Creer en las casualidades pudiera considerarse de simples, pero buscar las coincidencias sin duda es la base de toda creación.
La primera lectura y, probablemente, la más interesante de la icónica obra del pintor norteamericano Grant Wood (1891-1942) American Gothic es un ejercicio de humor gráfico. El artista visitaba el pueblo de Eldon, en su estado natal Iowa, y descubrió una modesta casa de madera con la ventana del segundo piso en forma de arco ojival, con las pretensiones de una catedral gótica. El disparate arquitectónico le hizo tanta gracia a Grant Wood, que tras pedir permiso a los dueños usó esta casa como fondo para un retrato de su hermana y su dentista. Ningún parentesco unía realmente a una de las más famosas parejas de retratos de la Historia del Arte. Al dentista lo pintó con una horca tridente, posiblemente sin intención de crear otro chiste, y la forma de esta humilde herramienta aparece representada en la ropa del falso granjero. Por requerimiento fraternal, pintó a su hermana más delgada y con una de las blusas más feas de las rebajas de América. El mismo patrón de la prenda se repite en las cortinas de la ventana gótica, en clara demostración de su vinculación con una vivienda delante de la cual, realmente, no posó.
El retrato del artista regionalista se convirtió en un icono de la pintura dentro de una colección tan variada y espectacular como la del Instituto de Arte de Chicago y la cultura pop lo asumió como un referente americano.
¡Feliz Cuatro de Julio!