta serie, algo que ocurrió hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia lejana.
Antes de que en 1982 se cambiara a un sistema de tarifa única por entrada, los parques de Disney, por aquel entonces sólo Disneyland en California y DisneyWorld en Florida, contaban con un sistema de cupones clasificados según el nivel de cada atracción, desde las más sencillas o de “A Ticket” hasta las más espectaculares con el llamado “E Ticket”.
Obviamente la diferencia de precio se justificaba con la mejor experiencia de los parques de tal forma, que la expresión E Ticket se convirtió en un vocablo habitual para el público americano. Cuando a la primera astronauta americana Sally Ride se le preguntó por su experiencia en el espacio, a bordo de la lanzadera espacial Challenger, no dudó en decir que había sido digna de un ticket E. Tres años y ocho misiones después, el desastre del Challenger acabaría con sus siete tripulantes, incluyendo dos astronautas americanas, pero esa, es otra historia.
El sistema de cupones fue propuesto por Walt Disney para evitar el uso del dinero en las atracciones del parque y reducir la sensación de despilfarro que producían las ferias tradicionales. El paso a la tarifa plana sin embargo fue causado por la competencia con Magic Mountain, el parque temático de las franquicias de DC Comics y Looney Toons en Valencia, California.
Nacimiento del compositor francés Erik Satie. De su obra de 1913 de los Embriones Disecados (Embryons dessechés) el tercer movimiento hace referencia a los decápodos, en aquella época clasificados como podophthalma, es decir, los cangrejos y langostas, el segundo trata de los edriophthalma, actuales isópodos y anfípodos y el primero a las holoturias o pepinos de mar, que es el que nos conduce a la viñeta siguiente.
No podía faltar en este marANTón un homenaje al estilo de un artista gráfico consagrado, en este caso, dos, pues el tándem lo forman el artista formado en Disney Juanjo Guarnido y el guionista Juan Díaz Canales. Si bien el éxito tuvieron que encontrarlo en Francia, los dos artistas españoles han encontrado en la adaptación del estilo antropomorfo de Disney a un género noir adulto marcado por un gusto extremo por el detalle pictórico en su serie Blacksad un auténtico filón de reconocimiento internacional. John Blacksad es el típico detective bogartiano resignado a sufrir los gajes de su oficio con la mayor dignidad posible. Además es un fornido gato negro con el hocico blanco con un instinto para encontrarse en el lugar menos adecuado en el momento menos propicio.
Aunque aligerado el tono adulto, Zootrópolis/Zootopia es con seguridad uno de los thrillers con mejor argumento del año, con un homenaje continuo al cine clásico desde El Padrino a El silencio de los corderos, si se quieren ver las similitudes entre la policía Judy Hopps y la agente del FBI interpretada Jodie Foster. Zootrópolis funciona como una comedia de detectives con la confrontación continua entre la agente novata, la conejita Judy y el soplón forzado, el zorro Nick, en un universo furry donde la violencia ha sustituido a los números musicales, que hay que buscarlos –si bien se dejan oír fácilmente- en la otra película estupenda del estudio que compite por el Óscar a Mejor Largometraje de Animación, Vaiana/Moana.
Es posible que las similitudes entre ambos mundos no acaben allí, si se materializa el rumor de la película de Blacksad, pero tiempo requerirá si debe alcanzar el nivel de exigencia de estos grandes autores.
Las vicisitudes pretecnológicas de Memant y Nunant, los antepasados del Pleistoceno de Aliphant y Qoph, tienen su hueco entre las páginas de Aliphant desde tiempo inmemorial, desgranando los pormenores de una actualidad que ya no lo es. Aparentemente.
Pese a no ser tan popular como el principio de incertidumbre de Heisenberg, el principio de Exclusión de Pauli, la delta de Dirac o la ecuación de Schrödinger, la regla de máxima multiplicidad de Friedrich Hund fue un cálculo basado en datos empíricos que allanó el camino de otros científicos. A diferencia de otros físicos pioneros de la Mecánica Cuántica, Hund nunca ganó el Nobel, pero vivió hasta la respetable edad de 101 años.
La Regla de Hund trata la escasa “sociabilidad” de los electrones en los átomos, que no sólo se repelen entre sí por la carga eléctrica sino que se evitan si tienen el mismo estado cuántico. Esa repulsión es tan importante como que garantiza la impenetrabilidad de la materia ordinaria, lo que nos permite tocar las cosas y pisar el suelo, nada menos.
En la cantina de ANT las hormigas responden a fenómenos cuánticos similares, de tal importancia como para crear una viñeta al respecto.
Según la RAE, la diferencia entre barbado y barbudo, es que la pilosidad facial del segundo es superior. Un barbado es aquel que cuenta entre sus preciadas posesiones con una barba y un barbudo es quien disfruta de ella sin avaricia. Un barbado es también cada uno de los vástagos que brotan de las raíces de una planta, y al descolgarse las raíces aéreas de los ficus por los acantilados de una isla caribeña, le dieron el nombre de Barbados.
Barbados se independizó del Reino Unido en 1966, aunque Isabel II se mantuvo como su soberana dentro de la Commonwealth, ha participado en 13 juegos de verano y ganado una única medalla de bronce en la carrera de los 100m, siguiendo la tradición de los velocistas caribeños.
La bandera de Barbados separa dos franjas de azul ultramarino por una banda de oro que guarda un tridente con el mango partido, símbolo de la ruptura con el poder colonial el tridente de Britannia, emblema del Imperio naval británico, entre otras cosas.
El dialecto del inglés local es el Bajan creole, del que se extrae un proverbio de amplio calado: wuh ain’ see you, ain’ pass you. “Aunque creas que has esquivado algo, puede ocurrirte más tarde”.
Cuando una película de ciencia ficción recibe ocho candidaturas al Óscar incluyendo Mejor Película, parece que es el momento de que la Academia recuerde que este género existe y prácticamente, desde la creación misma del cine, desde George Meliès y Segundo de Chomón. Pero es el año de La La Land, así que los heptápodos de ‘The Arrival’ pueden regresar a su planeta con los tentáculos vacíos.
Doce gajos de mandarina espaciales aparcan en zona verde. Pero la mandarina tiene bicho: unos pulpazos heptápodos que de buena tinta quieren comunicarse con Amy Adams, la mejor lingüista americana capaz de destripar todos los topicazos de su oficio, desde el mito de la etimología del canguro a la guerra en sánscrito. Así que Amy se enfunda su mejor bolsa de basura naranja y se enrola en la fantástica aventura de descifrar un lenguaje extraterrestre, más emparentado con la lectura de los posos de café que con las sutilezas del dothraki. La comparación con Stargate es inevitable, aunque la tarea del Dr. Daniel Jackson fuera tan solo de reconstruir las vocales de aquel dialecto del egipcio antiguo hablado por Ra.
Uno de los puntos fuertes del argumento es la radicalización de una teoría lingüística, de cómo llevar al extremo la hipótesis Shapir-Whorf, que establece que cada lengua condiciona la forma de pensar de cada individuo. Aunque a efectos prácticos todo puede expresarse en cualquier lengua humana, las herramientas son diferentes en cada idioma. Algunas lenguas dan especial importancia sobre los tiempos y la finalización de los actos. Otras, resaltan de dónde procede la información, si se conoce de primera mano o a través de terceros. A la hora de obtener nuevos datos, las prioridades pueden variar debido a estos conceptos.
Lo que se resume a efectos cinematográficos en emoción a raudales con alguna explosión.
Sin candidatura a mejor vestuario, es posible que The Arrival haya llegado hasta donde podía, aunque suyo es el mérito de divulgar una de las teorías lingüísticas más interesantes.
Si en una composición uno o varios helicópteros acompañan como un instrumento musical más a los violines, o se trata del Helikopter-Streichquartett (Cuarteto para cuerdas y helicópteros) de Karlheinz Stockhausen o es una representación de Miss Saigon.
“Miss Saigon” es el segundo drama musical más exitoso de Claude-Michel Schönberg, lo que no es decir poco, teniendo en cuenta que es el compositor de “Los Miserables”. Actualización escénica del argumento de la ópera de Puccini Madama Butterfly, donde la Nagasaki de principios del siglo XX dio lugar al Saigón de finales de la guerra de Vietnam, y al contrario que la otra adaptación moderna famosa de una obra de Puccini que es “Rent” desde “La Bohème”, no hay uso alguno de los temas del maestro de Lucca.
Siguiendo el estilo de Schönberg, es decir, del propio Claude-Michel y no del dodecafónico Arnold, toda la trama se narra evitando recitativos y partes no cantadas y la presión de la escena recae sobre la pareja protagonista del drama Chris y Kim, aunque el personaje conocido como El Ingeniero lleva toda la carga cómica. La soprano filipina Lea Salonga, conocida como la cantante en versión original de Aladdin y Mulan, se adueñó del papel de Kim desde 1989 cuando contaba con la edad que tenía el personaje, apenas 17 años.
El tema principal de Chris, el soldado americano enamoradizo, “Why, God, Why?” se retoma en la famosa escena del segundo acto del helicóptero de la evacuación de Saigón, clímax de la separación ausente en la ópera, pero de gran impacto en el musical. Y allí es donde aterriza la viñeta de hoy.
De haberse perseverado en la sílaba, el título hubiera servido de parque temático en conmemoración de las hazañas de Massiel, pero se conformaron con algo menos, y hablando de conformarse, hasta aquí habrá de leer el lector que evite conocer algo más de la trama, pues arduo es defender este argumento sin entrar en pormenores.
El arranque en clave flash-mob, esa entelequia audiovisual que trata de saciar las imperiosas necesidades de la población deseosa de cantar y bailar en grupo más allá de lo que permite la ducha o el camerino de su vehículo, lugares que posiblemente hagan más justicia a sus habilidades canoras por su privilegiada acústica, pero no dan espacio suficiente a sus riendas coreográficas, es un guiño a una generación criada con musicales de Disney.
Pero el argumento, no poco denostado en estos días, tiene el acierto de contar lo que no ocurrirá, de narrar lo que podría haber sido y no fue, de cómo los intereses individuales acaban con las relaciones porque, si bien perseguir los sueños tiene un alto precio, ¿cuál es el coste de renunciar a ellos? La La Land plantea esa irrealidad de las hipótesis no futuribles en clave musical, de La, posiblemente en una argamasa de canciones pegadizas, estereotipos reconocibles y una puesta en escena donde la coreografía de la cámara es aún más complicada que la de los bailarines. La superficialidad en los musicales se presupone, como el valor en la Legión, salvo tal vez en los de Esther Williams que se mantenían entre dos aguas, pero es un lenguaje cinematográfico eficaz para transmitir emociones en lugar de eventos.
Apenas diez películas musicales han ganado el Óscar a mejor película en 88 ediciones. Algunas se llevaron hasta los asientos del auditorio, como West Side Story o despertaron añoranza por el género, como Chicago, pero nunca se han apartado del todo de las carteleras. Con sus catorce candidaturas, se presenta la ocasión de ver si este autohomenaje, este selfie del cine clásico musical trasladado a nuestra era, es capaz de llenar la Ciudad de Estrellas.
Aliphant DCCXXIX Especial San Valentín 2017: La La Land
Que se apague una vida como la del musicólogo José Luis Pérez de Arteaga es como ver arder una sección entera de la Gran Biblioteca de Alejandría. Pero no solo eran sus conocimientos musicales y su capacidad de hilvanar hechos y fechas en un discurso tan fluido y melodioso que no en pocas ocasiones superaba aquello que fuera a sonar a continuación lo que hacía de su longevo programa de radio «El Mundo de la Fonografía» un regalo para los sentidos. Era su entusiasmo inagotable por lo que estaba narrando, su voz juvenil de 66 años y el amor a su trabajo lo que hacen inconcebibles que ya no comentará el Concierto de Año Nuevo un año nuevo más o concluirá aquellos ciclos tremendos que sólo él podía acometer.
Pérez de Arteaga era un conocido amante del cine que, con todo el repertorio fonográfico en mente, eligió de cabecera para su programa el tema de Franz Waxman para la película Rebecca de Alfred Hitchcock, una sintonía que evocaba la radio de décadas atrás y una turbulenta historia donde la memoria cobra especial protagonismo.
Y eso sí, todo el mundo sabe que el concierto no ha terminado, desde Laponia hasta Burkina Fasso. Lo saben los consumidores de aciclovir, los fabricantes de tramadol y hasta los adeptos al ácido ibandrónico…
Aliphant DCCXXVIII Homenaje a José Luis López de Arteaga en Rebecca
Cualquier serie que se precie debe saber dar una vuelta de tuerca que facilite la renovación de otra temporada. Cuando las vueltas son demasiado estrafalarias y evidencian la desesperación de los guionistas para no cambiar de empleo, se dice en el mundillo que se ha saltado el tiburón, por una escena de la quinta temporada de la sitcom americana Happy Days, donde el protagonista que practica el esquí acuático debe superar un escualo que se hallaba en su trayectoria.
En tiempos más recientes, se usa la expresión “to nuke the fridge”, usar una bomba nuclear contra un frigorífico, en clara referencia a la cuarta entrega de Indiana Jones.
Aliphant ha saltado ya un tiburón hace unas cuantas viñetas y es cuestión de tiempo que sobreviva a la nube hongo, pero de momento el giro argumental es por necesidades del guion, valga la paradoja.
El concepto del hiperespacio en la ciencia ficción es un filón inagotable para los más diversos autores del género, permite reducir los tiempos de desarrollo de los argumentos, ampliar el factor sorpresa y cómo no, crear tiempos muertos donde potenciar con diálogos lo que no se puede justificar con acciones. Aunque los científicos dudan de la posibilidad de que algún día exista una tecnología que nos permita aprovechar los puentes espacio-temporales, no por ello han de renunciar nuestros escritores a la posibilidad de ir donde jamás otro libro ha llegado.
Las representaciones del hiperespacio en la literatura hacen hincapié en las malas sensaciones que producen sobre los protagonistas: mareos, desorientación, mutaciones, efectos de Valerio Lazarov, visión de protector de pantalla, etc. Pero no suelen ser muy explícitos a la hora de expresar el aspecto visible del interior de un túnel de gusano… lo más probable es que el estiramiento de la materia al entrar en el hiperespacio haya aniquilado a cualquier ser vivo, pero si pudieran ver algo, es justo lo que necesitaríamos para plasmarlo en cualquier serie del género.
El campo estrellado en fuga de Star Wars es una de las representaciones más clásicas del hiperespacio, y la nave corelliana El Halcón Milenario, un verdadero portento de la técnica para aprovechar con velocidades absurdas estas vías de escape, así como una metáfora muy útil de cómo las apariencias engañan.
CALENDARIO ALIPHANT FEBRERO Febrero de 2017
Febrero de 2017
Película:
La Guerra de las Galaxias (StarWars IV. A New Hope, 1977)
Si ya de por sí suena extraño que el tejido de nuestra realidad no sea otro que un sueño de Antonio Resines, más lejos aún iríamos si fuésemos parte de una novela de George R, R. Martin, donde ni el apuntador puede contar con llegar a la jubilación anticipada. Su Canción de Hielo y Fuego se convirtió en una de las series más exitosas de la Historia sin haber podido completar las series de novelas que forman el hilo argumental. En Japón suele ser frecuente que los dibujantes o mangaka se vean superados por los creadores de la animación o animé, por lo que en numerosas ocasiones se desvían de las intenciones de los autores originales. La serie, que ha ido devorando los pesados volúmenes de fantasía empezando por el primero que le da nombre, Juego de Tronos, ha requerido pautas futuras aún no escritas y ha llegado a poner los argumentos en manos de guionistas que sigan las directrices del creador de las tramas. Y es que todo es un enorme negocio en esta saga de crueldad, violencia, familias disfuncionales y más homicidios que el pueblo de Jessica Fletcher.
Winter is coming. Abríguense…
Se trata de la primera película del mundo de Rowling donde los espectadores no han tenido acceso al argumento y toda la información procede de lo que se proyecta en la pantalla, lo que es por otra parte habitual en la mayor parte de las producciones. Habrá que acostumbrarse.
La puesta en escena en el Nueva York de los años 20, permite comparar una época en la que la secreta sociedad mágica y la no mágica no diferían tanto en hábitos y costumbres, pero donde también la brecha entre la tecnología y la magia era mucho mayor. En la época de Harry Potter, los magos parecen haberse visto atascados en otra era, tal vez por voluntad propia, como una comunidad Amish. Y aunque no exenta de humor y paradojas, tal vez el mayor acierto es que el protagonista Newt Scamander es un tipo raro hasta para ser mago y sin embargo más abierto y avanzado que los supuestos personajes normales.
El diseño de esta primera producción de cinco en la que J.K. Rowling colabora como guionista y productora es extraordinario por los detalles, por la presentación elegante de una época más estética, influida por el modernismo y el art déco, por huir de la épica de la primera saga en favor de un mensaje más conciliador con la misión de un zoólogo defensor de la naturaleza que busca comprensión dentro de una sociedad preocupada por su propia supervivencia.
Aliphant DCCXIV Animales Mágicos y Dónde Encontrarlos
En el mundo del cómic existen dos axiomas inamovibles: el tío Ben de Spiderman está muerto y dado un universo n-dimensional de infinitas dimensiones replegadas sobre sí mismas, no existe dimensión alguna donde la tira de Fred Basset tenga gracia alguna. De hecho, no puede considerarse una tira cómica, simplemente, es una tira.
No obstante, es mérito de Robert Kirkman y Tony Moore que, desde sus páginas en blanco y negro de The Walking Dead allá en 2003, revitalizaran un género de horror casi olvidado como es el de los muertos vivientes, y ya no sólo en sus viñetas, sino en series de éxito mundial y películas que han aprovechado el filón, desde el género romántico adolescente en Warm Bodies a la fusión de modas de runners e infectados que es El Corredor del Laberinto.
Destronando a los sempiternos vampiros que han mantenido su hegemonía desde Nosferatu a las crepusculares sagas de Stephenie Meyer las cuales, mediante su poderoso influjo, convierten por llana comparación a la guía telefónica de Cuenca en literatura isabelina, el género de zombies está en pleno apogeo. No es de extrañar que estén de moda, dado que, por las condiciones que reúnen estos seres reanimados, está claro que viven por encima de sus posibilidades.
La merma de sus facultades verbales, mentales e incluso psicomotrices dificultan la construcción de antagonistas complejos y de villanos hábiles fuera del mundo político, pero tal vez el acierto de esta serie es la premisa de que los peores enemigos se hallan siempre entre los vivos.
Una de las fuentes de inspiración reconocidas -aunque tal vez sin necesidad alguna, por la obviedad- de las tiras de Aliphant, son las portadas de los álbumes de Ibáñez que fuerzan ciertas normas de creación: una única viñeta, información no explícita detonante de la situación expuesta y un desenlace incierto de la acción que probablemente desemboque en desastre. Suelen ser así las tiras de encargo de un simulador, como el caso que nos ocupa.
De doctores extraños andamos bien servidos por estos lares, pero a los guionistas americanos les sigue pareciendo una fuente de sorpresa y novedad.
