Coubertinos

Permítanme a escasos días de la inauguración de los JJ.OO. definir una nueva unidad de medida de éxito olímpico: el coubertino. Es sabido que una de las máximas del barón Pierre de Coubertin era aquello de que lo importante no era ganar, sino participar.

Así pues se define el coubertino como el logaritmo del cociente entre el número de olimpiadas a las que se asiste y el número de medallas conseguidas en las mismas. Si lo importante es participar -y no ganar- el coubertino es directamente proporcional al número de participaciones e inversamente proporcional al de los triunfos, dado que eso no es lo importante. El logaritmo permite que aquellos individuos o colectivos tan escasamente coubertinos como para ganar varias medallas por competición, tengan valores negativos. (Phelps, en base neperiana, tiene casi -2 coubertinos con sus 14 medallas en dos juegos; el ansia olímpica, es lo que le ciega).

Para todos aquellos atletas que hayan participado y no ganado, su índice de Coubertin tenderá a infinito, mientras que para los que no hayamos ni participado, ni obviamente ganado en ninguna competición, su valor se queda en un estado indeterminado. Quién sabe lo que hubiéramos podido participar y perder con todo el espíritu olímpico.

Por lo demás, y con toda la alegría de los eventos que se distribuyen temporalmente lo razonable como para no cansar demasiado, demos por inaugurada esta viñeta olímpica.

Aliphant DXXII

Aliphant DXXII. Sueño Olímpico

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