Arranca la primera viñeta del año con un retorno a Rivendell, el refugio élfico bajo la protección de Elrond, o más concretamente de su anillo mágico Vilya. La joya creada por Celembrimor y libre del yugo maléfico del Único tenía engarzado un zafiro y su poder principal era el de la sanación.
El señor elfo Elrond podía ocultar a los ojos de sus enemigos la zona de Rivendell y la preservaba del decaimiento propio de la Tierra Media por la maldición de Melkor.
No fue hasta el descubrimiento de 1844 en la Universidad de Kazán por el químico Karl Ernst Klaus, que por germánico que suene había nacido en el Imperio ruso y procedía de una familia del Báltico, que el tímido Rutenio vio la luz del descubrimiento. Había coexistido con otros elementos del grupo del platino en minerales tanto tiempo que había pasado desapercibido a alquimistas y químicos, pero en su afán de atacar rocas con agua regia al final dieron con él. Los rusos andaban con la idea de dedicar un elemento a la Madre Patria, y tras varios intentos fallidos de sus compatriotas, Klaus pudo abrir así la veda de reivindicaciones nacionales, con el nombre latino de Rusia, Ruthenio.
El Rutenio es un metal espectacular como catalizador, es decir para facilitar ciertas reacciones químicas que en condiciones normales no se producirían y sin por ello afectar al resultado, y su uso en compuestos en los procesos de hidrogenación le valió el premio Nobel de Química al japonés Ryoji Noyori en 2001.
La propiedades de este escaso metal plateado y sus compuestos abren un mundo de posibilidades en el presente y en el futuro cercano. Su resistencia a la corrosión favorece su uso en los contactos de los circuitos integrados, su principal aplicación hasta el momento junto a su función como catalizador. El ruteniato de estroncio es un superconductor que manifiesta hiperfluidez como el Helio-3, es decir, se sale de los recipientes que lo contienen como un pulpo estresado. El isótopo radiactivo Ru-106 es un instrumento eficaz para destruir melanomas en la úvea, es decir, permiten atacar directamente a los tumores formados en el ojo. Y sin por ello terminar la lista, su potente absorción de luz incita su uso en estaciones solares.
Con todos estos ingredientes, la viñeta del rutenio transporta nuestra clase de química a la Rusia romántica del siglo XIX, que la escritora Leigh Bardugo ha mezclado con el steam-punk para crear el Grisha-verso en sus novelas de Shadow and Bones, una sociedad en conflicto entre magos manipuladores de elementos, los grisha, y de individuos no mágicos que recurren a las armas de fuego y artefactos adelantados a su época.
Un buen amigo y asiduo lector de Aliphant, que ambas cosas son compatibles, me recordaba que una buena viñeta no requiere ninguna explicación. Hay dos formas de salir de esta negación, o bien se asume que no hay una sola viñeta que se salve, puesto que todas ellas vienen acompañadas por una introducción como ésta, o bien este texto no pretende justificar su humor.
El 2023, los legisladores de California redactaron una ley para mantener la formación en escritura cursiva en la educación elemental de su estado. Por una parte, querían que su población pudie vra seguir leyendo textos esenciales de su Historia como la Constitución Americana. Por la otra, los niños podrían leer los manuscritos de sus antepasados, incapaces ya de comunicarse por textos de Whatsapp o mensajes de voz.
Nota para hispanoparlantes que estudian inglés: en esa lengua las palabras pueden empezar por la letra ese seguida de una consonante sin que haya que anteponer una e para ayudarle. Por pura desesperación, Spain debería llamarse Espain, pero resulta que a ellos se les da bien las silbantes iniciales. El caso es que prácticamente ninguna palabra que tenga que ver con «scale» en sus distintos significados lleva una e inicial, pero da la casualidad que al americano Charles Seeberger le dio por registrar la marca de su patente de escalera mecánica como «Escalator», formando un latinajo e-+scala+-tor que significaría «lo que hace subir desde algún sitio» y obviamente no tiene nada que ver con la palabra española escalador, que en inglés sería «climber», «mountaineer», «alpinist», etc. Incluso puede que se ofendiera Sir Edmund Hillary, si a sus méritos trepamuros se refiere alguien con la insinuación de haber usado escaleras mecánicas.
Con el tiempo, escalator pasaría a dominio público, las escaleras mećanicas dominaron los centros comerciales y la metáfora del verbo «escalate» que inicialmente significaba «hacer subir cómodamente por estas mágicas escaleras», se corrompió como sinónimo de hacer subir o crecer, intensificar, aumentar, engrandecer de forma rápida e ininterrumpida… La violencia, la hostilidad, los precios, el armamento,… todo lo malo se escalaba y con el tiempo, «to escalate a problem» comenzó a significar poner un asunto en manos de un superior, que lógicamente se encontraría algún piso más arriba del pobre empleado.
Por otra parte, además de la acepción de peldaño, escala significa proporción, y en ámbitos informáticos «to scale» se utiliza para aumentar las dimensiones de un objeto, aplicando el llamado factor de escala. También en inglés se absorbió el concepto latino de ascender una altura por medio de escalas, por lo que to scale sin e es otro sinónimo de to climb y se dice To scale Everest, pero nunca *to escalate Everest, al menos, hasta que los sherpas no decidan simplificar del todo la atracción turística.
El anglicismo en castellano ha causado mella, pero aunque podríamos justificar que estamos pensando etimológicamente – y habrá alguien más que lo haga, no les quepa duda- en el escalado de proporción y no en el de escaleras mećanicas, esa acepción todavía no es de uso habitual entre los señores académicos, más duchos probablemente en el procesador de textos, que en el editor de imágenes o volúmenes tridimensionales.
La capacidad de regeneración del sistema de cómputo de nuestro calendario moderno es algo que en época pretéritas no se daba por hecho. La sustitución de un año por el siguiente requería un sacrificio de renovación y un espíritu de supervivencia que garantizara que los días no se cumplieran en balde.
La vida es un continuo milagro e infravalorarla, sólo ha llevado a la miseria de la condición humana.
La ciencia nos enseña que el frío en sí no existe, sólo es la ausencia de calor. De igual forma, y en una extrapolación humana, la añorada paz es más bien la desaparición de toda forma de violencia, lo que en mayor nivel de organización y estrategia, conocemos como guerra.
El mismo Platón ya rondaba con el clásico oxímoron «Si vis pacem, para bellum», si quieres la paz, prepara la guerra, aunque obviamente no lo expresó en latín ni conocía las armas alemanas para darles su nombre de marca.
En estas fechas de ausencia de calor y no poca abundancia de violencia, el mundo debería aprender a enfriar sus ánimos y olvidar qué fácil es actuar movidos por el odio.
Si hace setecientas viñetas el maestro Hokusai daba pie con su Gran Ola de Kanagawa a la introducción del grabado japonés ukiyo-e en la tira de Aliphant, el elegido para el homenaje de la ilustración 1100ª ha recaído en el maestro Hiroshige, uno de los últimos representantes de esta corriente de paisajismo oriental con recursos técnicos occidentales.
Hiroshige andaba en 1855 en plena confección de sus «Famosas Vistas de las 60 y Más Provincias», una de sus últimas colecciones pues el cólera le arrebataría los pinceles en 1858. En ese preciso año, su interpretación de los imponentes remolinos marinos del estrecho de Naruto creó un icono de la representación de la naturaleza en su estado más salvaje que sigue impresionando en nuestros días.
Estos remolinos, causados por las mareas y la diferencia de nivel del mar a ambos lados de este estrecho inspiraron el plato de surimi Narutomaki, en el que se dibuja una espiral que finalmente dio nombre al personaje de manga Naruto Uzumaki, pero también son una forma en japonés de referirse a l
a arroba del teclado. En cuanto a su sentido de rotación, por su tamaño está más condicionado por la forma de la costa cercana que por el efecto Coriolis, pero al menos en el que reprodujo Hiroshige, parece que ya no respetaba el sentido de la rotación que le corresponde al hemisferio norte, para disgusto de Bart Simpson.
Es frecuente la asociación entre el magnicidio de Julio César y el sufrido por Lincoln, vaticinios desoídos de sus respectivas esposas, justificación esgrimida por sus asesinos de evitar la tiranía y el escenario de sus crímenes, el Teatro de Pompeyo y el Teatro Ford, ambos con nombres de otros líderes de sus países respectivamente.
Siendo ambos dignatarios propensos a pronunciar frases grandilocuentes, las últimas palabras «Tu quoque , fili mei», «tu también, hijo mío», son el modelo de la tragedia de la traición por excelencia.
Entre 1976 y 1989 y en sus 664 números los editores de la revista de historietas de Disney «Don Miki» reproducían y traducían las viñetas que obviamente no podían haber sido dibujadas por el mismo Walt Disney que firmaba las páginas.
En este formato de cuartilla, sin embargo, tampoco se recogían las historietas originales americanas de Carl Barks o Floyd Gottfredson, que requerían formatos mayores como las revistas Dumbo o Yo, Donald. La procedencia de estos dibujos era mucho más próxima, en su mayoría de la división de Disney Italia que publica la revista Topolino con material e incluso personajes propios. Entre sus más grandes artistas, el veneciano Romano Scarpa fue el responsable de algunas de las mayores aventuras de los personajes de Disney y no escondió su procedencia con frecuentes referencias a su ciudad natal, a su historia y por supuesto a sus fiestas más populares, las de Carnaval.
Comencemos por la parte sencilla: un 13 de Febrero de 1867 en el balneario de Dianabad de Viena, Johann Strauss II estrenó la que sería su obra más conocida a su pesar, «An der schönen, blauen Donau», el vals de El Danubio Azul, el buque insignia musical de todo el clan austriaco «valsero» formado por Johann padre y sus hermanos Joseph y Edward. Richard Strauss no sólo no era pariente de esa familia, sino que además era un bávaro, pero Kubrick acabó reuniéndolos en la banda sonora provisional de 2001 Odisea en el Espacio, que como es sabido, acabó siendo la definitiva. Also sprach Zarathustra!
El caso es que el vals que mejor conocemos no es lo primero que compuso Johann Jr. Como pista, el estreno lo realizó el Wiener Männergesang-Verein, o lo que es lo mismo, la Asociación Coral Masculina Vienesa y era un tonada cantada a pleno pulmón por un grupo de coristas veteranos.
A pesar de la letra jovial del poeta Joseph Weil inspirada por un río color chocolate, no constituyó lo que se dice un éxito rotundo de primeras, y tras aceptar Johann II la sugerencia de convertir el vals en una obra puramente instrumental, se convirtió en un exitazo en la Exposición Universal de París de 1867 y vendió más de un millón de partituras en todo el mundo, lo que sería equivalente a una partitura de platino de nuestros días.
Otra canción popular, «A Anacreonte en el Cielo», utilizada por el club londinense de caballeros Anacreontic Society como himno propio e índice de los niveles de alcoholemia de sus miembros tras sus festivas sesiones se convertiría en 1931 en el himno «Barras y Estrellas» de los Estados Unidos, pero esa, es otra historia.
Inicia con esta viñeta una serie de Heráldica Espacial, representando las insignias o badges de las misiones de la NASA, emblemas que se adherían a los uniformes de los astronautas que muchas veces eran ellos mismos los que las diseñaban. La continuidad de esta serie depende del interés que despierte en los sufridos lectores, una vez más.
Hace 20 años, el 1 de febrero de 2003, todos aquellos que conocimos de primera mano la tragedia del Challenger en 1986 vimos con estupor cómo la historia se repetía, destruyéndose en la reentrada la lanzadera Columbia y llevándose con ella la vida de sus siete astronautas, sus investigaciones sobre microgravedad y cómo nos hallábamos ante el principio del fin de la era de los shuttle, en su momento el objeto de ingeniería más complejo de la Humanidad.
La misión STS-107 se centraba en la microgravedad, representada en el parche con las letras mu y g escapando hacia una estrella. A la derecha de esos tres haces se ubica la constelación de Paloma, que representa a los tripulantes de la nave Columbia, parónimo del nombre latino de la constelación, Columba. Una de esas estrellas tiene seis puntas, en referencia a la estrella de David del primer astronauta israelí, cuyo nombre en el borde de la silueta de la lanzadera está acompañado de la bandera de Israel. Un amanecer sobre el planeta Tierra llena la parte derecha.
Como una triste premonición, las estrellas que les representaban, parecían marcar su destino, pasando a formar parte del firmamento.
En el 25 aniversario del estreno de Titanic, James Cameron ha decidido zanjar de una vez la polémica sobre la escena de la puerta flotante en el mar. O al menos intentarlo, porque no es el primero ni el último en tratar de justificar que Rose dejara congelarse a Jack de un forma tan egoísta y censurable.
Obviamente, Cameron se reserva el derecho de hacer de sus personajes lo que crea conveniente, y en ese aspecto el propio Umberto Eco reconocía que la única seguridad en lo ocurrido a un personaje se hallaba en el campo de la ficción. No obstante, cuando un creador ofrece su mundo a los espectadores o lectores, es en gran medida responsable de la reacción de aquellos frente al argumento pergeñado.
Con todas las puertas que tenía el Titanic, también es mala suerte que sólo hubiera una al alcance de la pareja protagonista, pero esa es otra historia.