Contaba en una entrevista Dame Maggie Smith que un niño se le acercó una vez y la reconoció como Minerva McGonagall, la profesora de la asignatura de Transformaciones de Harry Potter, y le preguntó si era de verdad un gato, dada la capacidad de su personaje de metamorfosearse a voluntad en dicho animal. A la actriz le salió un «Pull yourself together!», una especie de «¡Sobreponte!», tal vez procedente de un raro concepto británico en el que alguien puede levantarse tirando de los cordones de sus propias botas, y un tanto sorprendida por la ingenuidad de la criatura.
Lo cierto es que una actriz tan valorada consiguió ser reconocida a nivel planetario gracias a uno de los personajes más interesantes de J.K. Rowling, el de la veterana segunda de abordo del omnipresente Dumbledore.
La nueva compañera de viaje de Aliphant comienza a sentar las bases de los que será su relación… o no.
del mangaka Monkey Punch – pseudónimo de batalla de Kazuhiko Kato. Lupin III, nieto del bandido galante Arsène Lupin es un Kaito, su equivalente japonés algo más cercano a Takeshi Kitano que a David Niven. Miyazaki había animado episodios de la serie y cuando le tocó animar la película tomó ciertas licencias que ya apuntaban a lo que sería su cine. No obstante, reniega de esta ópera prima y de los dos episodios restantes con los que concluyó la serie.
Miyazaki cambió el tono más adulto de la serie para acercarlo a todos los públicos, con un ladrón más enamoradizo que mujeriego, algo menos de violencia y un estilo más redondeado en sus trazos. Hay artefactos voladores y un Fiat 500 animado con toda su pericia y la recreación del ficticio enclave de Cagliostro recuerda a escenarios y vestuario de Nausicaä o El Castillo en el Cielo. Spielberg mostró su entusiasmo por esta película, aunque es probable que no se le resista cualquier filme que incluya mecanismos centenarios ocultos que funcionen a la primera, y Cagliostro esconde mucha relojería.
El segundo mayor éxito de Robert Altman después de M.A.S.H. fue una película que también ha tenido una adaptación a la televisión aclamada por la crítica y el público. Gosfold Park se convertía en Downtown Abbey de la mano del mismo guionista, Lord Julian Fellowes, quien ganó el Oscar por la película de Altman y el Emmy por el guión de la serie. Una constante que también se repite es que hay tantos lores, sires y damas en la ficción como entre los propios artífices. La producción británico-americana reúne algunas de las más notables figuras de la interpretación británica y sus correspondientes, aunque lógicamente, menos purpurados, equivalentes estadounidenses.
La puesta en escena en la mansión de una familia aristocrática en pleno declive de las clases georgianas ha tenido nutridos antecedentes en el pasado. Tal vez la principal diferencia es que en Downtown Abbey no hay luchas internas por el poder y que los miembros de la familia afrontan juntos las vicisitudes del cambio de era más al estilo de La Casa de La Pradera que al de Dinastía o Falcon Crest, si bien no andan exentos de tragedias o dramas habituales en las sagas.Las tramas entre el servicio sí cuentan con algunos villanos que han ido creando sus propias líneas argumentales a lo largo de las seis temporadas que completan la serie, y es que, por gajes de oficio, son estos criados más snobs que sus señores.
De entre sus personajes, el más alabado es el interpretado por Dame Maggie Smith, la Condesa Viuda de Grantham, una digna reliquia de la época victoriana que lamenta no haberse equivocado nunca y que, a pesar de viajar en automóvil, desconoce otros conceptos básicos modernos como los fines de semana.
Uptown Alley es la serie de moda en ANT, gracias al empeño de Lady Kathy McGatagall, la persona de contacto de Aliphant en su investigación sobre los guiones robados.
En alemán, un librillo doblado en forma de acordeón es llamado Leporello, en honor al célebre sirviente operístico que, de tal guisa, llevaba el registro de las amantes de Don Giovanni. Inspirado por el Burlador de Sevilla de Tirso de Molina, la historia del donjuanesco galán y su condena a los infiernos, Mozart creó una de sus más geniales partituras de ópera y tan apropiada para Todos los Santos como El Cascanueces de Chaikovski es para la Navidad. Con rasgos de comedia negra y épicas contiendas a espada, el mismo colectivo romántico que se inventó el enfrentamiento Mozart-Salieri, la rivalidad de Felipe II y su maltrecho hijo el Infante Don Carlos y la primera comunión de Joan Collins, no tardó en idealizar la figura de Don Juan como un héroe adelantado a su tiempo, un emblema de libertad y lo que es más curioso, defensor y admirador de la mujer, a pesar de todas las contradicciones. El mismo Kierkegaard, que todos con ansia leemos, defendía esta historia y llegó a estimar que la cantidad de mil tres españolas en la lista de conquistas de Leporello no podía ser fruto de la rima o del azar y que o bien era un indicativo de una lista incompleta o bien procedía de la historia original, que a todos los efectos, no incluía referencia alguna a un registro de amantes de Don Giovanni.
Sea como fuere, hay que tomar nota de las moralejas: jamás invite a una estatua a cenar y compre óperas del siglo XVIII, Las Bodas de Fígaro sin ir más lejos o la que anuncian de Martín y Soler, el llamado Mozart Valenciano.
¡Feliz Halloween!
Aliphant DCCVIII Especial Halloween 14: Don Giovanni
La doble vertiente de la actriz e inventora austro-húngara Hedy Lamarr ha sido motivo de inspiración para generaciones. Siendo parte del star system de Hollywood con el papel protagonista de la versión clásica de Sansón y Dalila – hizo de Dalila, si cabe alguna duda- tuvo su momento decisivo cuando su país de acogida, Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial. En lugar de vender bonos de guerra y visitar a las tropas, decidió que su mejor aportación al frente sería en el laboratorio, desarrollando sistemas de guiado por radio de los torpedos. En aquella época el miedo a que los canales de guiado fueran interceptados limitaba el uso remoto de este tipo de armamento naval. Lamarr desarrolló una aplicación de salto de frecuencia sincronizado que evitaba estos ataques y mejoraba la comunicación en caso de ruido a unas frecuencias determinadas. El sistema de modulación en frecuencia sigue usándose hoy en día en blutooth y comunicaciones inalámbricas, por lo que la aportación de una de las mujeres más bellas del Hollywood dorado que durante años figuró en las portadas de las cajas de CorelDraw, sigue en vigor.
En la viñeta de hoy entra en juego una actriz de amplio recorrido, mezcla del espíritu de Lamarr y de otra exitosa actriz de mayor fortuna con los medios.
La confrontación canora de las jotas de picadillo resuelve con mucho humor y no menos ingenio el duelo entre dos cantantes.
Siguiendo la tradición de las viñetas de Aliphant, la jota de esta viñeta atiende al universal dilema de la capacidad de multitarea y la serialización de operaciones.
Felices pilares.
Por extraordinaria que sea la capacidad de una película de sumergirnos en el universo creado por sus artífices, la duración finita hace concluir la experiencia y cerrar el vínculo con los espectadores de una forma abrupta. Las secuelas, lejos de favorecer la perpetuación de las tramas e historias, crean en su mayoría la sensación de que nunca debió de extenderse la narración más allá de la primera entrega. Y sin embargo, el público se siente en la necesidad de continuar aquello que le ha divertido o distraído, porque una nueva realidad se construye a partir de cada ficción.
Las series televisivas como fenómeno audiovisual han ido adquiriendo unos niveles de calidad y presupuesto que superan con
Aliphant DCCV continuará….
creces muchas de las producciones cinematográficas, aunque son derrotadas a su vez por las producciones de videojuegos. Las series permiten que sus personajes evolucionen o desplieguen todo su potencial en las más diversas situaciones. No en vano, el show debe continuar y mientras haya público, habrá guionistas capaces de darle una nueva vuelta de tuerca a cada episodio. Las series clásicas fueron homenajeadas hace unas cuantas viñetas, pero ahora, llega el momento de tratar, tal vez con un tono más de parodia, las producciones que llenan ahora las pantallas.
Las series mencionadas por la comandante Aypbee son las víctimas de esta nueva trama aliphantiana.
Las seis letras GHIBLI representan las seis semanas del mes de octubre, divididas entre tantos segmentos como días tiene cada una de las semanas del mes.
En 1997 las condiciones económicas del estudio Ghibli permitieron a Miyazaki crear la película que siempre había querido hacer con los medios que requería, como el equivalente a Fantasía para Walt Disney en 1940. Si bien la gran Rumiko Takahashi, posiblemente la autora que mejor ha explorado el género fantástico en el periodo Muromachi, ha sabido desplegar con Inuyasha una epopeya de dimensiones épicas, la Princesa Mononoke de Miyazaki no se queda rezagada en su retrato de un Japón medieval mágico donde demonios y cruentas batallas tratan de decantar el fiel de la balanza entre bandos rivales.
Sin embargo, mientras en Inuyasha se trata de una lucha entre el bien y el mal, los conceptos de Miyazaki nunca son tan maniqueos. La sociedad primitiva y natural, protegida por entes místicos combate con la civilización industrial fundada por supervivientes del Imperio, que tratan de rehacer sus vidas luchando contras los prejuicios que les llevaron a su exilio. Hasta allí sería similar al enfrentamiento de La Flauta Mágica de Mozart, donde el presunto antagonista atiende a razones legítimas. Además, guerreros samuráis y emisarios del Emperador irrumpen en la escena como un nuevo frente, al que se añade el verdadero protagonista de la película, el príncipe Ashitaka.
Ashitaka era el título original de la película, y el hilo conductor se basa en la evolución de este personaje, que a diferencia de Mononoke, está tratando de entender todas las facciones del conflicto y, de paso, encontrar la cura para la maldición que le está consumiendo.
La violencia de las escenas de Mononoke, más comunes en el cine de Otomo o en el propio Inuyasha que en el de Ghibli, trata de crear un ambiente de destrucción de una era ya de por sí convulsa y degradada por las guerras civiles y la pérdida de las tradiciones simbolizada en el Espíritu del Bosque.
Algunas historias comienzan de la forma más sutil. Como granos de arena que se desmoronan de un pequeño montículo en la playa, al son del vaivén de las olas que, barrido tras barrido, borrarán todo rastro de su orden anterior. Y otras veces son trending topic desde el minuto cero.
Esta historieta, en viñetas impares, no comenzó un lunes.
En 1989 y gracias al merchandising de su éxito anterior Mi Vecino Totoro, el estudio Ghibli se permitió dedicar 16 meses a la elaboración de otra adaptación de Miyazaki: Majo no Takkyubin (Nicky La Aprendiz de Bruja, en España y de forma, harto más confusa, El Delivery de Kiki, en Argentina).
Argumento aparte, la historia basada en una novela de la japonesa Eiko Kadono trataría de la búsqueda de la identidad personal tras la superación de los baches existenciales y creativos que terminan forjando el carácter. Si se atiende a la narración, es el relato de una niña de 13 años que debe pasar su rito iniciático como bruja, constituyéndose como autónoma en una empresa de mensajería con la escoba voladora como principal activo de su parque móvil.
Como es habitual en las adaptaciones de Miyazaki, la autora se molestó seriamente por los cambios sobre su idea original, pero tras el éxito de la película limó las asperezas, escribió tres secuelas más a la historia e incluso vio razonables los injertos steampunk de Ghibli.
En Japón, aunque el nombre original de la protagonista Kiki no era tergiversable, estuvieron a punto del litigio por el uso de la palabra Takkyubin en el título, que literalmente significa “el Takkyubin de la Bruja”. Takkyubin es el nombre comercial de una empresa de reparto japonesa e Isao Takahata no sólo consiguió convencerles para usar su nombre como sinónimo de servicio de mensajería sino que además los convirtió en patrocinadores. Al parecer, fue la única pero provechosa colaboración del otro director de Ghibli en la película.
A nadie le extrañará que la obra maestra del arte irlandés sea un códice magníficamente ilustrado hace 1.200 años en la abadía de Kells custodiado en el Trinity College de Dublín. Podría rivalizar en antigüedad con el libro de escolaridad de Joan Collins, pero sería de Inglaterra y no es de pergamino. El libro, es decir.
En el milenio siguiente, no es que los irlandeses hayan desistido del afán de superación pero aspiraron a otras cumbres como la literatura, los jersey de lana de Aran y la destilería de bebidas alcohólicas de diversa índole, color y textura.
La viñeta es un homenaje a la famosa lámina chi-rho del Libro de Kells, en la que la rho uncial ha sido sustituida por la primera letra del alfabeto ántico. Y para celebrar las 700 viñetas, se ofrece a todos los lectores que amablemente lo soliciten y que tengan la paciencia de recibir 1,56MB de fichero adjunto, un facsímil de la página antiana salvado antes del vandalismo qophiano.
La asimilación del complejo de culturas celtas con la hechicería amalgamó usos y costumbres en una hibridación de modestos resultados. A pesar de sus conocimientos astronómicos, por lo único que echaban en la gran pantalla cada noche, el calendario celta carecía de la precisión del modelo juliano, con ciclos de compensación de 30 años para mantener su carácter lunisolar.
Tampoco su sistema de numeración se prestaba para una aritmética competitiva, con los entramados de base veinte, medias centenas y sustracciones, por lo que, como ocurre actualmente en las lenguas celtas restantes, utilizaban el sistema verbal tradicional para contar y uno posicional simplificado para poder operar con cantidades. Los calendarios híbridos galo-romanos como el bronce de Coligny no sobrevivieron y el mundo conocido terminó adoptando el calendario juliano hasta que fue mejorado por el papa Gregorio Magno.
Septiembre de 2016
Película:
Majo no Takkyubin (Nicky La Aprendiz de Bruja, 1989)
Calendario lunisolar celta galo-romano, con dígitos romanos y nombres en gaélico. Los días de la semana empiezan en lunes (Di-Luain) a domingo (Di-Dòmhnaich). Como el calendario celta requiere empezar el mes en luna nueva, los dígitos están desplazados un día, siendo el 1 de septiembre el 29 del mes Eilmì y como primero del mes Aodhrain el 2 de septiembre.
Los juegos de realidad aumentada tuvieron sus primeros éxitos con la integración del GPS en el proceso de interacción entre el mundo real y el virtual. Más adelante, en entornos controlados como el Magic Kingdom de DisneyWorld o el área de Harry Potter en Universal Estudios, la capacidad de influencia del usuario sobre la parte física con animatrónicos y efectos visuales animados alcanzó nuevas cotas de entretenimiento.
Pero de las inocentes búsquedas de pistas y movimientos de varita mágica se ha pasado a cazar nuevos monstruos en plena calle, como si no hubiera bastante con los que no se dejan cazar. La situación llega a extremos divertidos, como un grupo de niños en el supermercado, que a falta de consolas o móviles propios, jugaban a imaginarse que podían ver a sus seres digitales a ojo desnudo, lo que no deja de ser el siguiente paso evolutivo de esta historia. Realidad aumentada proyectada sin intervención del usuario.
Aliphant y Gimelant lo llevan con la dignidad necesaria, o eso les parece.
A mitad de camino entre La Sirenita y ET el Extraterrestre, Ponyo en el Acantilado (Gake no Ue no Ponyo, 2008) es una fábula muy peculiar, al puro estilo Miyazaki, sin villanos reales y donde la magia está al servicio de la estética más que de la propia trama.
La historia trata de una deidad marina pisciforme que se convierte en humana por propia voluntad tras hacerse amiga de un niño japonés. La música de este proyecto es épica, wagneriana por momentos y siempre pendiente del líquido elemento. Los dibujos alternan las formas más elaboradas de Kazuo Oga con técnicas de cera casi infantil, en un realismo mágico donde prácticamente nada se cuestiona. A pesar de desarrollarse parte de la trama en un asilo de ancianos de la costa, no es el mundo de los adultos el que guía los pasos de los protagonistas, sino un veleidoso estado del mar, que rige los destinos de los habitantes de Fukuyama, en la prefectura de Hiroshima, costa que se convirtió en una de las más solicitadas por los inversores inmobiliarios tras el éxito de la película.
Miyazaki quiso crear una segunda parte, pero el productor ejecutivo del estudio, Suzuki, le aconsejó dedicarse a su última película, El Viento se Levanta.
A mitad de camino entre La Sirenita y ET el Extraterrestre, Ponyo en el Acantilado (Gake no Ue no Ponyo, 2008) es una fábula muy peculiar, al puro estilo Miyazaki, sin villanos reales y donde la magia está al servicio de la estética más que de la propia trama.
La historia trata de una deidad marina pisciforme que se convierte en humana por propia voluntad tras hacerse amiga de un niño japonés. La música de este proyecto es épica, wagneriana por momentos y siempre pendiente del líquido elemento. Los dibujos alternan las formas más elaboradas de Kazuo Oga con técnicas de cera casi infantil, en un realismo mágico donde prácticamente nada se cuestiona. A pesar de desarrollarse parte de la trama en un asilo de ancianos de la costa, no es el mundo de los adultos el que guía los pasos de los protagonistas, sino un veleidoso estado del mar, que rige los destinos de los habitantes de Fukuyama, en la prefectura de Hiroshima, costa que se convirtió en una de las más solicitadas por los inversores inmobiliarios tras el éxito de la película.
Miyazaki quiso crear una segunda parte, pero el productor ejecutivo del estudio, Suzuki, le aconsejó dedicarse a su última película, El Viento se Levanta.
ALIPHANT DCLXXXIII Especial Starwars Episodio VII
En un ejercicio similar al que el director J.J. Abrams rindió a los aficionados de Star Trek, el séptimo episodio de Starwars es más bien un remake respetuoso con la trilogía precedente, donde la nueva generación muestra su admiración e incluso fanatismo hacia los creadores del mito y su leyenda, en tantos planos como le fuera posible: personajes, tramas recurrentes, escenarios, música e incluso sentido del humor. Lejos del pomposo esplendor de la República galáctica, de los fastos bélicos, de la taimada política de pasillo y de la colección de superhéroes jedis de la precuela, Episodio VII vuelve a las historias de la gente corriente que tiene un lugar destinado en esta epopeya y que, por esa misma razón, centra la serie de acontecimientos que se está narrando.
La jota de Las Espigas de Oro, vulgarmente conocida como Los Labradores, es probablemente la jota navarra más querida por los aragoneses, lo que no necesita más para convertirla también en aragonesa. Cuenta las posibles razones para la extraña circunstancia en la que los operarios agropecuarios finalizan su jornada laboral haciendo vibrar de forma armónica su tracto laríngeo. La razón no es otra que una perspectiva de recolección de gramíneas que cubra los cupos estipulados por la Unión Europea.
“Por qué vienen tan contentos los labradores
Que cuando vienen del campo, vienen cantando”
No obstante, la viñeta de hoy se queda en la primera estrofa, a modo de trama inconclusa. Por deferencia al origen de esta jota, Aliphant se traslada hasta una comarca más cercana, de la que no es necesario dar el nombre. Que lo diga ella, si quiere. No, eso era de La Dolores.
