La presión de ser el referente cultural de toda una generación, de ver cómo los patrones de moda quedan en desuso, se devalúan y son denostados y parodiados y vuelven de nuevo a un auge nostálgico antes del final, es un privilegio de aquellos que se mantienen en activo durante un larga carrera de cara al público. Aunque ya decía Lope de Vega que, “pues como las paga el vulgo es justo, hablarle en necio, para darle gusto”.
Ayer nos dejó uno de esos referentes, ante el estupor y el ansia contenida de los aspirantes a ocupar su plaza. No en vano, el centenario monje budista Su Santidad Nyanasamvara Suvaddhana, Patriarca Supremo de Tailandia o Sanghraja había ejercido su influencia durante todo el reinado de Rama IX, el decano de los reyes, con 67 años en el trono.
Y también nos dejó Manolo Escobar.
La viñeta de hoy trae también una referencia de otros tiempos cuando era muy frecuente ver a Manolo Escobar y al monje budista, el suelo ante sí barrer …