La temporada de rebajas también se abre para la Simulación de ANT, aunque el jefe Qoph tenga un concepto extraño de cómo aplicarlas.
Históricamente, en los 20 años de viñetas de Aliphant que se cumplen este año hay que remontarse a la número 727 de enero de 2017 para encontrar otro chiste de rebajas, por lo que ni puede considerarse un tema tradicional, ni tampoco un recurso manido.
Con 17.897 tiras, la obra de Charles M. Schulz es sin duda una de las más exitosas de la historia del cómic, pero aunque se haya publicado en más de 2.000 periódicos, tuvo serias dificultades para abrirse camino.
Lejos de evitar la tentación de canibalizar su realidad, el creador de Snoopy y Carlitos construyó su autobiografía a través de un niño medio americano, sin dotes especiales, ni talentos que le conviertan en un héroe, más allá de su propio tesón y nobleza de espíritu. Pero también de su excéntrico perro beagle Snoopy, veterano de guerra y as de la aviación que responde a esa faceta de Schulz como sargento de artillería en la Segunda Guerra Mundial.
Sus editores cambiaron el título de la tira cómica de ‘Li’l Folks’, «gente menuda» que ya estaba siendo utilizado, a ‘Peanuts’, cacahuetes, por el más humilde de los frutos secos que, de hecho, es realmente una leguminosa. Schulz siempre odió este cambio que no consideraba digno de su humor. Por otra parte, la expresión «Peanuts» se usa en el mundo comercial para cuantías irrisorias, lo que difiere enormemente del éxito económico de la franquicia.
Se cumple así el centenario de uno de los grandes historietistas del siglo XX.
La colección de cuentos en árabe conocida como Las Mil y Una Noches aunque tiene su origen en relatos de civilizaciones más antiguas empezó a cobrar forma en torno al 850, se le agregó su trama de cohesión hacia el siglo XIV con el cuento de Sheherezade y, ya en manos de Antoine Galland, en 1704 fue traducida al francés y comenzó su divulgación en Occidente. Galland añadió al corpus que tradujo los relatos sirios de Aladino y Simbad, profusamente adaptado el primero por Disney y maltratado por Dreamworks el segundo. Es decir, Aladdin y Simbad fueron agregados al Milyunanochesverso y pasaron a ser canon tras haber pertenecido a colecciones random (Nota para los postmillenials).La historia se queda corta para los conceptos actuales de violencia doméstica: un sultán venga la infidelidad de una esposa de su harén ejecutando a cada nueva cónyuge tras la noche de bodas. Tras tres mil mujeres muertas, el visir ya no sabe de dónde sacar más y su hija Sherezade, la del nombre con deletreo variable, se presta voluntaria para acabar con la sangría. El truco de Sherazade es contar una historia cada noche para atraer la atención del sultán, pero dejándola inacabada para que el cliffhanger mantenga en vilo a su marido y, obviamente, renuncie a asesinarla y quedarse sin conocer el final. Tras mil relatos de todo tipo, tres hijos, dos hipotecas, varias temporadas de The Mandalorian y las toallas bordadas con todas las formas de sus nombres, el sultán se da cuenta de que es mejor seguir casado con Scheherezade o la que sea que acude cuando grita algo parecido y ser muy felices para lo que les quede.Dentro del contexto social e histórico, la astucia de esta cuentacuentos la convierte en uno de los personajes femeninos más importantes de la Literatura, pues al final, se muestra como una heroína a través de la vía de la inteligencia.
Aunque los XXIII Juegos Olímpicos de Invierno tuvieron lugar en febrero de 2018 Corea del Sur y supuso un nuevo récord en medallas para Noruega, la nación vencedora, su repercusión mediática no es comparable a la de los juegos de verano. El Comité Olímpico Español, con apenas dos medallas de bronce consiguió mejorar sus resultados de la historia de sus participaciones, aunque es cierto que se reducían a la medalla de oro de Sapporo en 1972 y la de bronce en Albertville en 1992.
No obstante, lo importante es participar, y 92 NOCs mandaron a sus equipos de deportistas de invierno mientras que Rusia no pudo presentarse por la sanción por dopaje a la que fue condenada y sus clasificados libres de sospecha se inscribieron a las pruebas a nivel individual. Todo un cambio para los rusos tras celebrar los juegos de Sochi en 2014.
Sea por tradición o por falta de originalidad, la mascota olímpica elegida volvió a ser un tigre coreano, símbolo del folclore nacional y con un diseño muy cercano al felino naranja que anuncia unos cereales y que ya parecía inspirar a Hidori, el emblema de los juegos de Seúl en 1988.
Se atribuye a Mark Twain, el especialista americano en frases graciosas del siglo XIX al que se le asignan más frases que sentencias de autoayuda a Paulo Coelho, que sólo pueden hablar de sí mismos en plural mayestático ciertos colectivos como los reyes, presidentes, editores y enfermos de gusanos intestinales, como los Goa’uld de Stargate. El nos, o plural mayestático. en inglés ‘Editorial We’, se confunde fácilmente con la primera persona del plural de humildad, la del portavoz de un equipo que es responsable de los éxitos, pero nunca de los fracasos, donde sólo cabe el singular.
Nos place presentar la primera parte de esta conclusión.
Como la presentación de esta viñeta no guarda ninguna relación con la viñeta en sí, se puede obviar su necesidad, como la de cualquier otra presentación aunque en sí misma guarde relación. Yendo al final de lo que iba a contar, feliz día internacional del mono.
Según los datos recopilados a través de doce temporadas, Jessica Fletcher, de soltera MacGill, tiene dos hermanos, un cuñado y dos cuñadas, seis primos, ocho sobrinas, dos sobrinos y dos sobrino-nietos, todos a cual más inocente.
De hecho, si la culpabilidad o la antiinocencia fuera cuantificable, siendo el mínimo el total de la inocencia de la familia Fletcher-MacGill y el máximo ninguno, hasta que se demuestre lo contrario, ¿quién, en su sano juicio, se iba a molestar en crear una escala de inocencia?
La culpabilidad, esté fundada o no, es más bien un sentimiento, como el del gato que por fin se tragó al canario, y que tratándose de Piolín, la gente aplaudiría sin dudarlo.
Las hay atléticas y débiles; las hay fuertes, aunque casi siempre quieren omitir la obesidad, pero todas lo son. Feliz día de la Constitución.
La viñeta y calendario de Rent hace referencia a un musical ambientado en la Navidad, como su original de la ópera de Puccini, La Bohème. Jonathan Larson, el compositor y letrista, recreó los artistas y personajes bohemios de París del siglo XIX en Alphabet City, Manhattan, en la transición al siglo XXI y sustituyó la temible tuberculosis de Mimi en el no menos terrible HIV de nuestro tiempo.
El protagonismo pasa al director de cortos judío Mark Cohen, equivalente al pintor Marcello de La Bohème. Comparte piso con el cantante y compositor de rock Roger Davis, como el poeta Rodolfo original, y conoce a Mimí, una bailarina seropositiva que en un día de apagón se queda sin fuego para las velas.
Roger entona el vals de Musetta a la guitarra eléctrica, como guiño a Puccini, pero el centenar de canciones compuestas para el musical por Larson son fruto de un largo proceso que alternó durante nueve años con su trabajo como camarero mientras vivía en condiciones similares a las de sus personajes en el SoHo.
Un día antes del estreno de Rent en un teatro del Off Broadway, Larson falleció por un aneurisma en la aorta que fue erróneamente diagnosticado como estrés, cuando era resultado de un síndrome de Marfan que hubiera podido ser tratado y extender sus apenas 36 años de vida. Como homenaje póstumo, se le concedió el Pulitzer de Drama y tres premios Tony y Rent es considerado como uno de los mejores musicales de este tiempo.
En una sociedad y tiempo adecuados el mito de una persona extraordinaria se realimenta de forma exponencial. Therry Pratchett lo explicaba con el caso del mejor herrero de Lancre. El mejor herrero de Lancre lo es, porque puede hacer cosas de las que nadie más es capaz y es capaz de hacer cosas que nadie más puede hacer porque es el mejor herrero de Lancre.
Hawking nació como cientos de miles de personas en el tercer centenario exacto de la muerte del primer astrofísico Galileo Galilei y cuatro días y trescientos años después del nacimiento de Sir Isaac Newton, el mayor científico de la Historia. Aunque no por casualidad nació en la cuna del saber británico, en la misma Oxford, protegido como la alemana Leipzig de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial por los protocolos de mutua salvaguarda de la cultura, que desgraciadamente no abarcaron más territorio. Los niños y las mujeres embarazadas se refugiaban entonces en la ciudad universitaria.
Ha sabido dejar este mundo en otro día emblemático, un día de Pi para quien amaba profundamente las matemáticas, y en la fecha del cumpleaños de Einstein y en la otra ciudad emblemática del conocimiento anglosajón, Cambridge, donde ocupaba la misma cátedra Lucasian desde donde ejerció el mismo Isaac Newton.
Pero las efemérides sólo realzan la figura de un ejemplo de superación que supo hacer de los últimos días de un desahuciado más de medio siglo de actividad científica y divulgativa. Su terrible discapacidad le abría las puertas que sus propias manos no hubieran podido abrir. Era el sabio de la silla de ruedas y la voz robótica que hablaba de agujeros negros, que viajaba al espacio, actuaba en televisión o publicaba cuentos para niños con su hija Lucy.
Tampoco el Nobel le fue negado como a Gandhi o Juan XXIII. Como le pasó durante décadas al paciente Gibbs o al propio Einstein que fue premiado por explicar el efecto fotoeléctrico mientras su Relatividad sigue siendo hoy una teoría con las primeras predicciones demostradas por la tecnología de un siglo después, las singularidades de Hawking y Roger Penrose no pueden comprobarse, y muy probablemente tampoco las verá probadas en vida el propio Penrose ya octogenario. La radiación Hawking, la hipotética emisión cuántica de los agujeros negros en decadencia tampoco es fácilmente detectable.
Todo llega a su fin, decía el propio Hawking. Y no solía equivocarse.
Se trata de la primera película del mundo de Rowling donde los espectadores no han tenido acceso al argumento y toda la información procede de lo que se proyecta en la pantalla, lo que es por otra parte habitual en la mayor parte de las producciones. Habrá que acostumbrarse.
La puesta en escena en el Nueva York de los años 20, permite comparar una época en la que la secreta sociedad mágica y la no mágica no diferían tanto en hábitos y costumbres, pero donde también la brecha entre la tecnología y la magia era mucho mayor. En la época de Harry Potter, los magos parecen haberse visto atascados en otra era, tal vez por voluntad propia, como una comunidad Amish. Y aunque no exenta de humor y paradojas, tal vez el mayor acierto es que el protagonista Newt Scamander es un tipo raro hasta para ser mago y sin embargo más abierto y avanzado que los supuestos personajes normales.
El diseño de esta primera producción de cinco en la que J.K. Rowling colabora como guionista y productora es extraordinario por los detalles, por la presentación elegante de una época más estética, influida por el modernismo y el art déco, por huir de la épica de la primera saga en favor de un mensaje más conciliador con la misión de un zoólogo defensor de la naturaleza que busca comprensión dentro de una sociedad preocupada por su propia supervivencia.
Aliphant DCCXIV Animales Mágicos y Dónde Encontrarlos
Una de las fuentes de inspiración reconocidas -aunque tal vez sin necesidad alguna, por la obviedad- de las tiras de Aliphant, son las portadas de los álbumes de Ibáñez que fuerzan ciertas normas de creación: una única viñeta, información no explícita detonante de la situación expuesta y un desenlace incierto de la acción que probablemente desemboque en desastre. Suelen ser así las tiras de encargo de un simulador, como el caso que nos ocupa.
De doctores extraños andamos bien servidos por estos lares, pero a los guionistas americanos les sigue pareciendo una fuente de sorpresa y novedad.
ALIPHANT DCLXXXIII Especial Starwars Episodio VII
En un ejercicio similar al que el director J.J. Abrams rindió a los aficionados de Star Trek, el séptimo episodio de Starwars es más bien un remake respetuoso con la trilogía precedente, donde la nueva generación muestra su admiración e incluso fanatismo hacia los creadores del mito y su leyenda, en tantos planos como le fuera posible: personajes, tramas recurrentes, escenarios, música e incluso sentido del humor. Lejos del pomposo esplendor de la República galáctica, de los fastos bélicos, de la taimada política de pasillo y de la colección de superhéroes jedis de la precuela, Episodio VII vuelve a las historias de la gente corriente que tiene un lugar destinado en esta epopeya y que, por esa misma razón, centra la serie de acontecimientos que se está narrando.
