En el tercer centenario de la Real Academia, en apenas veinticuatro horas, los miembros “U” y “H” han presentado su dimisión irrevocable del mundo de los vivos. El primero, “U”, don Eduardo García de Enterría, gran jurista experto en Borges y premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. El último, “H”, el decano de la Academia, era don Martín de Riquer, Octavo Conde de Casa Dávalos y Grande de España, reconocido filólogo de lenguas romances, gran conocedor del Quijote y sabio medievalista. Compartió casi un tercio de existencia con la institución en la que se ingresó en 1965 y a 700 pesetas por sesión todos los jueves en 48 años, habrá acumulado en sus arcas la friolera de más de 10.000 euros. El nuevo de decano de la RAE es “M”, entre cuyas funciones, como es sabido, se encuentra la de encargar misiones a James Bond.
En la viñeta de hoy, se descubre, no la letra, sino el número de empleado de Aliphant, 24.601, según la norma instaurada por Víctor Hugo para su miserable personaje Jean Valjean y respetada en todo el mundo salvo en los países hispanos, donde no le encuentran rima fácil y prefieren terminar en sílaba tónica. Los lectores más observadores ya habrán apreciado que, efectivamente, las paredes del despacho de la Directora de Recursos Fórmicos están forradas de piel, y a tal efecto, se recuerda la importancia de mantener la superficie cutánea limpia, sana y libre de tatuajes asimétricos.