No en pocas ocasiones la numeración de la viñeta incita a su propia temática. Así el lector más asiduo recordará la dedicada a Las Mil y Una Noches o incluso la demoníaca 666, homenajeando al Fausto de Gounod.
En este caso, la 1076 evoca el año en el que comenzó la querella de las Investiduras, una terrible competición entre el poder terrenal de Emperador de Sacro Imperio Romano Germánico y el eclesiástico del Papa de la Iglesia Católica, que aunque en principio se zanjó en el año 1122 con ciertos compromisos de no intromisión en las órbitas ajenas, resurgió con fuerza imparable ya con la Reforma protestante.
Las discusiones filosóficas del momento buscaron un equilibrio entre defender cada posición de hegemonía terrenal o espiritual pero sin cuestionar el orden establecido vigente, que era el que movía la sociedad medieval.