No cabe duda de los fuertes vínculos y similitudes entre la era victoriana y la actual: la moda Steam Punk, la Commonwealth y algunos supervivientes como Joan Collins hacen patente el parecido. Se advierte que esta presentación acuñará nuevos términos, algo también frecuente en la bulliciosa era del vapor. En 63 años de era neoisabelina, ha habido doce primeros ministros –Harold Wilson repitió experiencia- incluyendo la Baronesa Thatcher, doce Presidentes de los EE.UU., de los que ha enterrado a siete, siete Papas, de los que dos no se han dejado enterrar, doce doctores Who y 0,91 reyes de Tailandia; es decir, Su Majestad Rama IX le lleva algo de ventaja. Durante ese mismo tiempo, Italia ha cambiado 40 veces de Primer Ministro, aunque es cierto que alguno se ha prodigado con cierta frecuencia. El Dalai Lama en su presente reencarnación, la decimocuarta, también le lleva dos años de adelanto y 561 contando desde su primer nacimiento. Por terminar la comparación, en años de perro, sistema de cómputo todavía no asimilado por la mayoría de los historiadores sin intereses políticos y veterinarios, estaríamos todavía en la primera era isabelina. El himno británico God Save the King/Queen, para abreviar a partir de ahora, GSKweeng, pese a ser más reciente que el español o el neerlandés, ha gustado tanto, que se usa con letra alemana en el Principado de Liechtenstein y como Marcha real noruega, pero hubo un tiempo en que fue utilizado como himno oficial del Imperio ruso, marcha real sueca, himno del Reino de Hawaii de Kamehameha IV y, extrañamente, de la República Helvética, que con siete presidentes simultáneos ha mantenido a 63 jefes de Estado durante el reinado de Isabel II. Y sinceramente… ¿podría nombrarse a alguno? This Lady came to stay… GSKweeng,
Cambio de sala en el simulador de Cuadros de una Exposición.
Si dieron con la respuesta, enhorabuena. Si hallaron otras pistas, y así me consta, no sean impacientes, todo llega a su tiempo.
Posiblemente el final de David el Gnomo no pudo marcar más ya a una generación que había sobrevivido al obituario del pescador en dique seco apodado Chanquete, pese a que tocaba el acordeón e inventaba eslóganes pegadizos.
Para aquellos que no vieron la serie del veterinario de gorro cónico, se podría alertar del espóiler, pero para qué, si no han tenido infancia…
No todos los infiernos son de fuego y azufre. Según la descripción de Dante, el noveno círculo, el de los traidores, es el lago helado Cocito donde los pecadores se sumergen en las aguas heladas en proporción a sus crímenes. En el centro del círculo, en la Judeca, se concentran aquellos que traicionaron a sus benefactores y Lucifer, congelado hasta la cintura, agita sus alas generando el viento que mantiene el frío ecosistema mientras masca entre sus fauces a Judas Iscariote.
Cuando en La Vuelta en Mundo en 80 Días Jules Verne anticipa el hasta entonces extraño concepto de la globalidad, toda la información de la que disponía cabía en una enorme biblioteca. Era 1872, la Reina Victoria controlaba medio mundo, el transporte más veloz iba a vapor y el turismo apenas era un invento, pero surgió una legión de imitadores que reprodujeron su vuelta al mundo cada vez en menos tiempo y con menos contratiempos.
A pesar de las muchas road movies que adaptaron la novela de Verne con el dinamismo necesario, no hay pocos que no consideren que la versión más fiel al texto original es una producción española de animación del estudio BRB Internacional que convirtió al protagonista Phileas Fogg en el león antropomórfico Willy Fog.
El fenómeno científico inherente en la obra es la consecuencia del franqueo de los husos horarios en dirección este, que lleva a un espectacular doble desenlace.
Sobre el mapa del viaje de Phileas Fogg, el primer día comienza emn el meridiano de Greenwich en el Polo Norte y avanza el mes hacia el este y el sur. Los domingos, marcados en rojo son según su esquina SW: W060N70, E000S20, E060S60 y E120S80
Todo viernes tiene una razón de ser: acercarnos inexorablemente al fin del mundo que no se producirá, pero tendrá un efecto de eco a menor escala en lo que viene a ser el odiado lunes.
Para esta viñeta de la serie olímpica, estimado lector, es necesario emprender un económico viaje imaginativo a las islas infestadas de piratas en los dominios del mar Caribe. Dominios de internet, se entiende. Corría el año 1.986 y la isla de Aruba, perteneciente al archipiélago ABC junto a Bonaire y Curaçao se independizó de la administración de las Antillas Holandesas para formar una entidad propia dentro del Reino de los Países Bajos.
Por la parte olímpica se termina pronto: no hay medallistas arubanos desde que participan por su cuenta; pero eso sí, pueden quejarse en su propia lengua oficial, el papiamento. Los lingüistas identifican el origen de esta lengua criolla en el portugués de los primeros conquistadores que llegaron a esta zona, pero la cercanía a Venezuela y la influencia del español es bastante más clara que la lusa, así que se define como lengua de origen ibérico, en el sentido moderno. De ibéricos en el sentido antiguo apenas queda el bronce de Botorrita, el plato de embutidos más caro de la carta de un bar y un plantel cinematográfico de jugadoras de fútbol que sumarían varios miles de años. Se rumorea que alguna frecuentaba la peluquería de la Dama de Elche.
El papiamento es una de las pocas lenguas del mundo que usa a la vez tonos y acentos silábicos, lo que se explica por una fuerte relajación de sus fonemas finales que haría que todo sonara igual de no forzarse estos recursos de frecuencia e intensidad. Buena parte del vocabulario es hispano-luso, pero los verbos monosilábicos suelen ser de origen neerlandés, aunque, a diferencia de las lenguas madres, no hay flexión verbal y los matices temporales y modales se expresan con partículas antes del verbo. ¿Qué todavía no queda claro como suena? Pues aquí está la nueva página de Aliphant en papiamento:
Como dijo Indiana Jones tras salir de una alcantarilla infestada de ratas flambeadas: ¡Ah, Venecia!. Mientras se propagan los rumores –posiblemente oriundos de perversos pro-británicos- sobre la reinstauración de los Estuardo católicos en un hipotético estado caledonio, es decir, euros con la efigie de Cayetana Reina de Escocia, no ha mucho tiempo, 215 años, cuando la duquesa iba todavía al instituto, en la Serenísima República coronada de Venecia, las familias nobles elegían como dux a un millonario local que costeara sus carnavales y montañas de bolitas de nocilla rellenas de avellana.
Napoleón acabó con ese sistema centenario, pero las góndolas siguieron circulando a golpe de remo, por los canales de la ciudad ganada a la laguna y la corona ducal siguió decorando su hierro de proa o dolphin, en veneciano. El método de propulsión unilateral forzaba un diseño asimétrico de la embarcación y su tolete o fórcola, una horquilla retorcida para apoyar el remo facilita las nueve marchas o maniobras necesarias para el manejo de la nave. A pesar de su menor impacto medioambiental en el delicado ecosistema de la laguna, las góndolas producen una especie de contaminación acústica conocida como canzone italiana.
En la historia de la animación hay una contienda de dimensiones épicas y de más de dos décadas de duración famosa por la beligerancia de sus oponentes. Más allá de la carrera entre las industrias americanas y la soviética Multfilm o de la venta de espinacas de Popeye, la pugna de los hermanos Disney por los derechos de adaptación de Mary Poppins de P.L. Travers se ha plasmado finalmente en la primera película en la que un actor, en este caso Tom Hanks, interpreta a Walt Disney como protagonista.
La soleada California de los primeros años 60 es el caldo de cultivo para una historia en la que la visión de la autora y el criterio de adaptación de los guionistas deben encontrar un equilibrio que daría lugar a una película mítica en la historia del cine. La que, probablemente, haya sido la mejor película de 2013, que se ha quedado fuera de la carrera de los Óscars, es un testimonio de las inquietudes de los creadores de sueños.
Desde los juegos muniqueses de 1972 en los que el perro salchicha Waldi irrumpió en el merchandising olímpico, las mascotas han llenado un vacío que probablemente antes no existía. Mención aparte merecen las dos insignias de los dos juegos de la Guerra fría, el osito Misha, de Moscú’80, creado por el ilustrador de cuentos Chizhikov y protagonista de una conocida serie japonesa, y el águila Sam, de Los Ángeles’84, diseñado por los estudios Disney, así como el resto de la parafernalia olímpica de ese año.
Tras años de incertidumbre estética, el principal comentario de las mascotas de Sochi 2014 es que parecen normales, léase “convertibles en peluche sin que un niño se saque un ojo”. Son las primeras elegidas por votación popular una vez eliminados elementos, que el sentido común de la Madre Rusia filtraría, como el hipnosapo peludo que ganó las primeras encuestas. El leopardo de las nieves protegido por Putin, la liebre y el oso polar llegaron de la mano de Ded Maroz, el Santa Claus eslavo, que fue retirado de la lista cuando descubrieron que los derechos de propiedad de los símbolos olímpicos pasan para siempre al COI. De no darse cuenta, las futuras navidades rusas hubieran financiado los gastos de representación de los miembros del comité, famosos por su reticencia a la austeridad e interés por la participación masiva.
Armenia es uno de esos lugares que toda la comunidad internacional conoce por un nombre diferente al que usa internamente como nación, que es Hayastán. Es como su nombre artístico, pero en casa los armenios son hayastaníes de toda la vida. A mucha honra guardan en sus fronteras el monte Ararat, que es el pico en el que varó el arca de Noé sin coste alguno de amarre. Técnicamente, no había quedado nadie con vida para cobrarle, pero de haber sobrevivido un funcionario del puerto, hubiera bastado con soltarle las fieras en fila de a dos.
Presuntamente oriundos del pequeño país caucásico son los armiños, Mustela erminea, y de ahí su nombre. En inglés, la alimaña de suave pelo es stoat, pero cuando se trata de la textura de armiño heráldico o forro, que imita un fondo cubierto por sus pieles en fase invernal, se usa la palabra ermine. Siguiendo la historia bíblica, todos los animales del arca, en teoría, todos los que no hubieran sido capaces de sobrevivir en el agua excepto la pareja de dragones, grifos, unicornios y políticos honrados que optaron por esperarse a la siguiente, salieron de Armenia, ergo todos los bichos terrestres serían, bajo esta hipótesis, armiños. Algo no cuadra en todo esto.
Los armenios hablan su propia lengua indoeuropea diferenciada en dos dialectos, oriental y occidental, y cuentan con su propio alfabeto, del que hay muestras en la viñeta. Tiene 36 letras inspiradas en el griego, el siríaco y las recetas de algún médico persa con prisa montando un camello cojo.
A efectos olímpicos, el reciente equipo armenio ha cosechado 12 medallas en 10 juegos, 1 de ellas de oro, lo que lleva su índice de Coubertin a -1, rayando ya lo indeseable.
La presión de ser el referente cultural de toda una generación, de ver cómo los patrones de moda quedan en desuso, se devalúan y son denostados y parodiados y vuelven de nuevo a un auge nostálgico antes del final, es un privilegio de aquellos que se mantienen en activo durante un larga carrera de cara al público. Aunque ya decía Lope de Vega que, “pues como las paga el vulgo es justo, hablarle en necio, para darle gusto”.
Ayer nos dejó uno de esos referentes, ante el estupor y el ansia contenida de los aspirantes a ocupar su plaza. No en vano, el centenario monje budista Su Santidad Nyanasamvara Suvaddhana, Patriarca Supremo de Tailandia o Sanghraja había ejercido su influencia durante todo el reinado de Rama IX, el decano de los reyes, con 67 años en el trono.
Y también nos dejó Manolo Escobar.
La viñeta de hoy trae también una referencia de otros tiempos cuando era muy frecuente ver a Manolo Escobar y al monje budista, el suelo ante sí barrer …
Probablemente, el común de los lectores conocerá a uno y solo a un individuo que respondiera al nombre de Heraclio , pero no haya tratado nunca con él en persona, a pesar de haberle tenido alguna vez en sus manos. Su casa, la premiada Fournier, aunque fue adquirida en los ochenta por una corporación norteamericana, sigue desde Vitoria abogando por una cualidad difícilmente considerada una virtud en nuestros días: la falta de transparencia. Y no en vano sus productos acuñaban una expresión inexistente en nuestro diccionario: “naipes intransparentes”. Probablemente “barajas opacas” hubiera sido demasiado obvio para el consumidor medio e injustificado para el profesional tramposo dotado de sensores en sus gafas de sol.
La viñeta de hoy trata del protocolo de internet, imprescindible para jugar al solitario por red, entre otras cosas.
Probablemente, el común de los lectores conocerá a uno y solo a un individuo que respondiera al nombre de Heraclio , pero no haya tratado nunca con él en persona, a pesar de haberle tenido alguna vez en sus manos. Su casa, la premiada Fournier, aunque fue adquirida en los ochenta por una corporación norteamericana, sigue desde Vitoria abogando por una cualidad difícilmente considerada una virtud en nuestros días: la falta de transparencia. Y no en vano sus productos acuñaban una expresión inexistente en nuestro diccionario: “naipes intransparentes”. Probablemente “barajas opacas” hubiera sido demasiado obvio para el consumidor medio e injustificado para el profesional tramposo dotado de sensores en sus gafas de sol.
La viñeta de hoy trata del protocolo de internet, imprescindible para jugar al solitario por red, entre otras cosas.
Conocida es por los aficionados la apasionante historia en plena Guerra Fría del trasiego de los derechos de autor de uno de los videojuegos más populares de todos los tiempos: el soviético Tetris. Aleksey Pazhitnov programó la versión digital de un puzle geométrico basado en la formación de figuras con pentominos, un término acuñado de la fusión del prefijo griego penta-, cinco, y la alusión al juego del dominó. Pazhitnov abrevió en la primera solución con tetrominos, o formaciones de cuatro cuadrados y de ahí surgió el nombre de Tetris.
