La última entrega de este calendario de StarWars tiene por tema una de sus innovaciones. Por un exceso de confianza de la 20th Century Fox, el contrato con el joven Lucas para la primera película le cedía el merchandising a cambio de un sueldo de director más o menos discreto.
Como cabía esperar, el despliegue de productos derivados de la franquicia hizo de Lucas uno de los hombres más ricos de Hollywood y ya no tuvo que depender de los estudios salvo para la distribución de la películas. La adquisición de Disney de LucasFilm ha inundado el mercado de nuevos productos de StarWars, en gran parte de mayor calidad que los originales pero en una escala macroscópica que reduce el interés para el coleccionista.
Probablemente este calendario de Aliphant sobre el 40º aniversario de la saga tampoco llegue a ser nunca de interés para un coleccionista, pero si hay algo que justificara la creación de la space opera de Lucas fue lo mismo que impulsó a esta serie, algo que ocurrió hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia lejana.