El subgénero pictórico de los talleres de artista nació tal vez como un alarde de la pericia del autor en la ejecución de cualquier temática o género existente. También podían funcionar como inventarios reales o imaginarios de una pinacoteca o sala de exposición y para su realización se solía trabajar en grupo, dada la ingente cantidad de trabajo que suponían. Si bien el cuadro de Colbert es el más popular del tema, no es tal vez un modelo típico del género, sino su apoteosis expresiva, como El Quijote lo es de las novelas de caballería, pero esa es otra historia.
La Alegoría de la Vista, que forma parte de la colección de El Prado de las representaciones figurativas de los sentidos, es un trabajo de Rubens en colaboración con Jan Bruegel el Viejo. Pertenece éste a una familia de pintores, al ser hijo de Pieter Breughel el Viejo, que se cambió el apellido en sus firmas a algo más pronunciable en 1559, afectando con ello tanto a este hijo como al mayor, Pieter Bruegel el Joven, que era sin embargo más viejo que Jan el Viejo y que su sobrino Jan el Joven.
El estilo del maestro Rubens solía partir de una impregnación gris perla, lo que le diferenciaba del maestro Rembrandt, que optaba por tonos cálidos, ocres y amarillos. Su estilo -y el de su taller- combinaba sus pigmentos sin líneas aparentes, en una suavidad de trazo imperceptible y un formidable control de la luz.
La viñeta de hoy recuerda que con el conveniente nivel de aburrimiento se puede acabar hablando hasta con los cuadros. O al menos, es como termina la pobre Anna en Frozen ante la indiferencia protectora de su hermana Elsa.
He aquí el cuadro de cuadros.
Aliphant´s Alegoría de la Vista por Rubens y Jan Bruegel
Nace Mrs. Elva Miller, tal vez la cantante profesional que peor interpretó Moonriver así como Yellow Submarine o Downtown. Su vibrato era comparado al ruido de las cucarachas al rebuscar en la basura. Su legado es tal vez sólo comparable al de Florence Foster Jenkins, aunque esta última no se contentó con la música ligera y se ensañó con la ópera.
El sorprendente mecanismo de Anticítera rescatado de un naufragio a finales del siglo XIX y de la estantería polvorienta de un museo a mediados del XX demostró que la ingeniería griega era algo más que mitos y relatos. Una vez combinados los engranajes oxidados y reconstruidos los dientes corroídos como la sonrisa de un inglés se demostró que se trataba de una calculadora astronómica aunque de pequeñas dimensiones. El mecanismo permitía calcular la equivalencia entre el año egipcio y el griego, algo sin rival como herramienta diplomática hasta que el gobierno chino comenzó a regalar osos panda. Incluso los meses egipcios aparecían transcritos al alfabeto griego, al estilo de la piedra Rosetta.
Para desmitificar el aparato, el mecanismo se basaba en la conexión de ruedas dentadas, una forma sencilla de evaluar el mínimo común múltiplo entre dos cantidades. Analizando la frecuencia de aparición de los astros en determinadas posiciones se puede evaluar cuándo se producirán los eclipses, fases lunares y demás movimientos aparentes. Incluso las aceleraciones explicadas por las leyes de Kepler eran corregidas por desplazamiento del eje de rotación de las ruedas. Sin embargo, la imprecisión en los sistemas de fabricación de los engranajes y los errores en las mediciones de la astronomía antigua hacían del mecanismo de Anticítera un invento tan ambicioso como inexacto.
De otro producto griego como el yogur, el pintor cretense afincado en España Doménikos Theotokópoulos trata el calendario de hoy.
CALENDARIO OCTUBRE 2015
Octubre de 2015Cuadro: El Caballero de la Mano en el Pecho (Doménikos Theotokópoulos, el Greco (c.1580)Viñeta: Aliphant DCXXVCalendario:
Reproducción del mecanismo de Anticitera, calculadora de calendario de la Antigua Grecia. Los siete diales señalan los días de la semana, empezando por la aguja con la bola a las 6h, que es el jueves y en sentido horario. Cada bola se sitúa sobre el hueco correspondiente al número de días del mes que son de ese tipo.
ALIPHÉMERIS 13/09/2015 o 256º día del año (100 en hexadecimal) Día Internacional de los Programadores, sea de vídeos, eventos o aquellos aparatos diseñados para pensar por sí mismos que son los ordenadores, y que siguen siendo -y esperemos que por muchos años- ordenados.
ALIPHÉMERIS 12/09/1943 Cumpleaños de Michael Ondaatje, poeta canadiense nacido en Sri Lanka y autor de la novela El Paciente Inglés, sobre el conde húngaro real Almassy, que ni era inglés ni paciente.
http://www.aliphant.es/images/593_jpg.jpg
En nuestro tiempo se dan por obvios muchos convencionalismos: la notación matemática, la escala de colores, los semáforos… Obviar un semáforo es motivo de sanción, mientras que obviar la notación matemática puede tener consecuencias aún más catastróficas, basta con confundir un separador de miles con uno de decimales. Otra convención es la medición del tiempo. La era común, cristiana o Anno Domini resolvió en el siglo IX un grave problema de organización internacional. Todas las civilizaciones han necesitado medir el tiempo y los criterios, si bien diversos, se han apoyado en una fecha relevante, como la fundación de una ciudad, Ab urbe condita en Roma o los años de reinado de un monarca, como en Japón. Los cambios de monarca por el inevitable relevo generacional o incluso de dinastía y línea de sucesión presentaban problemas de continuidad que se resolvían con listas de reyes, como la recopilada por Manetón para el Antiguo Egipto. Un evento se fijaba temporalmente con el año de reinado, estación y día, pero para calcular más allá, era necesario conocer las duraciones de los reinados anteriores. Los numerales también tuvieron una aplicación relativamente reciente: en Egipto los reyes tenían cinco nombres, por lo que no solía repetirse ninguno. También los romanos solían cambiar su nombre al convertirse en emperadores, por lo que procuraban no repetirse, al menos hasta el siglo III. La imitación es una forma de homenaje, pero tendieron a buscarse un nombre propio para pasar a la posteridad. En el Imperio bizantino, en cambio, muchos emperadores querían refrendar su legitimidad en el legado de Constantino, y así el último de ellos fue el undécimo. La notación numérica, que sigue en marcha en los patriarcas ortodoxos, no se realizaba con números romanos como acostumbramos en Occidente, sino con el sistema griego de numeración por letras mayúsculas. Constantino XI es IA’, iota para el diez y alfa para el 1, con una comilla que marca el numeral. Las mayúsculas del alfabeto griego fueron un invento bizantino y no se conocían en la Grecia clásica.
Los numerales podían variar cuando un mismo monarca gobernaba territorios independientes, y aunque la jerarquía se estableció de una forma precisa, no todos los títulos tenían el mismo abolengo. Victoria era Reina de Inglaterra antes que Emperatriz de la India, un cargo en principio superior, pero recientemente creado. En cambio, Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, era Emperador, porque el título español se acababa de forjar con los territorios reunidos por sus abuelos.
En la sociedad antiana el relevo generacional se produce de una forma tan ágil, que los numerales se disparan con bastante soltura, por lo que no es de extrañar que se obvien las referencias. Y los semáforos.
ALIPHÉMERIS 11/09/1892 Nace el caricaturista y artista polifacético Pinto Clovig, el Bozo el Payaso original y el primero en poner la voz a Goofy. Trabajo además en Disney en Dumbo y Blancanieves. Fumador empedernido, como el propio Walt, vio el final de sus días con un cáncer de pulmón, pero antes del desenlace hizo campaña para que las cajetillas indicaran los peligros del tabaco.
ALIPHÉMERIS 10/09/1914 Nace el director Robert Wise, productor y director de West Side Story y Sonrisas y Lágrimas, por las que ganó sus cuatro óscars. Música aparte, las protagonistas de estas dos películas se llaman María y tienen una canción en la que cantan sobre ellas: «María, the most beautiful name I ever heard», por el enamorado Tony y «How do you solve a problem like Maria» por un coro de monjas a punto de echarla del convento.
Nace el director Robert Wise, productor y director de West Side Story y Sonrisas y Lágrimas, por las que ganó sus cuatro óscars. Música aparte, las protagonistas de estas dos películas se llaman María y tienen una canción en la que cantan sobre ellas: «María, the most beautiful name I ever heard», por el enamorado Tony y «How do you solve a problem like Maria» por un coro de monjas a punto de echarla del convento.
No cabe duda de los fuertes vínculos y similitudes entre la era victoriana y la actual: la moda Steam Punk, la Commonwealth y algunos supervivientes como Joan Collins hacen patente el parecido. Se advierte que esta presentación acuñará nuevos términos, algo también frecuente en la bulliciosa era del vapor. En 63 años de era neoisabelina, ha habido doce primeros ministros –Harold Wilson repitió experiencia- incluyendo la Baronesa Thatcher, doce Presidentes de los EE.UU., de los que ha enterrado a siete, siete Papas, de los que dos no se han dejado enterrar, doce doctores Who y 0,91 reyes de Tailandia; es decir, Su Majestad Rama IX le lleva algo de ventaja. Durante ese mismo tiempo, Italia ha cambiado 40 veces de Primer Ministro, aunque es cierto que alguno se ha prodigado con cierta frecuencia. El Dalai Lama en su presente reencarnación, la decimocuarta, también le lleva dos años de adelanto y 561 contando desde su primer nacimiento. Por terminar la comparación, en años de perro, sistema de cómputo todavía no asimilado por la mayoría de los historiadores sin intereses políticos y veterinarios, estaríamos todavía en la primera era isabelina. El himno británico God Save the King/Queen, para abreviar a partir de ahora, GSKweeng, pese a ser más reciente que el español o el neerlandés, ha gustado tanto, que se usa con letra alemana en el Principado de Liechtenstein y como Marcha real noruega, pero hubo un tiempo en que fue utilizado como himno oficial del Imperio ruso, marcha real sueca, himno del Reino de Hawaii de Kamehameha IV y, extrañamente, de la República Helvética, que con siete presidentes simultáneos ha mantenido a 63 jefes de Estado durante el reinado de Isabel II. Y sinceramente… ¿podría nombrarse a alguno? This Lady came to stay… GSKweeng,
ALIPHÉMERIS 09/09/2015 A las 17:30 y tras 63 años y 214 días, la Reina Isabel II supera a su tatarabuela Victoria en el reinado más extenso de Reino Unido y de los otros 15 países donde es monarca excepto parte de Canadá, que fue gobernado por Luis XIV de Francia durante 72 años.
ALIPHÉMERIS 08/09 Día Mundial de la Alfabetización. Entiéndase también por «silabización» si la lengua materna es un abúgida, como el japonés, «simbolización», si la escritura es de símbolos, «gestización», si es por signos con las manos, o esmileyación, si tienes pulgares hiperdesarrollados y menos de veinte años. Como decían los vasos, lo importante es comunicarse. Los vasos comunicantes, claro.
ALIPHÉMERIS 08/09 Día Mundial de la Alfabetización. Entiéndase también por «silabización» si la lengua materna es un abúgida, como el japonés, «simbolización», si la escritura es de símbolos, «gestización», si es por signos con las manos, o esmileyación, si tienes pulgares hiperdesarrollados y menos de veinte años. Como decían los vasos, lo importante es comunicarse. Los vasos comunicantes, claro.
ALIPHÉMERIS 07/09/1650 Nace Juan Manuel Fernández Pacheco, Marqués de Villena y Duque de Escalona, fundador de la Real Academia de la Lengua Española en la que ocupó el sillón A, como director perpetuo y a él le fue encomendada la misión de crear el primer diccionario, en apenas 13 años, frente a los más de 40 que necesitaron los Inmortales de la Académie Française. Si se tiene en cuenta que además el marqués fue Capitán General y Virrey de los reinos de la Corona española, no le sobró el tiempo al que fue uno de los hombres más ilustrados de su época.
ALIPHÉMERIS 06/09/1869 Nace en Pest el austrohúngaro Felix Salten, autor de Bambi que daría lugar a la celebérrima película del cervatillo que no sabe patinar. En 1936 el libro ardería en las piras de Hitler por ser obra de un autor judío.
ALIPHÉMERIS 04/09/2001 El mismo día se inaugura el parque temático DisneySea en Tokio, incluyendo el castillo del Rey Tritón, padre de Ariel, y se cierra DisneyQuest en Chicago.
ALIPHÉMERIS 04/09/2001 El mismo día se inaugura el parque temático DisneySea en Tokio, incluyendo el castillo del Rey Tritón, padre de Ariel, y se cierra DisneyQuest en Chicago.
Por una muy afortunada serendipia el escocés sir Alexander Fleming descubre lo mal que se llevan los cultivos de Penicilium notatum con las bacterias. La penicilina ha salvado tantas vidas que el doctor Fleming se convirtió en el británico más apreciado desde Lord Wellington, el Mariscal de los ocho ejércitos.
ALIPHÉMERIS 03/09/1928 Por una muy afortunada serendipia el escocés sir Alexander Fleming descubre lo mal que se llevan los cultivos de Penicilium notatum con las bacterias. La penicilina ha salvado tantas vidas que el doctor Fleming se convirtió en el británico más apreciado desde Lord Wellington, el Mariscal de los ocho ejércitos.
Aniversario de la Reina Lili’uokalani, cuyo Aloha’Oe puede escucharse en Lilo & Stitch
Nace la Reina Lili’uokalani, la última monarca de Hawaii, depuesta por los intereses de las azucareras estadounidenses. Acusada de querer sofocar las rebeliones instigadas por los extranjeros con la pena de muerte, lo cierto es que la apacible monarca fue una defensora a ultranza del pacifismo. Derrocada y confinada en su propio palacio, escribió alguna de las canciones hawaiianas más conocidas y emblemáticas como su célebre Aloha’Oe, su despedida del Hawaii que conocía.
ALIPHÉMERIS 01/09/1902 Estreno de «Viaje a la Luna», de Georges Méliès basada en las dos novelas vernianas y una de las primeras películas de ciencia ficción, junto a las comedias románticas de Barbra Streisand.
Que en verano los políticos ociosos sin presupuesto tienden a renombrar infraestructuras, es un asunto a la orden del día. El Gobierno estadounidense, a instancias del alasqueño, ha devuelto al pico más alto de Norteamérica el nombre indígena de Denali, que en la mayoría de las lenguas locales se traduce como “El Alto”. El nombre anterior recordaba al Presidente McKinley, artífice de la política expansionista que dotó a los Estados Unidos de casus belli contra los últimos territorios de Ultramar del Reino de España, a saber Cuba y Filipinas. Sin la Guerra del 98 tampoco hubiéramos tenido una afectada generación de escritores ni campos de remolacha azucarera que sustituyeran los cañaverales perdidos. McKinley fue asesinado en 1901, en plena oleada anarquista de magnicidios, y sirvió como ejemplo de la maldición de Tippecanoe, según la cual todo presidente elegido en año múltiplo de veinte vería el fin de sus días antes que el fin de su mandato. La maldición fue supuestamente lanzada contra William Henry Harrison, que venció a una confederación india en la Batalla de Tippecanoe y murió de neumonía apenas un mes tras su elección y –al parecer- por no llevar sombrero el día del juramento, y terminó gracias a la vidente de Nancy Reagan y con el fallido atentado contra su esposo actor por un admirador de Jodie Foster.
El vicepresidente aventurero Theodore “Teddy” Roosevelt tomó las riendas del Estado tras McKinley y entre sus mayores aportaciones, creó el concepto de Parque Nacional, entre los que se encuentra el Parque Denali, donde se ubica el monte del mismo nombre a partir de ayer.
CALENDARIO ALIPHANT SEPTIEMBRE 2015
Septiembre de 2015
Cuadro: Estilo Alphonse Mucha (1860-1939)
Viñeta: Aliphant DXXV
Calendario:
El calendario imita un ornamento de abalorios art-déco: se comienza en la piedra central superior más próxima, a las doce, de color azul y se recorre en sentido horario los círculos de pentágonos de delante a atrás. El cambio de nivel se realiza por arista y nunca se pasa dos veces por el mismo pentágono. Los domingos vienen marcados en piedra roja.
Cambio de sala en el simulador de Cuadros de una Exposición.
Si dieron con la respuesta, enhorabuena. Si hallaron otras pistas, y así me consta, no sean impacientes, todo llega a su tiempo.
Posiblemente el final de David el Gnomo no pudo marcar más ya a una generación que había sobrevivido al obituario del pescador en dique seco apodado Chanquete, pese a que tocaba el acordeón e inventaba eslóganes pegadizos.
Para aquellos que no vieron la serie del veterinario de gorro cónico, se podría alertar del espóiler, pero para qué, si no han tenido infancia…
Ni Schulz ni Chaplin están ya con nosotros, pero seguro que estarían de acuerdo con el llamamiento de Supermaño de Alberto Calvo: “los moñacos estamos de luto”.
A menudo, las personas que viven para ayudar a los demás se olvidan de cuidar de sí mismos y ni siquiera deberían hacerlo por un motivo egoísta: hay que sobrevivir para poder seguir colaborando en la creación de un mundo mejor.
Robin Williams fue uno de las grandes actores de su generación, de una capacidad de raciocinio tan ágil que le convertía en un feroz oponente en la improvisación y sin embargo, su agudo humor no consiguió salvarle de su propia autodestrucción.
La viñeta de hoy recuerda uno de sus películas que también tratan este tema, como ya lo harían Más Allá de los Sueños, El Rey Pescador y a través del Capitán Garfio, la propia Hook. El Club de los Poetas Muertos mostraba a un inspirador profesor Keating capaz de despertar en sus alumnos el amor por la literatura y la importancia de la libertad de pensamiento.
En plena era de la telemetría láser y de los telescopios capaces de encontrar céntimos en la Luna, parece increíble que unos de los mayores misterios sea averiguar la altura real del ex marido de Katie Homes, Nicole Kidman y Mimi Rogers. Hace unos años el CSID envió a la Agente Pe + con un metro de sastre y dos chinchetas, pero los resultados son todavía clasificados, y por alguna extraña razón se vino con un óscar bajo el brazo.
Pero lo interesante de la película que nos ocupa no es tanto el personaje del señor bajito, sino el discurso que fuerza al coronel que interpreta Jack Nicholson. Mientras Demi Moore y Kevin Bacon miraban atónitos, Nicholson se incriminaba en un asesinato encubierto de disciplina y búsqueda del bien mayor.
En Algunos Hombres Buenos, preferían mostrarnos a los demás.
Con la desaparición del último miembro del casting, aunque en un papel controvertido y poco convencional para un cómico de la talla de Mickey Rooney, se cierra un capítulo en la historia de Breakfast at Tiffany’s, o como se llamó para un público menos habituado a las compras de Black Friday en Quinta Avenida, “Desayuno con Diamantes”.
La Academia alabó la música estupenda de Henry Mancini, sus variaciones sobre “Moon River”, la canción que diseñó para el limitado registro vocal de Audrey Hepburn, quien creó un personaje extraordinario suavizando las polémicas líneas de Truman Capote.
