La unidad ficticia de fama son los 15 minutos-Warhol, dado que al artista se le atribuyó de forma errónea la famosa frase de que todo el mundo tenía derecho a sus 15 minutos de fama. Pero el primer sujeto conocido que reconoció querer hacerse famoso por medios ilícitos fue Eróstrato, al anunciar que la razón por la que había prendido fuego al Templo de Artemisa el 21 de Julio de 356 a.C fue para pasar a la Historia.
En consecuencia, se le intentó aplicar la damnatio memoriae, la destrucción de su memoria, pero sin éxito a causa del historiador Estrabón… salvo que sustituyera el nombre del incendiario con otro, ya que es más efectivo tapar que borrar.
Alejandro Magno nació la misma noche en la que el templo ardió, por lo que, conociendo la historia, en cuanto conquistó Asia Menor, encargó la reconstrucción del templo que fue de nuevo destruido por los godos seis siglos después. Actualmente Turquía estudia volver a erigir esta maravilla a poca distancia del emplazamiento original.