El código semiótico del cómic está basado en convenciones aún más arbitrarias si cabe de lo que es habitual en un sistema de signos artísticos. En Aliphant, los bocadillos o nubes de diálogo no tapan el fondo, de la misma forma que los sonidos o las palabras no pueden ocultar el espacio envolvente del presunto emisor.
Claro, que por hacer la prueba, no pasaría nada…