Mickey Rooney interpretaba a un vecino japonés gruñón y molesto por las fiestas y costumbres del personaje de Audrey, pero con visos de un mejor entendimiento en otras circunstancias.
Decía que, con sus ocho esposas, nunca le faltaba un lugar donde pasar la Navidad. Tras ochenta años de carrera y 200 películas, descanse en paz, Sr. Rooney.
No todos los infiernos son de fuego y azufre. Según la descripción de Dante, el noveno círculo, el de los traidores, es el lago helado Cocito donde los pecadores se sumergen en las aguas heladas en proporción a sus crímenes. En el centro del círculo, en la Judeca, se concentran aquellos que traicionaron a sus benefactores y Lucifer, congelado hasta la cintura, agita sus alas generando el viento que mantiene el frío ecosistema mientras masca entre sus fauces a Judas Iscariote.
Cuando en La Vuelta en Mundo en 80 Días Jules Verne anticipa el hasta entonces extraño concepto de la globalidad, toda la información de la que disponía cabía en una enorme biblioteca. Era 1872, la Reina Victoria controlaba medio mundo, el transporte más veloz iba a vapor y el turismo apenas era un invento, pero surgió una legión de imitadores que reprodujeron su vuelta al mundo cada vez en menos tiempo y con menos contratiempos.
A pesar de las muchas road movies que adaptaron la novela de Verne con el dinamismo necesario, no hay pocos que no consideren que la versión más fiel al texto original es una producción española de animación del estudio BRB Internacional que convirtió al protagonista Phileas Fogg en el león antropomórfico Willy Fog.
El fenómeno científico inherente en la obra es la consecuencia del franqueo de los husos horarios en dirección este, que lleva a un espectacular doble desenlace.
Sobre el mapa del viaje de Phileas Fogg, el primer día comienza emn el meridiano de Greenwich en el Polo Norte y avanza el mes hacia el este y el sur. Los domingos, marcados en rojo son según su esquina SW: W060N70, E000S20, E060S60 y E120S80
Todo viernes tiene una razón de ser: acercarnos inexorablemente al fin del mundo que no se producirá, pero tendrá un efecto de eco a menor escala en lo que viene a ser el odiado lunes.
Se dice que la mentira es un bicho de patas muy cortas, lo que no deja de ser otra falsedad. Si tuvieran patas, se les vería venir con facilidad. Tampoco es cierto que el opuesto de la verdad sea la mentira. Omitir la verdad suele ser suficiente. En todo caso, el enemigo de la mentira sería decir la verdad, que es un matiz más extremo. Por último y, dado el día de aforismos, para mentir hace falta tener una gran memoria. Para mentir sistemáticamente, basta con que no te importe que te descubran.
Ha vuelto Qoph; una gran tira requiere un gran villano, y esta vez es para quedarse.
Para esta viñeta de la serie olímpica, estimado lector, es necesario emprender un económico viaje imaginativo a las islas infestadas de piratas en los dominios del mar Caribe. Dominios de internet, se entiende. Corría el año 1.986 y la isla de Aruba, perteneciente al archipiélago ABC junto a Bonaire y Curaçao se independizó de la administración de las Antillas Holandesas para formar una entidad propia dentro del Reino de los Países Bajos.
Por la parte olímpica se termina pronto: no hay medallistas arubanos desde que participan por su cuenta; pero eso sí, pueden quejarse en su propia lengua oficial, el papiamento. Los lingüistas identifican el origen de esta lengua criolla en el portugués de los primeros conquistadores que llegaron a esta zona, pero la cercanía a Venezuela y la influencia del español es bastante más clara que la lusa, así que se define como lengua de origen ibérico, en el sentido moderno. De ibéricos en el sentido antiguo apenas queda el bronce de Botorrita, el plato de embutidos más caro de la carta de un bar y un plantel cinematográfico de jugadoras de fútbol que sumarían varios miles de años. Se rumorea que alguna frecuentaba la peluquería de la Dama de Elche.
El papiamento es una de las pocas lenguas del mundo que usa a la vez tonos y acentos silábicos, lo que se explica por una fuerte relajación de sus fonemas finales que haría que todo sonara igual de no forzarse estos recursos de frecuencia e intensidad. Buena parte del vocabulario es hispano-luso, pero los verbos monosilábicos suelen ser de origen neerlandés, aunque, a diferencia de las lenguas madres, no hay flexión verbal y los matices temporales y modales se expresan con partículas antes del verbo. ¿Qué todavía no queda claro como suena? Pues aquí está la nueva página de Aliphant en papiamento:
El día de Pi, por la notación anglosajona del 3/14 recuerda la importancia de un número tan trascendente. De hecho, pi es un número transcendente porque no es la raíz de un polinomio no nulo con coeficientes enteros, pero eso posiblemente es lo de menos. El descubrimiento de que la relación entre un círculo y su radio no era algo sencillo dio mucho que pensar a los antiguos, una ventana hacia lo infinito o lo inabordable, que a la larga genera cierta sensación de humildad.
De la humildad, o de la falta de ella es de lo que trata esta entrega un tanto rupestre de Memant y Nunant.
86ª Edición de los Óscars, que tuvo como mejor película Doce Años de Esclavitud
Actor de Reparto Jared Leto por Dallas Buyers Club
Vestuario El Gran Gatsby
Maquillaje Dallas Buyers Club
Corto -Animación Mr. Hublot
Largometraje -Animación Frozen
Efectos Visuales Gravity
Corto -Ficción Helium (Dinamarca)
Corto Documental The Lady in Number 6
Largometraje Documental 20 feet from Stardom
Película de Habla no Inglesa La Gran Belleza (Italia)
Mezcla de Sonido Gravity
Montaje de Sonido Gravity
Actriz de Reparto Lupita Nyong’o por Doce Años de Esclavitud
Fotografía Gravity
Montaje Gravity
Diseño de Producción El Gran Gatsby
BSO Steven Price Gravity
Canción Frozen- Let it go
Guión Adaptado Doce Años de Esclavitud
Guión Original Her
Director Alfonso Cuarón por Gravity
Actriz Principal Cate Blanchett por Blue Jasmine
Actor Principal Matthew McConaughey por Dallas Buyers Club
Como Óscars Honoríficos: Ángela Lansbury, Steve Martin y Piero Tosi
Tarde o temprano los revolucionarios han de acometer reformas en los aspectos básicos de la vida o simplemente serían unos anodinos reformadores. El ataque –fallido, como cabía suponer- al calendario por parte de los soviéticos sucedió en varias fases.
En primer lugar, la Unión Soviética acabó con el cómputo de años al viejo estilo del calendario juliano de la Iglesia ortodoxa y adoptó la corrección de fecha del Papa Gregorio, lo cual volvió a sincronizar a Rusia con el resto del mundo
La siguiente fase afectaba al descanso semanal de los trabajadores soviéticos. En lugar del domingo, se establecieron semanas de diez días con dos de descanso o de seis, con uno libre, mejorando el ratio de festivos por día trabajado. El principal inconveniente es que cada fábrica adoptaba un modelo y no venía organizado desde el Estado. Para evitar la paralización de la producción, se establecían seis turnos de días festivos con un código de colores, lo que no favorecía las tareas de grupo.
Con la que está cayendo por todas las Rusias, la siguiente novela de Verne a vapulear no podría ser otra que la gran “road movie” del XIX: “Michel Strogoff, el Correo del Zar”, de 1876. El libro narra el viaje de un whatsapp de los de antes, entre el emperador Alejandro II en Moscú y su hermano el gobernador de Siberia, en Irkutsk, a más de 5.200 verstas – kilómetros, con más pérdida de exotismo que de precisión- y con todo el kanato tártaro en rebeldía. Los tártaros o tátaros en el siglo XIX ya no eran una amenaza para el Imperio ruso, pero a efectos folclóricos ayudaba a la trama. La edición fue apoyada por el gran escritor ruso Turguenev, que dio alguna corrección a la ya de por sí detallada descripción de biblioteca de Verne. No obstante, no hay adaptaciones del cine ruso de esta novela.
El único punto de ciencia ficción lo aporta un giro sorprendente de la trama. Strogoff es sentenciado a la privación de su vista por quemadura con una espada al rojo, en una bárbara tortura tártara. El reo perdía hasta las pestañas, literalmente. Pero Strogoff tenía el buzón lleno y una misión que cumplir.
En una de las ocurrencias propias de un CEO que se precie, Michael Eisner expuso a su equipo en Disney que si habían conseguido grandes éxitos de crítica y taquilla con superproducciones épicas de la talla de El Rey León o La Bella y la Bestia, podían conseguir lo mismo con un presupuesto austero. Hubo un claro antecedente histórico, en tiempos de Walt con Dumbo, película de bajo presupuesto que recaudó millones y ganó un óscar, pero era otra época: el mundo estaba en guerra y muchos de los animadores y espectadores estaban luchando en ambos frentes.
El encargado de sacar adelante el proyecto fue Chris Sander, un director nada convencional que rescató la técnica de acuarela que llevaba 60 años sin usarse y elaboró una de las mejores historias de los últimos tiempos, no estando basada en un cuento de hadas. Lilo & Stitch se desarrollaba en un entorno prácticamente desconocido en el medio, en el Hawaii contemporáneo, con generosas referencias a Elvis Presley y la cultura surfera y toques de ciencia ficción.
El resultado posiblemente no rebasó las expectativas de Eisner e incluso perdió el primer óscar de largometraje de animación frente a la japonesa “El Viaje de Chihiro”, pero es un trabajo extraordinario de gran calidad artística y una entrañable calidez.
Como dijo Indiana Jones tras salir de una alcantarilla infestada de ratas flambeadas: ¡Ah, Venecia!. Mientras se propagan los rumores –posiblemente oriundos de perversos pro-británicos- sobre la reinstauración de los Estuardo católicos en un hipotético estado caledonio, es decir, euros con la efigie de Cayetana Reina de Escocia, no ha mucho tiempo, 215 años, cuando la duquesa iba todavía al instituto, en la Serenísima República coronada de Venecia, las familias nobles elegían como dux a un millonario local que costeara sus carnavales y montañas de bolitas de nocilla rellenas de avellana.
Napoleón acabó con ese sistema centenario, pero las góndolas siguieron circulando a golpe de remo, por los canales de la ciudad ganada a la laguna y la corona ducal siguió decorando su hierro de proa o dolphin, en veneciano. El método de propulsión unilateral forzaba un diseño asimétrico de la embarcación y su tolete o fórcola, una horquilla retorcida para apoyar el remo facilita las nueve marchas o maniobras necesarias para el manejo de la nave. A pesar de su menor impacto medioambiental en el delicado ecosistema de la laguna, las góndolas producen una especie de contaminación acústica conocida como canzone italiana.
En la historia de la animación hay una contienda de dimensiones épicas y de más de dos décadas de duración famosa por la beligerancia de sus oponentes. Más allá de la carrera entre las industrias americanas y la soviética Multfilm o de la venta de espinacas de Popeye, la pugna de los hermanos Disney por los derechos de adaptación de Mary Poppins de P.L. Travers se ha plasmado finalmente en la primera película en la que un actor, en este caso Tom Hanks, interpreta a Walt Disney como protagonista.
La soleada California de los primeros años 60 es el caldo de cultivo para una historia en la que la visión de la autora y el criterio de adaptación de los guionistas deben encontrar un equilibrio que daría lugar a una película mítica en la historia del cine. La que, probablemente, haya sido la mejor película de 2013, que se ha quedado fuera de la carrera de los Óscars, es un testimonio de las inquietudes de los creadores de sueños.
Que las grandes historias de amor acaben bien o no, suele ser cuestión de terminar la narración a tiempo, aunque, si se trata de un relato sobre perdices, siempre habrá finales inapropiados.
Al estilo de otros revisionistas de finales del siglo XIX, que recrearon estilos ya archivados, Edmond Rostand formó su historia basada en un personaje real del siglo XVII pero tan mítico y extraordinario que parecía producto de la ficción más imaginativa como Don Quijote, Don Juan o Angelina Jolie.
Cyrano de Bergerac fue un militar, poeta, dramaturgo e incluso astrónomo. La obra de teatro homónima en verso de Rostand le convierte en un personaje prodigioso, pero enormemente acomplejado pese a sus grandes virtudes, de un orgullo sólo comparable a su gran nariz, que le impide someterse a los poderes de su tiempo y al posible rechazo de su amada prima Roxanne. En la viñeta, el verso extraído de Rostand que no pertenece, lógicamente, a la famosa escena del balcón dice : « Lors même qu’on n’est pas le chêne ou le tilleul, Ne pas monter bien haut, peur-être, mais tout seul ». “Aun no siendo la encina o el tilo (árboles símbolos del poder terrenal, real, y del poder espiritual, o del amor), no habré subido quizás muy alto, pero lo hice completamente solo.”
Fracasó en todos los aspectos de la vida, pero triunfó en los demás.
Desde los juegos muniqueses de 1972 en los que el perro salchicha Waldi irrumpió en el merchandising olímpico, las mascotas han llenado un vacío que probablemente antes no existía. Mención aparte merecen las dos insignias de los dos juegos de la Guerra fría, el osito Misha, de Moscú’80, creado por el ilustrador de cuentos Chizhikov y protagonista de una conocida serie japonesa, y el águila Sam, de Los Ángeles’84, diseñado por los estudios Disney, así como el resto de la parafernalia olímpica de ese año.
Tras años de incertidumbre estética, el principal comentario de las mascotas de Sochi 2014 es que parecen normales, léase “convertibles en peluche sin que un niño se saque un ojo”. Son las primeras elegidas por votación popular una vez eliminados elementos, que el sentido común de la Madre Rusia filtraría, como el hipnosapo peludo que ganó las primeras encuestas. El leopardo de las nieves protegido por Putin, la liebre y el oso polar llegaron de la mano de Ded Maroz, el Santa Claus eslavo, que fue retirado de la lista cuando descubrieron que los derechos de propiedad de los símbolos olímpicos pasan para siempre al COI. De no darse cuenta, las futuras navidades rusas hubieran financiado los gastos de representación de los miembros del comité, famosos por su reticencia a la austeridad e interés por la participación masiva.
El guarismo –por esta vez, con una sola erre- 600, evoca la idea de un coche entrañable y unos pasajeros valientes y compresibles. Su expresión de cifra romana, DC, nos acerca a una editorial del mundo del cómic, a la corriente continua y a los años de nuestra era. Pero, cómo perder el tiempo con referencias chistosas simplonas cuando el protagonista de esta tira múltiplo de 25 es el mismísimo Degas!
A pesar de las evidencias, Edgar Degas sí se cambió el apellido, cansado de las burlas de los niños, de los carteros y de los niños carteros. Su verdadero nombre era Hilaire-Germain-Edgar de Gas y optó por un nombre artístico algo menos pomposo, menos inflado. Su vida dilatada -para un pintor francés del XIX- propició varios cambios de estilo, desde las pinceladas más sutiles con un uso de la luz impresionante, hasta sus brochazos impresionistas con tonos nada sutiles. Sin embargo, su temática fue continua: los interiores contemporáneos con bailarinas de ballet aparecen en más de la mitad de sus cuadros.
Aunque nunca se definía como impresionista, sus técnicas discurrían paralelas a las de los bohemios autores de su época. A diferencia de estos, gozaba del apoyo incondicional de crítica y público y sólo levantó cierta polémica en la escultura, con su célebre “Pequeña bailarina de 14 años” en cera, vestido de tela y pelo natural, que fue descrita como simiesca o más fea que la ecografía de un pokemon –actualizando los insultos.
Por último, al cambio de centena se une el undécimo aniversario de Aliphant, que en años de elefante serían algo así como once años, por lo que, para todos aquellos sufridos lectores, ¿qué menos que un nuevo protector de pantalla tridimensional instalable?
“El Rayo Verde” (Verne, 1882) narra cómo Miss Campbell, una joven erudita de la sociedad británica emprende un viaje de aprendizaje en el que ahondará en el conocimiento de sí misma e incluso encontrará a su pareja ideal. Como una roadmovie, pero sin gasolineras. Y con sus dos tíos Sam y Sib, de carabinas. Y un pretendiente buscado por los tíos. Y un pintor que se encuentran por el camino. Y un rayo verde.
Parte de una leyenda que cuenta que, si una persona ve el rayo verde, podrá discernir entre la vorágine de sus sentimientos y no equivocarse en materias sensibles. Infalibilidad emocional por flashazo verde. Como es habitual, los tíos más preocupados por la soltería de su sobrina que por la propia, conocen una versión distinta, en la que si dos personas ven a la vez el rayo verde, quedarán para siempre emocionalmente vinculados.
Como el lector puede haberse preguntado, el rayo verde es un fenómeno óptico real que se produce en condiciones muy concretas de ocultación del sol tras la línea del horizonte, generalmente tras una amplia superficie como el mar. La luz se descompone en haces de distintas longitudes de onda y algunas de ellas se corresponden con nuestros colores, como ya mostró Newton. Si esa descomposición se produce en la atmósfera y el mar hace de filtro, se queda con las frecuencias más bajas, desde el infrarrojo y el naranja y la última luz del día en un haz verde amarillento. También queda el azul y las frecuencias altas, pero con el contraste con el cielo son difíciles de percibir. El efecto del rayo verde es perceptible en apenas una fracción de segundo en condiciones ambientales determinadas, de ahí que en esta historia, la protagonista decida viajar hasta la isla de Staffa en Escocia y revivir parte del viaje turístico que el propio Verne realizó a estas islas.
Se considera la más romántica de las novelas de viaje de Verne, lo que es como decir que es la que menos extraterrestres tiene. Pero, vamos, es el periodo del Romanticismo, quien más quien menos era romántico.
La última vez que pisó Aliphant un gimnasio fue hace casi 150 viñetas y mientras duraban los buenos propósitos de Año nuevo. Esta viñeta retoma la historia casi en el mismo paso en el que se quedó la anterior.
Tal día como hoy, pero en 1981, comenzó la producción de los DeLorean DMC12 en una planta de Dunmurry en Irlanda del Norte. No fue un vehículo de masas en su época, pero su peculiar configuración de alas de gaviota y su inclusión como máquina del tiempo en la trilogía de Regreso al Futuro hicieron de este vehículo un objeto de colección, como bien reflejó la serie de humor Chuck. La variante navideña bañada en oro de 24k de las que se conocen cuatro unidades daba una vuelta más en la tuerca de la excentricidad.
También dorado fue Smaug, el dragón de El Hobbit, en más de un sentido con baño de oro según la extensa adaptación cinematográfica de Peter Jackson, donde la fantasía del director se mezcla con la fantasía de Tolkien para dar todavía más horas de fantasía, lo que de tratarse de un país, hubiera generado para Michael Ende el escenario adecuado de una historia interminable.
