Comenzando por lo sencillo, Birmania nunca ha ganado una medalla olímpica en setenta años de participaciones.
Errol Flynn protagonizó en 1945 una película bélica de Raoul Walsh titulada “Objective, Burma!”, lo que en español y sin muchas vueltas se convirtió en Objetivo Birmania. Burma o Birmania era un territorio invadido por el Imperio británico en el siglo XIX e incorporado al virreinato de la India y fue objetivo de las tropas japonesas durante la Segunda Guerra Mundial. La película dio su nombre a un grupo de pop español con letras ingeniosas y ritmos pegadizos.
La historia del territorio ha sido un trasiego de guerras civiles, regímenes autoritarios de todos los signos y un muy reciente periodo democrático desde 2016. Con un tercio de minorías étnicas y mayoría budista y de cultura y lengua birmanas este país asiático con extensión y población similar a la de Francia, no ha dudado en cambiar incluso de nombre a Unión de Myanmar y de capital a Naypyidaw, una ciudad que comenzó a construirse en 2002 a 300km de Rangún por la supuesta recomendación de un astrólogo y los asesores militares del anterior gobierno, que creía que la capital tradicional estaba demasiado expuesta a la acción de los tifones y otros males
El símbolo tradicional del país fue siempre el pavo real índico, Pavo cristatus, presente en todas sus banderas hasta que fue utilizado por el estado títere del Imperio del Japón y descartado desde entonces por colaboracionista.