Se decía que allá donde aparecía la señora Fletcher un cadáver andaba cerca. Tal vez técnicamente no andara, pero está claro que la escritora de Cabot Cove tenía cierto imán para toparse con homicidios.
Y probablemente ese capacidad atractora era de índole genética pues mediante acusaciones siempre infundadas siempre sospechaban de sus inocentes sobrinos.
Los casos policiacos en Aliphant son por supuesto menos irreversibles. Los hay económicos, de espionaje industrial o en este caso con cierta violencia explícita. Pero allí está Aliphant que no suele perder detalle y ya tiene su culpable.