Sir Isaac Newton celebraba su cumpleaños el día de Navidad desde 1642 por el empecinamiento protestante de no corregir el calendario juliano pese al error matemático que le arrastraba a un desfase de varios días. El desfase había sido subsanado por la bula papal «Inter gravissimas» de Gregorio XIII en octubre de 1582, por lo que, para el catolicismo y el sistema imperante en nuestros días, Newton nació el 4 de enero de 1643, y eso le hubiera permitido quitarse algo de antigüedad.
La famosa anécdota de la caída de la manzana que le inspiró el concepto de gravitación universal, fue acuñada sin más por la tradición popular. Precursores como Galileo o Kepler ya habían allanado el camino de la interpretación de las fuerzas, pero desde la interpretación clásica de Newton, la física ha abordado modelos contradictorios que explican fenómenos tan relevantes como la mecánica relativista o la dinámica cuántica y un modelo unificado de la gravitación sigue sin conseguirse.
Gravísimas eran aquellas manzanas, Sr. Newton.