Lo que empezó como una idea del gran cómico canadiense Dan Aykroyd basándose en la tradición de su propia familia en el ocultismo se convirtió en todo un éxito de público y en un referente cultural de los ochenta con la ayuda de su director y productor Ivan Reitman y sus compañeros Harold Ramis, Bill Murray y Ernie Hudson. Al elenco se sumaba la siempre imponente Sigourney Weaver y otro gran cómico canadiense, Rick Moranis.
Uno de sus iconos más populares hasta nuestros días fue el logo del fantasma Mooglie en la señal de prohibición, que por motivos estéticos, fue invertida de su posición normal en las carreteras.