Zanjada la cuestión sobre la necesidad del café, surge la obligación del buen uso del mismo, ya sea como tinte, pintura, repente de insectos o incluso como bebida excitante.
No obstante, gracias a la intromisión de las nuevas tecnologías, las posibilidades para el uso de sus posos, superan con creces los de la futurología.
Y de eso parte, la creación de este Ciber-Café: