¿Qué tienen en común el escritor y dibujante Sempé con el elemento 28 de la tabla periódica? Aparentemente poco, dado que los procesos orgánicos humanos en los que intervienen el níquel son escasos y más bien de índole tóxica.Y sin embargo, Sempé creó con Goscinny El Pequeño Nicolás y este hipocorístico en alemán se diría Nickel, de la misma forma que Hansel y Gretel rejuvenecen a Hans y Greta.
El Kupfernickel o Nicolasillo del Cobre sigue la pauta del cobalto; los mineros alemanes se encontraban con trazas de níquel en los minerales que complicaban la extracción del valioso cobre y la conclusión obvia es que era producto de la acción de seres mágicos malévolos, que respondían al nombre de pila de Nikolaus. El sueco Axel Cronstedt respetó esta tradición al aislar el elemento en 1751 y darle el nombre de Nickel.
El níquel es un metal plateado con un ligero brillo dorado y propiedades ferromagnéticas, pero su uso numismático no se produjo hasta el siglo XIX, por lo que no hay en principio asociación alguna con ese concepto de moneda de bajo valor que sustituye a la plata. Las monedas de cobre bañadas en níquel para reducir su oxidación fueron asignadas a valores de 5 centavos en Estados Unidos, lo que era el precio de la entrada de teatros, cines y espectáculos de variedades de principios del siglo XX. Tales formas de entretenimiento de escaso precio se llamaron nickelodeons, así como algunas pianolas a moneda y la productora de Paramount que tiene en nómina a Bob Esponja y su compañero Patricio. El resultado no podía salir de otra forma: niquelado.