Para la música se eligió un tema popular ruso in crescendo, acorde a la velocidad progresivamente acelerada con la que caen las piezas que hay que combinar en hileras. En la versión original cantada de un poema de Nekrasov, cuenta una simpática historia en la que un buhonero, posiblemente políglota, liga con una chica. Le promete amor eterno en cuanto vuelva de vender su mercancía, pero por estos avatares del destino, el vendedor es atracado y asesinado por el camino y la pareja nunca se vuelve a encontrar. Nekrasov también es autor del poema épico «Кому на Руси жить хорошо» algo así como «¿Quién vive bien en Rusia?», es decir, con la alegría de sus canciones, tal vez.
Los colores de los siete tetrominos han variado con el tiempo y las licencias del juego, pero suelen diferenciar el azul marino del azul cian, que en la cultura rusa son considerados dos colores diferentes. En la nuestra, la mitad de la población, con cromosoma Y, se debate entre el verde azulado o el azul verdoso y acaba usando el marrón, que vale para todo.
Estudios concienzudos, a 25 pts la partida, indican que un jugador de Tetris optimiza el consumo de glucosa en el cerebro y mejora su rendimiento. Como efecto colateral, se produce el llamado efecto Tetris, en el que el cerebro sigue colocando piezas durante un tiempo después de terminar la partida, lo que tiene sus ventajas al cargar el maletero del coche o comer en clase turista en un avión.
Por extraño que parezca, así como hay términos prácticamente universales como taxi y hotel, también hay fenómenos de disparidad internacional bastante conocidos como la tortilla francesa o la montaña rusa. Un caso menos popular es el del patrón cachemira o cachemir, que no debe confundirse con la única acepción que recoge el D.R.A.E. del vocablo, el de la fina lana, mezclada o no, de las cabras del Himalaya.
Como más vale maña que fuerza, doña María Moliner describe por supuesto la acepción más conocida por los varones catedráticos, pero recuerda que el cachemir o cachemira es también una tela con dibujo de turquesas, pero no las piedras preciosas, sino los complicados patrones orientales con forma de retortas. En español se mantuvo la referencia a la procedencia original del tejido, que podía llegar importado en seda o en la propia lana de cachemira.
En inglés no hacen mención a la región en litigio entre la India, Pakistán y China, sino que lo llaman “paisley”, por el pueblo escocés donde se teñían estas telas a imitación de los entramados de origen persa. Y se dice que tiene forma de riñón o de gota. En cambio, en francés dudaron entre motif paisley o motif cachemire hasta el término actual boteh. El boteh es el símbolo zoroastrista de la vida y la eternidad, una mezcla entre una flor estilizada y un ciprés. Para dos millones y medio de fieles sigue importando que así habló Zarathustra.
En las lenguas de la India y Pakistán en cambio, llaman a este patrón casi fractal como a la semilla del mango, por ejemplo, «carrey» en urdu o «koyari» en marathi.
En algunas partes de Latinoamérica, no obstante, denominan sin ambages a esta tela lo que a cualquier niño le podría parecer obvio: tela de bacterias o de amibas. Aunque de todas estas opciones protozoarias, la mejor es probablemente la de la corbata de paramecios, que a diferencia de las amebas, cuentan con membranas celulares.
Los años sesenta trajeron de la India de mano de los Beetles una nueva moda por los diseños con retortas psicodélicas. El propio Lennon adquirió un Rolls-Royce blanco y lo pintó como un carromato gitano y le añadió una nevera y un televisor, rebautizándolo como “Paisley Rolls-Royce”. A veces el tuneado revaloriza el vehículo, aunque nadie de la casa del Espíritu del Éxtasis lo apreciara así en su momento.
¿Cuál es el secreto de la felicidad? Los matemáticos, gremio risueño donde los haya, saben cuándo es un número feliz. A saber, si iterativamente el cuadrado de los dígitos que componen un número suman la unidad, o si tras varias iteraciones sobre su resultado se alcanza el uno, los matemáticos consideran que se trata de un número feliz. Los números felices no son por desgracia habituales, a pesar de ser su cantidad infinita; sólo el 15,5% de los números entre 1 y 10 elevado a 122 son felices. A pesar de que la cantidad de felicidad es ilimitada, sólo hay diez elevado a ochenta átomos en el universo observable, por lo que si numeráramos todos los átomos del universo conocido, nos hallaríamos a cuarenta y dos órdenes de magnitud por debajo de la cifra con la frecuencia indicada. Pero siendo generosos, que es otra vía para conseguir la felicidad, es cuestión de administrar bien diez elevado a setenta y nueve átomos.
Un cuerpo humano tiene menos de 10 elevado a veintiocho átomos, Por descontado que algunos cuerpos tienen mejor ordenados los átomos que otros, pero no por ello hay que disgustarse. Si estamos solos en el Universo, hay felicidad para 10 elevado a cincuenta y un seres humanos y somos apenas siete mil millones. Podemos ser plenamente felices hasta el último átomo de nuestro ser e incluso dejar que sean felices nuestros animales domésticos, nuestras plantas preferidas y algunos matemáticos, si así lo evalúan.
Un número feliz es el 103. (1×1 + 0x0 +3×3 =10; 1×1 + 0x0 = 1). Además es primo; siempre la inocencia se ha llevado de la mano con la felicidad. Es el número atómico del Lawrencio, elemento en honor al físico E. O. Lawrence, con una esperanza de vida de 216 minutos en su mejor isótopo, – el elemento, es decir, el átomo- , precisamente lo que dura la película en honor a T.E, Lawrence, otro Lawrence contemporáneo suyo, mucho más conocido como Lawrence de Arabia. En este momento suele sonar una banda sonora.
Lawrence de Arabia, posiblemente el británico más raro de ese momento concreto de la Historia, unificó épicamente las distintas tribus árabes contra el Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial, dando lugar a un perfil de aventurero que la prensa aliada encumbró como uno de los héroes míticos de la Gran Guerra. De no haber fallecido en un accidente de moto que, por evitable, condujo al primer uso obligatorio del casco, hubiera tal vez cumplido 125 años en agosto, pues como él mismo decía, sólo una bala de oro podría matarle. Bastante más caro que un hombre-lobo.
Arabia Saudita, a pesar de su tradición de varios siglos, se formó como el reino actual en 1932 y en sus diez apariciones en los Juegos Olímpicos ha conseguido una medalla de plata y dos de bronce, lo que da un nivel de espíritu olímpico nada desdeñable de 4,42 coubertinos. Su bandera, con el verde tradicional del Islam tiene un uso muy restringido debido a que incorpora la profesión de fe de la shahada en caligrafía árabe thuluth. Al tratarse de un texto sagrado con el nombre de Allah, la bandera no puede ondear a media asta, ni ser colocada de forma vertical o tener una inversión en el reverso. Tampoco se puede aplicar a productos como camisetas, pegatinas o balones de fútbol. La espada de Ibn Saud, el fundador de la disnastía saudí subraya el texto religioso, como señal de victoria del Guardian de las Dos Sagradas Mezquitas, de la Meca y Medina.
Recapitulando todo esto, como decía cierta hechicera de nombre de mosquetero y bañador de Obregón, no se olviden de ser felices. Que de ser primos, ya nos sé si nos libraremos.
Las acuciantes temperaturas despiertan ciertos instintos básicos de supervivencia, desde la ingestión de cantidades ingentes de bebidas a temperatura inferior a la del nuevo continente temporal al embadurnamiento en sustancias oleosas para la exposición a la radiación de la bola de plasma incandescente más próxima. Sea como fuere, la reducción de la actividad neuronal sugiere, más que un sobrecalentamiento de la cavidad craneana, una desviación de las sinapsis hacia una actividad que, por falta de ella, se convierte en el foco de atracción: las vacaciones.
Que el dinero mueve el mundo no es ninguna novedad. No obstante, es menos notorio que el vil metal está relacionado con uno de los tesoros intangibles de la Humanidad, la memoria. En la Antigua Roma, la diosa que dio nombre al mes en el que estamos, tenía un templo asociado a una de sus atribuciones, la de Juno Moneta. No es por dudar de la belleza de la deidad; la esposa de Zeus era agraciada y más que simpática, y muy limpia, pero lo de Moneta, venía por su patrocinio sobre la memoria, como la griega Mnemosine, madre de las musas.
Moneta viene del verbo moneo, que en latín significa recordar, pero también llevar, porque para ellos la evocación implicaba una traslación más geográfica que temporal. El caso es que también se realizaban transacciones económicas en dicho templo, y moneta comenzó a ser un sinónimo de intercambio, mercadeo, negociete y dinero al fin y al cabo. Pero no acaba ahí la historia.
De la evocación del verbo moneo había otra variante latina, monstro, de la que procede la palabra monstruo, antiguamente sinónima de prodigio. El Cubo de Moneo, es sin duda un monstruo. Un monstruo era algo memorable. Y sigue siéndolo. Pero también lo era una muestra, que evidentemente perdió la ene en algún momento de dejadez consonántica.
Dado que las muestras ordenadas que llevan a la comprobación de una hipótesis forman una demostración o, como se decía antaño, una demonstración, la palabra cuajó pronto en el ámbito anglosajón para los prototipos que darían una pauta de la funcionalidad final de un sistema. Y como demonstration es también la palabra que se usa para una manifestación, la ausencia de pancartas y la laxitud propia del idioma, motivó la abreviatura “demo” que volvió a nosotros como exhibición de un producto con fines fundamentalmente comerciales.
La RAE ya reconoce el anglicismo demo como la “versión demostrativa de un programa informático o de una grabación musical con fines de promoción”, pero todavía no recoge el acto de promoción en sí de dicha versión ni expresiones ya populares como el fatídico “efecto demo”, que hace que todo fenómeno observado por vez primera por el número suficiente de extraños falle estrepitosamente.
Como no es la primera vez que Aliphant hace una demo, la posibilidad de fracaso va decayendo, por lo que se permite la interacción con el público, aunque eso sí, de forma algo dudosa.
Por dar una de óxido de calcio y otra de masa desagregada de cuarzo, feldespato y mica, la viñeta de hoy recurre al humor recurrente de los algoritmos aplicados fuera de contexto. O lo que es lo mismo, chiste de salirse de tiesto. De forma bastante comedida, todo sea dicho.
Mientras que en occidente, un tesoro viviente es una persona cubierta de tatuajes o alguna de las sufridas mascotas de Paris Hilton, en Japón es el mayor honor que se le puede conceder a un artista de cualquiera de las 16 artes oficialmente reconocidas, incluyendo la ópera noh y el teatro kabuki.
La animación japonesa no está todavía incluida entre estas artes, por lo que Hayao Miyazaki, ganador de un óscar por El Viaje de Chihiro y autor de la película a la que homenajea la viñeta de hoy no corre peligro si se encuentra con Gollum, Sidney Fox o Jack Sparrow, los ávidos recolectores de tesoros.
El gran fondista Kazuo Oga es el autor de las portentosas acuarelas en las que se sitúan las acciones de las películas del Estudio Ghibli. Si bien el popular compositor Alfred Newman decía que nadie sale del cine canturreando el decorado, los fondos de Oga justifican ya pagar por esa sesión.
En 1988, Mi Vecino Totoro, ligeramente basada en la Alicia de Lewis Carrol y en la propia experiencia de niñez de Miyazaki, recrea un mundo fantástico pero, curiosamente, ajeno al folclore japonés.
Totoro es un troll al estilo europeo de los guardianes de puentes que son engañados por las cabras, o de la franquicia finesa de Moomin, el cual, como suele pasar con Sarah Jessica Parker, era confundido con un caballo (entiéndase como mera ilustración de otra acepción de troll; todo el mundo dudaba de la existencia de los centauros hasta que Sarah tuvo hijos con Matthew Broderick).
La transcripción japonesa de troll, “totoru” es pronunciada erróneamente por Mei, la niña protagonista, como “totoro” pero, al menos en Japón, así es más entrañable. Las úes finales en japonés pueden ser mudas, pero las demás sílabas se pronuncian con la misma intensidad, como con acento maño.
Una mujer alemana, fría e inteligente se convierte por la confianza de su antecesor en la mujer más poderosa del mundo. Pero incluso con todo su poder deberá elegir entre cumplir estrictamente su deber y mantener su puesto y su estatus indefinidamente o apostar por una estrategia que a la larga debería salvarnos a todos, aunque para ello deba sacrificar para siempre el apoyo de los suyos.
Todo esto contaba Richard Wagner en 1870 en la segunda entrega de la Tetralogía del Anillo: La Valquiria. A pesar de la celebérrima cabalgata del tercer acto, el título está en singular. (El plural de ‘die Walküre’ sería ‘die WalKüren’). La palabra, del nórdico antiguo significaría «la que elige a los muertos», debido a la extraña aficion de estas doncellas de Odín/Wotan por recorrer los campos de batalla para escoger a los héroes caídos y llevarlos al banquete perpetuo del Valhalla.
