Con Creatividad

No es motivo de vergüenza, sino todo lo contrario, reconocer que, para la realización de los diálogos de la tira de Aliphant, el autor siempre procura acompañarse de un buen diccionario cuando no son un par.

El primer motivo es que hace falta una gran presunción para asumir que se conoce tanto una lengua como para no tener que usar un diccionario al crear en ella. La segunda razón y no menos importante es que, cuando se permanece alejado de los ambientes académicos, los cambios en las normas aprendidas pueden pasar inadvertidos.

En esta viñeta dos consultas fueron necesarias. Por una parte aparece una rara locución adjetival; son bastante más comunes las adverbiales o preposicionales. La locución «de a bordo» se escribe siempre separada en tres palabras y es común en expresiones del tipo «diario de a bordo», significando «relacionado con la estancia en una nave». Si se escribiera todo junto: «diario de abordo» indicaría «de abordaje», y dichas memorias pertenecerían a un pirata de los que no descargan otra cosa que su ira.

La segunda consulta es la de la tilde del imperativo con pronombre enclítico «deme». Lo que antes de 1999 hubiera sido un diminutivo de «Demetrio» o «Demetria», ahora es la única forma escrita permitida. Las formas verbales aunque incluyan pronombres personales deben atenerse a las normas generales de acentuación de manera que «dímelo» lleva tilde por ser esdrújula y «dime» o «deme» la pierden por ser llanas acabadas en vocal. Las excepciones a esta regla son las formas verbales monosilábicas con tilde diacrítica sé y dé.

Y después de esta tediosa explicación cualquier viñeta tendrá con seguridad algo más de gracia.

Aliphant CCCLXVIII
Aliphant CCCLXVIII. Más Creatividad

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