Armenia es uno de esos lugares que toda la comunidad internacional conoce por un nombre diferente al que usa internamente como nación, que es Hayastán. Es como su nombre artístico, pero en casa los armenios son hayastaníes de toda la vida. A mucha honra guardan en sus fronteras el monte Ararat, que es el pico en el que varó el arca de Noé sin coste alguno de amarre. Técnicamente, no había quedado nadie con vida para cobrarle, pero de haber sobrevivido un funcionario del puerto, hubiera bastado con soltarle las fieras en fila de a dos.
Presuntamente oriundos del pequeño país caucásico son los armiños, Mustela erminea, y de ahí su nombre. En inglés, la alimaña de suave pelo es stoat, pero cuando se trata de la textura de armiño heráldico o forro, que imita un fondo cubierto por sus pieles en fase invernal, se usa la palabra ermine. Siguiendo la historia bíblica, todos los animales del arca, en teoría, todos los que no hubieran sido capaces de sobrevivir en el agua excepto la pareja de dragones, grifos, unicornios y políticos honrados que optaron por esperarse a la siguiente, salieron de Armenia, ergo todos los bichos terrestres serían, bajo esta hipótesis, armiños. Algo no cuadra en todo esto.
Los armenios hablan su propia lengua indoeuropea diferenciada en dos dialectos, oriental y occidental, y cuentan con su propio alfabeto, del que hay muestras en la viñeta. Tiene 36 letras inspiradas en el griego, el siríaco y las recetas de algún médico persa con prisa montando un camello cojo.
A efectos olímpicos, el reciente equipo armenio ha cosechado 12 medallas en 10 juegos, 1 de ellas de oro, lo que lleva su índice de Coubertin a -1, rayando ya lo indeseable.
Las adaptaciones de trilogías escritas, que no siempre literarias, al cine, derivan de una forma extraña en una relación inyectiva, hacia tetralogías que, en la mayor parte de las ocasiones, solo contribuyen a aumentar la agonía del espectador ante los temas trascendentes que plantean, principalmente, la resolución de triángulos amorosos cuya angulosidad ruborizaría al propio Pitágoras.
La trilogía de la familia Cole del massachusettense Noah Gordon, especialista en novelas de médicos, de judíos y de médicos judíos, no tuvo el clamor popular en su país del “Filme súbito”, pero en Alemania, donde sí triunfó, han visto una ocasión de desquitarse por su malograda Historia Interminable, la novela de Michael Ende que terminó como el historial clínico de Mickey Rourke o Belén Esteban, interminable tal vez, pero sin objetivo claro y estética en declive.
La viñeta de hoy no trata en sí de “El Médico”, sino del hecho de verla…
Después de 25 viñetas con referencias a óperas, es difícil declarar que el argumento de alguna de ellas no pueda antojársele ridículo a alguien. En el caso de La Wally, (de Alfredo Catalani, 1892), la historia misma la hace irrepresentable.
Se trata de un drama amoroso entre tiroleses de familias rivales. Casi nada nuevo bajo el que derrite la nieve. El problema estriba en que cuando colocas un tenor y una soprano cantándose en una montaña nevada tarde o temprano se desencadena una avalancha. Tras una brillante reconciliación y declaración de amor eterno, el personaje masculino es sepultado bajo el mismo alud que han provocado y la Wally, al encontrarse sola y deswalida, y en la terrible situación de tener que volver a salir para ligar, se arroja al paso de la avalancha. El papel del guión lo aguanta todo, pero crear un efecto de alud en un escenario y usarlo para el fin trágico, requiere cierto esfuerzo creativo y de momento predominan las grabaciones acústicas de esta ópera. Las representaciones en escenarios reales obviamente también son poco aconsejables.
No obstante, la obra en sí merece la pena y contiene un aria que han interpretado todas las grandes sopranos: “Ebben? Ne andrò lontano”, creada por Catalani antes de componer esta ópera como Chanson Groënlandaise, y con texto original en francés de una poesía de Julio Verne recogida en Le Pays des Fourrures, (El País de las Pieles, 1873).
Como último desatino, la heroína de esta ópera se llama Wally como diminutivo cariñoso -más que justificado- de Walburga, que rima con menos cosas. Pero el apodo de la joven en la novela original de Wilhelmine von Hillern es “die Geyer-Wally”, la Wally-buitre, porque escaló una vez hasta un nido de estas gráciles avecillas amantes del reciclaje.
Las apenas nueve películas de este exitoso productor cosecharon 34 nominaciones y 22 óscars, entre ellos, los tres de mejor película para «Alguien voló sobre el nido del cuco», «Amadeus» y «El Paciente Inglés». Trabajaron para él directores de la talla de Miloš Forman, Anthony Minghella y Peter Weir y fue mundialmente conocido por sus derechos cinematográficos para la obra de Tolkien, cuyos primeros intentos fueron sus versiones animadas de culto dirigidas por Ralp Bakshi.
Con El Paciente Inglés, acumuló nueve óscars con la adaptación de la novela de Michael Ondaatje, en la que el churruscado Conde Almásy nos cuenta con sus flashbacks una trágica historia de aventuras en el norte de África. Dos aviones clásicos tienen especial protagonismo en las espectaculares secuencias aéreas: un Boeing Spearman amarillo y un De Havilland Tiger Moth plateado. Precisamente, la constructora De Havilland fue fundada por la familia de la recientemente desaparecida Joan Fontaine y su hermana superviviente Olivia de Havilland, conocida por su papel de Melania Wilkes en Lo que el Viento se Llevó, donde tenía como cuñada y prima a India Wilkes, interpretada por Alicia Rhett, que falleció el mismo día que Saul Zaentz, el pasado 3 de enero de 2014 .
Comenzamos con un tema invernal, procedente de uno de los ejercicios más creativos y deslumbrantes del cine del 2013, incapaz de dejar a nadie frío. Tras décadas de especulación sobre las últimas voluntades del fundador, es curioso que la compañía del ratón octogenario haya titulado su última película como «Disney’s Frozen». No obstante, y salvo que la Reina Elsa de esta película nos demuestre lo contrario, la primera persona con la que se practicó la criogenización falleció algo después que el propio Disney, que fue incinerado tras su lucha fallida contra el cáncer. «Saving Mr. Banks» será la primera película que acercará al gran público a la biografía del cineasta americano, en concreto durante la complicada elaboración de su gran triunfo «Mary Poppins». Pero tiempo habrá, el año no ha hecho más que empezar.
En 1853, Verdi presentó en La Fenice de Venecia una adaptación de La Dama de las Camelias, de Alejandro Dumas hijo, una historia de una cortesana, Violetta, enferma de tuberculosis que se enamora de su joven admirador Alfredo al que inevitablemente tendrá que renunciar. Que tal dramón acabara en risas en el estreno no fue culpa de Verdi. Ni la música, ni la trama daba lugar a aquella reacción del público. Pero la elección para el papel de Violetta de una soprano madura y voluminosa no se adaptaba a la imagen habitual de una enferma terminal de tuberculosis.
Antes de llegar a la tragedia, el famoso brindis del primer acto es la celebración operística lúdico-festiva por antonomasia y una de las melodías más famosas de Verdi. Como ciertamente sospechaba el maestro Verdi, el error en el reparto, superficial por otra parte, se subsanó hasta el extremo de que la ópera más interpretada en los teatros actuales es precisamente La Traviata.
Hace sesenta años la torre del Parlamento británico que aparece en esta viñeta era simplemente conocida como la Torre del Reloj, aunque todo el mundo sabía que contenía una campana llamada Big Ben. Fue el escenario de una de las escenas más solemnes de la adaptación disneyana del clásico de J.M. Barrie, sobre un eterno adolescente que no sabía madurar, como Miley Cirus o Justin Bieber, pero algo mejor vestido.
Era también 1953 y los Estudios Disney producían películas con temas londinenses y parisinos en su variante del plan Marshall de reconstrucción de la idea de Europa.
Cuando para animar a la Reina Victoria por la pérdida de su esposo Alberto el pueblo del Imperio redujo sus bodas de diamantes, el Diamond Jubilee, de 75 a 60 años y nombraron a la torre del archivo del Parlamento, Torre Victoria, sentó un claro precedente. Su tataranieta Isabel II ha repetido su hazaña, y en su honor, la Torre del Big Ben es ya oficialmente la Torre Isabel, algo más bajita que Victoria pero más famosa, sin duda.
Peter Pan marca la transición entre la generación de pedirle cosas a una estrella (When you wish upon a star) de Pinocho y la de ir directamente a su encuentro (Second Star to the Right) para alcanzar Nunca Jamás.
Dentro de los temas recurrentes más absurdos del mundo de la ópera está el de los personajes sin nombre, que, para mayor incongruencia suelen dar título a la obra general. Con sólo que los cantantes se asomaran a los programas de mano, a los carteles publicitarios o a la página web del teatro, se evitarían horas de incertidumbre y malentendidos.
Lohengrin, es un caballero de la muy artúrica Mesa Redonda, hijo de Parsifal o Percevan, que puede ejercer de caballero freelance (con lanza independiente en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor) mientras no comprometa su identidad secreta. En lugar de un murciélago o una araña, usa un edredón flotante de cuello largo como emblema, pero en vez de Swanman es sencillamente El Caballero del Cisne o “El Defensor”. Su damisela en peligro es Elsa de Brabante, acusada de la desaparición de su hermano menor, heredero del ducado. Y por supuesto que Lohengrin salva en la justa el honor de la doncella y ésta le da gustosamente su mano y lo que tira de ella en premio.
Sin embargo, donde otros pondrían “y fueron felices y comieron perdices” Wagner decide estirar el argumento. La cláusula de absurdidad argumental necesaria implica que Elsa nunca podrá preguntarle el nombre a su esposo. Si bien pudieran llamarse “Pichurri” y “Costillita” hasta el fin de sus días, la curiosidad sería demasiado fuerte. Generalmente, cuando procede de un personaje masculino, se trata de una sana ansia de conocimiento y aventura. En cambio, el estereotipo de la curiosidad femenina nos desahucia del Paraíso, hace escapar todos los males que había en una caja, mata a Descartes de pulmonía en la fría corte de Cristina de Suecia, e incluso mata gatos.
De Lohengrin se extrae la pieza de Wagner más conocida de todo su repertorio, aunque no se asocie con él salvo para distinguirla de la de Félix Mendelssohn: la célebre Marcha Nupcial, ideal para el primer bloque de la BBC (Bodas, Bautizos y Comuniones).
En 1897, H.G. Wells describió en su relato pionero de ciencia ficción las vicisitudes de un científico que logra hacer su cuerpo invisible en la novela por entregas The Invisible Man. La idea de la invisibilidad no era por supuesto nueva: desde el casco del griego Hades al del germánico Alberich, hay ejemplos tangibles y palpables, pero Wells explora la posibilidad de que, al obrar de manera oculta a los ojos de los posibles testigos, se abre una serie de conflictos morales por la infracción impune y el derecho a la intimidad. Los héroes clásicos, de rectitud intachable, bastante tenían con extinguir especies animales de dimensiones monstruosas y rescatar doncellas de dimensiones más que apropiadas.
La tecnología moderna -y como aplicación directa, el mundo de la magia y el del armamento- utilizan técnicas de manipulación óptica para hacer desaparecer a los objetos del campo visual de un sensor, de una cámara o incluso de un espectador, dentro de unos rangos de actuación limitados. Los experimentos de invisibilidad mediante retransmisión de imágenes al otro lado del obstáculo opaco facilitarán el manejo de herramientas de manipulación de objetos y pueden colaborar con la telemedicina.
Mientras tanto, en ANT, la idea ha cuajado con un rotundo éxito en la fiesta de Halloween de Kaph.
La presión de ser el referente cultural de toda una generación, de ver cómo los patrones de moda quedan en desuso, se devalúan y son denostados y parodiados y vuelven de nuevo a un auge nostálgico antes del final, es un privilegio de aquellos que se mantienen en activo durante un larga carrera de cara al público. Aunque ya decía Lope de Vega que, “pues como las paga el vulgo es justo, hablarle en necio, para darle gusto”.
Ayer nos dejó uno de esos referentes, ante el estupor y el ansia contenida de los aspirantes a ocupar su plaza. No en vano, el centenario monje budista Su Santidad Nyanasamvara Suvaddhana, Patriarca Supremo de Tailandia o Sanghraja había ejercido su influencia durante todo el reinado de Rama IX, el decano de los reyes, con 67 años en el trono.
Y también nos dejó Manolo Escobar.
La viñeta de hoy trae también una referencia de otros tiempos cuando era muy frecuente ver a Manolo Escobar y al monje budista, el suelo ante sí barrer …
Probablemente, el común de los lectores conocerá a uno y solo a un individuo que respondiera al nombre de Heraclio , pero no haya tratado nunca con él en persona, a pesar de haberle tenido alguna vez en sus manos. Su casa, la premiada Fournier, aunque fue adquirida en los ochenta por una corporación norteamericana, sigue desde Vitoria abogando por una cualidad difícilmente considerada una virtud en nuestros días: la falta de transparencia. Y no en vano sus productos acuñaban una expresión inexistente en nuestro diccionario: “naipes intransparentes”. Probablemente “barajas opacas” hubiera sido demasiado obvio para el consumidor medio e injustificado para el profesional tramposo dotado de sensores en sus gafas de sol.
La viñeta de hoy trata del protocolo de internet, imprescindible para jugar al solitario por red, entre otras cosas.
A principios del siglo XX, viajaba la compañía del célebre empresario teatral ruso Diaguilev con el granadino Manuel de Falla por tierras de Aragón. Como homenaje folclórico interpretaron en un pueblecito una “jota aragonesa”. En lugar de arrojarlos a la acequia, el público local aplaudió educadamente a los intérpretes, pero desde luego no relacionaron lo que acababan de escuchar con lo que se supone que era. Por la noche, cuando los joteros lugareños interpretaron sus propias canciones, Falla descubrió la verdadera energía de esta música y comenzó a adoptarla como es debido en su repertorio. El Sombrero de Tres Picos, producida en 1919 por Diaguilev con escenarios de Picasso, incorpora la famosa jota de Falla, también utilizada en sus Siete Canciones Populares de España:
Dicen que no nos queremos,
porque no nos ven hablar.
A tu corazón y al mío,
se lo pueden preguntar.
Ya me despido de ti
De tu casa y tu ventana
Y aunque no quiera tu madre
Adiós, niña, hasta mañana.
¡Felices fiestas del Pilar y día de la Hispanidad!
Si se hubiera reactivado el movimiento olímpico a mediados del siglo XIX, la candidatura española habría arrasado. España estaba muy de moda, en el punto de mira del Romanticismo y la literatura, la música y la pintura, que se centraban en la exótica Península ibérica y los primeros turistas, prusianos, otomanos, rusos y austrohúngaros trataban de vivir en sus aventureras carnes los extraños estereotipos diseñados por la imaginación de unos autores europeos que jamás pisaron estas tierras.
De entre las óperas de Verdi situadas en España, El Trovador (Il Trovatore, 1853) es una historia rocambolesca que comienza en el zaragozano Palacio de la Aljafería, en tiempos de la revuelta de Urgel, que enfrentó a los escasos nobles descontentos con el Compromiso de Caspe que había colocado a Fernando de Antequera en el trono de la Corona de Aragón.
La protagonista realmente es una gitana, Azucena, que hace que Herodes parezca un embajador de UNICEF. Cuando la madre de Azucena es acusada de hacer enfermar al bebé de los Condes de Luna y sentenciada a morir en la hoguera por brujería, la enfurecida hija se apodera del noble vástago y se dispone a arrojarlo a la hoguera, pero en el último momento se confunde y lanza al fuego su propio bebé. Que podría haberse cerciorado mejor, probablemente; que los malos actos, se pagan, tal vez; pero lo fundamental es que demuestra que todos los bebés parecen iguales.
A falta de algo mejor que hacer con todos los pañales y biberones que tenía, Azucena cría a Manrico como si fuera su propio hijo mientras los condes de Luna lo dan por incinerado. Con el tiempo se convertirá en un rebelde, estudiará la carrera de letras de trovador y se enfrentará trova que trova a su verdadera familia, tomando partido por el conde de Urgel frente a los Luna. Finalmente, Manrico será sentenciado a muerte y su madre, práctica como ella sola, considerará cumplida su venganza: pierde un hijo ya criado, pero que le quiten lo vengado…
En el estrenado mes de octubre, la gran promesa femenina del surrealismo ampurdanés del siglo XX, Ángeles Santos Torroella, colgó los pinceles a los 101 años. Una crisis creativa acabó en los años 30 con su periodo más prometedor del que destaca “Un Mundo”, enorme imaginario que reposa en las paredes del Reina Sofía.
Conocida es por los aficionados la apasionante historia en plena Guerra Fría del trasiego de los derechos de autor de uno de los videojuegos más populares de todos los tiempos: el soviético Tetris. Aleksey Pazhitnov programó la versión digital de un puzle geométrico basado en la formación de figuras con pentominos, un término acuñado de la fusión del prefijo griego penta-, cinco, y la alusión al juego del dominó. Pazhitnov abrevió en la primera solución con tetrominos, o formaciones de cuatro cuadrados y de ahí surgió el nombre de Tetris.
Para la música se eligió un tema popular ruso in crescendo, acorde a la velocidad progresivamente acelerada con la que caen las piezas que hay que combinar en hileras. En la versión original cantada de un poema de Nekrasov, cuenta una simpática historia en la que un buhonero, posiblemente políglota, liga con una chica. Le promete amor eterno en cuanto vuelva de vender su mercancía, pero por estos avatares del destino, el vendedor es atracado y asesinado por el camino y la pareja nunca se vuelve a encontrar. Nekrasov también es autor del poema épico «Кому на Руси жить хорошо» algo así como «¿Quién vive bien en Rusia?», es decir, con la alegría de sus canciones, tal vez.
Los colores de los siete tetrominos han variado con el tiempo y las licencias del juego, pero suelen diferenciar el azul marino del azul cian, que en la cultura rusa son considerados dos colores diferentes. En la nuestra, la mitad de la población, con cromosoma Y, se debate entre el verde azulado o el azul verdoso y acaba usando el marrón, que vale para todo.
Estudios concienzudos, a 25 pts la partida, indican que un jugador de Tetris optimiza el consumo de glucosa en el cerebro y mejora su rendimiento. Como efecto colateral, se produce el llamado efecto Tetris, en el que el cerebro sigue colocando piezas durante un tiempo después de terminar la partida, lo que tiene sus ventajas al cargar el maletero del coche o comer en clase turista en un avión.
Aunque a primera vista, pudiera pensarse que el nombre de Argentina fue elegido por la voluntad más que altruista de quedar en segundo lugar en cualquier competición deportiva, 18 medallas de oro olímpicas contradicen al menos el resultado y posiblemente, dicha voluntad. Su índice de espíritu olímpico es de -0.28 coubertinos, gracias al boxeo, principalmente y a que el pato, el deporte nacional, una especie de béisbol a caballo con antecedentes de manipulación avícola, no entra en esta competición.
