Una vez al año, por la festividad de la Hispanidad y del Pilar, la viñeta de Aliphant adapta una jota famosa a los tiempos que corren. Este año hay que remontarse a la más famosa revista cómico-ligera-callejera-fantástica en un acto, que no puede ser otra que la zarzuela «La Gran Vía» de Federico Chueca de 1886.
Para satisfacer al gran público, no pocas zarzuelas incluían un número de jota, aunque no encajara a la perfección en la trama. No obstante, en el argumento alegórico de «La Gran Vía», es difícil que algo pueda estar fuera de calle… Viajando Chueca en el tranvía, sufrió un robo de cartera en la que contenía sesenta duros y una foto del compositor, lo que le inspiró el número musical de la Jota de las Ratas. Al colectivo de rateros madrileños le gustó tanto el «homenaje», que le devolvieron a su domicilio la cartera con el dinero y otros cinco duros adicionales en concepto de admiración y respeto. La foto se la quedaron, según contaban, para enmarcarla y tenerla siempre presente en su sede.
El mismo filósofo Friedrich Nietzsche se maravilló al conocer esta jota en Turín y su aparente dedicación a los delincuentes. Para esa época, Nietzsche ya se había peleado con Wagner por el tono religioso de su ópera Parsifal y necesitaba disfrutar de otro tipo de repertorios.
Como licencia por la festividad, la Gran Vía madrileña ha sido sustituida por la zaragozana, no hace tanto dedicada a Don Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de medicina de una época muy diferente para estos galardones.
