No todos los infiernos son de fuego y azufre. Según la descripción de Dante, el noveno círculo, el de los traidores, es el lago helado Cocito donde los pecadores se sumergen en las aguas heladas en proporción a sus crímenes. En el centro del círculo, en la Judeca, se concentran aquellos que traicionaron a sus benefactores y Lucifer, congelado hasta la cintura, agita sus alas generando el viento que mantiene el frío ecosistema mientras masca entre sus fauces a Judas Iscariote.
Pero ese, es otro infierno.