La República de Argentina es de plata, por herencia del Virreinato del Río de la Plata si bien sus colores nacionales no pueden ser más monárquicos. La Orden de Carlos III, otorgada a las personalidades que hayan servido con especial dedicación a los intereses de España y/o a todos los ex ministros, lleva una banda con los colores tradicionales de la familia real Borbón, celeste-blanco-celeste. De ahí que sea fácil confundir a simple vista a nuestros políticos con los argentinos. Cuando por la invasión napoleónica Fernando VII y su familia fueron secuestrados por los franceses, el movimiento de resistencia en América tomó sus colores frente a los de la impuesta monarquía de José Bonaparte, que mantuvo la enseña roja y gualda. Como la gente suele coger cariño a las prendas usadas, los súbditos del Virreinato de Río de la Plata reutilizaron la albiceleste durante la contienda por la independencia de la metrópoli, nuevamente bajo Fernando VII y tras varias fases, dos nuevos estados, Argentina y Uruguay conservaron en sus banderas los colores. Como vínculo con su pasado precolonial, añadieron a las banderas el Sol de Mayo, que representa al dios inca Inti.
En la actualidad, en pleno apogeo de su civilización, Argentina cuenta con su propia reina (Máxima de los Países Bajos), un papa (Francisco) y un jugador de fútbol deificado en vida (Maradona).
En el tercer centenario de la Real Academia, en apenas veinticuatro horas, los miembros “U” y “H” han presentado su dimisión irrevocable del mundo de los vivos. El primero, “U”, don Eduardo García de Enterría, gran jurista experto en Borges y premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. El último, “H”, el decano de la Academia, era don Martín de Riquer, Octavo Conde de Casa Dávalos y Grande de España, reconocido filólogo de lenguas romances, gran conocedor del Quijote y sabio medievalista. Compartió casi un tercio de existencia con la institución en la que se ingresó en 1965 y a 700 pesetas por sesión todos los jueves en 48 años, habrá acumulado en sus arcas la friolera de más de 10.000 euros. El nuevo de decano de la RAE es “M”, entre cuyas funciones, como es sabido, se encuentra la de encargar misiones a James Bond.
En la viñeta de hoy, se descubre, no la letra, sino el número de empleado de Aliphant, 24.601, según la norma instaurada por Víctor Hugo para su miserable personaje Jean Valjean y respetada en todo el mundo salvo en los países hispanos, donde no le encuentran rima fácil y prefieren terminar en sílaba tónica. Los lectores más observadores ya habrán apreciado que, efectivamente, las paredes del despacho de la Directora de Recursos Fórmicos están forradas de piel, y a tal efecto, se recuerda la importancia de mantener la superficie cutánea limpia, sana y libre de tatuajes asimétricos.
Prácticamente en todos los idiomas -incluido el árabe clásico original- Argelia se conoce como una variante de la forma Algeria, con las consonantes l y r en orden inverso que en español. El origen de esta metátesis es muy antiguo, hay pruebas del siglo XIII y se produce también en portugués como un vestigio de la rivalidad entre pueblos navegantes que durante centurias pelearon por el control de los puertos del norte de África, en concreto, por la plaza de Argel o Al-Jazair, «Las islas», que dieron finalmente nombre al país. Las lenguas de otros pueblos sin contacto directo mantienen, generalmente en eras ya modernas, el orden árabe donde al- es simplemente el artículo, salvo que obtuvieran este toponímico a través del español o el portugués, como en el amerindio náhuatl y el ladino o judeoespañol. En el occitano del sur de Francia y del Valle de Arán, quedó como Argeria así como en aquellas lenguas orientales que no distinguen fonemas diferentes para la r y la l.
De la participación olímpica de Argelia, se extraen sus escasos 0,48 coubertinos -recordando: Nº Coubertinos = log10 (Número de Medallas Ponderadas/Número de Participaciones). Las cinco medallas de oro repartidas entre atletismo y lucha están plenamente justificadas: quien no sabe pegar tiene que saber correr y viceversa.
La bandera del país más grande de África reúne símbolos tradicionales otomanos como la media luna y la estrella y el verde panislámico desde su independencia de Francia en 1962, aunque su diseño podría haberse originado en el siglo XIX. Siglos atrás, los temidos piratas de Berbería o berberiscos que azotaron las costas del Mediterráneo e incluso mantuvieron cautivo a Cervantes cinco años en Argel, capturaron al héroe superviviente de Lepanto y a su hermano en la Costa Brava y no aceptaron menos de 500 escudos por su liberación, que acabaron pagando los monjes trinitarios, una orden mendicante especializada en el pago de rescates. Los descendientes de aquellos esclavos menos afortunados forman una curiosa comunidad hoy en día completamente argelina, pero de rasgos caucásicos que difieren de la gran mayoría árabe-bereber.
Calendario rúnico formado por repeticiones de las siete primeras runas F-U-TH-A-R-K-N del alfabeto Younger Futhark. Las pequeñas anotaciones superiores señalan los domingos, mientras que la última runa en la banda inferior indica el final del mes.
Antes de nada, cabe aclarar que la principal diferencia entre el Crepúsculo de los Dioses de Richard Wagner y la Saga Crepúsculo de Stephanie Meyer es que si Wagner comenzara a dar cabezazos contra su teclado de forma aleatoria sería harto improbable que pudiera mejorar su creación. En 1876 y apremiado por sus atentos acreedores, Wagner terminó la Tetralogía del Anillo con un final apoteósico, épico y a la vez una masacre de personajes principales que seguro que entusiasma al despiadado George R.R. Martin y a la no menos pía J. K. Rowling.
Del final victorioso de la ópera anterior, Siegfried, donde el políglota se queda con la chica, la trama se vuelve del revés como el estómago de una holoturia por los ardides de los enemigos de Asgard. Una supuesta pócima que genera amnesia distrae a Siegfried de sus lealtades conyugales y su esposa la ex valquiria Brunilda, con yelmo de osamenta, toma riendas en el asunto. El Ragnarok o Götterdämmerung, el fin del mundo nórdico, se desencadena a pesar de los esfuerzos de Wotan, los dioses combaten con sus eternos rivales en unas cruentas batallas sin vencedores y la civilización antigua desaparece entre las llamas purificadoras que darán lugar a un nuevo orden en la cosmogonía germana y sus alrededores.
Los espectadores de la Tetralogía que, al terminar Die Götterdämmerung, llevan más de doce horas de saga, agradecen el desenlace, cualquiera que sea, de verdad, de la colosal obra wagneriana. Siempre cabe imaginar que, en manos de Peter Jackson, no se ha inventado el soporte digital donde pudiera caber una edición de coleccionista extendida suya…
Por extraño que parezca, así como hay términos prácticamente universales como taxi y hotel, también hay fenómenos de disparidad internacional bastante conocidos como la tortilla francesa o la montaña rusa. Un caso menos popular es el del patrón cachemira o cachemir, que no debe confundirse con la única acepción que recoge el D.R.A.E. del vocablo, el de la fina lana, mezclada o no, de las cabras del Himalaya.
Como más vale maña que fuerza, doña María Moliner describe por supuesto la acepción más conocida por los varones catedráticos, pero recuerda que el cachemir o cachemira es también una tela con dibujo de turquesas, pero no las piedras preciosas, sino los complicados patrones orientales con forma de retortas. En español se mantuvo la referencia a la procedencia original del tejido, que podía llegar importado en seda o en la propia lana de cachemira.
En inglés no hacen mención a la región en litigio entre la India, Pakistán y China, sino que lo llaman “paisley”, por el pueblo escocés donde se teñían estas telas a imitación de los entramados de origen persa. Y se dice que tiene forma de riñón o de gota. En cambio, en francés dudaron entre motif paisley o motif cachemire hasta el término actual boteh. El boteh es el símbolo zoroastrista de la vida y la eternidad, una mezcla entre una flor estilizada y un ciprés. Para dos millones y medio de fieles sigue importando que así habló Zarathustra.
En las lenguas de la India y Pakistán en cambio, llaman a este patrón casi fractal como a la semilla del mango, por ejemplo, «carrey» en urdu o «koyari» en marathi.
En algunas partes de Latinoamérica, no obstante, denominan sin ambages a esta tela lo que a cualquier niño le podría parecer obvio: tela de bacterias o de amibas. Aunque de todas estas opciones protozoarias, la mejor es probablemente la de la corbata de paramecios, que a diferencia de las amebas, cuentan con membranas celulares.
Los años sesenta trajeron de la India de mano de los Beetles una nueva moda por los diseños con retortas psicodélicas. El propio Lennon adquirió un Rolls-Royce blanco y lo pintó como un carromato gitano y le añadió una nevera y un televisor, rebautizándolo como “Paisley Rolls-Royce”. A veces el tuneado revaloriza el vehículo, aunque nadie de la casa del Espíritu del Éxtasis lo apreciara así en su momento.
Los prerrafaelitas, bien sean los groupies de Raphael o la extraña hermandad de pintores y críticos que reivindicaron el arte renacentista antes de su supuesta degeneración por parte de los manieristas, se engloban dentro de los movimientos culturales del siglo XIX. El pintor ultrajado en la viñeta de hoy, Lord Frederic Leighton, tuvo a su pesar entrar en el libro de los récords por haber fallecido justo el mismo día que fue nombrado barón, por lo que en su efímera baronía mejor no ahondar.
Su obra tal vez más destacada, ‘Flaming June’ representa a una elegante señora descansando la vista a pierna suelta, en una terraza con vistas descansadas a un luminoso mar. Las adelfas representadas, dentro de las manías florales de la época, sugieren una intoxicación que pudiera no hacerla despertar, pero no hay constancia de que le hubiera hincado el diente al macetero más próximo antes de planchar la oreja. Sea como fuere, las telas vaporosas en tonos naranja y la calidad de la iluminación de la escena, hacen del Junio Flamante una de las obras de referencia de su estilo.
El cuadro reside en el Museo de Ponce, Puerto Rico, al ser adquirido en subasta por un industrial de la isla en los años sesenta por 140$, el equivalente actual de 630 euros o seis cartones de Malboro, en una época en que la gente prefería invertir en salud que en arte victoriano. A pesar de su iconicidad, es denostado por parte de la crítica por su escasa precisión en los detalles y a la vez por su falta de riesgo, por no trasgredir límites pero tampoco mantenerse en el rigor académico. No obstante, pocos discutirán que es muy naranja.
Hipercubo formado por 7 secciones diferenciadas y ordenadas por los colores del espectro cromático visible newtoniano, correspondientes a los siete días de la semana, del rojo-lunes al violeta-domingo. Cada bloque contiene tantos cubos en planta como le corresponde a cada día del este mes, sean 4 en el caso del lunes, martes, miércoles y domingo, o cinco para el jueves, viernes y sábado.
En la primera mitad del siglo XIX los empresarios de espectáculos parisinos inventaron el equivalente al 3D Digital de nuestra época: le Grand Opéra, un formato monumental para subir el precio de las entradas. Una Gran Ópera exigía cinco actos en francés, un número de ballet al principio para la gente que no hubiera acabado de cenar y llegara más tarde y un despliegue de medios, de orquesta y de decorados dignos del CinemaScope. Los argumentos generalmente históricos, legendarios o mitológicos duraban horas y su puesta en escena era tan costosa que aún hoy en día no suelen representarse en formato completo.
El mismo Wagner intentó crear una Gran Ópera durante su estancia en París, pero chocaba una y otra vez con el gusto parisino y no veía bien lo del número de ballet para los impuntuales, así que hastiado, se llevó su Rienzi y comenzó a despotricar contra la barbarie judeomasónica de la escena musical francesa. Con lo que cayó después, entiéndase la importancia de la puntualidad.
En cambio, Verdi supo acertar con la idea, y posiblemente consiguió crear la mejor Gran Ópera de todos los tiempos, Don Carlos. El original en francés procede de una obra del gran dramaturgo alemán Schiller. Su rigor histórico rivalizaría con la serie de los Tudor o los sobrecillos de azúcar para el café de los moteles de carretera en los que se inspira Dan Brown. El hijo de Felipe II, el infante Don Carlos, sólo tenía cuatro de ocho posibles bisabuelos y no se había perdido ninguno, simplemente es que coincidían. A su debilidad física la endogamia unió la mental, los cuadros de la época como el del pintor de corte Sánchez Coello, en su afán de corregir sus defectos dejaron un fiel testimonio de los mismos. Era un niño cruel, sádico, como el vecino de Toy Story que acaba de repartidor del Pizza Planet. Una caída fortuita por las escaleras obligó al médico Versalio a aplicarle una trepanación a vida o muerte. Obviamente le salvó la vida, era el House de la época, pero comenzaron los brotes psicóticos y las conspiraciones paranoicas y tuvieron que encerrarlo hasta el fin de sus días.
Por su parte, Felipe II cumplió con los deberes de Estado y se desposó con la joven Isabel de Valois, que podía ser su hija, y hubiera sido su nuera porque en principio estaba destinada a casarse con el infante Carlos. En esencia, este es el trasfondo histórico para una historia muy diferente, la de Schiller, donde los enamorados Carlos e Isabel sufren la tiranía de Felipe II en la España de la Leyenda Negra, con pérfidos inquisidores, autos de fe, flamencos insurgentes y el espíritu romántico de la libertad que tanto gustaba a Verdi.
De las múltiples versiones de la obra, las más frecuentes son en italiano (entonces se reconoce como “Don Carlo”) y de cuatro actos, sin ballet y con escenas eliminadas para el DVD, pueden incluir temas sobrenaturales y finales distintos, donde Carlos es condenado por conspiración o salvado por el fantasma de su abuelo el emperador Carlos V. Tendría pocos antepasados, pero bien colocados…
El cine clásico, “Rebeca”, “Ser o No Ser”, “El Gran Dictador”, “El Club de los Poetas Muertos”, “Aterriza como puedas”,… ha tratado el tema de las sustituciones desde diversas perspectivas, aunque los puntos coincidentes suelen ser los problemas derivados de la adecuación del sustituto al entorno impuesto y el nuevo desarrollo del papel sustituido de acuerdo a las nuevas directrices del personaje, es decir: fase de negación, fase de adaptación y finalmente, fase de apoltronamiento que puede ser interrumpida al terminar el periodo de sustitución.
El género de los profesores suplentes merece una distinción. También era una excusa para dibujar a Aliphant en su fase escolar, mucho antes de que se dedicara al noble arte de la simulación.
¿Cuál es el secreto de la felicidad? Los matemáticos, gremio risueño donde los haya, saben cuándo es un número feliz. A saber, si iterativamente el cuadrado de los dígitos que componen un número suman la unidad, o si tras varias iteraciones sobre su resultado se alcanza el uno, los matemáticos consideran que se trata de un número feliz. Los números felices no son por desgracia habituales, a pesar de ser su cantidad infinita; sólo el 15,5% de los números entre 1 y 10 elevado a 122 son felices. A pesar de que la cantidad de felicidad es ilimitada, sólo hay diez elevado a ochenta átomos en el universo observable, por lo que si numeráramos todos los átomos del universo conocido, nos hallaríamos a cuarenta y dos órdenes de magnitud por debajo de la cifra con la frecuencia indicada. Pero siendo generosos, que es otra vía para conseguir la felicidad, es cuestión de administrar bien diez elevado a setenta y nueve átomos.
Un cuerpo humano tiene menos de 10 elevado a veintiocho átomos, Por descontado que algunos cuerpos tienen mejor ordenados los átomos que otros, pero no por ello hay que disgustarse. Si estamos solos en el Universo, hay felicidad para 10 elevado a cincuenta y un seres humanos y somos apenas siete mil millones. Podemos ser plenamente felices hasta el último átomo de nuestro ser e incluso dejar que sean felices nuestros animales domésticos, nuestras plantas preferidas y algunos matemáticos, si así lo evalúan.
Un número feliz es el 103. (1×1 + 0x0 +3×3 =10; 1×1 + 0x0 = 1). Además es primo; siempre la inocencia se ha llevado de la mano con la felicidad. Es el número atómico del Lawrencio, elemento en honor al físico E. O. Lawrence, con una esperanza de vida de 216 minutos en su mejor isótopo, – el elemento, es decir, el átomo- , precisamente lo que dura la película en honor a T.E, Lawrence, otro Lawrence contemporáneo suyo, mucho más conocido como Lawrence de Arabia. En este momento suele sonar una banda sonora.
Lawrence de Arabia, posiblemente el británico más raro de ese momento concreto de la Historia, unificó épicamente las distintas tribus árabes contra el Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial, dando lugar a un perfil de aventurero que la prensa aliada encumbró como uno de los héroes míticos de la Gran Guerra. De no haber fallecido en un accidente de moto que, por evitable, condujo al primer uso obligatorio del casco, hubiera tal vez cumplido 125 años en agosto, pues como él mismo decía, sólo una bala de oro podría matarle. Bastante más caro que un hombre-lobo.
Arabia Saudita, a pesar de su tradición de varios siglos, se formó como el reino actual en 1932 y en sus diez apariciones en los Juegos Olímpicos ha conseguido una medalla de plata y dos de bronce, lo que da un nivel de espíritu olímpico nada desdeñable de 4,42 coubertinos. Su bandera, con el verde tradicional del Islam tiene un uso muy restringido debido a que incorpora la profesión de fe de la shahada en caligrafía árabe thuluth. Al tratarse de un texto sagrado con el nombre de Allah, la bandera no puede ondear a media asta, ni ser colocada de forma vertical o tener una inversión en el reverso. Tampoco se puede aplicar a productos como camisetas, pegatinas o balones de fútbol. La espada de Ibn Saud, el fundador de la disnastía saudí subraya el texto religioso, como señal de victoria del Guardian de las Dos Sagradas Mezquitas, de la Meca y Medina.
Recapitulando todo esto, como decía cierta hechicera de nombre de mosquetero y bañador de Obregón, no se olviden de ser felices. Que de ser primos, ya nos sé si nos libraremos.
Las acuciantes temperaturas despiertan ciertos instintos básicos de supervivencia, desde la ingestión de cantidades ingentes de bebidas a temperatura inferior a la del nuevo continente temporal al embadurnamiento en sustancias oleosas para la exposición a la radiación de la bola de plasma incandescente más próxima. Sea como fuere, la reducción de la actividad neuronal sugiere, más que un sobrecalentamiento de la cavidad craneana, una desviación de las sinapsis hacia una actividad que, por falta de ella, se convierte en el foco de atracción: las vacaciones.
Sumida en lo que se podría considerar elegancia natural de la campiña inglesa (modo irónico activo), la serie de ciencia ficción más longeva de la BBC cumple sus primeros 50 años, en un alarde de medios y efectos que poco tienen que ver con los inicios de la BBC, con aquellos presupuestos que rivalizarían con los de la carta de ajuste y unos enemigos con movilidad de proyector de diapositivas.
Pero no todo son hercios y explosiones, a lo largo de su medio siglo, los guionistas a través de sus actores han sabido suplir las carencias escénicas y crear su legión de seguidores. El Doctor se ha reencarnado once veces, cambiando de aspecto pero también de personalidad a partir de los distintos actores que han dado vida a un ser obviamente polifacético. Si Tarzán, James Bond o Madonna han pasado por vicisitudes similares, no se han molestado tanto en dar explicaciones.
