Los estudios de la Antigüedad se clasificaban según las siete artes liberales, por una parte, el cuerpo mayor o Quadrivium, formado por la Astronomía, Aritmética, Geométrica y Música y por otra el cuerpo menor o Trivium, compuesto por la Lógica, la Gramática y Retórica. Obviamente, ya había cierta animadversión entre los de Ciencias y los de Letras, pero esa es otra historia….
La Retórica era el arte de llegar a los demás, conmoverlos y convencerlos a través de las palabras, una habilidad muy útil tanto en política con la propaganda, como en el comercio con la publicidad. Los grandes oradores helénicos debían controlar estas fuerzas de persuasión y convertirlas en armas para sus propósitos. Pero como toda arte complicada sin cierto esfuerzo, fue menospreciada hasta confundirla como un sinónimo de discurso vacío o falto de contenido. Las preguntas retóricas, más allá de buscar el énfasis de lo planteado, nacen sin ánimo alguno de ser contestadas, lo que denigra su naturaleza interrogativa.
Un invento de la puntuación en castellano, admirado y envidiado en otras lenguas es el signo !? que cierra una frase de asombro o una pregunta retórica en castellano. La fusión de los signos en un único símbolo se llama interrobang en inglés, pero no ha prosperado. En cambio, la posibilidad de combinar duda y sorpresa o aseverar irónicamente es un alarde de cualquier lengua que se precie.