Por los trapicheos de Wotan para construirse el Valhalla, el universo se ve encaminado irreversible al Ragnarok, el fin del mundo nórdico o como se dice en Islandia, “el día de cobro de aquellos avarientos inversores europeos”. No obstante, tiene un plan B: si un héroe libre de pactos con sus enemigos actuara según sus intenciones, estaría a tiempo de salvar la parte de la biosfera que usa zapatos. Para ello, une una pareja de alta cuna, Sigmund y Siglinde que tienen tanto en común y se tienen en tan alta estima que resultan ser gemelos separados al nacer, pero no como Schwarzenegger y Danny de Vito; más parejos, si cabe.
Lo que, aparentemente sería de lo más normal entre los guepardos del Serengeti, no acaba de cuajarle a Fricka, esposa de Wotan y diosa del matrimonio y la moral y éste accede a destruir su obra amenazado a dormir en el sofá del Valhalla hasta el Ragnarok. Tras confiar su dilema a la más querida de sus hijas valquirias, Brunilda, dejará en sus manos la responsabilidad de destruir a Sigmund, condenando por ello a la Humanidad, o de salvar a Sigmund, a la Humanidad y a los dioses, pero perdiendo su puesto de trabajo en la administración y su inmortalidad con todas las retribuciones por antigüedad acumulada.
Como la cosa no andaba tan mal por esos tiempos, se toma todos los moscosos de vez y se dispone a salvar a Sigmund en su batalla, por lo que el mismo Wotan, dolorido por los muelles del sofá y la actitud desobediente de su hija, clava su lanza en el héroe y castiga a la valquiria casándola con el primero que aparezca. Al final, se apiada de ella, menos mal, y decide dormirla en un círculo de fuego que sólo un bombero o un temerario pueda atravesar.
De la relación incestuosa con Sigmund, Siglinde, que fallece en el parto, dará a luz a Sigfrido, el héroe que no conoce el miedo, ni la vergüenza, ni los semáforos, y se parece por igual a su padre y su madre, y traerá el equilibrio a la Fuerza, pero eso es otra ópera.
La música más célebre de Wagner es sin duda la atronadora Cabalgata de las Valquirias que inunda el acto tercero y ha sido utilizada como himno de batalla en contiendas reales y ficticias. Tal vez la más singular sea su versión de Apocalypse Now, donde los corceles voladores de las doncellas guerreras son sustituidas por los helicópteros de la unidad aerotransportada o de caballería aérea en la Guerra de Vietnam.
Siguiendo el espíritu olímpico de este año y aprovechando que quedan casi 4 años para los próximos juegos, abrimos una nueva miniserie de vexilología deportiva que puede durar toda la olimpiada, entendiéndola en su sentido original de periodo entre juegos.
Como ni siquiera la decana de la humanidad, Besse Cooper, nacida en agosto, pudo técnicamente haber asistido a los primeros juegos modernos de Atenas de abril de 1896, debemos fiarnos de las crónicas para entender que fueron un éxito rotundo digno de repetirse, nada espartano ni pírrico. Sin embargo, el muy francés Barón de Coubertin no estaba por la labor de celebrarlos siempre en Grecia, en lugar de siempre en París, y propuso que tuvieran lugar en una sede itinerante fuera del hogar heleno, al que oficialmente no se volvería hasta 2004. Sin embargo, la acumulación de ferias y exposiciones simultáneas empequeñecían este evento recién nacido, y los griegos consiguieron intercalar otros juegos del COI en Atenas en 1906, que posteriormente fueron desestimados en el medallero. La idea se recuperó con la separación de los juegos de invierno en Lillehammer’94.
Tras toda el agua que ha caído desde Londres 2012, Aliphant sigue con el encargo de organizar el desfile de atletas, como hiciera The Walt Disney Company en Los Ángeles’84 o casi accediera Spielberg en Pekín’08. El caso es que no está claro ya para qué Olimpiada van.
HERÁLDICA
Por tradición, Grecia abre el desfile con su bandera bicolor, basado en los colores que la dinastía Wittelsbach llevó de Baviera a Grecia, plata y azur en un tono más pálido.
Como no podía ser de otra forma, la cruz griega, la que tiene sus brazos iguales, preside el escudo heleno, generalmente monocromo o azur, con sendas ramas de laurel a cada lado. La bandera añade a la cruz blanca sobre fondo azul, 9 bandas alternadas blancas y azules que representan las 9 sílabas de lema «Elevthería i Thanatos», Libertad o muerte, que en otras culturas se queda en «Déjame un ratito más o aguanto la respiración».
Permítanme a escasos días de la inauguración de los JJ.OO. definir una nueva unidad de medida de éxito olímpico: el coubertino. Es sabido que una de las máximas del barón Pierre de Coubertin era aquello de que lo importante no era ganar, sino participar.
Así pues se define el coubertino como el logaritmo del cociente entre el número de olimpiadas a las que se asiste y el número de medallas conseguidas en las mismas. Si lo importante es participar -y no ganar- el coubertino es directamente proporcional al número de participaciones e inversamente proporcional al de los triunfos, dado que eso no es lo importante. El logaritmo permite que aquellos individuos o colectivos tan escasamente coubertinos como para ganar varias medallas por competición, tengan valores negativos. (Phelps, en base neperiana, tiene casi -2 coubertinos con sus 14 medallas en dos juegos; el ansia olímpica, es lo que le ciega).
Para todos aquellos atletas que hayan participado y no ganado, su índice de Coubertin tenderá a infinito, mientras que para los que no hayamos ni participado, ni obviamente ganado en ninguna competición, su valor se queda en un estado indeterminado. Quién sabe lo que hubiéramos podido participar y perder con todo el espíritu olímpico.
Por lo demás, y con toda la alegría de los eventos que se distribuyen temporalmente lo razonable como para no cansar demasiado, demos por inaugurada esta viñeta olímpica.
– Déjame pensar -contesta el padre- ¿sueles traerte el trabajo a casa?
De no haberlo inventado hace un rato, este chiste pudiera haber formado parte del repertorio de M.A.S.H., la comedia de médicos militares de un Mobile Army Surgery Hospital (M.A.S.H.) de la guerra de Corea. El éxito de la serie, con la Guerra del Vietnam en mente de los espectadores, hizo que la serie se extendiera durante más años que la propia contienda en la que se ubicaba la acción , e incluso tuvo una secuela llamada «After M.A.S.H» .
Basada en el éxito de la película coral de Robert Altman del mismo nombre, apenas se mantuvieron tres de los actores del reparto original. Alan Alda sustituyó a Donald Sutherland para el grouchiano protagonista Capitan Hawkeye, en uno de sus papeles más conocidos. La sintonía inicial, instrumental en la serie, procede de la canción escrita por el hijo de Robert Altman para la película, «Suicide is Painless» y por la que recibió más ingresos que su padre por dirigir este título.
Volvemos a la trama del simulador de series, qué duda cabe.
Las Cuatro Especes del Talmud son, en una traducción gentil, la rama de sauce, el mirto, la palma datilera y el limón Etrog. El sauce no tiene olor ni sabor. El mirto tiene un agradable olor pero no sabor. Lo opuesto ocurre con la palma datilera y por último, el limón Etrog, satisface tanto al olfato como al gusto. Cambiando el olor y sabor por virtudes teológicas, salen unas metáforas vegetarianas estupendas y unos laboriosos bodegones que requieren una atenta supervisión rabínica para la fiesta de Sukkot.
¿Que a que viene toda esta serie de datos? Pues que en la viñeta de hoy se trata de las series…
De los Cuatro Caballeros de la pintura de la dinastía Ming, es la flor de ciruelo la que representa el invierno y la esperanza, porque florece cuando aún hace demasiado frío para otras plantas. Cada rama florida representa una semana, con tantos días como flores porte, comenzando de por la izquierda.
Después de la oportuna celebración de Google del centenario de Mary Blair, esta viñeta se suma al homenaje y trata de uno de los artistas más influyentes de la época dorada de Disney, pero a la vez, con un estilo claramente divergente con la línea creativa del estudio.
Si bien son relativamente conocidos los Nine Old Men, la plantilla de animadores principales con los que se fraguaron los grandes clásicos, fue la creatividad de esta señora la que puso en jaque las convicciones plásticas del grupo. Sus dibujos rebosan inocencia y sencillez geométrica, pero su punto fuerte y transgresor está en el uso del color. Se dice que fue la primera valiente en animar una figura con dos tonos de rojo distintos.
Blair participó en la expedición de Disney a América del Sur, que se materializó en las películas Saludos Amigos y Los Tres Caballeros. Influyó claramente en Alicia, La Bella Durmiente o Peter Pan, incluso generando alguna crítica por la estética más moderna de fondos y personajes. En cualquier caso, su obra más transcendente no cabe en ningún DVD, sino que forma parte de las atracciones de todos los parques de Disney, California, Orlando, Tokio, París, Hong Kong y en breve en Sanghai, el espectáculo de muñecos animatrónicos «It’s a Small World», creado en un tiempo increíble, con una tecnología pionera y con una música que deja el término pegadizo sin adhesivo.
It’s a Small World fue un encargo para la Feria Mundial de Nueva York de1964, un canto a la hermandad entre los pueblos y la condición vital del ser humano como testimonio de la imaginación de Mary Blair.
A pesar de que se trata de una viñeta de encargo, no por ello hay que prescindir de los valores que hicieron de Aliphant lo que es: una tira cómica. Exactamente como la tira cómica de Fred Basset, pero en cómica.
Aliphant explora una de las aparentes incongruencias de El Retorno del Jedi, posiblemente debida a un fallo de traducción del huttés de C3PO, la famosa indigestión de 1000 años.
Retomamos la historia de Aliphant 4 segundos después de la viñeta anterior (http://www.aliphant.es/pages/478_jpg.htm), considerando que en toda labor que se ejerza con conocimiento de la misma y experiencia escarmentada de sus gajes, no hay mayor virtud que la templanza…
El final de esta decimoséptima mid season sirve de homenaje a aquellas series en las que se produce algún tipo de acción que atenta a la continuidad de su trama o de sus personajes, a la necesidad innata de los productos perpetuos de que todo cambie para que vuelva a estar como al principio de cada título de créditos.
La Dama de los Ojos Violeta, – dama, por derecho propio del Imperio Británico, dado que nació accidentalmente allí, aunque sus padres eran de Arkansas, y de ojos violeta, por una atípica falta de pigmentación cercana al albinismo que combinaba un tenue iris azul con el rojo del flujo sanguíneo ocular,- los cerró por última vez ayer.
Otras películas demostraron con creces su valía interpretativa, pero el público asociará su imagen a la de la Reina del Nilo, Cleopatra VII, en aquella película de Mankievicz de 1963 donde el gasto era faraónico y los excesos regios y que trataba del hundimiento de un imperio, el de la 20th Century Fox…
Suponiendo que revelar ciertos detalles de una película de 1953 no debería ya ser considerado spoiler, pues quien más y quien menos ha tenido tiempo de verla, Bienvenido Mr. Marshall es el tema del homenaje del gran director Luis García Berlanga, quien tenía por costumbre incluir en todas sus películas la palabra compuesta austrohúngaro , incluso aunque viniera al caso.
Cuando en 1975 Benoît Mandelbrot acuñó el término fractal, a partir de la idea de unos elementos de apariencia rota o discontinua, tal vez no pudo imaginar el enorme impacto de esta rama de la geometría en el mundo moderno, y lo que es aún más curioso, en su estética.
Se podría afirmar que los fractales son unos objetos de naturaleza iterativa y por tanto ilimitada, de dimensión intermedia, como en el chiste del número de ojos del piojo y que nos evocan gráficamente la idea de infinito sin graves secuelas para nuestras restringidas capacidades mentales.
Sus investigaciones más prácticas, permitieron crear modelos de los «fractales naturales», como la línea de costa, las formaciones nubosas, los cristales de hielo, la burocracia corporativa y las matriochkas rusas.
Cuando las columnas salomónicas clarean y la realidad se demorona, es tiempo para reconocer que se carece de él; al menos cuando se trabaja en la creación de mundos virtuales como los de Aliphant
¿Qué es lo que hace del tiempo una dimensión muy especial para la Humanidad? Su capacidad de alargarse o encogerse en función de nuestra subjetividad, de convertirse en algo incierto o turbio cuando se mira hacia adelante o de algo vaporoso o incluso imaginario cuando se mira hacia atrás.
Y al contrario de las demás dimensiones, según nuestro arbitrario eje de coordenadas, no hay un tiempo a la derecha o a la izquierda, arriba o abajo, como si su signo se vinculara a una línea de progresión fija, cuando simplemente es algo inherente a las lenguas lo que decidió extrapolar unos adverbios espaciales al tiempo y otros no.
The longest-running animated sitcom must be honored with a simulator for dysfunctional families: the Sim-psonsLa comedia de situación más longeva debía ser homenajeada con un simulador de familias disfuncionales: Los Sim-pson
The third element, the air. Even if the classic elements cannot be considered as true elements in our current science, the fascination they produced is still obvious. Winds could be strong enough to devastate everything in their way, it can be understood that they were worshipped in the past.
El tercer elemento el aire. Si bien la ciencia actual no puede considerar los elementos clásicos como verdaderos elementos, la fascinación que producen es todavía evidente. Los vientos podrían ser lo bastante fuertes como para destruir cuanto se halle a su paso, por lo que puede entenderse que fueron adorados en el pasado.
