1054

El año 1054 se ha consolidado como la fecha del Gran Cisma de Occidente y Oriente, pero si bien los eventos que dan forma a la Historia raramente pueden achacarse a acontecimientos y fechas concretas, son precisamente estos fenómenos singulares los que ayudan a materializarla en la narración de los hechos. Tras un milenio de coexistencia, los cristianos de tradición latina y los de cultura griega habían asumido que eran más interesantes las diferencias que les caracterizaban que el sentimiento de unidad bajo una misma fe. Existían factores teológicos de mayor o menor calado, lingüísticos y rituales que marcaban direcciones opuestas y, sobre todo, una fusión entre los poderes religiosos y terrenales que creaban conflictos de intereses entre la jerarquía de Roma y la de Constantinopla.

La mutua excomunión entre el cardenal  Humberto de Silva Candida enviado a Constantinopla por el Papa León IX y el patriarca de Constantinopla Miguel I Cerulario señaló simbólicamente el cisma. Técnicamente, la excomunión, o privación de la capacidad de recibir el sacramento provocaba la muerte política de un mandatario, ya que si su poder procedía de origen divino, ningún súbdito tenía obligación de obedecer a un señor excomulgado. Por otra parte, ningún excomulgado podría excomulgar a otro, ya que, oficialmente, la segunda excomunión carecería de valor; en estos casos, como en la viñeta en cuestión, es fundamental saber quién ha actuado primero.

Tuvieron que pasar mil años para que, en 1965, el Papa Pablo VI y el patriarca Atenágoras I anularan ambas excomuniones de sus antecesores, pero la división se mantiene.

Aliphant MLIV – Quién Disparó Primero

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