Avda. Fantasía, 42

 La segunda ley de Knox dice que, en general, una novela de detectives no contendrá elementos sobrenaturales o preternaturales, (palabra esta última sinónima de la anterior en nuestra lengua, pero que en la de los herederos de Shakespeare y Milton, parece discriminar entre los distintos entes por antigüedad o procedencia).

En nuestra época dejaría fuera del recuento a detectives de lo paranormal como Harry Dresden, a los que usan técnicas sobrenaturales como los de Criando Malvas o al propio Colombo, que no es seguro que pertenezca al género humano por varios cromosomas.

En esta historia de Aliphant, no hay más misterio sobrenatural que la extraña aparición de carteles mecanografiados en medio del aire, y es posible que se deban a un descuido del autor, que debía colocarlos fuera del alcance de sus sagaces personajes.

 

 

Aliphant CDLXVIII

 Aliphant CDLXVIII. Lofts en Off

Deja una respuesta