A film that started as a thematic park ride is nothing else as a good starting point. What could it become with a deeper story?
Una película basada en una atracción de parque temático no puede ser otra cosa que un buen punto de partida. ¿Qué se hubiera obtenido con un argumento más sólido?
Hayao Miyazaki’s masterpiece Howl’s Moving Castle evokes a world of Fantasy and Mechanics, with flying engines and magical powers, remotely based on Diana Wynne Jones’s stories
La obra de arte de Hayao Miyazaki, el Castillo Ambulante, evoca un mundo de fantasía y mecánica, con artefactos voladores y poderes mágicos, remotamente basado en las historias de Diana Wynne Jones
Hayao Miyazaki’s masterpiece Howl’s Moving Castle evokes a world of Fantasy and Mechanics, with flying engines and magical powers, remotely based on Diana Wynne Jones’s stories
La obra de arte de Hayao Miyazaki, el Castillo Ambulante, evoca un mundo de fantasía y mecánica, con artefactos voladores y poderes mágicos, remotamente basado en las historias de Diana Wynne Jones
Llegando al octavo cumpleaños de la tira de Aliphant, la primera buena noticia de hoy es que todavía le quedan 59 años para jubilarla, lo que de continuar la frecuencia de apariciones, será por la viñeta MMMCCCL. La segunda buena noticia es que este correo no se extenderá más allá de este párrafo y la pseudo-cita final, lo que no deja de ser un alivio para el viernes.
«No os diré: no riáis; pues no todas las risas son dulces.» (De la prueba para el papel de Joker de sir Ian McKellen)
En 2007, el estudio Disney hizo una apuesta por combinar segmentos de imagen real con otros de animación clásica en una historia de respetuosa autoparodia que se denominó Encantada (Enchanted).
Dentro de esta película que combina comedia romántica, fantasía y animación, hay unas espectaculares secuencias que imitan a los libros de pop-up, aquellos que adquieren una tercera dimensión con las estructuras de papel doblado que se autoerigen a los ojos del lector cuando este pasa sus páginas. Algo de magia hay en todo ello… y así se presenta diciembre.
CALENDARIO DE DICIEMBRE
El último mes del año es una especie de cuenta atrás donde los domingos -en negro- apenas da tiempo a dedicarlos al descanso….
In this strip, it is possible how the virtual reality projection system shows part of the virtual world since the real one is still present. It is necessary for searching purposes…
En esta tira es posible ver el sistema de proyección de realidad virtual mostrando parte de la simulación mientras el mundo real aún está presente. Es necesario por necesidad… de búsqueda.
El Prado Museum in Madrid has one of the finest art collections in the world, and his name is related to the urban area that once evoked a meadow, hence in Spanish, «Prado».
El Museo de El Prado en Madrid tiene una de las mejores colecciones de arte del mundo y su nembre está relacionado con una zona urbana que evocaba a un prado, de ahí lo de el Prado.
En 2007, el estudio Disney hizo una apuesta por combinar segmentos de imagen real con otros de animación clásica en una historia de respetuosa autoparodia que se denominó Encantada (Enchanted).
Dentro de esta película que combina comedia romántica, fantasía y animación, hay unas espectaculares secuencias que imitan a los libros de pop-up, aquellos que adquieren una tercera dimensión con las estructuras de papel doblado que se autoerigen a los ojos del lector cuando este pasa sus páginas. Algo de magia hay en todo ello… y así se presenta diciembre.
CALENDARIO DE DICIEMBRE
El último mes del año es una especie de cuenta atrás donde los domingos -en negro- apenas da tiempo a dedicarlos al descanso….
Imaginación: algo tan difícil de definir como de cuantificar. Se sabe cuando falta o cuando es escasa y cuando se tiene demasiada y cuando sobra. Pero nadie a ciencia cierta sabe cuál es la cantidad exacta de imaginación que cada mente debe atesorar y administrar en su interior.
La imaginación, cuando hace acto de presencia, es siempre desbordante, exuberante, brota a raudales huyendo de un cauce que nunca pudo estar seco, porque la imaginación, por mucho que nos pueda sorprender en nuestros estereotipos verbales, nunca ha tenido límites.
Y no hay que usar mucha imaginación para deducir, que este es el tema de la tira de hoy: Un Paseo por las Nubes.
No existió hasta la invención de la señora Potts una tetera más famosa que la tetera de Newell o tetera de Utah. Corría el año 1975 y Martin Newell, pionero infográfico de la Universidad de Utah, necesitaba un objeto tridimensional con el que hacer sus pruebas de una forma sencilla a la par que elegante. Tomó una tetera de la marca Melitta y a mano – hemos dicho que corría el año 75- calculó las curvas Bézier necesarias para su representación en las máquinas de la época.
La fama de la tetera se extendió rápidamente entre los diversos programas de pruebas que pasó a convertirse en un clásico de la medición de prestaciones de lso sistemas de representación tridimensional. De tal manera, se le conoce con cierta sorna como el sexto sólido platónico o teteraedro (teapotahedron, en inglés).
La Guía del Autoestopista Galáctico es la clave para entender el Aliphant de hoy. Compuesta por Douglas Adams en un peculiar género de ciencia ficción cómica desvela los misteriosos planes de la especie más inteligente de la Tierra. Lástima que sólo seamos la tercera.
E.T. el Extraterrestre (Universal, 1982) es una obra clave que atestigua la desbordante vitalidad cinematográfica de un joven Spielberg con ganas no sólo de comerse Hollywood sino de crear lo que nunca jamás nadie había sido capaz de hacer.
Su iconografía es tan similar a la de Encuentros en la Tercera Fase que podría pensarse en que son dos visiones del fenómeno extraterrestre complementarias.
Así que cuando los detractores de la cuarta entrega de Indiana Jones se rasgan las vestiduras por su tema, tal vez debería recordar cómo se forjó su director.
El elemento Aire viene representado, como siempre, de una forma totalmente irreal, ya que es difícil darle forma a lo que no se ve. Aliphant hace referencia a tres de los cuatro viento clásicos, que además de apotarse en los cuatro punto cardinales tenían atributos diferenciados por su edad, tipo de alas o poderes especiales.
Si el arte se define como la capacidad de reinterpretar la realidad de manera que el autor pueda volcar sus sensaciones y transmitirlas al espectador, no hay duda entonces que la simulación es una variante artística de reciente historia pero de imponente calado.
Contiene la versatilidad de la música, la plasticidad de la pintura, el dinamismo temporal del cine y la solidez de la escultura o la pintura, pues allá donde alcanzan los sentidos, trata de crear una sensación que sustituya a las originales y las haga propias del receptor, que en este caso es el inmerso o espectador virtual.
Otra de las viñetas musicales para San Valentín. En este caso con la música y la ambientación del tema «On the Street where you live» de la película My Fair Lady (1964).
Un musical de cenicientas con lingüistas basado en la obra teatral Pygmalion de George Bernard Shaw. En realidad, se trataba de la tercera versión cinematográfica. La segunda, que no fue musical y fue protagonizada por Leslie Howard en 1938, fue adaptada por el propio autor y cuando le concedieron el óscar, mostró su indignación por recibir un premio por hacer su trabajo.
Turandot fue la última ópera de Puccini y, a pesar de que no llegó a verla conclusa, dejó instrucciones bastante precisas para terminarla. Su argumento procede de una historia de la colección de «Las Mil y una Noches»: Turandokht o «La Hija de Turan». Una fábula formal: una princesa oriental debe casarse con aquel príncipe que resuelva un enigma. El error se paga con la pena de muerte, faltaba más. Tras varios pretendientes decapitados, un príncipe exiliado de su reino consigue acertar, pero para darle la revancha, el muy sobrado, concede a la princesa Turandot un doble o nada si adivina su nombre antes del alba. La princesa moviliza a todo el Reino: que nadie duerma, nessun dorma. Calaf, que así se llama el del mismo Bilbao, decide confiar su vida a la princesa y le revela su nombre, de manera que queda en las manos de aquella decidir si se casa con él o lo ejecuta. Puccini hizo hincapié en un detalle bastante más interesante: el egoísmo de los príncipes por defender su orgullo causa la muerte y la tortura a aquellos que les rodean y si, al final, hay un final feliz, está manchado de sangre inocente.
El aria más espectacular, es esta vez para tenor: Nessun Dorma, que nadie duerma. Es la respuesta de Aliphant que trato de traducir a continuación:
«Madama Butterfly» es una ópera de Puccini cuyo tema central es la esperanza ciega depositada por una adolescente japonesa por un marinero americano que sólo ha matado el tiempo con ella -y la ha desposado y dado un hijo, que tiempo para matar tuvo bastante. Es el paradigma de los anhelos que nunca se van a hacer realidad- la antítesis, Cenicienta ya la había compuesto Rossini. El aria de Aypbee sale al paso de lo que dice Aliph y significa algo así como «Un buen día, veremos erguirse una columna de humo desde el último confín de los mares y entonces aparecerá el navío» -el barco del esposo que la abandonó, despreciando todos sus sacrificios.
Atravesar a toda hipervelocidad el cosmos en un simulador es algo al alcance de cualquier antiano, por poco versado que esté en las artes del engaño digital.
Aunque no estén a bordo de ninguna nave con nombre de ave rapaz muy vieja, la sensación del campo estelar es la misma que si se hubieran dejado conectado un protector de pantalla en el sistema visual. O tal vez eso haya ocurrido…
Las leyes de los grandes números o macroscópicas permiten proporcionar soluciones similares a problemas de cómputo comunes. Sin embargo, resulta bastante peligroso confundir las magnitudes. Incluso cuando se trata de un simulador…
Del oriente próximo de Aladdin, pasamos al occidente victoriano y distante de La Dama y el Vagabundo, aunque este calendario de febrero esté salpicado de salsa carbonara y de elementos orientales como es el propio invento de la pasta.
De la película de 1955 de los estudios Disney se puede extraer varias moralejas: la primera es que las ratas no son las mascotas más adecuadas para los bebés, por más que Ratatouille quiera demostrar lo contrario. La segunda es que nunca sabes lo que te puedes encontrar al final de un spaghetto. Y la tercera es que es mejor llevar siempre un tenedor para no tener que empujar las albóndigas con la nariz.
El calendario está en el plato de pasta. Un fideo recubierto de tomate recorre las albóndigas, una por semana. Cada vez que cruza con un tallarín sin salsa cuenta como un día. El fideo empieza a la izquierda y termina casi fuera del plato…
Reconstruyendo la escena de la ruptura del puente de cuerda, Aliphant parafrasea la línea De Tamçpón en Indiana Jones y el Templo Maldito.
Tal vez la película más oscura de la Saga, el origen de este nubarrón se debió a la tensa situación de Spielberg y Lucas que afrontaban sendos divorcios. La obra debía desarrollarse en China en un valle de dinosaurios supervivientes y en un castillo escocés encantado. Afortunadamente, nada de eso llegó a la pantalla.
La escena musical «Anything Goes», usa la versión parcialmente en mandarín del tema de Cole Porter y sirve para presentar no sólo la película sino a la protagonista Willie que, a diferencia de otras películas en que la chica termina con el héroe, decidió formalizar su relación con el mismísimo director, Steven Spielberg.
Un buen sistema de partículas permite en un breve periodo de tiempo sembrar de pequeñas plantitas de césped una región del espacio. Otro problema es qué ocupaba esa zona antes…
Con motivo de la recuperación del género de la piratería, es decir, de las películas de piratas gracias al nuevo enfoque de Disney, así como de la etiqueta impuesta a los seguidores del Monstruo Espagueti Volador cada viernes, no es extraño que aumenten las ventas de estos disfraces tras décadas de abandono.
A bordo del Paquidermo Grácil, el velero virtual menos liviano que holla las aguas de los procelosos mares tridimensionales, no es raro encontrar gentes que ejerzan con gran maestría las artes de la piratería, si bien no quere claro a qué artes se refieren…
Uniendo esta viñeta un homenaje a la animación clásica de la época dorada de Disney con la revolución digital de Pixar, parece que sólo aliphant se encuentra desorientado ante semejante disparidad.»»
«La Bruja Novata» (Bedknobs and Broomsticks, 1971) se basaba en los personajes de la novela de Mary Norton «The Magic Bed Knob». Disney la completó con un toque de patriotismo británico y folclore inglés y la sumergió en la Segunda Guerra Mundial. Al igua que «Buscando a Nemo», la otra película referida, ganó un Óscar, en su caso por los efectos visuales que incluían interacción con personajes animados.
Aliphant disfrazado deñl Profesor Emelius Browne conversa con un bacalao del estilo clásicomientras un perdido Marlin sigue buscando a su vástago perdido Nemo.
Tras la Teoría General de la Relatividad, se esconde uno de los fenómenos más obvios del universo: cuando hay un sujeto muy pesado, muy pesado, todo su alrededor debe inclinarse ante él.
En este caso, Aliphant no se encuentra en el simulador, por lo que las consecuencias de los actos los debe pagar por una vez éste.
