Si bien, en esta viñeta, Aliphant consulta con un experto la opción de extinguirse, tal vez no hay elegido un buen ejemplo de retirada estratégica a corto plazo.
El estilo de Mingote reúne la fuerza expresiva del trazo de Picasso con las reflexiones introspectivas del gran Quino en un alarde plástico de dinamismo. Hay siempre vida y movimiento en sus imágenes, sus formas fluyen, sus ideas transcienden las líneas en las que se soportan. Un fiero competidor al Pictionary, seguro que era.
Pero fue su dominio del lenguaje lo que le permitió entrar a la Real Academia de pleno derecho, aunque según cuenta como anécdota, lo enrolaron porque podía conseguir que el alcalde reservara plazas de aparcamiento para los académicos en la calle de la sede de la R.A.E.
El marqués de Daroca nos deja una enorme colección de tiras publicadas, decorados entrañables de televisión, cine y teatro, libros propios e ilustraciones para otros autores y la dirección artística de la película de animación La Puerta del Tiempo, que optó en su momento por el Goya.
Que siga trabajando en paz, Sr, Mingote.