El arte de Talía, la Musa de la Comedia, es difícil, pero nunca ingrato, pues tiene como recompensa la más noble de las manifestaciones humanas, la de la felicidad espontánea que es la risa.
El cómico saskatchewano Leslie Nielsen, nos ha dejado, pero en un valle de lágrimas, de las que algunas cuantas no podrán ser ya de pena.
¡Un Óscar póstumo para Leslie Nielsen ya!