Imaginación: algo tan difícil de definir como de cuantificar. Se sabe cuando falta o cuando es escasa y cuando se tiene demasiada y cuando sobra. Pero nadie a ciencia cierta sabe cuál es la cantidad exacta de imaginación que cada mente debe atesorar y administrar en su interior.
La imaginación, cuando hace acto de presencia, es siempre desbordante, exuberante, brota a raudales huyendo de un cauce que nunca pudo estar seco, porque la imaginación, por mucho que nos pueda sorprender en nuestros estereotipos verbales, nunca ha tenido límites.
Y no hay que usar mucha imaginación para deducir, que este es el tema de la tira de hoy: Un Paseo por las Nubes.