Tal vez uno de los chistes más complicados de traducir por el juego de palabras pero también uno de los más eficaces. Incluso cuando viajan en autobús algunos lectores, miran al letrero y sonríen…
Eran los 80 y, para quien no lo haya vivido, se soñaba con zapatillas autoajustables, coches voladores, cine holográfico y condensadores de «fluzo», palabra que, a falta de internet y wikipedia, no estaba demasiado claro como se escribía, y aún menos si era una mala traducción del «flux capacitor» original.
A pesar de que estos matices pasaban desapercibidos, la trilogía de Zemeckis mostraba con sus argumentos del continuo espacio-tiempo una trama tan compleja como emocionante; qué más se puede pedir si no es un DeLorean?
Tal vez una de las escenas más espectaculares de la sega de Starwars sea la pelea en el senado de Yoda con el Lord Sith. En este caso, se trata del ascendido Sameck que trata de conseguir en Aliphant un aliado imposible.
Al final sólo se trata de fluorescentes y peticiones deshonestas. La realidad, incluso la ficticia, está condenada a apartarse de las grandes gestas…
La version neoyorquina contemporánea de la inmortal Romeo y Julieta fluye acompañada por los compases del gran Leonard Bernstein en el escenario mundano de la ciudad que nunca duerme.
Jets y Sharks se llevaron 10 óscars aquel 1962. Únicamente Lehman no se lo llevó una de las once candidaturas frente al guionista de El Juicio de Nuremberg. No obstante, competían también por el premio los adaptadores de Desayuno con Diamantes, Los Cañones de Navarone y El Buscavidas. Un año complicado donde los hubiera.
En una de esas raras ocasiones, Aliphant se presenta con el pelo castaño. Lleva el atuendo de Tony para la fiesta de confraternización entre bandas mientras que Aypbee es María en plena escena del balcón.
El problema del lenguaje técnico es que a veces requiere conocimientos técnicos para comprenderlo. También es cierto que para conocer una lengua, como por ejemplo el ruso, hay que aprender sus costumbre, su historia y sus referencias culturales. Para aprender egipcio antiguo, es necesario conocer los enseres de la vida cotidiana que muchas veces dan lugar a los jeroglífico. Al final, un idioma es algo más que sus palabras y sus reglas de cosntrucción.
Generalmente, las novelas de Verne estaban tan bien documentadas, que más que escribir sobre ciencia-ficción, se trataba de divulgación científica novelizada.
No obstante, una novela, tal vez la más imaginativa no llegó a materializarse en el futuro, pues suponía que el interior del planeta estuviera ocupado a su vez por un mundo inetrior.
Así que, podría decirse que ejerció de escritor de ciencia ficción el sabio de Nantes con novelas como esta…
Como reseña lingüística, Aliphant metido en su papel de guía del volcán Snaeffels, desea buena suerte a Qoph en islandés, de ahí el
Fácil resulta enlazar esta historia con la de Escher, admirador del sorprendente conjunto arquitectónico que le inspiró en sus series geométricas. En este caso, se trata de un típico chiste aliphantiano de equívoco acerca de las especificaciones de entorno virtual.
En no pocas ocasiones, hay viñetas que piden a gritos ser animadas, recibir el beneficio del movimiento para que su poder de inmersión crezca. En esta casi es posible sentir el agua fluir. Tal vez fluya algún día.
Inventos como la energía eólica requieren una planificación adecuada que puede mejorarse gracias al uso de un simulador. Desués siempre queda el criterio de los expertos de cómo deben ser los molinos para que puedan ser interpretados como tales y no como, quién sabe, gigantes.
Fabricar un prototipo de una casa mucho antes de que comience su construcción es una de las ventajas de la realidad virtual.
Dentro de lo ridículo que puede ser tener una fuente de uno mismo escupiendo un chorro de agua por la boca, hay que reconocer que no deja de ser digno de Qoph…
Zambullirse en un entorno virtual donde las reglas las impone su creador fue un error para el pobre Qoph. Y es que como en Aladdin los genios tienen su genio, está claro.
Los personajes que persiguen a Qoph proceden de un esbozo de cómic del que apenas quedó este decorado. Tal vez no sería mala idea retomarlo agún día…
Y como homenaje al gran Charlton Heston, nada menos que un simulador de trirreme que recuerda a su experiencia en Ben-Hur, la película que le hizo ganar el Óscar por mejor actor.
Segundo remake de la película basada en el ésito de Lew Wallace, la versión de la MGM de 1959 aportaba el color y el sonido, la grandeza de las superproducciones de la época y un despliegue de actores y medios sorprendente.
Consiguió 11 estatuillas doradas, algo que en tiempos modernos ya han igualado Titanic y El Señor de los Anillos. El Retorno del Rey.
Tratándose del quincuagésimo aniversario de unos personajes inmortales azules, no podía faltar Aliphant a su homenaje. No obstante, su color es algo más pálido que el de los geniecillos del belga Peyo.
En contra de la creencia de que los pitufos habitan setas, se debería precisar que, en realidad, han desarrollado una arquitectura que imita las formas de las excreciencias de estos hongos.
De todos los pitufos con identidad diferenciada, Aliphant ha optado por la del pitufo bromista, famoso por sus explosivas sorpresas.
Oriundo de Flandes, si bien su obra es mucho más conocida que su vida, el pintor Jan Van Eyck dio a la pintura al óleo el desarrollo técnico que la convertiría en hegemónica. Encuadrado en el Gótico tardío, su gusto por el detalle más minucioso hace de sus cuadros verdaderas enciclopedias visuales de la vida cotidiana del siglo XV. Sus más ínfimas pinceladas, al parecer ejecutadas con cabellos, llegaban a ilustrar las sombras de las cuentas del collar colgado en la pared o incluso minúsculos retratos dentro de los enseres que abundan en el cuadro.
De Los Esposos Arnolfini se podría escribir largo y tendido, incluso de pie o sentado, pero sería difícil explicar el misterio que encierra. Existe la hipótesis de que el cuadro pudiera representar a la pareja algún tiempo antes del fallecimiento de la esposa por complicaciones del embarazo. Algunos detalles del espejo del fondo corroborarían con la simbología dicha tragedia humana.
Pero lejos de conjeturas posiblemente infundadas, llega el momento de relacionar a Van Eyck con el signo de Leo. Dado que no se sabe con certeza la fecha de su nacimiento, se admitirá al menos que su vida transcurrió y terminó en la ciudad de Brujas. Y Brujas mantiene orgullosa en su escudo el león de los condes de Flandes, la tierra que tantos artistas dio a un mundo en una era de descubrimientos.
La apuesta de la compañía Disney más arriesgada en los años 80 tal vez fuera una película que contaba con gráficos por ordenador y mucho retoque manual, dado el estado de la tecnología de entonces.
En 1982, TRON se crea para una generación que vio nacer los primeros «videojuegos» y va entrecomillado lo de videojuegos porque en aquella época hacía falta una verdadera labor de ingeniería informática para que un triángulo disparara un guión a un grupo de triángulos que se movía pseudo-aleatoriamente.
Tanto la estética como la música o la propia temática de TRON la convirtieron en una película de culto.
Y como nota de la viñeta en sí, si es un fallo que el vehículo avance en diagonal por la cuadrícula del plano del suelo, pero es que si se fija el lector en la firma de la derecha, comprobará que este TRON ya vive en el año 2005, es decir, cuando ya había triunfado el movimiento de liberación de los vehículos digitales ficticios.
Kachaturian no hubiera hallado un himno más inspirado para la empresa de hormigas más importante del planeta. Pero posiblemente, tampoco hubiera sido posible pagar sus honorarios, de manera que tuvieron que conformarso con algo más… mundano.
Irremediablemente navideña, esta viñeta fue una de las primeras que se tradujo a varias lenguas, para recordar que por más que nos separen idiomas y culturas, son más los elementos que nos unen a todos.
Generalmente, un programa se ve influido por el entorno en el que se compiló o por la máquina donde vio la luz. Es una especie de recuerdo de su origen. En los simuladores de ANT, la relación del entorno virtual con el sistema operativo queda demostrada por situaciones como esta…
El sistema sexagesimal, a pesar de su antigüedad que llega hasta los sumerios, tiene una larga vida asegurada gracias a su uso en la medida de ángulos y de tiempo.
Grados no sexagesimales, en cambio, se usan como unidades en las distintas escalas térmicas, ya sea Fahrenheit, Celsius, Kelvin o Réaumur
No obstante, como con las bebidas alcohólicas -de muchos grados, conviene no mezclar.
La serie de ciencia ficción de los 90 por excelencia Expediente X despertó de nuevo el interés por los fenómenos paranormales en pleno cierre del siglo de la tecnología.
El dúo Mudler/Scully , representado aquí por Aliphant de rubio y Tsade, de pelirroja recorre los escenarios habituales alejados de la luz del día para mostrar que, si la verdad está ahí fuera, también las pilas de la linterna que hacen falta para iluminar la salida.
Indudablemente el resurgir de Disney que parecía atisbarse con La Sirenita se consolidó con La Bella y la Bestia. Con una fórmula similar: guión sólido, banda sonora memorable y una técnica de animación genial, el éxito fue rotundo y la película hizo historia al ser la primera película completamente animada candidata al Óscar de Mejor Película.
En esta viñeta, Aliphant aprovecha la escena para colaborar más estrechamente con su compañera Aypbee.
Ídolo de masas durante siete décadas, la figura de Superman adquirió un nuevo matiz por un trágico accidente. Cuando Christopher Reeve, el actor que el público asociaba con los valores del superhéroe, quedó tetrapléjico, sorprendió de nuevo a todos dando una lección de superación personal y afán de supervivencia. La heroicidad no era algo físico en él, pudo demostrar.
No obstante, el 10 de octubre de 2004, una infección acabó con su delicada y sufrida existencia, terminando con uno de los mitos del personaje: la invulnerabilidad de Superman.
Poco después de conocerse la noticia, este Aliphant fue creado como homenaje al héroe que nunca dejó de ser.
Infortunadamente, la RAE no ha aceptado todavía la palabra picnic en nuestro idioma a pesar de que subsiste como extranjerismo desde tiempos bastante remotos. La palabra en inglés puede remontarse al siglo XVIII, pero es más seguro que nos llegara a través del francés piquenique. Posiblemente su terminación dificulta un plural adecuado, pero «almuerzo campestre» es demasiado largo y no rima con tic. Por otra parte, vivac y vivaque están aceptadas y dudo que se empleen con mayor frecuencia. No obstante, confío en que su inclusión se acelere gracias a las mesas de picnic y demás vocablos relacionados del catálogo de IKEA, posiblemente, lo más leído en castellano en estos momentos. Sea como fuere, dicha palabra en la viñeta aparece en cursiva.
Tratándose de la Sra. Gimelant es posible que el simulador de autobuses de ANT se construyera alrededor de ella. Bueno, es posiblemente sólo una hipótesis.
No obstante, se cree que ha vivido más horas de simulador que cualquiera de los usuarios reales, así que no sería extraño que acabara sus días como instructora…
Nuestras carteleras se hallan tan a menudo saturadas de la vida y obra granulada de los héroes de los cómics que cuesta hacerse una idea de lo revolucionario de la obra de Lichtenstein en su momento.
Autor norteamericano que debió de pasar gran parte de su existencia deletreando su nombre, desarrolló distintos estilos hasta que consiguió el reconocimiento dentro del Pop art con sus lienzos que reproducían viñetas con puntos Benday. Los temas no eran originales; procedían de los dibujos realizados por dibujantes como Jack Kirby o los de la clásica DC. La técnica del punteado en imprenta para conseguir mayor cantidad de colores a partir de sólo cuatro fue, al parecer, desarrollada en el siglo XIX por Benjamin Day: de ahí su nombre de puntos Benday.
Lo que realmente aportó Lichtenstein, en su creación de paneles de varios metros cuadrados pintados con la técnica del puntillismo, es la representación de los iconos de la sociedad que estaba viviendo, trasladando la forma de expresión del arte popular del cómic a su propio terreno.
¿Y la relación con Cáncer? Falleció de neumonía, así que no van por allí los tiros. No obstante, en la constelación del cangrejo se encuentra un cúmulo abierto de la Colmena para los anglosajones o del Pesebre para los latinos: una acumulación nebulosa de gran densidad de estrellas que tapizan cual cuadro puntillista lichtensteiniano aquella región del firmamento.
Imaginación al poder. La historia de la realización de esta película es fascinante como la obra en sí. Corría el año 1964 y Walt Disney consiguió su mayor éxito en imagen real -aunque combinada con animación, cómo no.
Ambientado en el Londres de Eduardo VII, en los albores del siglo XX y con la música de los hermanos Sherman, la primera Supernanny hacía uso de sus artes más brujeriles que psicológicas para solucionar los problemas de una familia modélica en aparencia.
Aypbee hace su primera caracterización en un simulador, disfrazada de Poppins mientras aliphant desciende por una escalera de humo con el traje RV.
A veces, una viñeta no parece suficiente para desprenderse de una decorado determinado. Puede ser algún tipo de nostalgia, solo que la producen lugares en los que nunca se ha estado, al menos físicamente.
En este escenario virtual, la señora de Qoph ha perdido un objeto de valor, y Aliphant debe buscarlo sin apagar el simulador…
La diferencia entre un artículo en mayúscula y que no puede formar contracción del tipo al y del con la preposición de turno es más importante de lo que pudiera parecer a simple vista. Al menos así ocurrión en aquella ocasión en un simulador de ANT.
