De entre las películas de animación del pasado 2018, la competencia para los premios del sector se está concentrando en cuatro candidatas. Por el lado menos técnico, el cine de autor de Wes Anderson, creador de Fantastic Mr. Fox y Gran Hotel Budapest, es la apuesta de consolidación de un estilo demasiado personal.
Disney aportó con Ralph Rompe Internet una de las metáforas de la triple uve doble más interesantes. Su punto fuerte es el de las maniobras conjuntas de todas las Princesas Disney oficiales en unas de las mejores secuencias de animación del año. Disney-Pixar con Los Increíbles 2 también logró un gran resultado con lo que viene a ser la mejor película de James Bond del año sin James Bond – o incluso con él, siendo justos.
La cuarta opción, también de Disney a través de su filial Marvel, pero distribuida por el acuerdo de Sony, es la mejor película de Spiderman de todos los tiempos y un homenaje tanto a las entregas anteriores como al universo del cómic desplegado durante décadas por el grupo de Stan Lee, John Romita Sr. y Jr. y otros grandes de Marvel. El argumento está bien hilado, la estética es rompedora con tramas de puntos de imprenta ben day y tramas de rellenado clásicas y la cinematografía e iluminación, por virtuales que sean, son un bien en sí mismo.
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad y claramente la han asumido en este autohomenaje al famoso vecino trepamuros.