La octava y última Exposición impresionista reunió a los autores que en principio peyorativamente –y en un alarde de escasa imaginación- fueron denominados puntillistas, por lo que es como se les conoce actualmente, en concreto, a Georges Seurat y Paul Signac.
Utilizando el concepto de la descomposición cromática newtoniana y como antecesores de la imagen catódica de nuestra era –o más bien de la anterior- las pequeñas pinceladas formaban matrices de puntos coloreadas que convergían en formas reconocibles a las distancias adecuadas.
Seurat tuvo una vida breve, de apenas 31 años, truncada por alguna de las enfermedades infecciosas que segaban las carreras artísticas de los bohemios, pero Signac y en parte, Pissarro, pudieron darle continuidad a este arte precisamente basado en la discretización.
Los atuendos de Aypbee y Aliphant y parte del paisaje de esta viñeta están basados en la “Tarde de Domingo en la Isla de la Grande Jatte”. El falso marco de puntos es una de las bromas habituales del autor.
De haber progresado con su arte, los filtros de puntualización de los programas de edición de imagen hubieran sido sus mejores discípulos.