De igual forma que Harry Potter tenía un repuesto en la profecía con Neville Longbottom, un animador norteamericano también llamado Walter y apenas dos años mayor que Disney creó su propio estudio de dibujos animados con la técnica de manguera de goma (rubber hose). Incluso se dio el caso que, una vez que Universal le quitó a Disney el personaje de Oswald, el conejo afortunado, que había creado junto a Ub Iwerks, se lo cedió a Walter Lantz con un nuevo contrato más ventajoso para la productora. Disney reaccionó creando a Mickey Mouse, pero esa es otra historia.
Walter Lantz no ideó a su personaje más emblemático hasta 1940. Al parecer, un pájaro carpintero molestó a Walter y su segunda esposa Grace durante la luna de miel con sus martilleos en la cabaña en la que se hospedaban e incluso abrió unas goteras en el tejado que aguaron la fiesta a la nueva pareja. Lantz quería matar al pájaro, pero Grace le sugirió utilizar el concepto para un nuevo personaje animado. Con la ayuda de Ben Hardaway, el artista todoterreno que había diseñado al Pato Lucas para Warner Bros, configuraron una primera versión más salvaje de Woody Woodpecker, conocido como El Pájaro Loco o Loquillo en el mundo hispanoparlante.
La primera voz se la dio el mítico Mel Blanc, el actor de doblaje estadounidense más importante de todos los tiempos, pero al firmar por Warner en exclusiva, Lantz tuvo que lanzar un casting al que no permitió presentarse a su esposa Grace, ya que no quería que los niños descubrieran que la voz del pájaro la proporcionaba una mujer. Finalmente, Grace se saldría con la suya al enviar una grabación con su prueba que resultó elegida. Grace consiguió el trabajo, pero no aparecía en los títulos de crédito.
Lantz era apreciado como un buen director de animación capaz de atraer talento de otros estudios como el citado Hardaway o al mítico Tex Avery, pero sus niveles de calidad nunca rivalizaron con los de los estudios Disney o Warner y su capacidad de producción nada tenía que ver con la de Hanna-Barbera, así que en 1972, Universal acabó engullendo a Walter Lantz Productions e incorporando a Woody como mascota de sus parques temáticos. Hay que aclarar que, hasta la reciente adquisición de Dreamworks, la división de animación de Universal no contaba con nada más relevante que los personajes de Lantz y se dedicaba a las interminables secuelas para vídeo de En Busca del Valle Encantado.
Aunque lo intentó con una película de Aladino, Lantz no produjo largometrajes y tampoco ganó ningún óscar por sus cortos, pero se llevó el honorífico por toda su carrera en 1979. Lantz solía visitar con Grace los hospitales de veteranos, dibujando para ellos mientras su esposa hablaba con la estridente voz de Woody y la risa ingeniada por Mel Blanc.