Aliphant lleva elementos en su atuendo de diversos doctores en homenaje a su curiosa forma de adaptarse a las costumbres terrestres, desde la bufanda interminable del cuarto doctor al broche de apio del quinto, pasando por la pajarita del undécimo .. . Por sorprendente que parezca, los doctores Who, individualmente, no suelen ir mucho más conjuntados.
Cada uno de los siete símbolos del naipe representa un día de la semana de izquierda a derecha y de arriba a abajo empezando el lunes. En medio, como es lógico, el jueves. El símbolo expresa las ocurrencias de cada día en el mes: círculo para uno, corazón para dos, trébol para tres, diamante para 4, estrella de cinco puntas para cinco. Bajo el siete, un símbolo con el mismo criterio indica el día en el que empieza el mes, en este caso, el círculo por el lunes.
Si se analiza la tercera entrega de la tetralogía del Anillo, Siegfried, como una obra independiente, es lo más parecido a una aventura épica con final feliz, donde el bien triunfa sobre el mal y el lingüista se queda con la chica, tras superar proezas de nivel avanzado hasta el monstruo de la última pantalla, que acaba siendo la propia valquiria Brunilda sumida en un profundo sueño en color y todo.
El joven héroe wagneriano Siegfried (Sigfrido) es un diamante en bruto, más por bruto que por diamante, con más temeridad que valentía y un desconocimiento épico del miedo, fruto, en general, de una educación descuidada por su padre adoptivo. Tras volver a forjar su mítica espada antes que el carácter, la templanza del arma se culminará con la matanza a sangre fría del dragón Fafner que esconde un tesoro con anillo único maldito de serie. Por error de manipulación de alimentos, acabará el mismo probando la sangre de dragón, lo que le proporcionará el don de comprender el lenguaje de los pájaros, de oír lo que piensan sus enemigos y según versiones más exageradas, de distinguir el fucsia. Técnicamente, es un pajarito el que le dice cómo localizar su próximo reto, unas llamas mágicas que ocultan a una doncella que espera dormida un valiente ignífugo que la salve, por el perfil expuesto, tal vez un bombero-torero.
El paladín de la estirpe de los volsungos franqueará los obstáculos para hacerse con la doncella que, por su facultad intimidatoria de valquiria, provocará finalmente la inseguridad y el temor que tanto anhelaba conocer. Y tras cuatro horas de presencia escénica casi continua y un último dueto con una soprano wagneriana fresca y lozana por recién salida del camerino, termina la verdadera heroicidad de esta ópera que es la de su propio papel titular de tenor. Tiempos difíciles vendrán, pero eso es ya El Crepúsculo de los Dioses.
Que el dinero mueve el mundo no es ninguna novedad. No obstante, es menos notorio que el vil metal está relacionado con uno de los tesoros intangibles de la Humanidad, la memoria. En la Antigua Roma, la diosa que dio nombre al mes en el que estamos, tenía un templo asociado a una de sus atribuciones, la de Juno Moneta. No es por dudar de la belleza de la deidad; la esposa de Zeus era agraciada y más que simpática, y muy limpia, pero lo de Moneta, venía por su patrocinio sobre la memoria, como la griega Mnemosine, madre de las musas.
Moneta viene del verbo moneo, que en latín significa recordar, pero también llevar, porque para ellos la evocación implicaba una traslación más geográfica que temporal. El caso es que también se realizaban transacciones económicas en dicho templo, y moneta comenzó a ser un sinónimo de intercambio, mercadeo, negociete y dinero al fin y al cabo. Pero no acaba ahí la historia.
De la evocación del verbo moneo había otra variante latina, monstro, de la que procede la palabra monstruo, antiguamente sinónima de prodigio. El Cubo de Moneo, es sin duda un monstruo. Un monstruo era algo memorable. Y sigue siéndolo. Pero también lo era una muestra, que evidentemente perdió la ene en algún momento de dejadez consonántica.
Dado que las muestras ordenadas que llevan a la comprobación de una hipótesis forman una demostración o, como se decía antaño, una demonstración, la palabra cuajó pronto en el ámbito anglosajón para los prototipos que darían una pauta de la funcionalidad final de un sistema. Y como demonstration es también la palabra que se usa para una manifestación, la ausencia de pancartas y la laxitud propia del idioma, motivó la abreviatura “demo” que volvió a nosotros como exhibición de un producto con fines fundamentalmente comerciales.
La RAE ya reconoce el anglicismo demo como la “versión demostrativa de un programa informático o de una grabación musical con fines de promoción”, pero todavía no recoge el acto de promoción en sí de dicha versión ni expresiones ya populares como el fatídico “efecto demo”, que hace que todo fenómeno observado por vez primera por el número suficiente de extraños falle estrepitosamente.
Como no es la primera vez que Aliphant hace una demo, la posibilidad de fracaso va decayendo, por lo que se permite la interacción con el público, aunque eso sí, de forma algo dudosa.
El pequeño grupo del archipiélago caribeño de las Islas de Barlovento, se compone, lógicamente, de las islas de Antigua y Barbuda, ambas bautizadas por Colón en su segundo viaje. A pesar de su nombre, como colonia del Imperio Británico ha mantenido las muy británicas costumbres de jugar al cricket, hablar algo similar al inglés y cantar «God Save the Queen» a su soberana, Isabel II. El himno antiguano, no obstante, nunca sonó en unos juegos para honrar al país de un medallista.
Ahora bien, existe una tercera isla, la Isla de Redonda, que para la imaginación de unos cuantos novelistas españoles e ingleses se constituyó en el reino que actualmente regenta Su Majestad Don Xavier, más conocido como R en la RAE o simplemente como el novelista y traductor Javier Marías. Sus súbditos son apenas unas pocas cabras que malviven de los pocos hierbajos que allí crecen y su autoridad si bien de corte absolutista, todo lo absolutista que se puede ser con unas cabras, está siendo disputada por otros autores que no ven legítima la cesión a dedo del anterior Rey Juan II.
Durante el interregno de Juan Pablo II a Benedicto XVI, con el Cardenal Martínez Somalo como camarlengo, hubo al menos otros tres jefes de estado españoles simultáneos, incluyendo el obispo de Urgell como copríncipe de Andorra, el Rey de España y, como se ha explicado, Su Muy Literaria Majestad, Xavier Rey de Redonda.
Aunque el japonés Jiroemon Kimura suene a gato cósmico o ente digievolucionable, dejó de ser el decano de la humanidad hace apenas unas horas; oficialmente, fue el último caballero del siglo XIX, a sus respetables 116 años, en plena segunda adolescencia. Volverán a ser las damas las que lideren el palmarés de la longevidad por bastante tiempo, ya que el nuevo hombre más viejo del mundo, un canadiense, apenas cumplió los 111. Y de decano a mecano:
Si Mecano equiparaba Hawaii y Bombay, no hay menor motivo para comparar Andorra y Angola, que tienen más letras en común. A pesar de ser Angola 2663 veces más grande que Andorra y tener una poblacion 263 veces mayor, comparten el mismo lema , «Virtus Unita Fortior», el poder unido es más fuerte, lo que implicaría que no es una cuestión de tamaño, sino de escasez de latinajos. Otro punto interesante en común, es su palmarés olímpico por inaugurar.
La bandera del país procede de la del partido en el poder, la anterior del África Occidental Portuguesa, vigente hasta 1975, añadía a la enseña de Portugal un vistoso escudo con fauna africana: un elefante y una cebra, nada que no pueda aparecer en una viñeta. Aunque de hecho, son las armas actuales las que aparecen en esta. Y un elefante. Y una hormiga cebreada.
Existen muchas formas de esclavitud, algunas tan graves y sin embargo tan próximas y dolorosas que el humor no parece suficiente para aliviarlas. Otras, de otra índole menos tangible, proceden de los propios individuos, de la forma de vida que se quiere adoptar, de las decisiones tomadas y de las opciones descartadas. Se dice que una persona es dueña de sus silencios y esclava de sus palabras.
Cuando Verdi compuso Nabucco, se encontraba en uno de los peores momentos de su vida; las enfermedades le arrebataron a su joven esposa y a sus dos pequeños, su carrera no terminaba de despuntar y su tierra natal era parte del Imperio Austríaco.
Los estudios recientes indican que se ha exagerado la influencia de Verdi en el Risorgimento, en el movimiento nacional que condujo a la unificación italiana. Posiblemente la gente no hubiera gritado ¡Viva Verdi! si hubiera sido más peligroso que proclamar abiertamente «Viva Vittorio Emanuele, Re D’Italia!. No se hubieran andado con eufemismos si no lo hubiese sido, pero aún así, no hay que subestimar el poder de la música, de los cánticos patrióticos pegadizos y de la añoranza que despertó el coro de los esclavos hebreos de Nabucco, el himno oficioso de Italia.
Al menos, cuando nuestra libertad se ve injustamente limitada, siempre nos queda cantar, posiblemente el medio menos natural de expresanos y sin embargo el que más cerca llega al alma.
El rey neo-babilonio Nabucodonosor II, para los amigos y Verdi, Nabucco, fue una de las figuras emblemáticas de nombre largo de la antigüedad, como Teglatfalasar III, pero en pronunciable. Los relatos bíblicos lo relacionan con el gran profeta Daniel, que aparte de la capacidad de interpretación de sueños, tenía un nombre muy bonito –no puede decirse lo mismo de los anteriores.
Se considera que Nabucodonosor fue el gran alcalde de Babilonia, constructor de los célebres jardines colgantes, la Maravilla del Mundo que había que regar y de las espectaculares murallas que incluían las puertas de Ishtar, ahora repartidas por museos de medio mundo.
La presente entrega de la serie olímpica es de inspiración claramente andorrana, o, si hay algún médico en la sala, andorroide.
El equipo olímpico de Andorra, aunque ligeramente inferior en número a sus fuerzas armadas que suman una docena de efectivos permanentes, no tiene nada que envidiarles en cuanto a victorias se refiere. Absolutamente nada. No hay medallas en su palmarés y la doble protección hispano-francesa ha mantenido al enclave pirenaico a salvo de conflictos bélicos desde la Edad Media. No obstante, no dio por terminada la Primera Guerra Mundial hasta 1958. La razón es que nadie se acordó del pequeño país en la firma del Tratado de Versalles.
Un caso único de coprincipado, San Marino es otra duarquía pero sus dos capitanes regentes gobiernan una república, Andorra tiene como jefes de estado ex officio al Presidente de la República francesa y al Obispo de la Seo de Urgel, por parte de España. No siempre tuvo dos grandes adalides, pero estos vecinos crecieron hasta convertirse en los países que conocemos actualmente. Si mientras el poder religioso quedó siempre en manos del obispo español, el poder terrenal fue pasando del condado de Foix, a los reyes y emperadores de Francia a través de los monarcas de la Navarra francesa.
En 1933, un lituano llamado Boris Skosyrev se autoproclamó Rey de Andorra con la ayuda del Consejo General de la Casa de Vall, a cuyos miembros prometió los enormes ingresos de un invento moderno llamado turismo. Francia se desentendió del asunto y pasaron algunos días, pero cuando Boris le declaró la guerra al copríncipe de Urgel, el Obispo le envió sus tropas compuestas por cuatro miembros de la Guardia Civil y un sargento, que le aplicaron La Ley de Vagos y Maleantes y terminaron expulsándole a Portugal.
Si el movimiento revolucionario vividor de Boris no cuajó en la sociedad, se cree que fue el primero en plantar tabaco en Andorra y originar esa nueva fuente de ingresos. En 1944 se pierde la pista del intrépido aventurero, tal vez víctima del campo de concentración de Rieucross.
Si proverbial es la ceguera de un gato de escayola, su paciencia no le anda a la zaga. Palabra del árabe andalusí que procede del vocablo árabe para retaguardia, en estos tiempos modernos su uso se ha especializado en el ámbito deportivo, donde el derivado zaguero implica un jugador retrasado en su posición con intención más estratégica que por el propio desgaste del individuo. Siendo generalmente un sustantivo, no deja de ser peculiar que su origen es el de un adjetivo, pues algo individuo es simplemente algo que no se ha podido dividir, o como dicen los científicos griegos, un átomo. Hasta la llegada de la fisión nuclear los átomos eran individuos pero todavía no había individuos atómicos. Es lo que tiene la ciencia, que si bien es hija de la paciencia, tiene bastante de conocimiento pero también de sufrimiento o pathos, el étimo de paciencia con la que arrancaba esta introducción.
Y si le queda alguna al lector, de paciencia y gatos de escayola trata hoy esta viñeta.
Por dar una de óxido de calcio y otra de masa desagregada de cuarzo, feldespato y mica, la viñeta de hoy recurre al humor recurrente de los algoritmos aplicados fuera de contexto. O lo que es lo mismo, chiste de salirse de tiesto. De forma bastante comedida, todo sea dicho.
Si Platero era pequeño, peludo y suave, gracias al portentoso aliphfan-art de Mila nuestra artista invitada, Aliphant es como Platero, en el buen sentido. Tan blando por fuera que se diría todo de algodón, que no tiene huesos. Este magnífico ejemplar de Bestiola mollis, podría dar origen de la nueva serie de Aliphant en stop-motion, en honor al gran Harryhausen.
Con esa reflexión y el agradecimiento a la autora por su estupenda creación, sírvanse de un buen fin de semana.
Aquellos que recuerden un programa de entretenimiento llamado “El Tiempo es Oro”, sabrán que otro modelo de televisión es posible, incluso sin necesidad de salpicar en la piscina. La fase final, tal vez la más distintiva, obligaba a tres concursantes a utilizar todos los recursos de una biblioteca bien surtida para dar respuesta a tres preguntas enlazadas y endemoniadas. Era la prueba de que un “examen con libros” podía ser particularmente difícil. Por supuesto que si un concursante tenía los conocimientos suficientes para saltarse etapas, el éxito era casi seguro, pero no era el caso más común.
Si el formato se adaptara a nuestros tiempos, no cabe duda de que el principal reto sería distinguir de entre toda la información obtenida, cuál es veraz. No obstante, eso es algo que también ocurría en las ediciones de papel, pero nadie tenía arrestos de dudar de un enciclopedista. Las nuevas tecnologías de búsqueda suplen gran parte de la inteligencia relacional necesaria para hallar la solución, pero luego es necesario analizar si lo encontrado sirve de algo.
En cualquier caso, esta viñeta está dedicada al gran presentador y actor de doblaje Constantino Romero. Una última lección nos dio: cuidado con lo que se tuitea; nunca sabrás qué se convertirá en tu epitafio.
Mientras que en occidente, un tesoro viviente es una persona cubierta de tatuajes o alguna de las sufridas mascotas de Paris Hilton, en Japón es el mayor honor que se le puede conceder a un artista de cualquiera de las 16 artes oficialmente reconocidas, incluyendo la ópera noh y el teatro kabuki.
La animación japonesa no está todavía incluida entre estas artes, por lo que Hayao Miyazaki, ganador de un óscar por El Viaje de Chihiro y autor de la película a la que homenajea la viñeta de hoy no corre peligro si se encuentra con Gollum, Sidney Fox o Jack Sparrow, los ávidos recolectores de tesoros.
El gran fondista Kazuo Oga es el autor de las portentosas acuarelas en las que se sitúan las acciones de las películas del Estudio Ghibli. Si bien el popular compositor Alfred Newman decía que nadie sale del cine canturreando el decorado, los fondos de Oga justifican ya pagar por esa sesión.
En 1988, Mi Vecino Totoro, ligeramente basada en la Alicia de Lewis Carrol y en la propia experiencia de niñez de Miyazaki, recrea un mundo fantástico pero, curiosamente, ajeno al folclore japonés.
Totoro es un troll al estilo europeo de los guardianes de puentes que son engañados por las cabras, o de la franquicia finesa de Moomin, el cual, como suele pasar con Sarah Jessica Parker, era confundido con un caballo (entiéndase como mera ilustración de otra acepción de troll; todo el mundo dudaba de la existencia de los centauros hasta que Sarah tuvo hijos con Matthew Broderick).
La transcripción japonesa de troll, “totoru” es pronunciada erróneamente por Mei, la niña protagonista, como “totoro” pero, al menos en Japón, así es más entrañable. Las úes finales en japonés pueden ser mudas, pero las demás sílabas se pronuncian con la misma intensidad, como con acento maño.
Cada semana es representada por un polígono de tantas caras como días tiene dentro del mes. Se disponen en vertical, aunque la estructura es simétrica, al tener 5 días tanto la primera como la última semana del mes.
Una mujer alemana, fría e inteligente se convierte por la confianza de su antecesor en la mujer más poderosa del mundo. Pero incluso con todo su poder deberá elegir entre cumplir estrictamente su deber y mantener su puesto y su estatus indefinidamente o apostar por una estrategia que a la larga debería salvarnos a todos, aunque para ello deba sacrificar para siempre el apoyo de los suyos.
Todo esto contaba Richard Wagner en 1870 en la segunda entrega de la Tetralogía del Anillo: La Valquiria. A pesar de la celebérrima cabalgata del tercer acto, el título está en singular. (El plural de ‘die Walküre’ sería ‘die WalKüren’). La palabra, del nórdico antiguo significaría «la que elige a los muertos», debido a la extraña aficion de estas doncellas de Odín/Wotan por recorrer los campos de batalla para escoger a los héroes caídos y llevarlos al banquete perpetuo del Valhalla.
Por los trapicheos de Wotan para construirse el Valhalla, el universo se ve encaminado irreversible al Ragnarok, el fin del mundo nórdico o como se dice en Islandia, “el día de cobro de aquellos avarientos inversores europeos”. No obstante, tiene un plan B: si un héroe libre de pactos con sus enemigos actuara según sus intenciones, estaría a tiempo de salvar la parte de la biosfera que usa zapatos. Para ello, une una pareja de alta cuna, Sigmund y Siglinde que tienen tanto en común y se tienen en tan alta estima que resultan ser gemelos separados al nacer, pero no como Schwarzenegger y Danny de Vito; más parejos, si cabe.
Lo que, aparentemente sería de lo más normal entre los guepardos del Serengeti, no acaba de cuajarle a Fricka, esposa de Wotan y diosa del matrimonio y la moral y éste accede a destruir su obra amenazado a dormir en el sofá del Valhalla hasta el Ragnarok. Tras confiar su dilema a la más querida de sus hijas valquirias, Brunilda, dejará en sus manos la responsabilidad de destruir a Sigmund, condenando por ello a la Humanidad, o de salvar a Sigmund, a la Humanidad y a los dioses, pero perdiendo su puesto de trabajo en la administración y su inmortalidad con todas las retribuciones por antigüedad acumulada.
Como la cosa no andaba tan mal por esos tiempos, se toma todos los moscosos de vez y se dispone a salvar a Sigmund en su batalla, por lo que el mismo Wotan, dolorido por los muelles del sofá y la actitud desobediente de su hija, clava su lanza en el héroe y castiga a la valquiria casándola con el primero que aparezca. Al final, se apiada de ella, menos mal, y decide dormirla en un círculo de fuego que sólo un bombero o un temerario pueda atravesar.