Por otra parte, el descuido sirvió a Aliphant para experimentar con la creación de paisajes naturales, con la formación de jardines virtuales y lo que es mejor, para darse un paseo de vez en cuando, que falta le hace.
No cabe esperar mayor suerte de un enlace si no se han dispuesto los tres ingredientes principales: algo nuevo, algo prestado… y algo azul.
Dado que ese conocimiento alcanza para la mente de Qoph, en su simulador de enlaces por señales de radio no podía falta el propio Aliphant vestido para la ocasión.
Aunque en principio esta viñeta hacía referencia a un célebre grupo musical que, dada la antigüedad de sus componentes, cuando les dan volante para el especialista es siempre para el antropólogo, la cosa derivó en un homenaje un tanto más de moda.
Lo que en una época parece ciencia e investigación en la siguiente puede ser tomado por superstición y profanación de tumbas. Tal como critican a Howard Carter sobre cómo desenrolló momias egipcias en los años 20 nos reprocharán en el futuro el uso de isótopos radiactivos. De ahí la necesidad de un «Simulador de Arqueología de Campo» marca ANT.
Ornamentada con los colores de la sabana africana, El Rey León se convirtió en el mayor éxito comercial de la compañía del ratón y en un referente estético para una nueva generación de animadores.
No obstante, aunque las tiras LXIII y CCLVI ya llegaron a abordar el tema en cuestión, quedaba la espina clavada en la zarpa de volver a Pride Rock, a la piedra donde se ungen los monarcas felinos y que Aliphant se llevara la parte del león esta vez.
Como suele ocurrir en la mitología oriental, hay conceptos que los occidentales nunca terminaremos de entender.
Se cuentan, que cada vez que un hombre sabio llega a este mundo o a alguien se le ocurre una brillante idea, hace acto de presencia un ser cuadrúpedo ungulado mezcla de caballo y ciervo que responde al nombre de Qilin o quilin.
Sería el equivalente al «se nos ha encendido la bombilla», en nuestro mundo moderno, y claro, más mundano, valga la redundancia.
El Qilin es un ser mítico que sustituye a veces al tigre en la alianza junto con el dragón, el fenghuang o fénix chino y la tortuga que componen los cuatro elementos, puntos cardinales y en definitiva el motor emocional del universo.
La aparición de un quilin es un símbolo de fortuna, de buenos augurios, y de ahí que esta viñeta, entre pétalos de cerezo virtuales y apariciones míticas holográficas sirva de portada para http:// www.aliphant.es . Quién sabe si no hará falta un buen qilin cualquier día que traiga la insipiración necesaria…
Inconfundible en su estilo, el pintor neerlandés Vincent Van Gogh vivió una existencia atormentada por su propia locura, creando formas, luces y tonalidades que la profesión médica trata hoy en día a achacar al consumo de ciertas sustancias tóxicas.
No obstante, es más grato pensar en el artista genial, innovador y vanguardista que en un conjunto de síntomas actuando sobre una mente enferma. Van Gogh creó su estética dentro del neo-Impresionismo y ese debería ser su legado.
La obra de «Campo de Trigo con Cipreses» , al parecer realizada en 1888, evoca a través de sus pinceladas nada tenues la sensación de vivir una tarde junto a aquellos árboles que en su languidez, se divierten jugueteando con los jirones de nubes arrastrados por el viento. Y Aliphant pasaba por allí, curiosamente. En esta ocasión, no fue tan importante recuperar la composición del cuadro original , que muy libremente sí evoca, sino la captura de la sensación que produce la atmósfera que trata de imitar.
¿Y la relación entre Van Gogh y el signo de Tauro? Sencilla: ¿hay acaso algo más taurino que cortar orejas? Pues ahí queda.
A la idea de lo que es el CINE con mayúsculas siempre estará asociada esta mítica película. Corría el año 1939 y mientras en España terminaba la Guerra Civil, en América se recordaba la suya con una producción épica sin precedentes.
Ganadora de 8 óscars en competición, dos especiales y un Irving G. Thalberg para el legendario productor David O. Selznick, contaba en su banda sonora con la famosa creación de Max Steiner, anque como en el caso de Casablanca, tampoco esa vez fue el ganador.
Descripción de la escena: Aliphant es Gerald O’Hara y Tsade está difrazada de Escarlata, su hija. Al fondo, aparece la mansión familiar de Tara, emblema del orgullo sureño de los O’Hara.
Al batir de las alas de una mariposa en Pekín le pueden achacar un huracán en Nueva York. Habrá cientos de versiones, porque en realidad la sentencia tiene su origen en un proverbio chino que, simplemente, quiere expresar que hasta los actos más insignificantes pueden tener graves repercusiones.
El matemático y meteorólogo fallecido este 16 de abril de 2008, Edward Norton Lorenz, describió que algunos sistemas complejos (como el modelo de predicción meteorológica) que dependían de variables relacionadas entre sí (como la temperatura, humedad, presión, viento, etc. ) y que eran muy sensibles a las pequeñas variaciones de sus condiciones iniciales podrían mostrar comportamientos caóticos que hacían de su predicción al largo plazo una simple arte adivinatoria con escasas garantías de éxito.
De ahí que en los puentes o en los fines de semana largos siempre vaya a llover cuando conviene que no suba el consumo de gasolina. Nadie puede enfadarse porque las probabilidades de acierto son muy remotas y además se controla la inflación. Al final, como dice el refrán, si va a llover mañana, pasado lo sabremos.
Esta impredictibilidad de modelos deterministas no lineales se conoce como Teoría del Caos y se le considera la tercera revolución científica del siglo XX, después de la Relatividad y la Mecánica cuántica, nada menos.
Icónicamente hablando, El Nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli es una de las obras más representativas del taller de este artista del Renacimiento. Si de Miguel Ángel se aplaude su perfección , de Leonardo su creatividad y de Rafael su armonía, Botticelli es el pintor de la «gracia». Sus figuras hieráticas y solemnes despiertan como en ningún otro creador la sensación de lo que sería tan abstracta virtud. Y no es para tomarlo a broma, ya que como se suele decir, más vale caer en gracia que ser gracioso.
El cuadro La Nascita de Venere fue pintado alrededor de 1484. En la versión Aliphantiana, Aypbee caracterizada de Venus subida a una valva de vieira, o venera, llega hasta la orilla donde le espera Aliphant disfrazado de Hora o deidad de la primavera. (No quedaban papeles más masculinos). Sustituyendo a Céfiro exhala el humo del tabaco el mismo Qoph, que como el dios del viento acude volando para empujar a Venus recién nacida hasta la costa.
Por su parte, Qoph hace referencia al programa espacial soviético Venera, cuyo objetivo era el envío de sondas al planeta Venus, o Венера,Venera, en ruso.
Basándose de forma eficaz en la obra de Tolkien, la versión cinematográfica de Peter Jackson muestra una Tierra Media con una dedicación y pasión por el detalle que recuerda que hay cosas que merece la pena crear.
Aliphant se convierte a su pensar en olifante, si bien su tamaño no es el más apropiado para las cuatro defensas que muestran los también llamados mumâkil (palabra ya en plural cuyo singular es mumâk).
Al parecer, olifant es como se llaman los elefantes en afrikaans, de manera que el término lejos de distar de etimología parecía reemplazarla.
La posibilidad de recrear en los simuladores de Aliphant los escenarios de las grandes películas fue una de las razones de peso para crear esta tira cómica.
Por requerimiento del guión, Aliphant es rubio como Denys y Tsade, su compañera de fatigas, arrastra las erres como la danesa Karen. La gramola, esta vez, hace de sí misma. También el decorado trata de buscar la iluminación de la sabana africana que centra y a la vez acoge la vida de los protagonistas.
La legendaria banda sonora, que la viñeta, por desgracia, no puede transmitir, es una de las obras maestras indiscutibles de John Barry y, en definitiva, la música indispensable para ir de safari.
A punto casi de alcanzar la cincuentena, Astérix el Galo recibió en castellano su nombre llano por culpa de la similitud de la tilde francesa -que marca la apertura de la vocal, ya que todas sus palabras on agudas- con la marca de acento en español. Más ridículo es lo de «tentén«, no obstante.
A pesar de la desaparición del guionista Goscinny el gran Albert Uderzo ha seguido con las aventuras de los galos con mayor refinamiento artístico que literario, pero no hay duda que los últimos volúmenes son parte de la gran obra según la entendía el dúo Goscinny-Uderzo.
Por otra parte, y centrándonos en la viñeta de hoy, es estupendo tratar de reproducir la arquitectura de la aldea que resiste ahora y siempre al invasor o las holas de los árboles que no puede arrancar Obélix sin que llore su fiel Idéfix. Por razones de peso, Aliphant debe vestir el pantalón de franjas verticales de Obélix, que, como todo el mundo sabe y el que se cayó en la marmita de poción mágica cuando era pequeño siempre recuerda, adelgazan.
Rapanui o la Isla de Pascua es una localización fascinante y misteriosa. Se estima que la manufactura de sus famosos grupos escultóricos formados por megalitos acabó con el equilibrio natural del ecosistema isleño. Por otra parte, sus moáis, que es como también en castellano se llaman sus peculiares esculturas, han hecho de la Isla de Pascua una referencia icónica universal, un símbolo de la Humanidad, y eso, claro, no tiene precio.
La viñeta del tipo «simulador equivocado» responde a un modelo concreto: Qoph entiende a su manera las especificaciones del cliente y las transmite de forma errónea con un resultado tan disparatado como trabajoso. Aliphant se suele enterar por vía telefónica a través del comunicado de su traje de diseñador virtual, de manera que sólo se escucha su parte, pero se deduce prácticamente todo lo que dice su interlocutor, al estilo del chiste telefónico. Al lector se le deja la tarea de reconstrucción, claro.
Es frecuente que entre las tiras de Aliphant haya extrañas referencias al sistema de enumeración, llegando incluso, en determinadas ocasiones, a centrar el tema tratado.
La razón de esta introducción es que éste es uno de esos casos. Si no lo fuera, el párrafo anterior no dejaría de ser cierto, aunque tal vez menos oportuno. Es lo mismo que tienen los prólogos….
El numeral 321 evoca la secuencia de lanzamiento de una lanzadera espacial o de cualquier otra cosa con el privilegio de huir de la gravedad aunque sea tan sólo por unos instantes. Y de privilegiados va 3,2,1.
Entre todas las ventajas de representar a Matrix en esta viñeta, la menos confensable es que, al igual que en cierta escena de la película, se puede prescindir del fondo.
Así pues, esta es una viñeta más bien de vestuario, de texturas y de cierta caracterización que hace que una parodia sea eso, una parodia.
Aliph-Neo y Qoph-Morfeo acompañan a una Beth-Níobe que sitúa la escena en la segunda película de la serie. Y que viene muy bien para sostener la firma.
No hay duda de que el mayor despliegue tecnológico se realiza allá donde hace más falta… para los propios intereses de una compañía.
En el caso de ANT, el desarrollo más innovador de realidad virtual se centra en la creación de los libros de contabilidad más brillantes y favorecedores de la historia económica de una empresa-país.
En esta Contabilidad Creativa, unos pequeños injertos 3D crean las pantallas de realidad virtual que los operarios están presenciando.
Hola, 14 de Febrero. ¿Qué puede haber más romántico que dos enamorados empujando una albóndiga con la nariz? ¿La carta de suicidio de Larra? ¿Los diez y no cien cañones por banda de Espronceda? ¿Un cuadro de Friedrich? ¿Wagner?
Lo mejor de los especiales es que no requieren mucha explicación… Bueno, tal vez una: ¿cómo se puede disfrazar una elefanta de Dama de «La Dama y el Vagabundo»?
Bella notte!
Imaginación: algo tan difícil de definir como de cuantificar. Se sabe cuando falta o cuando es escasa y cuando se tiene demasiada y cuando sobra. Pero nadie a ciencia cierta sabe cuál es la cantidad exacta de imaginación que cada mente debe atesorar y administrar en su interior.
La imaginación, cuando hace acto de presencia, es siempre desbordante, exuberante, brota a raudales huyendo de un cauce que nunca pudo estar seco, porque la imaginación, por mucho que nos pueda sorprender en nuestros estereotipos verbales, nunca ha tenido límites.
Y no hay que usar mucha imaginación para deducir, que este es el tema de la tira de hoy: Un Paseo por las Nubes.
Olvidadoentre los recuerdos de aquellas primeras tiras de Aliphant surgió de repente un especial de San Valentín con trasfondo cinéfilo. También era la primera vez que se le veía a Aliphant trabajar, lo cual no es desdeñable después de nueve viñetas sin mover un dedo.
La existencia de un simulador de día de San Valentín que liberaba de la necesidad de materializar los regalos atentaba contra la forma de vida antiana,-es decir, de la isla-corporación ANT-, de manera que recibió el ostracismo que se merecía. La ilustración de esa condena al olvido recordaba al inmenso almacén que cobijaría el Arca de Indiana Jones tras un sinfín de arriesgadas peripecias.
Valga con cierto adelanto sobre la fecha en ciernes este Especial de San Valentín.