Los Jardines Colgantes de Babilonia

Tratar de la Maravilla del Mundo antiguo de Los Jardines Colgantes de Babilonia es meterse en un jardín. Es la única Maravilla de la que no se han identificado restos arqueológicos que aseguren su ubicación o cronología, aunque según los relatos, Alejandro Magno los encontró como si le hubieran dejado las llaves para regarlos a un vecino descuidado. 

El concepto actual de jardín es bastante moderno y de etimología radicalmente diferente a lo que podía esperarse. Jardín/jardin/jardim/giardino o aún más claramente garden/Garten vienen de la raíz gard, guardar y se refería a un recinto, un lugar encerrado, sin referencia alguna a las plantas. El mismo origen y raíz tienen huerto del latín hortus y posiblemente es lo que contuvieran, de haber existido, los famosos Jardines, una zona de cultivo de destacable producción o variedad, que hiciera alarde de la capacidad de irrigación de la civilización del Tigris y del Éufrates, donde también los estudiosos ubicarían el famoso Jardín del Edén. En un mundo rural de pequeñas poblaciones, los jardines no tenían mucho sentido y no sería hasta la época romana en la que las villas rivalizarían por sus cultivos tanto agrícolas como decorativos. También se conocen jardines en el Antiguo Egipto, pero más como fuente de abundancia o paraísos que como la muestra de dominio sobre la Naturaleza que dictaría el paisajista Le Nötre.

El segundo punto es que lo de colgantes es una mala transcripción, y no al estilo de las Casas Colgadas de Cuenca, sino que la palabra griega significaba sobresaliente, más que colgante, y se cree que podría referirse a las terrazas de cultivo en línea con sus famosos zigurat. Una estructura de cultivo escalonada tendría ciertas ventajas en un valle fluvial para defender las cosechas o simplemente para aislarlas de las crecidas de los ríos, pero obviamente complicaría el sistema de irrigación y necesitaría de norias de agua y conductos apropiados. Al menos, era estéticamente relevante como para ser mencionado en la escueta descripción de los autores clásicos.

Por último, los estudios arqueológicos se inclinarían antes por la ciudad de Nínive que por la propia Babilonia. Si bien Babilonia parecía el enclave mítico de la Torre de Babel, en Nínive se halló un bajorrelieve con la descripción de esta Maravilla. Pero pudiera tratarse de una postal de recuerdo de su ciudad vecina, lo que fácilmente inhibe lo de Nínive.

Aliphant MXXIV Los Jardines Colgantes de Babilonia

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