De la relación incestuosa con Sigmund, Siglinde, que fallece en el parto, dará a luz a Sigfrido, el héroe que no conoce el miedo, ni la vergüenza, ni los semáforos, y se parece por igual a su padre y su madre, y traerá el equilibrio a la Fuerza, pero eso es otra ópera.
La música más célebre de Wagner es sin duda la atronadora Cabalgata de las Valquirias que inunda el acto tercero y ha sido utilizada como himno de batalla en contiendas reales y ficticias. Tal vez la más singular sea su versión de Apocalypse Now, donde los corceles voladores de las doncellas guerreras son sustituidas por los helicópteros de la unidad aerotransportada o de caballería aérea en la Guerra de Vietnam.
Para los amables lectores que así lo sugieran -con amabilidad, se entiende- se crearán nuevas galerias con los temas preferidos. (Abstenerse por favor los solicitantes de la serie de circuitos integrados famosos, que no tiene todavía masa crítica para tal despliegue).
Para la viñeta de hoy, la clasificación es sencilla: típica viñeta de cafetera. Un género por sí mismo.
El día en que dos de las principales literaturas del planeta, la inglesa y la española, decidieron acabar definitivamente con la producción de sus dos figuras más insignes, Shakespeare y Cervantes es comúnmente celebrado como Día del Libro, (Dejan claro de quién se libraron por otra parte).
No obstante y por San Jorge, patrón místico –y más bien mítico- de la Corona de Aragón, el tradicional enfrentamiento de los archienemigos descritos en la Historia Natural de Plinio tiene lugar una vez al año entre el Caballero Aliphant de la Cerúlea Figura y un dragón invitado. Según Plinio, cuando los elefantes se acercan al agua de un lago a beber, los dragones se enroscan en su trompa y los arrastran a su trampa a las profundidades. Haciendo amigos desde la antigüedad.
Esta viñeta trae dragona, y por vocación. Posiblemente sea su sentido del humor lo que hace de Maléfica uno de los villanos más pérfidos de la filmografía de Disney. Estéticamente, La Bella Durmiente representó un cambio de imagen profundo de la nueva generación de grandes artistas que se abrió camino en los años cincuenta. La propia psicología de los personajes no difiere mucho de la forma de vida americana en su apogeo y la música, adaptación del mismo Chaikovsky, evoca ya ritmos más modernos.
Creado en 1970 por el ingeniero suizo Hans Camenzind para la electrónica Signetics, el circuito integrado temporizador 555 sigue fabricándose en un volumen de mil millones de unidades anuales.
Es un chip prodigioso en su diseño y prestaciones. Su bajo coste, sencillez y estabilidad permiten su aplicación como dispositivo oscilador en sus modos de astable, monostable y biestable. Simplificando enormemente, es un pequeño reloj suizo de ocho patas.
Desde los divisores de frecuencia que permitían formar las octavas de los sintetizadores de las primeras consolas de videojuegos a trenes de pulsos para codificar comunicaciones digitales, el 555 tiene un amplio espectro de uso y su concurso propio de aplicaciones.
No obstante, y aunque el pequeño escarabajo negro es apodado «Circuito Integrado Máquina del Tiempo», no se conoce todavía en su utilización casos de alteración del espacio-tiempo que justifiquen el alias. Pero, tal vez, si sustituyendo el condensador de 10nF entre control y tierra por un condensador de fluzo… [INFORMACIÓN ELIMINADA POR LA CRONOPOLICÍA ANTIANA]
P.S: No le estoy viendo mucho futuro al subgénero éste de chistes sobre circuitos integrados famosos. Es posible que no le dedique una serie.
Cuando en diversos premios se establece la categoría de “Musical y comedia” para distinguirlos del noble arte del drama, se desdeña el potencial de la música para expresar cualquier tipo de sentimiento humano, incluso la falta de humanidad.
Víctor Hugo escribió la novela que dio lugar a este musical de Claude-Michel Schönberg y a esta viñeta cantábile en una sociedad convulsa donde la supervivencia es cuestión de mínimos detalles para Los Miserables. En estos tiempos difíciles, lo único que no tiene caducidad son los yogures. Y no siempre fue así.
Seguimos con la serie olímpica. En la marcha atlética se premia la constancia, pero si saltas algo, te penalizan. La siguiente delegación es la alemana (o alemanas, según se mire).
Con un escalofriante índice medio de -1 coubertino, alguien no explicó a los alemanes, que no hacía falta llevarse todas las medallas, que son simbólicas, que no siempre son de metal bueno, ni es preciso construirse un trono con ellas. Únicamente los devaneos de su historia en el siglo XX distorsionaron su cadena de triunfos, presentando a los atletas alemanes bajo los equipos del Imperio alemán, República de Weimar, Tercer Reich, la RFA, la RDA el protectorado francés del Saar el equipo unificado alemán y por último, la Alemania reunificada.
El equipo de Saar, la región controlada por Francia tras la Segunda Guerra Mundial, fue el único que no cedió a la presión y participó en unos juegos sin acaparar medallas. Pero cuando volvió a integrarse a la Alemania ocidental se acabó el espíritu deportivo.
Alemania celebró los juegos en tres ocasiones: Berlín y Garmisch-Partenkirchen, 1936 y Munich, 1972. Fueron unos juegos históricos por asuntos que poco tuvieron que ver con lo deportivo, pero también tuvieron sus estrellas en el plano de la competición.
El emblema actual de Alemania, recuperó la bandera de la República de Weimar prohibida por el Tercer Reich, que optaba más por motivos hindúes en los imperiales rojo-blanco-negro. El águila alemana es un símbolo de nobleza, “Adler” es águila en alemán, “edel” y “adelig” son palabras para “noble”. Procede del Sacro Imperio Romano-Germánico y por tanto del Imperio romano.
La segunda ópera más interpretada de Verdi, es Rigoletto, estrenada en 1851 y perteneciente al popular subgénero de las óperas de payasos asesinos.
El argumento es original de Víctor Hugo, de su obra censurada “Le Roi s’amuse”, en la corte de un libertino Francisco I. (Nota: si lleva numeral, no es el Papa actual). El protagonista es el bufón Rigoletto, que podría traducirse como “Graciosete”, por lo que mejor no traducirlo. Por la censura austrohúngara (hecho, Sr. Berlanga), Verdi trasladó la acción de la Francia renacentista al olvidado Ducado de Mantua, donde el árbol genealógico la otrora poderosa familia Gonzaga había secado sus últimos brotes germinales y no había riesgo de querellas, ni de brotes verdes.
Rigoletto es un bufón de oficio que, por su humor corrosivo, se granjea el beneplácito de su Duque protector y el rencor y la envidia del resto de la perniciosa corte ducal. Como casi todo gran humorista, excepto tal vez Chuck Norris, en su celosa vida privada oculta un inmenso dolor, en su caso por su viudedad, y vive solo con una hija adolescente que vigila como el último vínculo por el que merece la pena seguir en aquel valle de lágrimas.
Como el Duque tiene tal afinidad por el par de cromosomas X que aseguraría la perpetuación de la especie por varios siglos, Rigoletto oculta la existencia de su vástago como los concursantes de Gran Hermano esconden cualquier atisbo de actividad neuronal. Como consecuencia lógica según cualquier narrativa, no tardará ni medio acto en caer en las garras del regidor mantovano y ser deshonrada ante el estupor del bufón.
La vergüenza clama “vendetta”, y Rigoletto planeará un retorcido plan de los que sólo pueden acabar en tragedia o en historia basada en hechos reales de la televisión de sobremesa.
Ante el temor de Verdi de que su obra tuviera una difusión verbal anticipada – la piratería estaba en una fase incipiente- limitó el número de partituras al mínimo e incluso hasta apenas unos días antes del estreno no dejó ver al tenor la famosa aria “La donna è mobile”. Al día siguiente, media Italia silbaba la famosa tonada sobre la presunta –sólo presunta- volubilidad femenina.
La octava y última Exposición impresionista reunió a los autores que en principio peyorativamente –y en un alarde de escasa imaginación- fueron denominados puntillistas, por lo que es como se les conoce actualmente, en concreto, a Georges Seurat y Paul Signac.
Utilizando el concepto de la descomposición cromática newtoniana y como antecesores de la imagen catódica de nuestra era –o más bien de la anterior- las pequeñas pinceladas formaban matrices de puntos coloreadas que convergían en formas reconocibles a las distancias adecuadas.
Seurat tuvo una vida breve, de apenas 31 años, truncada por alguna de las enfermedades infecciosas que segaban las carreras artísticas de los bohemios, pero Signac y en parte, Pissarro, pudieron darle continuidad a este arte precisamente basado en la discretización.
Los atuendos de Aypbee y Aliphant y parte del paisaje de esta viñeta están basados en la “Tarde de Domingo en la Isla de la Grande Jatte”. El falso marco de puntos es una de las bromas habituales del autor.
De haber progresado con su arte, los filtros de puntualización de los programas de edición de imagen hubieran sido sus mejores discípulos.
Decenas como columnas y unidades como filas, de arriba a abajo y de izquierda a derecha, con los signos alquímicos de los planetas para indicar los días de la semana..
Escasas novedades, el Óscar a Director para Ang Lee, la primera intervención de una primera dama como presentadora -Grace Kelly posiblemente aparte, y un empate en edición de sonido. Disney recupera el corto de animación y conserva el largometraje a través de Pixar.
Aliphant
Actor Secundario: Christoph Waltz (Django)
Mejor Corto animado: John Kahrs – Paperman
Mejor largometraje Animación: Brave
Mejor Fotografía: Claudio Miranda – Life of Pi
Mejores Efectos Visuales: Life of Pi
Vestuario: Ana Karenina
Maquillaje: Los Miserables
Mejor Corto Documental : Inocente
Mejor Corto Ficción: Curfew
Mejor Largometraje Documental: Searching for Sugar Man
Película Habla no Inglesa: Amour (Austria)
Mejor mezcla de Sonido: Los Miserables
Mejor Edición de Sonido: Zero Dark Thirty / Skyfall
Mejor Actriz de Reparto: Anne Hattaway (Los Miserables)
Mejor Montaje: Argo
Mejor Diseño de Producción: Lincoln
Mejor BSO: Life of Pi
Mejor Canción: Skyfall
Mejor Guión Adaptado: Argo
Mejor Guión Original: Django Desencadenado
Mejor Director: Ang Lee (Vida de Pi)
Mejor Actriz: Jennifer Lawrence (El Lado Bueno de las Cosas)
Mejor Actor: Daniel Day-Lewis
Mejor Película: Argo
En la larga historia de nuestra Civilización, desde la torre de Babel hasta la película de las Spice Girls, las catástrofes nos han devuelto la dosis de humildad que nunca debimos perder.
Hace 100 años, las heladas aguas del Atlántico se tragaron al RMS Titanic tras su primer arañazo en la pintura con un cubito de hielo de unas dimensiones de ríanse de la escarcha de sus congeladores. A dos tercios del pasaje ya no les preocupó que se perdieran sus maletas.
Con todo ello, los guionistas de Hollywood encontraron un tema fascinante para desarrollar todo su potencial narrativo. En lugar de rodar la tercera parte de «Llegada del tren a la estación» o el remake de «Viaje a la Luna», 29 días después del naufragio, la actriz y guionista Dorothy Gibson, protagonizó «Saved from the Titanic» basado en su propia experiencia como superviviente. La película, por desgracia, a diferencia de la célebre canción de Céline Dion, se ha dado por perdida, pero es todo un ejemplo de superación personal de tragedias en una época en la que el psicoanálisis todavía no había pasado la primera ITV.
Como moraleja, desconfíen de toda amenaza que no sobresalga del agua más de un noveno de su volumen total.
Para la viñeta de hoy era necesario incrementar el nivel de elegancia paquidérmica de Aliphant, lo que, sin acudir a la etiqueta puede ser bastante arduo. No obstante, su personaje de hoy requería el esfuerzo.
Cuando una chaqueta cruzada blazer sobrepasa el ámbito deportivo o deja de formar parte del contexto de un uniforme, su uso menos frecuente provoca un efecto de realce del estilo. La chaqueta cruzada debe llevarse siempre abotonada, por lo que exige cierto sacrificio en la comodidad del portador.
Remington Steele fue una de las primeras series que mezcló el género detectivesco con el romance. El personaje de Laura Holt era un ejemplo de mujer brillante y trabajadora, con dotes de liderazgo y muy perspicaz, que debía ocultarse tras la fachada del elegante Steele, un ladrón de guante blanco retirado con el IMDB del cine clásico en su cabeza.
La inolvidable sintonía de la serie es un trabajo del gran Henry Mancini, que supo darle ese ambiente de cine negro con toques de comedia.
A Spanish Aragonese popular song, a Jota, for this special issue for the Our Lady of the Pillar, in Zaragoza. This kind of jotas are musical dialogs to enhance the improvisation skills of the singers.
Una canción popular aragonesa, una jota, para este especial del día Virgen del Pilar en Zaragoza. Este tipo de jotas son diálogos musicales que realzan las habilidades de improvisación de los cantantes en liza.
La posibilidad de fisura en el continuo espacio-tiempo al producirse una paradoja ha tenido siempre su interés en la ciencia ficción, pero Aypbee, prefiere darle un enfoque más práctico.
Hayao Miyazaki’s masterpiece Howl’s Moving Castle evokes a world of Fantasy and Mechanics, with flying engines and magical powers, remotely based on Diana Wynne Jones’s stories
La obra de arte de Hayao Miyazaki, el Castillo Ambulante, evoca un mundo de fantasía y mecánica, con artefactos voladores y poderes mágicos, remotamente basado en las historias de Diana Wynne Jones
Permítanme, amables lectores, en esta entrada 800ª del aliphblog explicar en primera persona algunos detalles de la última viñeta. Los así-se-hizo disfrutaron tiempos mejores pero tal vez estos conceptos sirvan de referencia a alguien…
El picado/contrapicado es un recurso típico de los comics clásicos americanos, más conceptual que formalmente. No lo frecuento porque, como suelo repetirme a mí mismo, Aliphant no es un cómic de acción; aunque tampoco es el mundo ortogonal de Dilbert o Garfield. Por razones narrativas comencé a usarlo en una viñeta donde Qoph lanzaba un programa de un PC con su continente entero:
Mi preferido de todas formas es el contrapicado submarino que aparece justo antes del ataque de la ballena-submarino de los equinodermos, inspirado por las escenas de Tiburón.
De todas formas, la clave de toda esta viñeta 414 es la secuencia de Baby Herman en Roger Rabbit, al puro estilo Tex Avery. La perspectiva se convierte en un elemento al servicio de la narración.
Se decía que allá donde aparecía la señora Fletcher un cadáver andaba cerca. Tal vez técnicamente no andara, pero está claro que la escritora de Cabot Cove tenía cierto imán para toparse con homicidios.
Y probablemente ese capacidad atractora era de índole genética pues mediante acusaciones siempre infundadas siempre sospechaban de sus inocentes sobrinos.
Los casos policiacos en Aliphant son por supuesto menos irreversibles. Los hay económicos, de espionaje industrial o en este caso con cierta violencia explícita. Pero allí está Aliphant que no suele perder detalle y ya tiene su culpable.
Competir consigo mismo es a veces una forma de buscar la superación personal.
Cuando se trata de la misma empresa y se compite por desconocimiento de ese detalle, entonces se trata de una pérdida de recursos considerable. Y peor aún es cuando se desconoce por voluntad por propia.
Aliphant se disfraza de un personaje con el que tiene bastante en común, Rondador Nocturno. En cambio, Qoph prefiere afrontar su caracterización desde un plano más psíquico que físico
Tras las recientes noticias de la completa recuperación del código genético de los mamuts, se abre la veda para que aquellos seres, que ya sólo viven en la mente de David Macaulay y pueblan su «Cómo funcionan las cosas», vuelvan a algún día a poblar las estepas derretidas por el calentamiento global del planeta. Si bien el fin de la era de las glaciaciones, que hizo desaparecer los hábitats -otra curiosa palabra que forma el plural en -ts- de los lanudos proboscídeos no pudo achacarse a la entonces escasa actividad humana, tal vez la actividad depredadora de los hombres del pleistoceno ayudó a terminar con su estirpe.
Mumant,no obstante, procuró cuidarse todo lo posible, como asegura esta viñeta…
Si hay algo parecido al teatro de las tres unidades, es una película o una saba con tres reglas que obligan a revisar su argumento. Es algo que se vio en Gremlins y que se parodiaba en Gremlins II. Las reglas, a saber, no mojar un Gremlin, que no le dé la luz brillante y no darle de comer después de Medianoche eran más proximas a la magia que a la biología y daban lugar a situaciones contradictorias. ¿Medianoche de qué huso horario? ¿Horario de verano o de invierno? ¿Qué bebe un Gremlin? ¿Les matan los infrarrojos o sólo parte del espectro visible?
Jean Tabar, al dictado del gran René Goscinny, creó un cómic de gran humor y profundo calada filosófico cuya ambientación nada desdeñable se situaba en el Califato de Bagdad de Harún al Rashid, si bien en este caso el protagonista indiscutible era Iznogoud, el bisoño Gran Visir de la corte del Califa Harun Al Poussad que siempre decía querer ser «Califa en lugar del Califa». Y aquí está la versión aliphantiana, tarde o temprano tenía que ocurrir.
Dedicado a los que quieran ser Aliphant en lugar de Aliphant.
Indagando entre los anales del cine de animación, los lectores prodrán confirmar que el corto de Walt Disney y Ub Iwerks titulado «Steamboat Willie» ni es el primer dibujo animado de Mickey Mouse ni es su primer corto sonoro. Pero tal vez es el primero que se ganó la admiración de los espectadores por conseguir poner la técnica de sincronización del sonido al servicio de la historia narrada en la animación. De ahí su importancia. Ya no se trata de un experimento, sino de una obra pionera de la animación sonora y la primera señal de que el cine mudo estaba sentenciado a su desaparición.
Disfrazado como Mickey en esta historieta y con la célebre diadema de orejas de ratón en las manos, Aliphant trata de vencer su miedo a los roedores convirtiéndose en el más famoso.
El barco de vapor, el steamboat Willie fue construido en 3D para esta viñeta, e incluso animado, pero infortunadamente, todo aquello no se puede apreciar demasiado en esta escena suelta.
Y con la última, ya son cien las tiras de Aliphant traducidas al inglés por el autor. Tal vez traducción no sea el término más adecuado, porque lo cierto es que la intención del autor es recrear cada viñeta en su contexto original pero en otra lengua.
Tampoco tendría mucho sentido que las versiones fueran tremendamente diferentes de una lengua a otra, pues eso supondría un mero aprovechamiento del mismo gráfico para generar diversos chistes.
No obstante, el humor de Aliphant está no pocas veces plagado de juegos de palabras de difícil traducción, y en ese caso el criterio ha sido el de crear una situación similar pero no idéntica.
Valgan como ejemplos de estos curiosos pares de viñetas las tiras siguientes. En cierta forma, es como si contaran por dos: