En ANT, prácticamente ya sólo fuma el jefe Qoph, pero es uno de los últimos bastiones irreducibles del arte de quemar el dinero.
De ahí que, en su desesperación, tergiverse cualquier comunicado que llegue a sus manos acerca del espinoso asunto.
En ANT, prácticamente ya sólo fuma el jefe Qoph, pero es uno de los últimos bastiones irreducibles del arte de quemar el dinero.
De ahí que, en su desesperación, tergiverse cualquier comunicado que llegue a sus manos acerca del espinoso asunto.