De entre las más grandes figuras del surrealismo y de origen gerundense, su excepcional dominio de la técnica y una fantasía desbordante le consiguieron un éxito considerable. Pero su apoteosis tuvo lugar durante su exilio en México y, falleciendo con 54 años, Remedios Varo no tuvo el prestigio en su propio país como Salvador Dalí, ni disfrutó de la longevidad de
Joan Miró; probablemente lo único en lo que éste superó al resto.
Como hija de un ingeniero de obras hidráulicas, Varo siempre valoró el uso de la perspectiva cónica con 2 o 3 puntos de fuga, y gracias al apoyo paterno, cursó una carrera artística y conoció a otros pintores de renombre en París. Con la Guerra Civil optó por un exilio que se complicó con la Segunda Guerra Mundial.Tras no pocas vicisitudes, eligió como destino México, donde pasó los últimos 21 años de su vida, aunque no se llegó a nacionalizar ni a desviarse de sus líneas creativas establecidas
Sus obras evocan planos oníricos y fantasía que se retrotraen a El Bosco y Goya, con un lenguaje plástico medieval que podría haber creado una escuela como la de los prerrafaelitas en Reino Unido.»Bordando el Manto Terrestre» contiene la esencia de los creadores de mundos como la propia Remedios Varo o su amiga Leonora Carrington y clramene entronca con los diseñadores de bases de Datos visuales para la simulación de hoy en día.