A principios del siglo XX, viajaba la compañía del célebre empresario teatral ruso Diaguilev con el granadino Manuel de Falla por tierras de Aragón. Como homenaje folclórico interpretaron en un pueblecito una “jota aragonesa”. En lugar de arrojarlos a la acequia, el público local aplaudió educadamente a los intérpretes, pero desde luego no relacionaron lo que acababan de escuchar con lo que se supone que era. Por la noche, cuando los joteros lugareños interpretaron sus propias canciones, Falla descubrió la verdadera energía de esta música y comenzó a adoptarla como es debido en su repertorio. El Sombrero de Tres Picos, producida en 1919 por Diaguilev con escenarios de Picasso, incorpora la famosa jota de Falla, también utilizada en sus Siete Canciones Populares de España:
Dicen que no nos queremos,
porque no nos ven hablar.
A tu corazón y al mío,
se lo pueden preguntar.
Ya me despido de ti
De tu casa y tu ventana
Y aunque no quiera tu madre
Adiós, niña, hasta mañana.
¡Felices fiestas del Pilar y día de la Hispanidad!