Se habla de la revolución digital que John Lasseter llevó a la gran pantalla, pero tal vez un término más preciso sería el de evolución.
Formado en la Instituto CalArts que fundó el propio Walt Disney para proporcionar formación a sus empleados y alumno de tres de los Nueve Ancianos, Lasseter tenía por delante la misión de llegar con la animación donde jamás antes nadie había llegado.
No obstante, sus premisas son las mismas que las del gran Walt hace 90 años, un guión brillante, un ritmo prácticamente musical, lograr lo técnicamente imposible hasta el momento y que por cada lágrima haya una sonrisa y viceversa.